
Capítulo 12
Capítulo 12
Estamos a un millar de millas de la comodidad,
hemos viajado mar y tierra,
pero mientras estés conmigo
no hay otro lugar en el que preferiría estar.
Habría esperado por siempre,
exaltada en el escándalo,
mientras esté contigo,
mi corazón continúa latiendo.
Con cada paso que damos,
de Kyoto a la bahía,
dando un paseo de forma tan casual
Somos diferentes e iguales,
te pongo otro nombre,
intercambiamos las baterías.
Si me dieras una oportunidad,
yo la aprovecharía.
Es un tiro en la oscuridad,
pero yo lo conseguiré.
Sé que con todo tu corazón
no puedes hacerme temblar.
Cuando estoy contigo,
no hay otro lugar en el que preferiría estar.
No no, no hay otro lugar en el que preferiría estar.
No no, no hay otro lugar en el que preferiría estar.
No no, no hay otro lugar en el que preferiría estar.
Partimos en una misión,
para encontrar nuestra paz interior,
hacerla eterna,
así nada está incompleto.
Es fácil estando contigo,
sagrada simplicidad.
Mientras estemos juntos,
no hay otro lugar en el que preferiría estar,
con cada paso que damos,
de Kyoto a la bahia,
dando un paseo de forma tan casual.
Somos diferentes e iguales,
te pongo otro nombre,
intercambiamos las baterías.
Si me dieras una oportunidad,
yo la aprovecharía.
Es un bastonazo de ciego,
pero yo lo conseguiré.
Sé que con todo tu corazón
no puedes hacerme temblar.
Cuando estoy contigo,
no hay otro lugar en el que preferiría estar.
No no, no hay otro lugar en el que preferiría estar.
No no, no hay otro lugar en el que preferiría estar.
No no, no hay otro lugar en el que preferiría estar.
Cuando estoy contigo,
no hay otro lugar en el que preferiría estar.
Si me dieras una oportunidad,
yo la aprovecharía.
Es un bastonazo de ciego,
pero yo lo conseguiré.
Sé que con todo tu corazón
no puedes hacerme temblar.
Cuando estoy contigo,
no hay otro lugar en el que preferiría estar.
No no, no hay otro lugar en el que preferiría estar.
No no, no hay otro lugar en el que preferiría estar.
No no, no hay otro lugar en el que preferiría estar.
Cuando estoy contigo,
no hay otro lugar en el que preferiría estar.
No no, no hay otro lugar en el que preferiría estar.
No no, no hay otro lugar en el que preferiría estar.
No no, no hay otro lugar en el que preferiría estar.
Cuando estoy contigo,
no hay otro lugar en el que preferiría estar.
*** *** ** Flashback ** *** ***
―… Pero Opal… ¿Otra vez? ― El reclamo se puede escuchar en el tono de voz de Korra mientras se aproxima hacia el casillero de Asami deteniéndose para poder sostener las muletas al caminar tratando de maniobrar con el celular apoyado en su hombro ― Tu sabes que es nuestro pequeño ritual de los sábados… Lo sé, trato de hacerlo pero es que… Últimamente viajas mucho a Zaofu… No son celos… Soy tu novia y puedo tener el derecho de sospechar algo… No, déjalo así… ― Golpea con su palma la pared más próxima a ella casi cayendo en el proceso.
Sin la intención de escuchar alguna palabra pero resultándole imposible de ignorar, Asami se acerca hacia la morena sujetando su libro de pre-cálculo contra su pecho aunque dudando un poco, coloca su mano sobre el hombro de la chica de ojos azules pues Korra le da la espalda; el gesto toma por sorpresa a la morena haciéndole sobresaltarse y tambalearse un poco al intentar equilibrarse reestabilizándose con ambas muletas.
―Asami… ― Korra intenta sonreír pero la joven de orbes color esmeralda sabe que es más una mueca que un gesto sincero.
― ¿Quieres hablar? ― La morena asiente soltando un suspiro cansado mientras guarda su celular en el bolsillo de su jean azul acomodando su mochila sobre su hombro ― Déjame ayudarte… ― Korra suelta un gruñido intentando sentirse autosuficiente pues en los últimos días de la semana todos le han tratado como una bebé que no puede hacer nada ― Tranquila pequeña topo-tejón ― se mofa un poco para aminorar el malestar de la chica mientras le dedica una sonrisa arqueando sus labios carmesí al momento de quitarle la mochila, gesto que la morena encuentra relajante pero a la vez le distrae.
