
Capítulo 11
Capítulo 11
Por amor al arte
dejaron de escribirse historias para contarte
se secaron los mares de sueños para despertarte
por amor al arte
la noche se hizo de día
borrando la oscura sombría de tu soledad
Por amor al arte
la luna se bajó del cielo para consolarte
las nubes dejaron paso al sol para iluminarte
por amor al arte
tu vida ya no era tan fría
y dejaste de sentirte vacía por tu soledad
Y apareció en tu vida
la chica de tus sueños
tu princesa herida
y ella curó tu infierno
lo que tú no sabías
que aunque nacieras princesa
no querías un Romeo
esperabas a Julieta
Nadie supo explicarte porque la querías
que el hombre de tu vida se llamaba María
pero escúchame amiga
si ella también quiere amarte
no hay que darle más vueltas
yo sé… que es por amor al arte
es por amor al arte
Por amor al arte
lloraste lágrimas de miedo hasta secarte
dejaste a un lado cada duda para lanzarte
por amor al arte
supiste salir adelante
rompiendo por fin las cadenas de tu soledad
Y apareció en tu vida
la chica de tus sueños
tu princesa herida
y ella curó tu infierno
lo que tú no sabías es que aunque nacieras princesa
no querías un Romeo
esperabas a Julieta
Nadie supo explicarte porque la querías
que el hombre de tu vida se llamaba María
pero escúchame amiga
si ella también quiere amarte
no hay que darle más vueltas
yo sé… que es por amor al arte
y al fin te ilusionaste
saliste y gritaste tu soledad
Y apareció en tu vida
la chica de tus sueños
tu princesa herida
y ella curó tu infierno
lo que tú no sabías es que aunque nacieras princesa
no querías un Romeo
esperabas a Julieta
Nadie supo explicarte porque la querías
que el hombre de tu vida se llamaba María
pero escúchame amiga
si ella también quiere amarte
no hay que darle más vueltas
yo sé...
que apareció en tu vida
tu princesa herida
tú no sabías
apareció en tú vida
Si las cosas han estado confusas para Korra, para la querida Asami no ha sido distinto pues sus sentimientos por lo que implica su lealtad como amiga hacia Opal y su interés amoroso en Korra no se lo ponen fácil debido a su sufrimiento de conciencia pues todavía no ha leído la carta y no tiene plena conciencia de lo que está haciendo desperdiciando valioso tiempo y el regalo que le ha dejado Opal.
―Nock nock ― Suena la voz de su padre golpeando ligeramente el marco de la puerta de su pequeño taller.
―Hola papá ― una ligera pero triste sonrisa aparece en sus labios carmesí regresando su mirada hacia la hoja azul en donde
lleva trabajando un par de horas pero que sorpresivamente sólo muestra un par de trazos y rastros del borrador.
― ¿Sucede algo, mi pequeño engrane? ― Asami fuerza una nueva sonrisa arrugando el entrecejo intentando negar con la cabeza.
― ¿Qué te hace pensar que me pasa algo? ― Muerde su labio inferior intentando reprimir sus sentimientos escudándose con los largos mechones de cabello.
―Porque siempre que vengo puedo ver ya tienes algo diseñado y bueno… ― Hiroshi acerca la mano a la barbilla de su hija para elevar su rostro ― No se parecen a Korra ― le dedica una sonrisa de padre comprensivo suavizando su mirada dorada al ver el rubor en las mejillas de su hija, pasa el pulgar por la esquina de su ojo izquierdo para limpiar la pequeña perla que amenaza con salir.
― ¿Por qué el amor es tan complicado? ― La pregunta va dirigida a nadie en específico pues sabe que sabe que no hay respuesta.
―Quizá porque si fuera fácil conseguir lo que queremos, no lucharíamos por conservarlo… Al no esforzarnos y sacrificarnos, la victoria no sabría a cielo y no disfrutaríamos las mieles del éxito, así de simple ― el imponente hombre de negocios se encoge de hombros y se hinca a un lado de su hija ― como en los negocios ― Asami arroja sus brazos sobre el cuello de su padre buscando un poco de consuelo cuando ha rompido en llanto.
