Una novia para mi novia

Avatar: Legend of Korra
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Una novia para mi novia
Summary
¿Qué es lo más loco y tierno que harías por amor? Opal es una jovencita que sale y es novia de la mariscal de campo, Korra, ambas se quieren con locura pero Opal oculta un triste secreto, está muy enferma pero esconde muy bien su terrible y doloroso padecimiento aunque ahora que está entrando en fase terminal, lo que menos quiere es que ver sufrir a su amada jugadora por lo que idea un alocado y romántico plan para que Korra no sufra la soledad de su ausencia al momento de su partida así que decide que la mejor solución es que Korra debe tener a alguien más, por lo que no hay mejor candidata que su mejor amiga Asami, y es a través de varias citas estratégicamente planeadas que el amor surge lenta y clandestinamente entre Korra y Asami pero el único problema es que Asami siente que traiciona a su MA al enamorarse de su tierna y atractiva novia además de que su lógica no la deja ser libre y vivir su amor, ¿podrá Asami dejarse llevar por sus sentimientos y emociones una vez en su vida?
Note
La leyenda de Korra no me pertenece pero tomaremos prestados algunos de sus caracteres.La historia nació de un día para otro, esperando sea del agrado de los lectores y sino pues, ni que hacer. Perdonen cualquier falta ortográfica que pueda aparecer y estamos abiertas a cualquier comentario y critica.
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Capítulo 17

Capítulo 17

Si muero joven, sepúltenme en satén,
tiéndanme en una cama de rosas, 
húndanme en el río al amanecer,
envíenme lejos con las palabras de una canción de amor.

Señor, conviérteme un arcoíris,
brillaré sobre mi madre,
así ella sabrá que estoy segura contigo,
cuando esté bajo mis colores.

Oh, y la vida no es siempre 
lo que crees que debería ser, no
ni siquiera es gris,
pero ella entierra a su bebé.

El afilado cuchillo de una vida corta,
pero bueno, he tenido el tiempo justo.

Si muero joven, sepúltenme en satén,
tiéndanme en una cama de rosas, 
húndanme en el río al amanecer,
envíenme lejos con las palabras de una canción de amor.

El afilado cuchillo de una vida corta,
bueno, he tenido el tiempo justo.

iré vestida de blanco 
cuando entre en tu reino, 
estoy tan verde como el anillo en mi pequeño dedo frío.
Nunca he conocido el amor de un hombre,
pero seguro que sentiría bien cuanto tomara mi mano.

Hay un chico en la ciudad,
dice que me amará por siempre,
quien habría pensado que ese "por siempre" 
pudiera ser cortado por
el afilado cuchillo de una vida corta,
bueno, he tenido el tiempo justo.

Así que pónganse su mejor ropa
y yo usaré mis perlas,
lo que nunca hice, está hecho.

Un centavo por mis pensamientos, oh no, 
los venderé por un dólar,
valdrán mucho más después de que me haya ido
y quizás entonces 
escucharás las palabras que he estado cantando,
es divertido cuando mueres como las personas empieza a escucharte

Si muero joven, sepúltenme en satén,
tiéndanme en una cama de rosas, 
húndanme en el río al amanecer,
envíenme lejos con las palabras de una canción de amor.

Una balada de paz,
ve con paz y amor,
recoge tus lágrimas,
guárdalas en el bolsillo,
guárdalas para el momento 
en el que realmente las vayas a necesitarlas.

El afilado cuchillo de una vida corta,
bueno, he tenido el tiempo justo.
Así que pónganse lo mejor que tengan,
y yo usaré mis perlas.

 

(https://www.youtube.com/watch?v=gIre7oMveiM Glee - Don't speak / Sub spanish with lyrics)

Nuestros recuerdos de ayer durarán toda una vida. Guardar los mejores, olvidar los demás…

***  ***  **  POV Pre deceso de **  ***  ***

Soñar como si fueses a vivir para siempre y vivir como si fueses a morir hoy mismo, eh ahí un punto que no puedo cuestionar porque no sé cuándo será mi hora de decir adiós aunque he vivido tanto en tan poco tiempo que me siento más que feliz y satisfecha con ello.

Es gracioso pensar que el tiempo a veces es un gran aliado y algunas otras un mortal enemigo, que nos juega malas pasadas pues cuando queremos que vaya lento en su andar siempre acelera sus pasos y no nos permite disfruta propiamente de los momentos que pasan a formar parte de nuestros recuerdos que más atesoramos pero lo curioso de eso es que no hace atesorar cada instante de ese recuerdo porque lo podemos revivir una y otra vez en nuestra mente cada vez que desempolvamos el baúl de las memorias que merecen estar allí.

Recuerdo que cuando era pequeña deseaba crecer lo antes posible para encontrar a mi “príncipe encantador” que al besarme se enamoraría de mí y me llevaría hasta su castillo para vivir con él por el resto de nuestras vidas y curiosamente, eso pasó; encontré a mi “príncipe encantador” o debería decir, princesa encantadora hace ya casi dos años y con quien hubiese deseado ver cumplido ese sueño sólo puedo conformarme con saber que esa princesa encantadora tendrá a la reina que permanecerá a su lado el resto de su vida…

Sí, el tiempo pasa volando y ya estamos a unos cuantos días de celebrar nuestro segundo aniversario, por Raava, cuanto amo a Korra y cómo no hacerlo si es la ternura encarnada en un cuerpo mortal además con todos esos mimos y gestos que tiene hacia mí, siento que me enamoro más y más y ese amor lo que me tiene aún viva, lo que me hace olvidar el tiempo que me queda en esta tierra pues nuestro tiempo ya no se cuenta en segundos, minutos u horas ahora lo vemos pasar con cada lenta respiración y cada sonido de ese endemoniado aparato que mide mis latidos y mis cada vez más lentas respiraciones, mi doctor dice que es un milagro que todavía siga respirando aunque yo se lo atribuyo a Korra, mi Korra.

