Otra actriz...
THERESE – 28 de Febrero, 2016
Therese no quería ver aquellos malditos premios. Nunca los había visto porque creía que Hollywood era un negocio sucio e hipócrita que movía miles de millones de euros. No sabía nada de celebrities. Ella prefería leer, leer e imaginarse su propio mundo a manos de las muchas descripciones de los libros. Cuando veía una película, no tenía esta sensación y lo que más odiaba eran las adaptaciones cinematográficas de sus libros preferidos. Una película nunca superará a un libro.
Sin embargo, este año ELLA estaba nominada a mejor actriz. Cuando digo ella me refiero a Carol Aird, una actriz famosísima estadounidense de unos 35 años de edad. ¿Y por qué Therese quería verla? Bueno, en realidad no quería. Pero hacía siete meses que no sabía nada de ella y aunque la odiase todavía se preocupaba por ella. Así que encendió la TV y la primera imagen que vió fue ella pasando por la alfombra roja con un deslumbrante vestido de Armani que le quedaba como un guante. Su pelo rubio y sus ojos grises destacaban entre los demás y las cámaras la buscaban incondicionalmente. “Carol, Carol, Carol please! Look at me!” Se escuchaba de fondo. Therese la vió durante unos minutos, apagó la TV y empezó a llorar. La herida que le había causado aquella mujer todavía no estaba curada.
Que le den a ella y a su hipocresia, pensó. Así que decidió llamar a su mejor amigo Dannie y salir con él a tomar unas copas.
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“Therese, pareces un poco distante. ¿Estás bien?” Le dijo Dannie.
“Sí, sí. No te preocupes. Es solo que estoy un poco agobiada debido a la Universidad y estaba pensando en todas las cosas que he de hacer esta semana.” Mintió.
“Esta noche son los premios Oscar, ¿lo sabías? Como sé que no te gusta nada el cine…”
No me digas... "Sí, lo sé. Y sí, todavía sigue sin gustarme el cine. “ Dijo Therese sonriendo.
“Yo no sé cómo puedes vivir así, Therese. Me preocupa que no te gusten películas como The Notebook, Titanic… y esos romances patéticos que os gustan tanto a las mujeres. “
“Primero, el amor de las películas y los libros es una invención para que creamos falsas expectativas. El amor no existe, existe el desamor y la decepción. Segundo, si me gustasen las películas, mis preferidas serían las de Marvel o las de Harry Potter, donde el amor está en segundo plano.
“Hermione y Ron, Harry y Ginny…”
“Venga ya Dannie. Todos sabemos que Hermione y Ginny eran lesbianas y estaban liadas entre ellas. Lo de Harry y Ron era solo una tapadera.” Bromeó Therese.
“Por el hecho de que tú seas lesbiana no significa que los personajes femeninos de cada historia tengan que serlo. “ Dijo Dannie sonriendo mientras bebía de su copa.
“Mi imaginación va más allá de las fronteras estereotipadas de la sociedad. Si yo quiero que Ginny y Hermione sean pareja, lo son y punto. Ah y no soy lesbiana, soy bisexual”
“¿Por eso dejaste a Richard hace 7 meses y te fuiste de viaje sola? Y… ¿por eso no paras de mirar a la chica esa que acaba de llegar en vez de fijarte en los cuatro chicos de tu derecha que no paran de mirarte? Le reclamó Dannie.
“No hablemos de Richard, por favor. Sabes que él y yo no encajábamos, además nunca tuvimos una relación, solo vivíamos juntos. Y me fui de viaje sola porque lo necesitaba. Necesitaba evadirme de mi alrededor y experimentar nuevas emociones. Y si estoy mirando a esa chica es porque tiene el mismo abrigo que yo” Dijo Therese.
“Como el lesbianismo… ¿eh? Desde que conociste a la mujer misteriosa, de la cual nunca me has contado nada, ni si quiera me has nombrado su nombre, estás diferente. Aunque me gusta, es como si hubieses madurado y estás más segura de tí misma.
“Esa mujer cambió mi vida. Pero ya sabes, las personas van y vienen. Unas se quedan y otras se van. Tú estás aquí conmigo, y te doy las gracias por ello, Dannie. Y ahora, si me permites, voy a hablarle la chica del abrigo”.
“También me alegro de que permanezcas en mi vida, Therese. ¿Ya has activado tu gaydar?”
“Ya hace tiempo que lo tengo activado.” Sonrió Therese y fue en dirección a la chica.
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“Me gusta tu abrigo” Le dijo a la chica, de repente. Therese era malísima empezando conversaciones, pero como ya llevaba unas copas de más, había dejado la vergüenza de lado.
“¿No será por el hecho de que lo tienes igual? Dijo riendo la chica. Tenía el pelo y los ojos de color castaño y llevaba unos jeans ajustados con unas botas negras. Llevaba una guitarra consigo.
“¿Cómo lo sabes? ¿Te has estado fijando en mí? Dijo Therese sonrojándose.
“Sí, porque no parabas de mirarme y me he sentido observada. Pero me alegro que hayas venido. ¿Aquel chico es tu novio?” Dijo la chica señalando a Dannie.
“¿Por qué te alegras? No, es mi amigo.” Dijo Therese observando a Dannie, que también estaba charlando con otra chica.
“Porque así he podido comprobar que eres igual de guapa de lejos que de cerca. Por cierto, mi nombre es Genevieve Cantrell, pero mis amigos me llaman Gen.
“Uh.. oh.. Gracias supongo. Tú también eres muy guapa. Yo me llamo Therese Belivet” Respondió Therese dándole dos besos en la mejilla como presentación. “¿Te puedo invitar a una copa?” Preguntó Therese, con su típico color rojo que le aparecía en las mejillas cuando tenía vergüenza.
“Sí, sería un placer.” Dijo Gen con una sonrisa en la cara. Therese cogió su copa y le pidió una a ella y juntas fueron a sentarse a la mesa más próxima.
“Bueno… ¿Y a qué te dedicas?” Preguntó Therese.
“Pues querría ser actriz, pero de momento hago mini conciertos en sitios como este con mi guitarra, por eso he venido esta noche…” Dijo Gen suspirando. ~Otra actriz no por favor…~ Pensó Therese.
“¿Y por qué suspiras? ¿No disfrutas tocando la guitarra?”
“¡Sí, claro! Pero hoy son los Oscars y mi actriz preferida, Carol Aird, es la favorita para ganar el Óscar a la mejor actriz. No me gustaría perderme el momento en el que la nombran ganadora.”
Esto no está pasando. Odio mi vida. Fuck, fuck, fuck!!!!!!