Hiroshi sólo atina a regresar el abrazo dándole el apoyo silenciosamente y rodando su mano sobre toda su espalda pues sabe que su pequeña el necesita más que nunca aunque sabe qué es lo que necesita más en ese preciso momento pues tiene nombre y apellido.
―Desearía ser sólo una simple chica materialista sólo preocupada porque cuál será su atuendo el día de mañana o que maquillaje le vendrá mejor… ― Murmura Asami en medio del abrazo de manera casi inaudible.
―Tu eres especial, mi pequeño engrane y por eso no eres como cualquier otra chica normal, tonta y simple ― Hiroshi se separa y acaricia la barbilla de su hija ― eres hermosa, inteligente, bondadosa, incansable y muy virtuosa en todo lo que haces, sencillamente maravillosa y todos nos podemos dar cuenta de ello ― le sonríe orgulloso ― es por eso que tu madre, tus amigos, todos te admiramos e incluso hay quienes te amamos más allá que una hija, una amiga… Korra es prueba de ello.
Con la mención del nombre de la morena, las mejillas de Asami vuelven a enrojecerse un tanto avergonzada, lo que prueba para Hiroshi que lo que siente su hija por la joven va más allá de un simple enamoramiento así que si no quiere verla sufrir debe apoyarla para que realice su jugada y se permita ser feliz.
―Piénsalo, mi pequeño engrane ― se levanta con la intención de irse pero antes de salir del pequeño pero equipado taller diseñado para su hija ― quizá podría ser demasiado tarde cuando te decidas a hacer tu movimiento, ¿Por qué no darse una oportunidad que la vida te pone en charola de plata? Tal vez Opal también esté de acuerdo…
“¿Quizá porque es la novia de mi mejor amiga? ¿La vida nos da una oportunidad y Opal de acuerdo? Papá tiene mucha imaginación aunque…” A solas, se ve inmersa en los pensamientos y probabilidades del “y si…” lo que le lleva a reconsiderar ciertas cosas recordando la carta que le ha dejado su amiga y la cual no ha leído por simple cobardía pero conservándola en el cajón de su pequeña mesa de noche casi siempre tentada en abrir el sobre pero de igual manera contemplando romperlo sin leerlo.
Se encuentra en un punto tan frágil que sabe puede cometer un grave error por lo que no se decide a hacer nada, de momento pero mientras su mente es una es una maraña de pensamientos y decisiones, hay un recuerdo que jamás ha abandonado su mente últimamente y que atesora con demasiada nostalgia.
*** *** *** Flashback *** *** ***
Asami se encuentra completamente aburrida escuchando la clase historia aunque no tiene nada en contra de la materia, el día de hoy en particular se siente agotada con tanto preparativo de los ensayos por la próxima exhibición del equipo durante el partido contra el declarado enemigo número 1 de los hurones de fuego, los lobo-murciélagos.
Ciertamente, la entrenadora P´Li no les ha dado descanso en casi toda la semana durante las prácticas aunque Opal en particular parece bastante agotada y se atreve a decir que parece enferma aunque el agotamiento no tendría que causar eso, ¿o sí? El semblante pálido de su amiga le preocupa bastante hasta el punto de vigilarle en silencio.
Un ligero sonido de vibración sobre la mesa del pupitre le distrae de sus pensamientos de preocupación sobre su amiga, es un mensaje de Opal para que se reúna con ella y los chicos en la cafetería a la hora del almuerzo pues no podrán verse en el área de lockers como regularmente lo hacen así que al termino de la clase, sale con prisa del salón sujetando su cabello en una cola de caballo para alejar sus mechones color ébano de su rostro.
―Hola Asami ― saluda Opal levantándose para besar su mejilla y halarla para sentarse junto a ella frente a Bolin, quien devora sin piedad unos bocadillos adobados.