Tanto ella como Asami no han abandonado mi lado y pasan largas tardes a mi lado conversando o simplemente contemplando mi deterioro lento, a veces siento algo de pena que Korra observe mi pausada agonía pues me siento como esos templos que desgastados por el paso de los años y la erosión seguramente mi aspecto es horroroso y fingen estar completamente seguras con ello guardando su repulsión para cuando está fuera de mi habitación de hospital sintiendo demasiado patética como para intentar arreglar mi aspecto.

Por Vaatu, como odio los hospitales, son monótonos y su impecable olor a limpio y blanqueador hace que me sienta más enferma de lo que normalmente llego a sentirme y tengo que soportarlo por capricho de mamá que no estando conforme con mi decisión de quedarme en Ciudad República cuando le chantajeé ella sólo accedió con la condición de quedarme en el hospital general haciendo venir al doctor Hong desde Zaofu para que supervise mi estadía en la clínica además la maldita bata que te hacen usar es tan delgada y corta que a penas y cubre lo suficiente y no me excluye del frío que me provoca el aire acondicionado.

―Mira que linda te ves… ― Comenta Asami poniendo un pequeño espejo frente a mí mientras permanezco recostada en la pequeña cama que me han asignado, ¿es en serio? Digo, no soy tan exigente pero sobre el delgado colchón apenas hay espacio para mi cuerpo y el de Korra cuando nos acurrucamos y se pone a leer mi novela favorita, “Un amor para recordar”.

Irónico, ¿cierto? ¿Qué puedo decir? Supongo que hay demasiada similitud entre Jamie y yo, excepto que yo tengo un plan de respaldo para mi adorada Korra, sí no nos parecemos en nada, bueno sí pero sólo un poco aunque asumo que admiro a Jamie porque ella no temía morir pues según ella ese el plan que Dios había designado para ella pero me siento identificada con ella porque al igual que yo, ambas temíamos dejar solos a nuestros amados y la vida sólo tomó sentido cuando ellos aparecieron en nuestras vidas aunque Jamie sí le advirtió a Landon que no se enamorara de ella, Landon lo hizo de todas formas desobedeciendo la única petición que le hizo Jamie, creo que así es cómo funciona el amor siempre trazando un camino para los imposibles e insólitos y disfrutando de ver su fruto cuando todo es imposible empeñándonos en perseguirlo y conseguirlo.

― ¿Eh? ― Pregunto pues me he perdido en mis pensamientos de manera profunda.

―He dicho que te ves muy linda, la sombra que te he aplicado resalta tus ojos y ese labial hace más tentadores tus labios ― sonríe levemente mientras coloca un corto mechón de mi cabello tras mi oreja provocando un sonrojo en mis mejillas.

―Gracias ― musito de manera cansada recargando mi espalda sobre el colchón.

― ¿Te sientes bien? ― Una mirada consternada aparece en sus ojos pues desde que le he contado la verdad, no ha querido separarse de mi lado al igual que Korra aunque a regañadientes van a realizar sus actividades diarias a petición mía porque no quiero arrebatarles lo poco que podría distraerlas, presiona mi mano levemente y yo niego sonriendo ligeramente.

―Más que bien ― murmuro quedamente pasando saliva tratando de aliviar un ligero malestar en mi pecho ― ¿recuerdas que mañana es mi aniversario número 2 con Korra? ― Quito la pequeña manguera que provee de un poco de oxigeno cuando mis pulmones comienzan a fallar pero soy demasiado orgullosa como para conservarla por mucho tiempo en mis fosas nasales, ¿Qué puedo decir? Me parece estorbosa.

Asami asiente pero puedo percibir un ligero temblor de incomodidad en su cuerpo y su mirada toma un brillo de remordimiento aunque ahora que lo analizo, cada vez que me a los ojos puedo ver la misma mirada que esconde algo como si hubiese algo que quiere decirme pero en último instante se arrepiente y es muy extraño de hecho porque Korra parece tener la misma reacción cuando está cerca de Asami, cualquiera diría que comparten un secreto o algo así que no quieren contarme porque no se atreven y aunque es extraño creo que a veces es mejor no saber, no preguntar si no queremos escuchar la respuesta.

― ¿Y…Tienes algo planeado para celebrarlo? ― Su voz parece temblar levemente al preguntar pero puedo percibir un ligera nota de enojo en su voz.

―La verdad, no ― admito ― con todo esto del hospital no puedo pensar claramente además de que no se me ocurre nada ― añado con decepción ― y no creo que sea momento de celebrar porque no me siento en condiciones de hacer nada.

―Yo creo que Korra te sorprenderá como siempre lo hace ― su sonrisa es más que forzada aunque parece más que feliz por mí.

―El mejor regalo sería pasarlo a su lado, con eso me conformaría porque dada mi condición todavía no entiendo cómo es que todavía está a mi lado pudiendo vivir su vida feliz y tranquila sin preocupaciones con alguien que no sabe si mañana no despertará.

―Oye, no voy a permitir que te menosprecies ― riñe Asami apretando levemente mi hombro ― Korra te ama y es por eso que todavía está a tu lado hasta el último momento ― no sé porque presiento esas palabras demasiado agridulces de pronunciar para ella pero parece lucir radiante y sincera que hago como que le creo.

― ¿Cómo están las chicas más hermosas de Ciudad República? ― Pregunta Korra entrando después de golpear la puerta apareciendo con un enorme arreglo floral con la forma de una mariposa.

