Una novia para mi novia

Avatar: Legend of Korra
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Una novia para mi novia
Summary
¿Qué es lo más loco y tierno que harías por amor? Opal es una jovencita que sale y es novia de la mariscal de campo, Korra, ambas se quieren con locura pero Opal oculta un triste secreto, está muy enferma pero esconde muy bien su terrible y doloroso padecimiento aunque ahora que está entrando en fase terminal, lo que menos quiere es que ver sufrir a su amada jugadora por lo que idea un alocado y romántico plan para que Korra no sufra la soledad de su ausencia al momento de su partida así que decide que la mejor solución es que Korra debe tener a alguien más, por lo que no hay mejor candidata que su mejor amiga Asami, y es a través de varias citas estratégicamente planeadas que el amor surge lenta y clandestinamente entre Korra y Asami pero el único problema es que Asami siente que traiciona a su MA al enamorarse de su tierna y atractiva novia además de que su lógica no la deja ser libre y vivir su amor, ¿podrá Asami dejarse llevar por sus sentimientos y emociones una vez en su vida?
Note
La leyenda de Korra no me pertenece pero tomaremos prestados algunos de sus caracteres.La historia nació de un día para otro, esperando sea del agrado de los lectores y sino pues, ni que hacer. Perdonen cualquier falta ortográfica que pueda aparecer y estamos abiertas a cualquier comentario y critica.
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Capítulo 3

Capítulo 3

Puedo contener mi respiración
Puedo morder mi lengua
Puedo mantenerme despierta por días
Ser tu número uno.

Puedo fingir una sonrisa
Puedo forzar una risa
Puedo bailar y jugar el papel
Si es lo que pides
Darte todo lo que soy.

Puedo hacerlo…

Pero solo soy humana
Y sangro cuando me caigo
Solo soy humana
Y colapso y me quiebro
Tus palabras en mi cabeza, cuchillos en mi corazón
Me fortaleces y luego me desmorono
Porque solo soy humana.

Puedo encenderlo
Ser una buena máquina
Puedo contener el peso de los mundos
Si es eso lo que necesitas
Ser tu todo.

Puedo hacerlo…
Puedo superarlo…

Pero solo soy humana
Y sangro cuando me caigo
Solo soy humana
Y colapso y me quiebro
Tus palabras en mi cabeza, cuchillos en mi corazón
Me fortaleces y luego me desmorono
Porque solo soy humana.

Solo soy humana…
Solo una pequeña humana…

Puedo soportar tanto
Hasta que he tenido suficiente.

Porque solo soy humana
Y sangro cuando me caigo
Solo soy humana
Y colapso y me quiebro
Tus palabras en mi cabeza, cuchillos en mi corazón
Me fortaleces y luego me desmorono
Porque solo soy humana…

 

*** *** ** Flashback ** *** ***

― ¿Ya supieron la nueva buena? ― Se acerca una chica pelirroja de escasos dieciséis años a toda velocidad hacia sus amigas, ambas chicas pelinegras ataviadas con unos ligeros shorts de licra para ejercicio en conjunto con un top deportivo mientras hacen estiramientos y calentamientos de músculos antes de la práctica de porristas.

― ¿Cuál nueva buena? ― Pregunta la más alta de las jovencitas dirigiendo la atención de sus orbes verde esmeralda hacia su recién llegada amiga pelirroja.

―Hay una nueva estudiante en la escuela ― Ambas pelinegras se miran con una clara expresión de incredulidad por todo el alboroto que ha causado.

―Todos los años escolares hay nuevos estudiantes, Ginger ― Comenta haciendo más clara la obviedad del asunto la otra chica pelinegra de menor mientras rueda sus ojos verde jade escondiendo su sonrisa tras su puño.

―Ash Opal, eso es más que obvio pero a lo que voy es que ella fue transferida de una preparatoria desde la Tribu Agua del Sur ― ese pequeño detalle atrae la atención de ambas pelinegras puesto que no hay muchos estudiantes en la Preparatoria de Ciudad República (PCR) ― ya sé, ya sé que no es relevante pero ella será la nueva mariscal del equipo de futbol.

― ¿Cómo sabes eso? ― Pregunta Asami arqueando una ceja curiosa.