Ambas se encaminan hacia la cafetería a paso lento aunque Korra intenta mantener el paso de Asami hasta que encuentran una mesa vacía lo bastante alejada para no ser molestadas dentro de la enorme y casi desocupada habitación; la morena tira de la silla haciendo espacio para sentarse disculpándose con la joven heredera por no poder hacer lo propio con ella.
―Entonces, ¿quieres hablar? ― Comienza Asami intentando sonar casual con su pregunta al ver la actitud distraída que ha tomado Korra colocando su libro sobre la mesa.
―Sí te soy sincera, no sé ni que me pasa ― confiesa la morena inclinándose hacia la mesa apoyando su barbilla entre sus manos sobre sus codos, la tensión es visible en sus hombros.
― ¿Por qué lo dices? ― Su mirada esmeralda se mantiene fija en ella, la preocupación muy leíble.
―Por todo, por… ― Suelta otro suspiro pesado y cansado levantando su mirada hacia su acompañante, quien percibe un poco de tristeza y dolor combinados ― Argh, quiero decir, con Opal estando constantemente ausente y viajando hacia Zaofu más frecuentemente, sus cancelaciones de último minuto no puedo evitarlo pero me siento abandonada además para colmo mis notas no han logrado subir en matemáticas y ahora esto ― señala hacia la férula en su pie cruzándose de brazos ― me perderé de los entrenamientos y los partidos un par de semanas en medio del campeonato ― suelta frustrada recargándose en el respaldo de la silla.
―Bueno si lo pones de esa manera ― Asami frunce ligeramente el ceño no sabiendo que decir en ese instante ― realmente no sé qué decir para levantarte el ánimo ― confiesa sintiéndose mal por ello así que sólo atina a buscar su mano sobre la mesa y darle un pequeño apretón regalándole una sonrisa apenada ― pero creo que no hay nada que no se pueda solucionar excepto la muerte, quiero decir, ¿ya has hablado con Opal sobre cómo te sientes? ― Se ha enredado con las palabras por lo que Korra le regala una sonrisa agradecida por el intento.
―Ese ha sido el tema de nuestras más recientes “conversaciones” ― acentúa la última palabra ― sé que las discusiones no nos llevan a nada bueno pero Opal parece cada día más distante, ya casi no me permite verla fuera de la escuela y el tiempo de calidad que pasamos juntas es realmente corto ― confiesa pasando su mano sobre sus cortos mechones castaños ― ya no puedo descifrarla como cuando recién comenzamos esta relación, ¿sabes? No sé porque pero tengo el ligero presentimiento de que está ocultando algo aunque quizá suene un poco paranoica ― Korra sonríe tristemente, muy a su pesar.
―¿Qué te hace pensar eso? ― Asami se acomoda en el respaldo de la silla clavando su mirada esmeralda en los gestos de la castaña.
―En realidad son bastantes cosas, por ejemplo, ahora viaja más frecuentemente a Zaofu con su madre, quiere verme poco o casi nada, se ha vuelto muy misteriosa y por si fuera poco ya casi no salimos ni pasamos tiempo juntas, eso tiene que bastarme para sospechar, ¿no lo crees? ― Asami analiza todas y cada una de las razones que ha expuesto Korra deteniéndose a pensar un poco ― Además creo que a veces está más interesada en arreglarnos citas a ambas, no es que me moleste verdad pero… ― “Es raro”, piensan ambas.
La mirada de ambas evita encontrarse mientras sus mejillas comienzan a teñirse de rojo pues la convivencia entre ambas ha comenzado a incrementarse y lo que al par parece molestarles es que el tiempo que pasan juntas parece sentarles de maravilla aunque lo que les incomoda es que su presencia comienza a volverse imprescindible para las dos en cuestión plantando algunos nuevos sentimientos que no sabe cómo descifrarlos o clasificarlos sintiéndose un poco culpables con ello.
―Eh… Si quieres puedo ayudarte con tus notas ― desvía el tema, lo que Korra agradece silenciosamente con una pequeña sonrisa.
―Te estaría eternamente agradecida si lo haces ― ahora es la morena coloca su mano sobre la tersa mano de Asami, un sentimiento cálido se aloja en las mejillas de la joven heredera al ver el gesto contemplando el contraste de pieles.
―Claro ― asiente tratando de ocultar su rubor con los largos mechones ondulados ― ¿Cuándo te gustaría comenzar?
―Lo antes posible, hay mucho que aprender y muy poco tiempo para hacerlo ― suelta una pequeña carcajada Korra ― ¿te importaría si comenzamos mañana? ― sugiere.