― ¿Lo ves? ― Asami sonríe tristemente viendo a Korra con un brillo que puedo percibir como interés, no, es algo más aunque me siento feliz de que mi plan esté funcionando no puedo evitar sentir celos y debo controlarme si quiero que las cosas sigan como hasta hora.

―Supongo que estamos bien, más que bien ― bromeo riendo levemente tratando de sentarme para recibir el arreglo que Korra lleva hasta la mesa adjunta a mi cama.

Me inclino levemente captando el olor a campo y frescura del ramo viendo de reojo que Korra le entrega un pequeño ramo de fire lilys de manera muy disimulada a pesar de las negativas de Asami para aceptarlo pero tomándolo a final de cuentas, ambas parecen comportarse muy extraño pues parecen evitarse a toda costa.

―Hola mi amor ― Korra se acerca y deposita un beso en mi frente colocándose al lado de Asami, quien hasta este momento ha permanecido sentada en el borde de la cama ― ¿Cómo te estás sintiendo hoy?

―Más fuerte que ayer ― miento y acerco mi mano hacia la mesita de noche a mi lado derecho para tomar un libro y entregárselo ― quiero escuchar tu voz ― solicito como un niño que pide un dulce a lo que Korra asiente levemente.

―Supongo que como ha llegado Korra… Supongo que ya te puedo dejar con ella ― detecto cierta molestia en su voz pero busca su bolso y se despide ― vendré lo antes posible mañana… Porque tengo algo… Olvidé algo… Te dejo en buenas manos.

Korra dirige su mirada hacia cualquier lugar esquivando mi mirada inquisidora y dando un suspiro toma el libro para sacudirse la incomodidad que siente tomando asiento cerca de mí pasando su brazo izquierdo sobre mis hombros lo que me permite acurrucarme en su pecho mientras busca la hoja donde quedamos para proseguir con nuestra lectura.

―Opal… ― Murmura Korra con la voz apagada por mi cabello pues su boca está recargada en mi cabeza ― He estado pensando… Y ya que mañana es nuestro segundo aniversario, quería saber si estás dispuesta a tener una cena conmigo o podemos ver una película…

―La curiosidad mató al gato y como soy muy curiosa prefiero morir por eso que en lenta agonía, ¿me dirás que planeas? ― Se puede detectar un tono pícaro pero Korra sólo sonríe más ampliando su sonrisa, sé que está preparando algo grande y que sé me gustará.

―Ok, continuemos con nuestra lectura ― deposita un beso en mi sien y abre el libro en busca del separador hasta dar con él ― Así que bien, ¿Dónde nos quedamos…? ― Aclara su garganta y comienza a leer lo suficientemente fuerte y claro como para que el sonido de su voz inunde la habitación provocando en mí la sensación de estar escuchando una canción de amor ― “... Mantenía los recuerdos de las épocas en que la había molestado o llamado a su padre fornicador o cuando sólo nos reíamos de ella a sus espaldas. Justo cuando me estaba sintiendo horrible por todas esas cosas e imaginando cómo podría evitar a Carey durante cinco horas, se giró y me miró otra vez. Tenía una sonrisa leve sobre su rostro. ― Pausa y continua ― "Me encantaría ir", dijo definitivamente, "con una condición". Me calmé, esperando que no fuera nada demasiado horrible. "¿Sí?". "Tienes que prometerme que no te enamorarás de mí". Sabía que estaba bromeando porque además sonrió, y al fin pude dar un suspiro de alivio. A veces, había que admitir, Jamie tenía un muy buen sentido del humor. Sonreí y le di mi palabra…”― Sigue leyendo un par de capítulos más hasta que mis ojos pesados por el cansancio, se cierran arrullándose con el lento palpitar de su corazón y su pausada respiración por lo que recuesta mi cabeza sobre la almohada arropándome con la sábana cuando se levanta encaminándose hacia la ventana para contemplar las luces de la ciudad que comienzan a encenderse cuando la oscuridad de la noche llega.

Un ligero sollozo escapa de sus labios cuando se gira para contemplarme dormir preocupada por el lento subir y bajar de mi pecho pues algunas veces tarda un poco en moverse aunque lo que asegura que todavía sigo vivo es el sonido del aparato que lee las pulsaciones de mi corazón; está muy perdida en sus pensamientos pero se ve interrumpida cuando mamá entra en la amplia habitación.

―Korra, es momento que vayas a descansar ― comenta mamá acercándose a ella.

―Sí, supongo que sí ― se vuelve para verme dormir sobre la cama ― Su, mañana es nuestro aniversario y estaba pensando que tal vez podría llevar a Op en una cita, sacarla de aquí un tiempo corto…

―No lo sé Korra, ella a penas y puede sostenerse sola ― mamá le mira dudosa.

―Lo sé pero no será mucho tiempo además creo que así se sentirá menos deprimida porque el estar aquí está haciendo  que su ánimo decaiga.

―Estamos esperando lo inminente…

―Yo sé que puede en cualquier momento pero sólo serán un par de horas, quiero darle una sorpresa, distraerla― Korra se gira para mirar suplicante a mamá y supongo que mamá sabe que lo que yo más deseo es salir de esas cuatro paredes.

―Supongo que podría preguntarle al doctor si podría salir sólo un momento ― concede sonriendo levemente sabiendo que eso me hará en extremo feliz.

***

Con los nervios como si fuera la primera cita me encuentro colocándome un vestido verde que pasa mis rodillas mientras Kuvira y Asami me ayudan a peinar mi corto cabello y aplicar mi maquillaje, me siento feliz porque saldré aunque sea un instante fuera de la cama que recupero un poco de mis fuerzas para moverme ligeramente como lo he hecho antes.