― ¿Y Mako y Korra? ― Pregunta la joven de ojos color esmeralda al no ver en la mesa a los chicos.
―El entrenador Zaheer los requería para repasar algunas jugadas así que se unirán más tarde ― explica Bolin encogiéndose de hombros.
El silencio transcurre unos momentos hasta que Asami dirige su atención hacia Opal y le confiesa su preocupación sobre su estado de salud, la joven Beifong se sorprende un poco por lo observadora que resulta ser su amiga aunque sabe muy bien cómo cubrirse ante ello.
―Tal vez la falta de descanso, los trabajos en la escuela y lo poco que duermo me están pasando la factura ― comenta no dando mucha importancia.
―Pero debes estar más pendiente, sabes que todo eso puede terminar en algo peor ― comenta deje de preocupación en su voz la joven de cabello negro más alta.
―Hola chicas ― saluda la agradable voz de Korra acercándose para besar la mejilla de Asami y los labios de Opal tomando asiento a un lado de ella, Asami reprime un gesto de tristeza girando el rostro para ver hacia la puerta de entrada de la cafetería
― ¿de qué hablaban? ― Se acerca para pasar su brazo sobre los hombros de su novia.
―La estaba regañando por descuidar su salud ― argumenta Asami elevando una de sus perfectas cejas observando a su amiga, quien parece bufar ante el comentario.
(https://www.youtube.com/watch?v=G8xIUr3oMfA Invisible – Plumb)
―Ya te dije que no es nada de qué preocuparse ― replica con exasperación ― Sólo es cansancio… ― Rueda los ojos, “Desearía que sólo fuera eso pero ustedes no deben saber la verdad, bueno no aun…” Piensa con un poco de amargura.
―Mariposita, nuestra pequeña fire Lily tiene razón, últimamente pareces más decaída que nunca, ¿en serio crees que no es nada? ― La joven morena suelta el abrazo y sujeta la mano de su novia sobre la mesa, presionándole un poco.
―¡Ya les dije que no es nada! Simplemente el cansancio así que dejen de abrumarme ― demanda levantándose enojada de la mesa dejando a todos sorprendidos por la elevación del tono de su voz.
Opal se encamina hacia la salida hecha un demonio dejando desconcertados los tres chicos ignorando el saludo de Mako y su novia al cruzar la puerta, Korra vuelve su mirada hacia Asami intentando buscar una respuesta pero la duda en sus pupilas color esmeralda están igual o más perplejas que ella misma.
― ¿Qué le sucede a Opal? ― Pregunta Mako.
―Jamás le había visto así ― comenta la joven de cabellos castaño oscuro tomando la mano de Mako mientras toman asiento, Mizuki, su novia.
―Yo tampoco ― secunda Bolin limpiando los rastros de comida de su mejilla.
―Tal vez es el estrés ― sugiere Asami mirando a Korra, quien asiente silenciosamente ―Creo que por ahora es dejarla sola ― El grupo de amigos asiente sin más remedio aunque Korra siente el impulso de ir tras ella aunque pensando mejor las cosas opta por obedecer la sugerencia pues rememorando las cosas, Opal ha comenzado a comportarse de esa manera desde su viaje a Zaofu y lo que menos quiere es volver a tener una discusión y pelea con la joven.
***
―Lo siento chicos pero las cosas deben ser así… ― Murmura Opal recargando la espalda en uno de las puertas de los cubículos en el sanitario sintiendo una delicada gota de un líquido tibio bajar por su nariz reconociendo el sabor cobrizo en su boca ― ¿Es que no puedo tener una semana normal? ― Pregunta a la nada intentando limpiar el rastro de sangre que sigue descendiendo.
Es bastante claro que su estado de salud se ha comenzado a agravar por el esfuerzo físico que ha estado haciendo pues el médico que ahora le atiende le ha recomendado reposo absoluto pero no puede dejar botado al equipo de porristas así que intenta seguir con su vida escolar normal lo mejor que puede aunque cada vez se vuelve casi imposible seguir con el mismo ritmo de antes pues su estado empeora a cada momento más.