―Pero, ¿no tienes nada que hacer tu ritual con Opal? ― se arrepiente un poco al decir aquello pues no ha podido más que obviar el hecho de que ha escuchado la “pequeña conversación” con Opal al otro lado de la línea telefónica ― Lo siento ― su gesto es más que apenado.
―Descuida, creo que a estas alturas sólo hay unas cuantas personas que no escucharon mis gritos ― peina su cabello hacia atrás rascando su cuello y parte de su nuca masajeando esa parte de su cuerpo ― además los planes han cambiado, obviamente ― Asami puede percibir un poco de amargura en su voz convenciéndose que quizá ser la segunda opción de Korra no es tan malo aunque le preocupa que sus sentimientos sigan creciendo cada vez más y más pero como si de una deliciosa tortura se tratase, asiente aceptando la oferta ― gracias Asami, por estar conmigo en todo momento ― la joven heredera regresa la genuina sonrisa que le regala la morena cuando se ha girado levantándose con la intención de irse y siendo detenida por un suave mano que sujeta la suya.
―Bueno, creo que debo ir a clase ― comienza a caminar sin darle la espalda a Korra, quien asiente ― te envío un mensaje para acordar el horario ― la joven castaña asiente comenzando a levantarse apoyándose en las muletas.
***
―Así que, ¿vendrá otra vez Asami? ― Senna aprovecha ese pequeño instante en que Korra permanece en la barra desayunadora para abordar el tema que lleva dando vueltas en su cabeza intentando no sonar lo bastante grosera con la pregunta pues la presencia de la chica no le molesta en lo absoluto, a decir verdad le agrada bastante y si Korra no estuviese con la chica de orbes color jade, la joven heredera es la mejor candidata para su hija.
―Sí, me ayudará a estudiar matemáticas y subir mis notas, ¿Por qué? ― responde la morena devorando su desayuno.
―No, por nada… ― Korra sabe que su madre se trae algo entre manos pero no sabe qué es ― Simplemente que ha venido mucho últimamente ― revuelve la comida en su plato.
― ¿Y qué? Somos amigas, ella puede venir a casa las veces que quiera, ¿no? Korra desvía su mirada de su plato clavándola directamente en su madre.
―Sí, por supuesto que puede venir porque es más que bienvenida pero… ― Sus orbes azules interceptan los de su hija ― Me parece que tú y ella pasan demasiado tiempo juntas y ya casi no veo a Opal, ¿todo bien entre ustedes? ― De pronto, Korra capta la pregunta indirecta de su madre.
―Si estás insinuando que estoy traicionado a Opal, estás muy equivocada mamá ― su tono de voz suena más que ofendido ― entre Asami y yo no hay nada más que amistad ― aclara aunque titubea un poco en lo último por la confusión que está comenzando a despertar en ella la chica de orbes color esmeralda ― aunque Opal y yo no estemos en nuestro mejor punto en la relación pero no somos esa clase de personas que engaña a espaldas de alguien más, si fuera así ya hubiese terminado con Opal para hacer las cosas bien ― sonríe orgullosa ante la determinación de su hija pues se da cuenta de que tanto ella como Tonraq han hecho un excelente trabajo como padres pero la forma en la que la joven castaña se ha expresado de Asami le da qué pensar, sobre todo que hay una posibilidad de que nazca algo entre ambas jóvenes.
―Yo lo sé, cariño pero no puedes culparme por pensarlo porque últimamente parece que se han vuelto muy inseparables, eso da de qué pensar y hablar ― admite y Korra frunce el ceño ligeramente analizando las palabras de su madre comenzando a cuestionarse la relación que tiene con Asami, ¿puede lo suyo, llegarse a confundir con algo más que amistad? No duda que la respuesta sea afirmativa por la gran cantidad de tiempo que comparten y a veces sus compañeros y la gran mayoría de las personas les ven como una pareja enamorada ― ¿estás segura de que no hay nada más entre ustedes? Quiero decir, ¿tú no sientes algo más allá que simple amistad por Asami?
―Yo… Lo siento, debo contestar ― el sonido de llamada de su celular le detiene para responder aunque la sonrisa en su rostro al hablar responde más que mil palabras a Senna aunque ruega porque su hija no cometa un error que dañe a Opal, Asami y a ella misma ― el desayuno estuvo delicioso pero debo iré a preparar las cosas para cuando Asami llegue ― ni tarda ni perezosa, a pesar de usar muletas, deja la cocina para evitar las preguntas de su madre.