―Te ves preciosa… ― Comenta Kuvira dándome un vistazo de pies a cabeza mientras Asami asiente orgullosa de su trabajo como maquillista.

―Oh mi Raava, ¿eres tu Opal? ― Pregunta mamá al verme levantada de la cama completamente radiante con una gran sonrisa.

―Sí, soy yo… Tengo que verme linda para mi guapa novia ― ante el comentario, Asami pone su sonrisa falsa mientras baja la mirada entristecida.

―Korra se quedará sin palabras ― afirma Asami guardando las pinturas y brochas en su estuche.

Yo asiento fervientemente sintiendo la mariposas de la primera cita aunque en realidad ya cumpla dos años de estar al lado de la maravillosa persona que es Korra y no puedo evitar sentirme que floto entre las nubes esperando por la llegada de mi princesa encantadora.

Un par de golpes llaman a la puerta y Korra se asoma entreabriendo dando un vistazo y lanzando un silbido, me sonríe entrando a la habitación usando un elegante traje de etiqueta en color azul, por Raava, se ve muy atractiva como para tomarla de las solapas de su saco y echarla sobre la cama después de desnudarla, cielos no sé de donde han venido esos pensamientos pero la sensación es demasiado buena como para dejarla ir.

― ¿Lista para irnos? ― Pregunta entrelazando nuestras manos recargando su frente contra la mía.

―Sí, más que lista ― murmuro cerrando los ojos.

―Esperen sólo un poco, quiero guardar este momento… ― Interrumpe mamá sacando una cámara digital para tomarnos unas fotografías.

Mi sonrisa es tan grande que las mejillas me duelen, me siento tan feliz y cuando giro mi atención hacia todas las presentes parecen felices, excepto un rostro que miente tan bien enmascarando sus emociones, Asami parece esconder algo tras la sonrisa que se dibuja en sus coloridos labios carmesí y una pequeña punzada de dolor se centra en mi pecho porque siento que estoy traicionándole de alguna manera arrebatándole por un instante lo que yo misma le he dado con Korra.

Empujando los sentimientos de remordimiento hacia atrás, Korra y yo salimos caminando fuera de la habitación para dirigirnos hacia nuestro destino, una mesa cerca de una ventana con la mejor vista de la ciudad en un atardecer disfrutando de unos sabrosos platillos propios del Reino Tierra, mis favoritos rollitos de Kale crudo, además de la compañía que representa Korra.

Camino al restaurante, Korra toma mi mano entre la suya mientras conduce a baja velocidad como si con eso pudiera detener el tiempo pero como todo, tiene que terminar pues hemos entrado al lote de autos en el estacionamiento y Korra abre mi puerta del satomóvil para ayudarme a bajar tomando mi mano entre la suya para dirigirnos hacia el restaurante y solicitar la reservación.

El ambiente en el restaurante se respira tranquilo y agradable como para poder conversar al calor de la comida o durante la espera de ésta, todo parece de ensueño por la elegancia en la decoración con sus tonalidades verdes y amarillas, nuestros colores nativos y distintivos.

Después de seguir al capitán de meseros hasta nuestra mesa, Korra recorre la silla para permitirme tomar asiento haciendo lo propio con su silla frente a mí, me regala una sonrisa cariñosa aunque puedo sentir que no se trata de amor sino de un sentimiento afectuoso pero no amoroso, ya no veo algún tipo de brillo en sus ojos al mirarme y yo sé la razón pero engañándome puedo permitirme un poco de felicidad y Korra es tan buena fingiendo lo que siente que puedo estar segura que mi plan ha dado resultado así que ya no hay otra cosa que pueda retenerme más aquí, ya puedo irme…

―Estás más callada de lo habitual… ― Comenta Korra tomando mi mano sobre la mesa dando un ligero apretón.

―Simplemente estoy disfrutando de ti, en silencio ― le dedico una sonrisa triste sintiendo una lágrima descender por mi mejilla.

El pulgar derecho de Korra limpia el rastro y su mano acaricia mi mejilla con sumo cuidado como si de un frágil objeto se tratase, coloco mi mano sobre la suya haciendo más profunda la caricia mientras cierro los ojos y puedo sentir sus labios rozar los míos en un beso casto para después acariciar su frente con la mía intentando confortarme cuando su nariz se roza con la mía en un beso esquimal.

― ¿Ordenamos? ― Murmura tan quedamente sintiendo que si levanta la voz el momento se arruinará por lo que asiento y llama al mesero para dar la orden.

Nos envuelve un silencio breve pero cómodo, la charla es sostenida por nuestras miradas aunque para mí sus orbes son más desconocidas que nunca pues ya no puedo leer a través de ellos como solía hacerlo en el principio de nuestra relación, toda esa ternura y cariño todavía están ahí pero la intensidad no es la misma para mi infortunio y sólo me engaño pero todo es para bien, creo que puedo permitirme vivir mi mentira por última vez.

La comida llega y todo parece regresar a lo que es antes de que todo el asunto del plan hubiese comenzado, Korra dándome esas miradas apreciativas pero con menos hambre en sus pupilas, sólo contemplándome mientras desfruto de mis rollitos y no puedo evitar reír por sus expresiones al intentar comer su platillo vegetariano.

―No tienes que comer eso si no te gusta ― comento ocultando mi risa con mi mano sobre mi boca ― anda, prueba esto, te gustará ― tomo un pequeño trozo con mi tenedor y lo dirijo hacia su boca, Korra devora el pequeño bocadillo mientras ambas reímos pues cuando me lleva a restaurantes del Reino Tierra, casi siempre termina comiendo de mi plato.