―Tengo mis fuentes además de que la vi practicando con el equipo cuando venía al gimnasio ― la expresión entusiasta de Ginger cambia a una de una completa pervertida ― y dejen les cuento, está hecha toda una diosa… Con esos musculosos brazos lanzando el balón, esa piel de chocolate cubierta de perlas de sudor, esas piernas fuertes, esos abdominales y sus ojos, sus lindos ojos azules ― su boca casi babea ― en definitiva, este será un año interesante ― tanto Asami como Opal algunas veces se sorprenden de lo informada que está Ginger pues no hay nada que se le escape.

Asami y Opal se miran mientras comienzan a reír, conocen a la impulsiva de Ginger y saben que estará acosando a la pobre joven tribal pero no pueden evitar imaginarla de acuerdo con la clara descripción gráfica de su amiga; Opal comienza a fantasear un poco con la idea de poder tener al menos una cita con la desconocida mariscal pero conociendo su mala suerte en el amor, tomando el hecho de que la chica será una deportista destacada y destacando la belleza arrebatadora que posee su amiga Asami, y al ser la capitana del equipo de porristas, lo más probable es que caiga directo en su encanto natural y forme a ser parte la larga lista de pretendientes que posee la joven heredera Sato si es que no llega ser la novia oficial.

No es que menosprecie su belleza pero al lado de Asami pues a su lado su estatura imponente le hace ver menudita y pequeña además siempre se ha sentido como el patito feo del estanque a pesar de que ambas casi van a la par pero lo que no nota Opal es que su personalidad sencilla y su simpático carisma acrecientan el encanto y belleza propia, y eso es algo que la joven heredera siempre le ha recalcado como punto a su favor y por lo cual adora a su amiga.

Asami, por otro lado, posee una belleza impactante que arrebata el aliento como si se tratase de una diosa encarnada en su cuerpo terrenal, prueba de ello es la larga lista de pretendientes que van tras ella, y podría pensarse que gracias a eso y a lo prestigioso de su apellido debido a su padre, la jovencita es una completa presumida y mimada chiquilla pudiendo serlo por su estatus no sólo social sino también jerárquico dentro de la preparatoria que le otorga ser la capitana de las porristas pero la sencillez y humildad con la que se maneja, sólo acrecienta la hermosura de la que es poseedora.

El hecho es que Asami se lleva la atención de los chicos y esto a Opel le lastima un poco pero más que sentir envidia, se siente orgullosa de ser amiga de Asami por la unión profunda de su amistad pues sabe que no hay nada les pueda separar y Asami no está dispuesta a perder lo que tienen por algo tan tonto como perder la cabeza por un chico o lo que sus privilegios le brindan.

―Es en serio chicas, es toda una diosa…― Ginger prosigue con sus comentarios ― Su nombre es Korra ― suelta un suspiro al aire abrazándose y con ojos soñadores se pierde en sus pensamientos.

―Creo que la hemos perdido― comenta Opal mientras le toma del brazo para guiarla hacia el gimnasio.

―En definitiva… ― Secunda Asami.

El trío de amigas se encamina hacia su destino, el gimnasio, ese enorme edificio bastante acondicionado que se encuentra al lado del campo de futbol sabiendo que la ubicación les da la oportunidad de ver con ojos propios lo que Ginger les trata de describir pero al llegar, las gradas están totalmente ocupadas por gran parte, o sino es que la gran mayoría de la población femenina observando la práctica para el inicio de la temporada.

Tanto Asami como Opal dirigen su atención hacia el objeto de observación de los ojos femeninos, la jugadora con el número 10 que resalta en la espalda de su camisa azul y aunque no se puede ver su rostro a causa del casco que lleva, su mirada se pierde en la fisiología de la constituida y musculosa de la joven, y como si fuese algo estratégicamente planeado, cuando la joven morena flexiona su brazo derecho para lanzar la torneada forma de su bíceps se marca de tal forma que pareciera hubiese sido esculpido, obviamente gracias a las rutinas, ejercicios y deportes practicados, toda la audiencia mueve la cabeza sin perder ningún detalle siguiendo el trayecto del brazo antes de lanzar.

El pase sale disparado hacia el receptor cerca del otro lado de la cancha pero en un descuido de sus compañeros de la ofensiva, otro compañero se cuela y taclea a Korra por la espalda llevándola al suelo con tal fuerza que ambos ruedan varios metros sobre el césped.