“…Su condición comenzará a decaer bastante, por eso es importante que su estado de ánimo esté nivelado sino es que elevado, su salud es importante así que sugiero nada de sobreesfuerzo si no quieren que el proceso se acelere, descansa bastante y nada de exaltaciones… Lo digo en serio Opal, con esto estamos ganando tiempo…”, recuerda con un poco de agridulce nostalgia las palabras y recomendaciones del médico pero le es imposible seguir todo al pie de la letra por el creciente sentimiento de angustia al saber que su vida va en cuenta regresiva y el tiempo se acaba para culminar su plan así que debe acelerar el proceso…
***
Con una nueva excusa para ausentarse, Opal no se presentará a la exhibición del equipo durante el partido de es viernes por lo que los ánimos de Korra decaen un poco así que ni tarda ni perezosa Asami intenta levantarlos un poco haciéndole sentir mejor en el proceso.
―Vaya, en serio que es uno de los partidos más esperados ― Comenta Asami caminando hacia el terreno de juego al lado de Korra ajustando su cabello en una cola alta.
―Sí, supongo que es la rivalidad que siempre ha existido entre ambas preparatorias ― responde la morena cargando su casco en mano y sosteniendo los pequeños pompones de la joven de cabellos color ébano, observa con disimulo y apreciación la esbelta figura de la joven con los brazos levantados ― ¿nerviosa? ― Vuelve su mirada hacia otro lado intentando enfocar su mente en otros pensamientos que no sea lo bien que le va el diminuto uniforme de porrista.
―Para nada ― la joven heredera sonríe bastante confiada a pesar de que su interior se balancea como una gelatina por la simple presencia de la morena ― ¿y tú?
― ¿Qué es eso? ― Korra sonríe de lado, esa endemoniada sonrisa de modelo de catálogo que siempre enamora más y más a la joven de ojos color esmeralda ― Jajaja ― estalla en carcajadas al ver el rostro de Asami, quien intenta escudar su sonrojo tras su risa imitando a la morena.
―Korr, es hora ― Comenta uno de sus compañeros pasando cerca de la pareja, que ha permanecido conversando cerca de la entrada hacia los vestidores ― el entrenador nos requiere…
―Voy en un momento ― la morena le regresa los pompones a la joven heredera ― Asami, en vista de que…Opal no podrá venir ― balbucea con nerviosismo bajando la mirada y rascando su nuca ― bueno, sabes que siempre vamos a festejar un poco, ganemos o perdamos y… Eh, ¿te gustaría venir conmigo, con los chicos? Ginger, Mizuki y algunas chicas vendrán también ― aclara su garganta ― si no tienes otra cosa que hacer, quiero decir…
―Me encantaría ― responde Asami sin detenerse un segundo a pensar, verde y azul chocando con intensidad sin poder alejarse.
―¡´Sami! ― Suena la voz de Ginger desde las gradas ― te estamos esperando.
―Supongo que debo irme ― comenta Asami viendo algunos gestos sugestivos por parte de su amiga a espaldas de Korra intentando no delatar su incomodidad ante la situación.
―Sí, igual yo ― secunda la morena volviéndose para caminar hacia los vestidores despidiéndose con la mano de la joven.
Asami le dedica una mirada de reproche a su pelirroja amiga, quien suelta una sonora carcajada saludando a Bolin en el proceso, la joven de cabellos color ébano dedica una mirada significativa arqueando su ceja lanzando su pregunta silenciosa, “¿en serio?” mientras que la pelirroja se encoje de hombros regalándole una sonrisa confidente encaminándose hacia el punto de reunión con sus compañeros.
Mientras tanto, dentro de los vestidores finalizando con unas palabras de aliento el entrenador y todo el equipo de futbol exclaman su grito de vitoreo considerando el futuro juego como ganado cuando salen al campo de juego con una expresión lo bastante seria e intimidante dirigiéndose hacia el centro para tomar posiciones y decidir quien inicia el partido.