― ¿Te está gustando nuestra cita? ― Pregunta de la nada.

―Por supuesto que sí, estando contigo cualquier cita es grandiosa ― Respondo con una brillante sonrisa.

― ¿Te sientes feliz?

― ¿Feliz? ― Arqueo una de mis cejas ― Me siento extasiada, maravillada, contenta… Tu siempre me haces sentir como si flotara en el aire y su no estuvieses sosteniendo mi mano seguramente saldría volando por la ventana ahora mismo ― respondo con tal devoción porque es lo que me hace sentir, no puedo mentir ante eso y Korra parece sentirse satisfecha con la respuesta pero hay un ligera punzada de remordimiento en su ojos que nubla la felicidad que puede estar sintiendo.

Después de un largo periodo de estar en la mesa disfrutando de un dulce y suave té de jazmín para hacer la digestión, Korra pide la cuenta y salimos de la mano hacia el satomóvil pero cuando comienza el recorrido que deberíamos seguir hacia el hospital me doy cuenta de que vamos en otra dirección que no tengo idea hacia donde nos lleva.

― ¿A dónde vamos? ― Me giro interrogante.

―La cita todavía no termina ― responde tomando mi mano depositando un beso sobre mi dorso sin despegar la mirada del camino.

―Dime, anda… Quiero saber ― intento suplicar para que me dé un adelanto pero ella se niega rotundamente, esto es completamente sorpresivo pues he supuesto que sólo saldríamos a cenar con motivo de nuestro segundo aniversario.

(https://www.youtube.com/watch?v=YQx2PXtBGb0 Metallica - Nothing else matters (sub. español))

Llegamos hasta un hotel de lujo en donde Korra ha hecho una reservación, supongo que nuestra cita se extenderá otro par de horas pero esto me hace sentir nerviosa porque me hago suposiciones de algo que podría pasar y aunque me hago la ilusión de que ella lo desea tanto como yo sé que sólo estoy engañándome, todos podemos soñar y nadie puede quitarme eso.

Caminamos hacia el ascensor una vez que Korra ha recibido la respectiva tarjeta y un guiño por parte de la recepcionista, no puedo evitar sentirme celosa por lo que paso mi brazo alrededor de su cintura acercándome más a ella dejando en claro que está conmigo; cuando las puertas se cierran, recargo mi cabeza sobre su hombro sintiendo un ligero mareo y mis piernas débiles por lo que Korra me toma con más fuerza para evitar que pueda caer al suelo.

― ¿Te sientes bien? ― Pregunta mientras yo asiento levemente dejándome guiar hacia nuestro destino ― ¿Te gusta? ― Pregunta Korra una vez que hemos ingresado en la habitación del hotel.

― ¿Qué si me gusta? ― Me giro dándole un beso sobre los labios ― Esto es lindo, maravilloso, gracias… ― Le dedico una sonrisa recargando mi frente con la suya.

La habitación está tenuemente iluminada por las luces y una infinidad de velas aromáticas, el aire que se respira en el ambiente es floral como si estuviésemos en un pequeño jardín y me puedo dar cuenta de que hay muchos ramos adornando todas las esquinas.

Tomando mi mano me lleva hacia la sala donde comienza un camino de pétalos que conduce hasta la recamara principal pero en lugar de dirigirnos hacia allí nos quedamos exactamente dónde estamos, Korra toma mis manos entre las suyas y sonriendo me abraza fuertemente como no queriendo dejarme ir comenzando a balancearnos después de que los sonidos de la música se puedan escuchar.

Bailando la lenta melodía de la balada de fondo, recargo mi cabeza sobre su pecho mientras nos balanceamos en el pequeño espacio dejando pasar el tiempo sin darle importancia dedicándonos a guardar ese momento en nuestras memorias.

―Sé que esto no es normal para una cita pero ― Comenta suavemente Korra todavía moviéndose al ritmo de la balada ― quería hacer nuestro aniversario algo inolvidable para ti… ― Susurra cerca de mi oído cuando ha bajado su cabeza ― No tenemos que hacer nada, simplemente quiero compartir un momento íntimo contigo así, abrazándote.

―Korra… ― Murmuro levantando su rostro con ambas manos para poder mirarla a los ojos ― Yo también quiero compartir un momento inolvidable contigo ― beso sus labios perdiéndome en el éxtasis del momento ― ¿recuerdas lo que dije en mi habitación? ― Espero por su respuesta mientras ella sólo asiente ― Lo dije en serio, quizá no era el momento adecuado pero sé que ha llegado, quiero estar contigo… Regálame ésta memoria que me llevaré conmigo… Korra, quiero estar contigo… Quiero ser tuya… ― Murmuro contra sus labios atrayéndole hacia otro beso suave que poco a poco se torna apasionado.

Rompiendo el beso, Korra me toma en brazos y me carga hacia la habitación principal que está cubierta en pétalos de rosas rojas, el color de la pasión, una sensación que está comenzando a recorrer mi cuerpo con completa intensidad como si de una braza se tratase; en el centro de la cama está formado un corazón que brilla con completa intensidad como la sangre en mis venas.

Korra me deposita en el suelo y se coloca tras mi espalda, puedo sentir su respiración en mi cuello como una leve brisa mientras deposita suaves y cortos besos sobre la piel desnuda de mis hombros y yo sólo puedo cerrar los ojos sujetando su cabeza para evitar que se aleje pero de pronto una leve sensación de temor me invade y le detengo cuando intenta bajar el tirante de mi vestido.

― ¿Qué pasa? ¿Hice algo mal? ― Pregunta de manera entrecortada.