―Está bien, llama si necesitas ayuda ― alcanza a gritar antes de verle desaparecer por el pasillo hacia los escalones que la joven castaña se ha empeñado en subir por su cuenta, Senna sólo puede pensar que su testarudez es comparable a la de esposo confirmando lo que dicen por allí: de tal palo, tal astilla mientras sonríe para sí.
***
Asami conduce su satomóvil hacia la casa de Korra, la enorme propiedad que sólo puede ser equiparable a la suya excepto que los Bauer han preferido más áreas verdes para que Naga, el perro-oso polar de Korra, pueda tener espacio para trotar y juguetear con su dueña ayudándole a entrenar un poco.
Al estacionar, la no tan pequeña mascota que ha estado descansando frente a la casa relajándose y disfrutando un poco de sol, levanta su cabeza dando un pequeño ladrido de felicidad poniéndose en sus cuatro patas sacudiéndose y dándole la bienvenida moviendo la cola.
La joven de cabellos negros sonríe ante el gesto y toma una pequeña bolsa con golosinas que sabe le gustan y que ha comprado de camino a casa el día anterior, siempre llevando una bolsa consigo cada vez que visita a la morena poco después de que le ha dicho que son sus favoritas, logrando con el pequeño gesto ganarse el corazón de la adorable y juguetona Naga.
Con un poco de nerviosismo se acerca a la puerta sujetando más de lo necesario su libro contra su pecho mientras acomoda su bolsa después de darle los bocadillos a Naga, quien los ha devorado sin piedad, moviendo feliz su cola hacia la joven de orbes color esmeralda dando pequeños saltos alrededor de ella mientras se camina hacia la casa.
―Yo sé que te encantaron ― dedica una sonrisa a Naga ― pero ni se te ocurra derribarme ― advierte por la cercanía de la mascota.
―Naga ― advierte una conocida voz para la perra-oso polar, una joven del servicio que funge como su cuidadora ― lo siento señorita pero creo que se alegra de verla.
―Descuida ― sonríe apenada por haberle agitado con sus bocadillos y no quedarse a jugar ― lo siento, Naga pero tengo una clase con Korra ― se despide con la mano de la perra-oso polar y la joven retomando su pequeño nerviosismo que se ha disipado sólo un momento antes de entrar a la casa pues no ha pasado mucho desde que ha estado de visita allí considerándose un como una molestia, según ella.
(https://www.youtube.com/watch?v=LfoBhZTysas Rihanna - S&M (Sado y & Masoquismo)
La joven que le ha atendido le guía hacia la sala donde observa a Tonraq y Senna charlando amenamente mientras el padre de Korra lee el periódico RC News sujetando su barba como si estuviese contemplado algo cuando advierte la presencia de la joven heredera, quien sólo quiere pasar de ellos directamente a la habitación de Korra pero sus estrictos modales no le permiten.
―Joven Sato ― saluda sonriendo Tonraq suavizando su severa expresión diplomática cerrando el papel periódico para después doblarlo y colocarlo en la mesita a su lado.
―Señores Bauer, buenas tardes ― Asami se encamina hacia ellos saludándoles como debe ser.
―Buenas tardes, Asami ― Senna deposita su taza en la mesita justo al lado del periódico de su esposo después de dar un pequeño sorbo para depositar un beso en la mejilla de la joven heredera.
― ¿Y a qué debemos su visita? ― Inquiere Tonraq tratando de no sonar muy descortés en su pregunta cruzando su pie sobre si rodilla invitándole a tomar asiento en el sillón libre pero Asami niega.
―Bueno, verá… ― Sus palabras y confiada actitud decae un poco al encontrarse con la mirada zafiro del imponente hombre idéntica a la de su hija además de que su traje formal le hace ver más intimidante.
―Ya deja de intimidarla, papá ― Korra llega al rescate sujetando las muletas ― ha venido a ayudarme con mis notas en matemáticas, ¿vamos Asami? ― la morena se gira invitándole a seguirle por los escalones.
―Suerte con ello ― se mofa Tonraq recibiendo un pequeño golpe en su brazo por parte de su esposa mientras ambos ríen logrando que Korra suelte un pequeño bufido frustrado.
―No le hagas caso, cariño ― Senna sonríe intentando animar a su pequeña.
―Gracias por su fe en mí ― suelta irónica Korra mientras Asami, un poco más relajada dentro del ambiente, intenta reprimir una sonrisa con su mano ― ¿tu también Asami? ― La morena intenta sonar ofendida pero la sonrisa en sus labios dice otra cosa.