―Mi querida, Korra ― suena la voz pomposa de un joven de cabellos negros vistiendo un uniforme gris ― tiempo sin verte… ― La sonrisa en sus labios le resulta bastante molesta a la morena así que le encara con fastidio.
―Bastante, niño bonito ― su mirada azul le mira con indiferencia y se cruza de brazos aparentando una tranquilidad que no siente pues quiere arrancarle la cabeza.
―Tranquila ― levanta sus manos en señal de rendición ― Sólo quería desearte suerte… ― Sonríe con malicia ― Porque la vas a necesitar ahora que no está tu noviecita, ¿no pudiste convencerla de venir a apoyarte? ― Comenta venenosamente el joven al observar directamente hacia el equipo de porristas buscando a Opal entre la multitud saludando a sus “admiradores” en las gradas de los visitantes.
―Tuércelo en el campo, Korr ― murmura entre dientes Mako cuando llega oportunamente antes de que Korra inicie una pelea en pleno inicio de partido y les cueste una penalización pues sabe lo impulsiva que es la joven.
Y así con un contundente gol de campo por parte de los hurones de fuego por parte de Bolin, el equipo en uniforme de color rojo y dorado toma la ventaja con unos puntos más sobre los lobo-murciélagos dominando durante casi todo el partido y con una tacleada histórica, Korra logra poner a su acérrimo rival Tahno a morder el pasto casi lanzando fuego por la boca debido al coraje que siente.
La sonrisa presuntuosa del joven mariscal desaparece casi por completo al ver el marcador, 18 puntos sobre el marcador final casi para terminar el partido así que golpeando su palma con su puño idea un plan para sacar a Korra de la jugada en al menos otro partido más así que susurra su plan a uno de sus compañeros en la defensiva un par de minutos antes de la jugada que les dé el gane a los hurones de fuego.
Ambos equipos toman posiciones tocando el pasto y Korra grita la jugada tomándose su tiempo para que todos estén en sintonía así que cuando la jugada comienza todos se dispersan, cuerpos chocan con fuerza impidiendo el avance mientras la audiencia se sujeta de sus asientos conteniendo el aliento para no perder detalle; el equipo de porristas termina de deshacer la pirámide y finaliza la coreografía cuando Asami observa con horror, al igual que todos los espectadores, como uno de los jugadores contarios, burlando a sus compañeros de ofensiva, se dirige hacia Korra por la espalda por lo que no nota su presencia mientras que otro se encamina hacia ella por delante.
Korra sólo siente un fuerte impacto cuando cae al suelo y un intenso dolor en su tobillo derecho por lo que lanzan un grito ahogado, es un milagro que esté consciente pues gracias a su casco no ha perdido la conciencia aunque su equipo de protección no ha impedido que su tobillo lleve la peor parte así que intentando contener el dolor intenta poner se pie levantando el pulgar en señal de que se encuentra bien tratando de no preocupar a sus compañeros, amigos y en especial a sus padres pero sabe que no será el engaño no será por mucho tiempo pues la zona lastimada le duele como si una braza estuviese tocando su piel.
Asami mira no muy convencida el gesto de Korra, puede notar que no se encuentra bien por su forma de caminar pues no apoya mucho el pie derecho pero conoce lo testaruda que es la joven morena y sabe que por su orgullo no se dejará ver derrotada ante su rival y exige, al igual que el público en las gradas pertenecientes al equipo de los hurones de fuego, una penalización o al menos una falta para el jugador.
Con un jugador menos en el terreno de juego, los lobo-murciélagos sólo pueden aspirar a detener la jugada a un par de yardas para evitar otra anotación que eventualmente lograrán los hurones de fuego; así que con un par de indicaciones y unos movimientos, Korra toma el balón ovoide entre sus manos y busca con la mirada a algún compañero que se encuentre libre para lanzarle un pase pero se encuentra con que todos están completamente bloqueados aunque se percata de un pequeño espacio para hacer una anotación.