―No… Es sólo que… ― Respondo de igual manera ― Mi cuerpo ahora no está en óptimas condiciones y me da miedo que lo veas… Está marcado y es feo ― prosigo alejándome de ella sentándome en el borde de la cama.

―Hey, no pasa nada… ― Coloca una mano sobre mi rodilla dando un ligero apretón ― Tu cuerpo es perfecto tal como es… ― Sus palabras me hacen sonrojar y levanta mi barbilla ― Ninguna marca lo hace menos hermoso ― Además, no tenemos que hacer nada si tu no quieres.

Vuelve a besarme y me dejo caer en el sopor de las sensaciones sintiendo que la llama se enciende nuevamente y le tomo de las solapas de su saco para atraerle conmigo mientras me recuesto sobre las sábanas cubiertos de una suave cama de pétalos.

Una de sus piernas se coloca en medio de las mías y sus brazos en mis costados soportan su peso, poco a poco puedo sentir como su dureza comienza a crecer lentamente y eso termina de hacerme perder la cordura así que como puedo retiro su caso arrojándolo hacia cualquier lugar fuera de la cama y nos separamos viendo nuestro propio reflejo en nuestras pupilas llenas de ardor y fuego; una de sus manos comienza a viajar hacia el sur donde mi pierna en busca del borde del vestido colándola para acariciar la piel cubierta mientras mis manos despeinan sus cortos cabellos.

Sus labios trazan una línea de besos por mi mejilla siguiendo mi mandíbula hasta llegar a mi cuello lamiendo la parte después de depositar un beso llega hasta mi busto cubierto con la tela del vestido que se comienza a volver un estorbo así que deteniendo su andar le empujo fuera de la cama para poder deshacernos de las prendas.

Mientras ambas luchamos por liberarnos de nuestras ataduras puedo ver que Korra sigue la silueta de mi forma una vez que el vestido ha desaparecido mientras yo aprecio su cuerpo esculpido cuando ha quitado su camisa y no puedo evitar cubrir mi desnudez en un movimiento instintivo tratando de esconder con ello las marcas que ha dejado tanto la enfermedad como mis tratamientos así que dando un paso hacia adelante, toma mis manos entre las suyas y las aleja de mi cuerpo para poder contemplarme una vez que la mayoría de la ropa ha desaparecido de su cuerpo.

―Hermosa… ― Musita volviendo a besar mis labios uniendo nuestros torsos desnudos sintiendo su pecho chocar contra los míos.

―Korra, yo no sé qué hacer… Yo… ― Korra me acalla con su índice sobre mis labios y dándome una mirada de deseo me vuelve a recostar sobre la cama dando besos con más intensidad una vez que sólo quedan un par de pantaletas que comienza a retirar completamente arruinadas pues se encuentran completamente empapadas.

―Shh sólo déjate llevar… ― Murmura contra la piel de mi busto pasando su lengua y labios a través de la separación entre mis senos dejando un ligero rastro de besos hasta llegar a mi vientre depositando más besos durante el trayecto provocando que mi cuerpo se arquea al encuentro de la caricia de sus besos y así continuamos una y otra vez que sus labios van trazando su ruta hacia el sur en mi entrepierna sonriéndome malvadamente.

No tengo idea de qué es lo que planea pero sus labios trazan la longitud vertical de ambos labios probando un punto sensible en mi cuerpo que me hace arquear la espalda ofreciéndome como ofrenda para ella; nunca he sabido que esto es parte de lo que se hace cuando uno está íntimamente con otra persona pues el tema del sexo es algo que nunca realmente me he esforzado por aprender o investigar.

(https://www.youtube.com/watch?v=fDVC_pFMBMM Marina And The Diamonds - "I'm a Ruin" (Official Video)

Suaves gemidos comienzan a salir de mi boca sin que pueda contenerme mientras mi piel se vuelve más sensible al contacto de las manos y la piel desnuda de Korra, quien me acaricia como una frágil pieza embalada  y sus labios siguen trabajando en mi centro de placer por lo que mis piernas se separan un poco más como si tuviesen mente propia para dejarme lo más expuesta que pueda estar ante mi morena así que me dejo hacer pero cuando siento la punta de su dedo índice adentrarse en mi deseosa cavidad mis manos buscan asirse de algún objeto pero no encontrando otra cosa más que las sábanas me aferro como si del borde de un precipicio se tratase y me dejo vencer ante el éxtasis que me golpea como las olas del mar a las rocas de un risco.

Los suaves gemidos se vuelven jadeos que toman mayor sonido mientras Korra sigue trabajando sin interrumpir su ritmo pero ahora son dos dedos los intrusos que se hunden en mi cuerpo mientras su pulgar y lengua trabajan sobre mi pulsante clítoris haciéndome volar hasta el cielo con un poco de presión mientras comienzo a susurrar su nombre que poco a poco se vuelve más fuerte y de mi garganta escapa un sonoro grito con su nombre, me siento completamente embargada por una sensación de felicidad y no puedo evitar halar a Korra para besar sus labios probando mi sabor en sus labios intentando olvidar con ello lo que sigue, me siento nerviosa pero predispuesta a retribuirle el favor.

Mientras nos besamos, no puedo evitar palpar su endurecido miembro con mi mano dando un ligero masaje pues la curiosidad es demasiado grande como para poder contenerla preguntándome que tan suave es la piel en esa zona y es cuando ella comienza a mover sus caderas lentamente embistiendo sus caderas contra mi mano, Korra sonríe dando un pequeño respingo de sorpresa echando la cabeza hacia atrás sujeta mi mano y detiene el lento ritmo que comienzo a tomar.