Caminan hacia la habitación de la joven castaña pero antes de llegar Korra le guía hacia otra puerta, un enorme estudio dispuesto con una mesa preparada para estudiar.
―Pensé que esto era mejor que mi habitación así no hay muchas distracciones ― recargando su peso sobre la muleta en su brazo derecho mientras talla la parte posterior de su cuello halando el cuello de su camisa.
―Supongo que sí ― responde Asami colocando su libro sobre la mesa y su bolso en el respaldo de la silla mientras la hala para tomar asiento, “bueno si hablamos de distracciones, soy yo quien no lo tiene fácil…”piensa cuando ve a Korra acercarse tomando asiento y acercando su silla un poco más hacia la joven heredera para poder escucharle mejor.
La cercanía de Korra provoca en Asami un nerviosismo bastante notorio pues en casi todo momento, el lápiz resbala de los dedos de la joven heredera aunque la joven castaña parece no notarlo por su persistente concentración en lo que Asami intenta explicarle lo mejor que puede a la vez que trata de ignorar el embriagante pero distractor perfume que Korra usa además si se le suma el hecho de que su corto cabello parece tan suave desde la distancia en que le contempla y lo que provoca que desee con ansias enredar sus dedos en los mechones, todo eso unido hace una combinación desastrosa y Asami ya no puede salir de esa tormenta que le resulta Korra pero, ¿quién dice que tiene deseos de salir?
―A ver, déjame ver si entendí… ― Comienza Korra golpeando la goma de su lápiz en la madera de la mesa ― ¿Estos números se suman aún incluso cuando ambos tienen signos negativos? ― Asami asiente ligeramente mientras la joven castaña suelta un suspiro exasperado ― Las matemáticas son muy complicadas.
―Un poco pero ya has aprendido un punto importante en todo esto ― señala a algunos ejercicios ya resueltos.
―Pero no sé si están bien ― rasca su nuca haciendo un pequeño puchero que le roba a Asami el aliento y casi besar sus labios por la ternura que le provoca.
―Tuviste 9 de 10, muy buenos ― anima revisando los ejercicios regalándole un sonrisa ― has hecho un gran esfuerzo y no ha sido en vano ― felicita mientras Korra descansa su barbilla sobre sus manos en la mesa con una expresión de fastidio.
―Todo sería más fácil si tu fueras mi profesora, a ti te entiendo perfectamente porque el profesor Ghazan me odia ― suspira Korra.
―No es que te odie simplemente que su manera de explicar no es la indicada para ti ― señala Asami comenzando a guardar su material en su pequeño bolso.
― ¿A dónde vas? ― La joven castaña sujeta la mano de la joven heredera antes de que pueda detenerse a pensar en el acto pues la idea de verle partir le resulta dolorosa, sin saber qué motivo le lleva a pensar eso.
―Bueno creo que como ya hemos terminado aquí pues supongo que es tiempo de irme ― responde lo mejor que puede pues la mano de Korra sobre la suya es muy cálida y le hace sentir bastante nerviosa ― ¿tienes algo en mente?
―Estaba pensando que… Bueno, quizá… ― Ahora el nerviosismo pasa a la joven morena ― No sé si te gustaría quedarte para ver algunas películas… Los sábados, para Opal y para mí son el día en que nos quedamos en casa y vemos un maratón de películas, actores o series de una sola temática según la rueda cinéfila que elaboramos ― la morena se levanta y le guía hacia una habitación distinta diseñada como una sala de cine incluyendo una fila de butacas ― este es nuestro pequeño ritual y bueno supuse que si no tenías alguna otra cosa más importante que hacer… Bueno si tu quisieras compartir el sábado conmigo, en vista de que Opal no está ― espera que la joven de cabellos color ébano no se sienta un poco ofendida por ser tomada como segunda opción pero cuenta con que acepte pequeña manera de agradecimiento por tomarse la molestia de pasar uno de sus días libres ocupada con ella.
―Yo creo que… ¿Son gomitas ácidas? ― Señala hacia la mesa con bocadillos los pequeños dulces mientas Korra asiente.
―Opal dijo que eran tus favoritos ― sonríe de lado ― ¿entonces?