Un pequeño grito de conmoción se escucha entre la audiencia pero suspiran con alivio al ver que el número 10 se levanta sacudiendo la suciedad de su uniforme de prueba mientras se retira el casco para revelar su largo cabello castaño sujeto en la cola de caballo alta al tiempo que limpia el sudor que se ha formado en su frente, estira la mano para ayudar a su compañero advirtiendo que el entrenador se acerca con una expresión de disgusto y con la clara intención de reprender tan fatal error.
Después de seguir de cerca los movimientos del casi imparable número 10, poco a poco se va retirando la audiencia aunque todavía hay algún grupito de chicas intentando llamar la atención de la joven morena; para el tiempo que la práctica de porristas termina, el entrenamiento en el campo parece finalizar también por lo que camino hacia los vestidores, tanto Asami como Opal se detienen a dar una última mirada observando que por ahora Korra y otro de sus compañeros, Bolín sí reconocen bien, se encuentran lanzando el balón mientras se dirigen hacia las duchas, hasta ese momento, Korra ya se ha quitado la gran mayoría de sus aditamentos y los carga en su mano junto a su casco quedando en un top deportivo en color negro develando más de la forma bien constituida de sus músculos.

―Pues no está mal ― comenta Asami admirando con la mirada la anatomía deleitándose con el tatuaje que se alcanza a entrever en su brazo derecho y que por los trazos puede deducir se trata de un diseño tribal.

―Si tú lo dices ― concede Opal caminando hacia los vestidores sin percatarse de que el pase que ha lanzado Bolín va directo hacia ella y que Korra corre lo más rápido que puede para evitar que el balón le golpee.

― ¡Opal, cuidado! ― Grita Asami intentando correr hacia ella pero alguien más se le adelanta.

Pero es muy tarde cuando la joven pelinegra se percata de su situación de peligro, espera sentir el impacto en su nariz por lo que cierra los ojos pero el golpe jamás llega, sólo puede sentir un cuerpo de considerable masa muscular arrastrarla con él hacia el césped mientras el cuerpo le cubre y le gira para evitar que golpee su cuerpo contra el suelo por lo que acolchona su caída.

― ¿Estás bien? ― Opal puede escuchar una dulce voz llamarle y cuando abre los ojos se encuentra con un cielo despejado ante ella, Korra ha sido su salvadora.

―S… Sí, yo… Sí, estoy bien gracias ― sonríe nerviosamente con el rostro completamente ensombrecido por el rubor.

―Es bueno escucharlo, perdona pero mi amigo y yo no nos dimos cuenta de que ibas caminando cuando lanzó el balón ― todavía permanecen en el suelo, Opal sobre Korra.

―Des… Descuida ― sus mejillas compiten contra el rojo del labial de Asami debido al contacto físico entre su cuerpo contra el de Korra.

―Deja que te ayude ― Korra se levanta y le tiene una mano a Opal para levantarle sin ningún problema, las miradas de las jóvenes permanecen fijas la una en la otra como manteniendo una silenciosa conversación ― por cierto, mi nombre es Korra ― se presenta extendiendo su mano.

―O… Opal ― tartamudea un poco.

―Bueno, Opal me gustaría compensarte de alguna forma por este incidente ― comienza Korra sintiendo el nerviosismo aflorar en su voz.

―Des… Descuida, aquí no ha pasado nada ― Opal acaricia su corto mechón de cabello e intenta colocarlo tras su oreja derecha, el gesto coqueto fascina a Korra de una manera indescriptible que le parece tierna verla toda sonrojada.

―De verdad, quisiera…― Se ve interrumpida por Bolín acercándose para disculparse y llevarse a Korra ― Perdón tengo que… Irme ― observa los vestidores pero prometo compensarte ― acaricia su nuca con nerviosismo ― así que supongo que te veré después.

Opal ve a la mariscal alejarse y no puede reprimir una sonrisa soñadora y enamorada, toda la escena ha sido captada por la mirada inquisitiva de Asami, quien ha analizado y leído los gestos por parte de ambas y puede concluir que hay cierta atracción entre ambas sino es que enamoramiento por parte de ambas si se aventura a predecir donde puede llegar todo eso en un futuro.
―Alguien tendrá una cita… ― Murmura Asami atrayendo a Opal a la realidad.

― ¿Qué? ¿Quién? ― Opal parece despertar de un hermoso sueño al cual ha sido transportada por un par de orbes azules de dulce mirar.

―Ajá, hazte la que la virgen te habla ― señala Asami sonriendo feliz por su amiga ― vamos a ducharnos para que estés presentable para tu amorcito.