Sus ojos se encuentran con los míos y como si pidiera autorización para hacer la intromisión en mi cavidad asiento ligeramente pasando mis brazos sobre su cuello una vez que me vuelve a besar recargando su peso en su brazo derecho y rodillas mientras que su mano izquierda le ayuda a buscar el camino hacia el lugar correcto; ambas soltamos un suspiro una vez que nuestros cuerpos comienzan unirnos con su lenta embestida mientras mis manos se clavan cerca de sus hombros cuando intento ajustarme al tamaño de su miembro.

Korra sostiene la respiración cuando tiene que dar un empujón más fuerte y mientras yo asiento levemente, mis piernas se ciernen sobre sus caderas intentando aliviar el intenso dolor que comienza a recorrerme entera y Korra detiene su recorrido esperando que dé la señal para que continúe con sus movimientos de cadera.

Después de un par de segundos y con un suspiro profundo me acerco a su lóbulo murmuro un “adelante” y ella comienza con el lento ritmo de vaivén de sus caderas que intentan encontrar un ritmo con las mías que acuden a su encuentro intentando dar todo de sí para no decepcionarle y guardando en mi mente cada movimiento, gesto, sonido y sensación que no volveré a sentir así que dejo ir todos mi miedos y preocupaciones permitiéndome ser egoísta por primera vez en la vida, me entrego por completo a las caricias y besos de Korra cuando sus manos buscan asirse de algo pues ambas sabemos que el clímax está cerca.

Sus manos sostienen mis caderas elevándolas un poco apoyándose en sus rodillas acelera las embestidas de sus caderas contra las mías y dejo que haga con mi cuerpo lo que desee, unas ligeras cosquillas acarician mi piel y recuerdo que estoy recostada sobre los pétalos de las flores sintiendo una fuerte descarga eléctrica siento como la calidez de Korra se vacía en el interior de mi vientre cuando da una última embestida dejando caer su cuerpo junto al mío.

Ligeras perlas de sudor cubren nuestros cuerpos y Korra espera unos minutos para separarse por completo de mí, intenta recuperarse de tan intensa sensación así que rueda a mi lado y yo me acurruco sobre su brazo cerca de su pecho tratando de normalizar nuestras respiraciones; me apoyo sobre mi codo y beso sus labios ligeramente e intento recostarme a su lado pero la tentación de trazar su mandíbula son la punta de mi dedo índice es mayor pues en este momento Korra luce más atractiva con su gesto satisfecho que no puedo evitar contemplarla cayendo en el vórtice de los deseos carnales que más extrañaré, la sensación de su suave piel contra la mía.

―Tu… Mamá… Va a… Matarme ― murmura una vez que su respiración parece normalizarse.

―Que… Importa… ― Respondo ― Esto… Lo… Vale ― añado sintiendo que mi cuerpo débil recupera un poco más de energías y que las endorfinas me recorren completa causándome mayor felicidad.

Ambas reímos pues tengo la razón, este momento es tan trascendental para mí que me siento realizada en varios aspectos pero el más importante es que me siento amada por una persona especial y a quien me duele dejar pero yo sé que en los brazos de Asami encontrará lo que yo no podré darle, me da mucha envidia pero tengo que aceptarlo lo quiera o no.

Y tal como lo hemos predicho, mamá casi no hala las orejas pues ya es de noche cuando regresamos al hospital y no me deja despedirme de Korra apropiadamente con un beso así que dándole un beso volado le veo partir sin poder ocultar mi sonrisa enorme de mamá, quien me mira con picardía suponiendo lo que ha pasado y que yo no me molesto en negar tampoco.

***

Los días siguen pasando y mi salud sigue deteriorándose, ahora no puedo levantarme de la cama o al menos mi torso, ahora mi dependencia es mayor a la pequeña mascarilla de oxígeno pues me cuesta respirar y mi semblante luce más pálido que de costumbre con unas enormes ojeras bajo mis ojos que también se sitúan en todos mi seres queridos sufriendo la misma que yo, me duele ver a mamá pasando por algo tan duro pero el destino ha querido que las cosas sean así aunque todavía sigue siendo un milagro que mis ojos se vuelvan a abrir cada mañana pero cada vez pesan más y más y lo único que quiero es descansar del horrible dolor que achaca a mi cuerpo prefiriendo permanecer dormida para pretender que así aminora aunque los sangrados siguen siendo más intensos y no creo soportar más creo que ya viene llegando el momento de decir adiós porque puedo sentir la sombra del ángel de la muerte pararse a mi lado por lo que le suplico a mamá que regresemos a casa para poder estar e irme en paz pero sólo consigo una renuente negativa de su parte.

Esa tarde particularmente, me siento más débil y me cuesta respirar pero intento fingir que todo sigue normal y de hecho mis ánimos se levantan cuando Asami ingresa a la sala cargando una tableta en su mano y una sonrisa triste en su semblante.

―Hola Opal, ¿Cómo te estás sintiendo hoy? ― Su mano acaricia la mía.

―Muy…Bien ― Mi voz lenta le hace estremecer y puedo ver sus ojos cristalizarse un poco.

