
Rumbo a Grecia
THERESE - 1 de Julio de 2015
“Richard, me voy de viaje.” Dijo Therese, con un semblante serio.
“¿Qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Con quién?"
“En dos días, a las islas griegas, sola.”
“Podemos ir juntos, yo también estoy de vacaciones.”
“Prefiero ir sola, necesito un tiempo para mí, para pensar.”
“¿Te has vuelto loca? Pensar… ¿en qué? En que ya no quieres vivir más conmigo, ni tocarme, ni besarme.”
“Richard, vivimos juntos porque somos buenos amigos desde siempre y nos venía bien por el dinero. Pero como la confianza da asco, nos acostamos y empezamos a mantener sexo constantemente. Nos hemos convertido en una pareja sin pensarlo ni meditarlo dos veces. Y yo, no te amo. Y no es que crea en el amor, pero no me gusta lo que siento últimamente. Estoy agobiada, desilusionada y desmotivada. Así que quiero irme, salir de aquí por un tiempo.”
“Haz lo que quieras Therese, pero sabes que yo sí te quiero. Podrías haberme dicho que no me quieres hace tiempo, antes de continuar teniendo sexo conmigo. Parece que hayas jugado conmigo.”
“No era mi intención, pero me he dado cuenta tarde.”
“Me iré un tiempo a casa de mis padres cuando vuelvas del viaje.”
“Puedo mudarme yo a otro apartamento, sé que este te gusta mucho”
“Bueno, cuando vuelvas hablaremos…Podríamos volver a ser buenos amigos”
“No sé Richard…”
“Me voy, pásalo bien en tu viaje.”
“No hace falta que te vayas todavía”
“Pero no soporto esta situación”
“Vale…”
¿Por qué Therese no quería a Richard? Era un chico maravilloso, listo y atractivo. La trataba fenomenal, pero ella tenía la necesidad de sentir algo más. Sentía que se estaba conformando con tenerlo a él, aferrándose a él por miedo a no encontrar a alguien mejor. ¿Se consideraba egoísta? Sí. Y exactamente, ¿que no tenía Richard que Therese buscaba incondicionalmente? Ni ella misma lo sabía…
He leído tanta poesía e historias de amor que me estoy volviendo loca. No creo en el amor típico de las historias de Disney, y odio las películas de amor porque son irreales. Entonces, ¿por qué no quiero a Richard? No sé qué sensaciones y sentimientos estoy buscando, porque no existen. Pero de momento, estoy segura de que con él no quiero estar.
Dos días después, Therese preparaba su maleta con la ayuda de su amigo Dannie, a quien le hubiese encantado acompañarla pero trabajaba hasta agosto. Iría a visitar Atenas, Santorini, Mikonos, Thásos, Skópelos, Damouchari y Pelion. Se ospedaría en casas rurales con el dinero ganado como camarera y disfrutaría de su soledad. También podría hacer fotos y el viaje le sería muy útil para su máster. Todo era perfecto.
CAROL – 1 de Julio de 2015
Carol llevaba una semana discutiendo con Harge para que firmase los papeles del divorcio, pero él no quería. Si no tenía a Carol, se acababa su fama y su dinero. Así que la estaba chantajeando con Rindy y todo lo que Carol quería con tal de no firmar esos papeles.
“Abby, necesito irme lejos antes de comenzar la grabación de Blue Moon. Harge me va a volver loca con todo el tema del divorcio. Y Rindy está en un campamento de verano, así que prepárame algún viaje, por favor.”
“Pero, ¿quieres ir sola?”
“Sí, bueno siempre estarán los paparazzi y Sam” dijo Carol riéndose.
“Pobre Sam, siempre yendo donde tú vayas.”
“Para eso le pago”
“Pues ayer ví Mamma Mia!, y quedé encantada con las islas griegas. ¿Quieres ir allí?"
“Me encantaría. Así podré ver la Acrópolis de Atenas, que siempre me ha encantado”
“ ¿Te preparo un viaje en el que empieces en Atenas y vayas visitando las islas más bonitas?”
“Perfecto. Tan pronto como sea posible”
“¿En dos días?”
“Maravilloso.”
CAROL Y THERESE – 3 de Julio de 2015.
“No te pierdas en las islas griegas y vuelve sana y salva.” Dijo Dannie, abrazándo a Therese en el aerouperto. “No sé cómo vas a sobrevivir allí con la ubicación tan mala que tienes Therese”
“Tranquilo, ¿para qué están los guías?”
“De todas formas, ten cuidado. “
“Lo tendré.”
De momento vieron un oleaje de flashes de cámaras gritando ¡Carol, Carol, ¿dónde vas? Carol! Y Therese preguntó a Dannie que quién era porque como era bajita no pudo ver la cara ni el cuerpo de aquella famosa. Dannie le dijo que tampoco la había visto, pero que parecía que iban en el mismo avión.
“No creo que esa famosilla vaya a ir en la clase turista”
“Yo tampoco lo creo, pero así mejor, odio a los famosos Dannie.”
Durante el vuelo, Carol no podía parar de pensar en por qué había tenido la necesidad de hacer un viaje sola, y encima a Grecia, que estaba a tantas horas de distancia de NY. Pero las cosas pasan por algo, así que si tenía que ir a Grecia era por alguna razón. Abby le dijo que tuviese cuidado y que no hiciese nada de lo que se pudiese arrepentir, porque era una famosa y todo lo que hiciese podría ser visto en internet. Aunque en las islas griegas, no habrían tantos fotógrafos (eso pensaba Carol).
Therese, no volvió a escuchar el nombre de Carol otra vez y estuvo leyendo La Señora Dalloway de Virginia Woolf durante todo el vuelo. Al lado se le sentó una mujer mayor muy pesada, que no paraba de decirle que Virginia Woolf no era buena escritora porque fue lesbiana y se suicidó y eso en la religión no está bien visto. Estuvo a punto de pegarle a aquella señora, pero mantuvo la calma y la ignoró.
A Therese le encantaba imaginarse la vida de las personas que por alguna casualidad pasaban por su vida, aunque fuese un instante. Miró fijamente a la gente que estaba en la clase turista y se preguntaba por qué todas estas personas de diferentes partes de NY o del mundo, se había reunido en este avión para ir a un mismo destino.
Por fín llegaron a Atenas. Carol había reservado la mejor habitación del Adam’s Hotel, mientras Therese estaba en ese mismo hotel pero en la habitación más barata. Pasarían unas cuantas noches allí en Atenas, así que no quiso reservar en una casa rural, si no en un hotel.
Llegaron a la hora de cenar, así que Therese fue a un supermercado a comprar sándwiches, porque no quería gastarse mucho dinero en el bufet del hotel. Mientras bajaba por las escaleras, se encontró a una mujer rubia de unos 30 años. La mujer la observó fijamente a los ojos y a Therese se le cayó el dinero al suelo de la vergüenza que le había provocado esa mirada.
“Lo siento” Dijo Therese sonrojándose.
“Tranquila” Dijo Carol riendo.
Carol no sabía por qué estaba mirando a esa chica, que debía tener unos 10 años menos que ella, pero algo misterioso en ella le había maravillado. Hablaba su idioma e incluso parecía norteamericana, pero no la había reconocido (menos mal, porque no quiero encontrarme a muchos fans) . Le ayudó a recoger su dinero, y las dos continuaron su camino. Carol subió a su suite, y Therese fue al supermercado pensando en por qué esa mirada le había causado tal extraña y placentera sensación.