―Asami, no hay ningún amor― las mejillas de Opal se vuelven a teñir de carmesí.

―Si no hay amor, entonces, ¿Por qué te sonrojas?

Con las bromas por parte de Asami, ambas amigas se encaminan hacia los vestidores, Asami está feliz de que por fin alguien se muestre interesado en su amiga pero sin saber por qué puede sentir cierta punzada de envidia al no ser ella quien captase la atención de la mariscal, le parece absurdo pensar que tiene celos de la suerte de su amiga en ese instante pero desecha la idea en ese mismo instante y no le da importancia porque lo que importa ahora es Opal y nada más que Opal.

*** ***

Después del accidentado encuentro, Korra se ha encontrado con Opal infinidad de veces en los días posteriores al incidente y ha intentado invitar a salir a pelinegra pero su valentía se pierde cuando ve su reflejo en esos curiosos y sinceros orbes verde jade pues contrario a lo que se pueda pensar, Korra es algo tímida en cuanto al tema de las chicas y las citas, su comportamiento casi infantil y tímido causa ternura tanto en Asami como Opal pero su media sonrisa de lado tipo modelo de revista unida a su impulsiva y sencilla personalidad altruista y generosa les derrite el corazón a la gran mayoría de las chicas aunque lo que le otorga un mayor atractivo a la joven morena, es su inocencia en ciertos aspectos de su vida cotidiana y con eso se ha ganado más que el aprecio de ambas amigas.

Esa tarde, la joven morena se ha armado de valor para invitar a salir a Opal pero sus nervios son tantos y han aflorado en ese preciso instante que sus movimientos y gestos se vuelven algo torpes y a pesar de que Opal permanece en el mismo estado que Korra cada vez que se ven, parece más controlada o mejor dicho, sabe disfrazar mejor sus emociones.

―Eh… Opal ― Con todo el coraje que puede reunir Korra se acerca hacia el par de amigas pelinegras que se encuentran charlando cerca de sus casilleros.

― ¿Sí? ― La menudita joven pelinegra se gira al escuchar su nombre y cuando Korra acaricia ligeramente su hombro para llamar su atención.

― ¿Puedo…Tengo…Yo…Eh…Puedo hablar contigo? ― Tartamudea la pobre castaña con un ligero rubor sobre sus mejillas dándole una mirada significativa a Asami para que les brinde un poco de espacio e inexplicablemente Asami siente sus mejillas arder un poco por el rubor que ha despertado en ella con tan sólo una mirada de esos orbes azueles de la joven castaña.

―Bueno, te veo después Op… Ve por ella tigresa ― murmura Asami lo suficientemente alto para que la nerviosa jugadora casi se desmaye mientras se aleja cubriendo ligeramente su risa traviesa con su puño.

―Eh, discúlpala ― Opal cubriendo su rostro con su mano.

―Eh sí, no… No hay problema, supongo ― Korra sujeta con fuerza la cinta de la hombrera de su mochila que cuelga en su hombro derecho.

―Entonces, ¿me decías? ― La pelinegra de menor tamaño cierra la puerta de su casillero al sacar el libro de su próxima clase mientras lo abraza a su pecho como si fuese un escudo o el peluche más ha querido y se recarga en el conjunto de casilleros a su espalda, trata de implementar las miradas coquetas que Asami y ella han estado practicando gracias a los tips de algunas revistas, sutilmente observa a Korra y después al suelo de manera inocente dando un par de parpadeos, dejando a Korra sin palabras, literalmente hablando.

―Yo… Que… ― Korra da una sacudida de cabeza intentando aclarar sus pensamientos e ideas ― Quería preguntarte si… ―
Nuevamente Opal le roba el aliento cuando pasa ligeramente sus dedos para colocar su corto cabello tras su oreja derecha observando los gestos con los que Asami le guía y le indica qué hacer sobre el hombro de Korra pues su pelinegra amiga se haya escondida tras una columna de cemento dando el apoyo necesario ― ¿Te gustaría salir conmigo este viernes después del partido? ― Como si de un interruptor se tratase, Korra toma todo el valor posible para hablar de la manera más clara posible ― Digo, si… Si no tienes nada más que hacer ― acaricia su nuca acariciando su cabello halándolo un poco en su desesperación.