―Eso es… Bueno ― repone con la voz un tanto quebrada colocando un mechón tras mi oreja ― mira, los chicos y todos en la escuela hicimos algo para ti, esperamos que te guste…

(https://www.youtube.com/watch?v=7OCjne4LyCc YO TE EXTRAÑARÉ - TERCER CIELO - VIDEO OFICIAL- CE)

La música de fondo me enternece haciéndome estremecer un poco y uno a uno van hablando mis compañeros del equipo de las porristas pasando por un sinfín de rostros que a penas y reconozco, todos y cada uno me desean una pronta recuperación con “mejórate pronto” o “te extrañamos Op” sin saber que esto ya es algo inminente pero significa tanto para mí que tengan todos esos buenos deseos haciéndome llorar en el acto pero provocando una enorme felicidad por sentirme tan querida y apreciada, un sentimiento indescriptible se alberga en mi pecho y ejerce una presión en la zona del corazón cerrando mi garganta un poco que me impide hablar por un par de segundos mientras mis ojos permanecen en la pantalla escuchando las palabras de aliento intentando contener mis propias lágrimas mostrándome fuerte y ante ella aunque no puedo evitar esconder mis ojos cristalizados.

―Gracias… Asami… Te daría… Un abrazo pero ― Asami muerde su labio inferior tratando de formar una sonrisa pero un ligero sollozo escapa de su boca cuando se acerca a abrazarme conteniendo todo el dolor que siente pues no quiere hacerme sentir mal provocando que ambas lloremos un poco así que después de un largo momento, nos separamos sonriendo ligera y tristemente cuando la puerta de abre anunciando a Korra.

―Hola, preciosa ― la voz de Korra suena más quebrada de lo normal, sé que trae el libro y se acerca a mi cama para comenzar a leer como lo hace habitualmente pero de pronto uno a uno comienzan a entrar, desde papá hasta Huan uniéndose en una tarde normal de lectura,

Todos parecen mostrarse felices ocultando su tristeza bajo una máscara de alegría porque yo se los he pedido así que viéndolos distribuirse en la espaciosa habitación, suspiro feliz y me recargo en el hombro de Korra acariciando su brazo para que comience y ella aclarando su garganta, suena su voz aterciopelada pero firme.

(https://www.youtube.com/watch?v=INwykpc6QGo Glee - If I die young / Sub spanish with lyrics)

―… Todavía leíamos la Biblia. Siempre que visitaba a Jamie, la encontraría sobre el sofá con la Biblia ya abierta, y sabía que eventualmente su padre tendría que llevarla allí si quisiéramos continuar leyendo. Aunque ella nunca me dijo algo sobre eso, ambos supimos que significaba mucho. El tiempo estaba corriendo, y mi corazón todavía me decía que había algo más que podía hacer.

El 14 de febrero, Día del Amor, Jamie escogió un pasaje de los corintios que le gustaba mucho. Me dijo que si alguna vez hubiera tenido la oportunidad, sería el pasaje que habría querido leer en su boda. Esto es lo que decía:

El amor es siempre paciente y amable. Nunca es celoso. El amor nunca es jactancioso o presumido. Nunca es descortés o egoísta. No es ofensivo y no es resentido. El amor no toma placer de los pecados de las otras personas, pero se deleita de la verdad. Está siempre listo para perdonar, para confiar, para creer, para esperar, y para soportar lo que tenga que venir.

Jamie era la esencia misma y verdadera de esa descripción…” ― Todos escuchan en silencio y atentamente mientras Korra sigue leyendo lo que resta del libro.

Yo sonrío recargando más mi cuerpo junto al suyo acurrucándome contra ella y tomando mi mano entre la suya, deposita un beso en mi dorso durante una pausa, mi respiración se vuelve lenta y pausada mientras Korra sigue leyendo hasta que mi cuerpo comienza a sentirse más liviano y mis ojos se cierran arrullándose con cada palabra que escucho pues mis parpados se sienten tan pesados como un par de toneladas que me cuesta mantenerlos abiertos así que les concedo un descanso cuando mi cuerpo cae pesadamente contra el hombro de Korra, quien piensa que estoy durmiendo una siesta pues mi rostro dibuja una expresión alegre con la sonrisa en mis labios al tener a todos mis seres queridos y amigos cerca de mí en mi último día.

― ¿Quieres que deje de leer para que pueda descansar? ― Escucho lejanamente la voz de Korra ― Opal, Opal… ¡Opal!― Grita desesperada moviendo mi cuerpo alertando a todos.

Mi pulso cede y la máquina que le mis latidos comienza a presentar la línea horizontal indicando que mi vida está terminando así que la habitación se vuelve un caos y entre gritos y llantos mamá pide ayuda pero al ver la expresión del doctor Hong sabe que el momento de dejar de pelear ha llegado y que es hora de descansar y despedirse.

Puedo percibirme entrar en un amplio túnel lleno de luz y camino cubriendo mis ojos de la intensidad de la luz buscando a alguien que pueda decirme dónde estoy y puedo percibir una silueta cubierta por una túnica completamente negra que está esperándome cerca de lo que parece una puerta, ahora que estoy frente a la silueta me puedo dar cuenta de quién se trata y a pesar de que debería estar asustada, me siento feliz y en paz de que por fin el dolor en mi cuerpo ha desaparecido, doy una mirada hacia atrás y sonrío satisfecha con el cuadro borroso que veo a pesar de que todos están tristes por mi deceso, yo estoy feliz de que estuviesen todo el tiempo que nos he necesitado a mi lado.

―Esto no es un adiós sino un hasta luego y espero verlos por allí algún día… ― Sonrío con lágrimas en los ojos pues sé que no podrán escuchar mis palabras pero sonrío porque tal vez éstas trasciendan en el tiempo y algún día, quizá algún día las escucharán ― Sólo quiero que no sea pronto disfruten su vida hasta el último momento porque nunca sabremos lo que nos depara el destino pues las cosas siempre pasan por una razón… ― Me giro sonriente hacia la silueta y le sigo hacia el final de mi camino en ésta vida ― Por cada final hay un nuevo inicio…

(https://www.youtube.com/watch?v=FR5tvgGj6SI Carina Round For Everything A Reason)

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