Sin pensarlo dos veces, se lanza hacia la zona de anotación intentando dar pasos largos sin apoyar mucho el su pie para minimizar el daño que sabe ha sufrido así que dando un salto hacia el frente, da una voltereta cayendo sobre su espalda con el balón en sus manos consiguiendo la anotación pero llevándose un mayor golpe y daño en su tobillo por lo que no ha podido reprimir un gesto de dolor cuando sus compañeros y algunos espectadores se acercan para felicitarle, incluyendo a Asami, quien corre al lado de la morena cuando observa el gesto tomando lugar entre el entrenador y uno de los médico del equipo cuando se acercan para revisar la situación alejando a los curiosos sólo dejando a personas que considera importante para la joven mariscal.
― ¿Dónde te duele? ― Pregunta una mujer de mediana edad con cabello negro hincándose su altura en el césped mientras intenta dar un giro al pie de la morena después de quitarle el taquete y la calceta encontrándose con un enorme moretón cerca de la zona.
―Ahí, ahí duele mucho… ― Murmura entre dientes tratando de suprimir un gemido.
―Tenemos suerte, no ha sido una fractura ― determina ― intenta mover el pie… Lento, así es… ― Korra tensa la mandíbula con dolor en su rostro preocupando a Asami, quien se siente impotente ante la situación.
― ¿De verdad lo crees, Ming-Hua? ― Pregunta el entrenador Zaheer evaluando los gestos de una de sus jugadores estrella.
―Completamente, sólo que necesitarás usar una pequeña férula y un par de muletas por un par de semanas para evitar algún daño secundario así que te queda prohibido jugar o apoyar el pie durante ese tiempo ― sentencia la médico terminando de vendar la zona ― pero recomendaría que se hiciera alguna radiografía para descartar otro tipo de heridas ― comenta levantándose.
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La morena no puede más que asentir ante las indicaciones al igual que sus padres, su madre más preocupada se ha acercado a ella tratándole como si de un bebé se tratase a lo que Korra sólo siente asfixiarse con tanta atención pues no sólo su madre permanece a su lado, Asami también ha intentado mantenerse al margen aunque si por ella misma fuese ya estaría al lado de Senna y Korra.
―Me encargaré de que todo se siga al pie de la letra y sus indicaciones se sigan tal cual lo ha dicho ― comenta Tonraq cruzando sus brazos sobre su pecho ― bueno, creo que es momento de irnos, ¿necesitas un poco de ayuda, pequeña? ― El hombre sonríe ante el sonrojo de enojo en las mejillas de su hija, quien no deniega la ayuda ofrecida estirando la mano para poder levantarse aunque es tan testaruda que irá brincando hacia su satomóvil después de recoger sus cosas.
―Korra, cariño déjame que te ayude… ― Pide dulcemente la voz de su madre una vez que se ha levantado.
―Estaré bien madre ― responde la morena intentando mantener el equilibrio pero antes de caer, la rápida intervención de Asami le ayuda a conservarse de pie.
―Descuide, señora Senna yo le ayudaré ― se ofrece inclinándose y pasando el brazo de la morena sobre sus hombros mientras coloca su brazo alrededor de su cintura para ayudarle a apoyarse al caminar hacia los vestidores.
―Asami, no tiene que hacer esto… Arruinaré tu uniforme porque estoy toda sudada ― replica la morena pero guardando silencio después de que la joven de ojos color esmeralda le dedica una mirada de advertencia para que guarde silencio y así se encaminan hacia los vestidores para recoger sus cosas, Senna puede detectar cierto interés por parte de la chica aunque guarda silencio porque no quiere sacar conclusiones erradas pero le parece un poco extraño que su hija doblegue su carácter testarudo ante alguien más que no sean ellos u Opal.
Cerca de diez minutos después, la pareja aparece en el estacionamiento y aunque Asami ha intentado cargar la maleta deportiva de la morena, ésta se ha negado rotundamente así que le ha dejado que se salga con la suya pero la joven de cabellos color ébano no le dejará que vuelva a ganar otra vez cuando Korra se dice ser autosuficiente para conducir su vehículo a pesar de que su padre ha insistido que lo dejen ahí y que vuelven mañana por él.