―Claro, claro que me gustaría ― una aperlada sonrisa aparece en los labios de Opal al igual que en Korra.

― ¿En serio? ¡Sí! Perdón, quise decir, gracias ― el entusiasmo se puede leer en el rostro de Korra pero se reprime para no abrazar a Opal en su momento de euforia ― entonces, el vier…Viernes, te busco ― y en su momento de locura, se acerca y besa la mejilla de la pelinegra de una manera casta y pura tomándola desprevenida mientras se aleja dando saltitos de felicidad dejando a Opal con el mayor sonrojo de su vida al dejar la sensación suave de sus labios en su piel ― Es… Es una cita.

―Sí, una cita ― murmura Opal acariciando de manera ausente la parte donde Korra ha depositado el beso.

―Wow, jamás pensé que nuestro bomboncito se moviera rápido ― se acerca Asami para felicitar a su amiga.

―Me invitó a salir ― murmura Opal perdida en sus pensamientos atrayendo la atención de Asami ― Asami, me invitó a salir ― todavía incrédula sujeta la manga de la chaqueta roja que usa.

―Tranquila, no es cosa del otro mundo, es sólo una cita.

―Sí, una CITA ― recalca asustada de arruinar la incipiente oportunidad de tener una oportunidad con Korra pero su temor radica en cometer un error por no saber qué hacer o cómo comportarse con una persona del estatus social dentro de la escuela como lo es Korra, ciertamente le resulta intimidante la idea de salir con la mariscal del equipo de futbol, una de las jugadoras más deseadas entre los grupos de chicas que matarían por una oportunidad así.

―Tranquila, Korra no muerde ― bromea Asami pasando un mechón de su largo cabello tras su oreja para que no le obstruya la visión ― Korra es una persona como tú y como yo, no es nada del otro mundo además tiene interés en ti ― afirma ― ¿no viste cómo se puso cuando le diste esas miradas y jugaste coquetamente con tu cabello? Créeme, he visto cómo te mira y creo que quiere algo contigo ― coloca su mano sobre el hombro de la chica de menor estatura dándole un ligero apretón en señal de apoyo.

― ¿Tú…Tú crees? ― Opal se muestra todavía indecisa.

―Claro, de no ser así, ¿por qué estaría motivándote? Vamos a clase, ya habrá tiempo para arreglarte, este viernes tienes que estar impactante y haremos resaltar tu belleza ― asegura Asami mientras ambas caminan hacia clase topándose de vez en cuando con ciertos pretendientes de la alta belleza pelinegra.

*** ***

Como ha sido previsto, los famosos hurones de fuego de la preparatoria de Ciudad República ganan el primer partido de la temporada, lo que les augura un buen inicio en una racha ganadora; y así como lo ha prometido Korra, busca a Opal para llevarla a su tan ansiada cita encontrando a la joven pelinegra ataviada en un sencillo vestido de diferentes tonalidades de color verde, color muy representativo de su nación, el reino Tierra, mismo que Asami le ha ayudado a seleccionar el día anterior mientras que Korra ha optado por algo más casual y relajado con su par de jeans de mezclilla y una camisa negra con el estampado de una de sus bandas favoritas, Within Temptation ignorando el azul representativo de su tribu.

Contrario a lo que ha pensado Opal sobre los lugares que podría visitar con Korra, ésta le lleva hacia una pista de hielo, le parece interesante lo que ha preparado pues con las “lecciones” especiales con las que le ha instruido Korra, pues Opal no sabe cómo hacerlo, ahora ambas se encuentran avanzando mano a mano por la pista chocando de vez en cuando con alguno que otro niño o algún despistado que va contra corriente.

―Te dije que era sencillo ― murmura Korra arrastrando a Opal hacia la mitad de la pista patinando hacia atrás ― fui campeona de Hockey hace algunos años y lo que aprendes, jamás se olvida.

―Sí, puedo verlo ― murmura Opal disfrutando del contacto de sus pieles por la unión de sus manos.

Con un solo par de caídas, la cita avanza lenta y relajadamente mientras ambas comparten detalles de sus vidas, Opal se sorprende al saber que Korra es hija de un diplomático de la Tribu Agua del Sur, que más bien es el jefe en los términos legales de la Tribu, y que buscando impulsar la carrera deportiva de Korra le ha transferido a Ciudad República; en tanto, Korra sacia su curiosidad preguntando todo al respecto de Zaofu, la famosa ciudad de metal, enterándose de que sus padres son famosos arquitectos y básicamente los gobernantes e impulsores del progreso en la ciudad misma y algunas otras partes de las cuatro naciones.