―No creas que sólo por esto ya tendrás con que comprarme ― responde Asami mientras comienza a devorar las pequeñas gomitas y Korra casi salta pero recuerda su tobillo lastimado aunque hace una nota mental, “Asami se ve tan tierna comiendo sus dulces favoritos…”
Una ola de realidad le golpea y se da cuenta de que en lugar de sentirse triste por la ausencia de su NOVIA se encuentra disfrutando de la agradable compañía que siempre ha sido Asami para ella aunque ahora comienza a verle de distinta manera, lo que le asusta realmente pues comienza ver facetas de la joven de orbes color esmeralda que antes no ha tenido oportunidad de conocer pero que en verdad comienzan a cambiar su percepción sobre ella y sus ojos le ven de distinta manera recordando la pregunta silenciosa que ha hecho su madre durante el almuerzo.
Quizá si hay algo que está sintiendo por Asami y no quiere admitirlo aunque la ausencia de Opal puede estar orillándole a buscarle una sustituta y ve en la joven heredera una posible candidata; está desvariando y debe recordar que tiene una novia, a la cual ama mucho pero sus pensamientos le traicionan comenzando a cambiar la figura dueña de ellos tornándose en una esbelta y delicada figura con hermosos rasgos y preciosos orbes color esmeralda…
“Un momento Korra… ¡Diablo! Tengo que aclarar todo esto, ella es tu amiga… Sí, simplemente tu amiga… Y… Y los amigos hacen esto, salen al cine, a cenar, a bailar, se abrazan, se b…”
La palabra beso queda a medio pensamiento cuando se da cuenta de que los labios de Asami aparecen en sus pensamientos y algunas imágenes se disparan en su mente cuando ve el color carmesí en ellos mientras los devora con pasión tomando un sabor a cereza combinado con fresa muy dulces e intoxicante transformando ese simple e inocente beso en otras imágenes con contenido más erótico subido de tono por lo que su corazón comienza a bombear sangre por todo su cuerpo dejando drenado todo su cuerpo para concentrarse en una sola zona: su entrepierna, y donde comienza a formarse una dolorosa erección que sabe no puede disimular por mucho tiempo así que toma asiento lo más rápido que puede para evitarse una vergonzosa escena frente a Asami mientras reajusta un poco su pantalón y ajustado boxer fingiendo estar concentrada en otra cosa.
― ¿Cuál veremos? ― Pregunta Asami devorando las gomitas con un gesto de placer absoluto, gesto que no ayuda a la pobre de Korra en absoluto.
―Tu elección lo dejamos a la suerte ― la joven heredera observa indecisa así que decide irse por dejarlo a la suerte.
Pasan toda la tarde viendo películas de acción, por suerte para Korra, pues su mente comienza a disiparse y concentrarse en los que sucede durante la proyección dejando de lado cualquier pensamiento que no sea relevante con la película hasta que llega la hora de irse.
―Lo pasé genial, Korra ― agradece Asami mientras caminan escalones abajo para despedirle.
―Ni que lo digas, la mejor parte fue verte devorar esas gomitas sin piedad ― se mofa la joven castaña pero refiriéndose a la parte en la que la joven heredera ha estado emitiendo sonidos de absoluto placer, sonidos que no olvidará en mucho tiempo y que esa noche le acompañarán a la hora de dormir dificultando e interrumpiendo su sueño.
―Bueno, entonces nos vemos el lunes ― se despiden con un abrazo que ninguna de las dos parece querer dejar ir embriagándose en el perfume de la otra hasta que alguien aclara su garganta tras ellas haciéndoles sobresaltarse y urgiendo a Asami a irse lo más pronto posible.
― ¿Y entonces? ― Korra se gira para ver a su madre con una pequeña sonrisa pero con el ceño ligeramente fruncido esperando una respuesta.
―Simplemente amistad…― Se gira para alejarse de su madre lo más rápido que las muletas le permiten.
*** *** ** Fin de Flashback ** *** ***
―Su, creo que debemos vernos… Hay un asunto que debemos resolver ― espera la respuesta al otro lado de la línea antes de terminar la llamada marcando otro número ― Yasuko, es urgente que nos veamos… Sí, tengo el extraño presentimiento de que las cosas no van exactamente como se han planeado… Es lo que me temo… ¿Has notado algún cambio en Asami?... Entonces debemos actuar… Sí, creo que ya está tomando mejor las cosas y la veo muy decidida… ¿Te imaginas? Que enrome felicidad si llegásemos a emparentar… Sí, Su ya lo sabe y vendrá lo antes posible… Te estaremos esperando… ― Senna suelta un suspiro pegando el auricular contra su pecho cruzando los dedos y cerrando los ojos, ruega porque las cosas estén de su lado.