―Ya te dije que no, me lo llevo hoy ― replica Korra sacándose el jersey y quedando sólo en su top.
―Y yo te digo que lo dejemos, mañana enviaré a alguien ― argumenta su padre.
―Yo puedo conducirlo ― se ofrece Asami temblando un poco por el frío de la fresca brisa consiguiendo la atención de padre e hija.
― ¿No tendrías ningún problema? ― Interviene Senna.
―En absoluto, con tal de que su testaruda hija mantenga el reposo en su pie lo haría con mucho gusto ― Korra gira su cabeza avergonzada mientras que Senna puede ver un brillo de alegría en los ojos de la joven de cabellos color ébano.
Y sin más alegatos ambas parejas suben a sus respectivos satomóviles para dirigirse hacia la casa de los Bauer; Korra y Asami pues la morena se siente mal por ser la causa de que la capitana de porristas no asista a la celebración por la victoria del partido.
―Lamento que no fueras a la fiesta ― comenta Korra una vez que han llegado a la habitación.
―Descuida, ya habrá otras además estaría sola por allí ― la joven heredera da un pequeño vistazo por toda la habitación pues nunca antes ha estado allí ― somos unas deportistas ― observa la gran cantidad de trofeos en las vitrinas además de algunos posters de deportistas famosos pero lo que atrae su atención es lo bastante ordenada que permanece, algo que nunca ha esperado de la joven morena.
― ¿Qué puedo decir? ― Korra talla su nunca sonriendo tímida ― Tu sabes que éstos ― flexiona ambos brazos hacia arriba dejando un poco atontada a Asami, quien no pierde detalle del tonificado cuerpo de la mariscal ― ponte un poco cómoda, iré a tomar una ducha, ¿o ya te irás? ― Sin saber porque la pregunta sale con un dejo de tristeza al pensar que la linda capitana de porrista debe retirarse, en ese momento Opal permanece alejada de sus pensamientos.
―Eh… ― Asami es tomada con la guardia baja así que no sabe qué responder pero toma el valor y sólo asiente.
―Estaba pensando que quizá podríamos ver alguna película o hacer alguna otra cosa, en vista de que ni tu ni yo iremos a la fiesta ― une ambos dedos índice de manera tímida, un gesto que Asami encuentra tierno así que no puede negarse.
Ni tarda ni perezosa, Korra se da una ducha rápida mientras se coloca un par de pantalones holgados y la camiseta de su pijama para estar más cómoda encontrándose con su madre charlando con Asami argumentando una invitación a quedarse a dormir pues considera que ya es un poco tarde para que regrese a casa a pesar de que no vive muy lejos de allí así que la invitación a ver una película pasa a ser una pijamada.
―En verdad señora Senna, no quisiera importunar ― repone Asami apenada.
―Para nada además es lo menos que podríamos hacer después de que has hecho todo esto por la cabeza dura de mi hija ― ambas ríen ante la expresión ofendida de la morena.
―No debo dejarlas solas o confabularán contra mí ― murmura Korra dando pequeños saltos hacia la cama.
―Ordenaré que traigan algunos bocadillos y si necesitan algo, no duden en llamarnos ― comenta Senna antes de salir de la habitación llevándose una buena impresión de la joven heredera.
―Korra, no quisiera molestar más pero, ¿tendrías algo que pueda usar? Quisiera cambiarme el uniforme, claro si no es mucha molestia.
La morena asiente y le indica donde puede encontrar la ropa así que aprovechando la hospitalidad de los Bauer, decide tomar un baño; allí en la ducha hace una pequeña evaluación de los acontecimientos tan inesperados pues no ha pensado jamás terminar en la casa de Korra usando su ropa y compartiendo habitación para ver una película, ¿podría ser mayor su suerte?