―Jamás lo hubiese imaginado ― comenta Korra llevando un poco de fideos a su boca, los famosos fideos de alga de Narook´s y su comida favorita pero según sus palabras se quedan cortos comparados con los fideos de su madre ― Ahora ya sé por qué me sonaba de algo el apellido Beifong.

―Eh, sí es un poco difícil vivir bajo la sombra de su apellido y tus padres cuando se espera lo mismo o más de ti ― con ese pensamiento, Opal pierde el apetito y comienza a revolver su platillo de arroz frito.

―Hey, no pongas esa cara… Además, nosotros decidimos si queremos complacer a alguien más o ir tras lo que nos hace feliz ― Korra le da un ligero apretón a su mano cuando la toma sobre la mesa, el contacto les hace sonrojar y cada una vuelve su atención hacia su platillo.

La noche sigue transcurriendo y es hora de retirarse a casa, y como un gesto galante Korra le presta su chaqueta Opal pues comienza a refrescar cuando salen del restaurante y camino hacia la mansión Beifong, la conversación dentro del satomóvil continua siendo amena y grata hasta que llega la hora de despedirse por lo que Korra encamina a Opal hacia la puerta sintiendo que un ligero nerviosismo se apodera de ambas.

―Bien, pues aquí está la princesa en su castillo ― el gesto habitual de acariciar su nuca cuando Korra está nerviosa, se hace presente ― ¿Cómo lo pasaste?

―Fue una grandiosa cita, lo pasé muy bien gracias a la compañía, gracias ― el rubor aparece en las mejillas de Opal provocando que las mejillas de Korra se tiñan de igual manera.

―Quien debería agradecer soy yo ― los ojos azules se clavan en los verde jade, una batalla para ver quién posee mayor intensidad y puede someter a la otra mientras sus rostros se acercan de manera lenta ― Opal… Yo…

― ¿Sí? ― Opal le mira expectante.

―Sé que nos conocemos desde hace poco pero…― Korra pasa saliva de manera dificultosa pero controla los nervios pues sabe que el valor que ha tomado para hacer esto ya no se presentará hasta mucho tiempo después ― Desde que te conocí, sentí una conexión especial contigo que no he tenido con alguien más y creo que eres muy linda ― al decir esto se sonroja ― en sí lo que intento decir es que… Bueno, yo… ― Comienza a balbucear pero los labios de Opal sobre los suyos le toman por sorpresa y sus ojos se abren como platos pero reacciona al contacto para responder al beso cuando Opal pasa sus brazos sobre su cuello y ella misma le atrae hacia sí abrazando su cintura.

―Tú también me gustas, tontita ― Korra recarga su frente contra la de Opal mientras permanece con los ojos cerrados y sonríe.

Después de esa noche y ese beso, Opal acepta la proposición de Korra para ser su novia sorprendiendo a la gran mayoría de la comunidad estudiantil pues todos o casi todos han deducido que todo sería muy cliché como lo dictan las leyes de la a jerarquía estudiantil, Korra saliendo con Asami puesto que una es la mariscal y la otra la Queen Bee y capitana de porrista.

Asami está feliz por su amiga pero muy dentro de sí, hay un pequeño sentimiento que le hace sentirse culpable por sentir envidia ante la situación de suerte de Opal al conseguir la atención de la dulce mariscal de campo, el sueño de muchas, y aunque intenta convencerse de matar ese tipo de emoción negativa, ésta se hace más grande y fuerte con el correr del tiempo por lo que no puede evitar preguntarse, ¿Qué le deparará el correr de los años si ese sentimiento sigue floreciendo?

*** *** ** Fin de Flashback ** *** ***

―Tú y Korra tenían una relación muy especial…― Los ojos de Asami se llenan con los recuerdos de todo lo que hubiesen atravesado su amiga y su novia, sin poder evitarlo lágrimas de nostalgia y culpa se agolpan en sus mejillas así que sin luchar deja que fluyan libremente para limpiar el sufrimiento interno se libere un poco mientras un pensamiento aparece en su mente “Tienes que prometerme que no la dejarás sola…”piensa en las palabras de Opal ― Korra… ― Suspira y cubre su rostro con sus manos intentando consolarse a sí misma.

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