Al salir de la ducha, no puede evitar sentir una pequeña molestia cuando Korra le dice que Opal le envía saludos cuando le ve tecleando en su celular y le agrade por estar al pendiente de ella en su ausencia pues es lo mismo que la jovencita de ojos color jade hubiese hecho pero Asami se recuerda con agridulce melancolía que su amiga es la novia y ella sólo una amiga.
― ¿Lista para ver la película? ― Korra señala un lugar en la cama para que tome asiento por lo que Asami camina lentamente hacia ella usando un par de pantalones y una camiseta que le quedan lo bastante holgados como para hacer que su figura pierda forma pues Korra posee más masa muscular.
La noche transcurre divertida para la improvisada pareja, que sin darse cuenta se han quedado dormida después de la agitación del día y que sin proponérselo o pensarlo, Korra abraza la frágil figura de Asami usando su hombro como suave almohada mientras la tenue luz de la pantalla ilumina sus siluetas cuando Senna entra en la habitación encontrándose con esa escena, que no le asusta mucho pero sí le desconcierta pues Korra tiene novia y no ve de manera muy correcta que esté en su cama con otra chica a pesar de que esa chica le agrade, debe de hablar con Korra inmediatamente.
Pero despertarle sería como evidenciarles de un “crimen” o engaño que no están cometiendo pues sabe que Korra quiere mucho a Opal y no sería capaz de hacerle algo tan bajo como engañarle, ¿cierto? Además Asami no parece del tipo de persona que traiciona a sus amigas, bueno sea como sea debe conversar con su hija ciertas cosas aunque por el momento les dejará dormir pensando que ya habrá tiempo.
Mientras tanto, ambas chicas sueñan aspirando la fragancia de la otra haciendo más apacible su descanso, a Korra le sorprende bastante que sus pensamientos se vean atrapados por una sola imagen y la cual pertenece exclusivamente a la joven de cabellos ébano y ojos color esmeralda excluyendo a Opal por completo así que no puede evitar preguntarse qué esa molestia que se ha instalado en su pecho y tiene mucho que ver con la joven heredera pues últimamente su mente ha estado divagando con ella hasta el punto de preguntarse cómo estará y sorprenderse pensando en lo linda que luce cada vez que la ve.
Contrariamente a lo que le sucede a Korra, Asami sabe concretamente que tiene sinceros sentimientos por la morena pero últimamente éstos le han comenzado a traicionar al volverse más profundos y fuertes, por lo que intenta con más fervor apartarlos fracasando miserablemente así que sólo opta por intentar esconderlos o enterrarlos lo mejor que puede con sonrisas falsas y una felicidad que sabe no existe además de que con este último suceso no puede más que enamorarse otra vez de la morena al tener la oportunidad de guardar en su memoria su expresión pacífica al dormir, observarle a detalle mientras su pecho sube y baja de manera rítmica al respirar gravando la suavidad de su piel y la firmeza de su hombro que usa como almohada además del suave aroma a brisa marina y fresca de la mañana, sin duda uno de los mejores recuerdos.
Sin duda, ambas están perdidas en este momento y continuarán perdiendo dominio en el terreno de sus sentimientos porque Opal se encargará de ello, al menos el destino está jugando a su favor y le está ayudando a llevar a cabo su plan así que no puede estar más que orgullosa de que su ideal final y su sueño de verla juntas y felices no está muy distante después de todo por lo que debe poner más empeño.
*** *** ** Fin de flashback ** *** ***
―Quizá… Quizá es momento de leer la carta, tal vez papá tenga razón ― murmura Asami observando el pequeño trazo que ha hecho sobre el papel pues todo esto la está matando lentamente y evadir a Korra le está costando mucho trabajo aunque considerando sus desplantes le sorprende ver que la morena no ha desistido de sus intentos por acercarse a ella.
Por lo que se repite que todavía no es tiempo de confrontarla porque sabe que caerá redondito en sus brazos y terminará por arruinar su linda amistad aunque lo que no se permite ver es que hay ocasiones en que las personas se cansan de esperar y de luchar cuando no ven muy claras cosas y sin duda en algún momento se arrepentirá de ello.