Tal vez
“¿Cuándo regresará papá?”
“No lo sé”
“Nunca tarda tanto tiempo en regresar. Van ‘así’ de días y no ha regresado a casa. Lo extraño”
La pelinegra niña extiende sus dos manos al frente tratando de explicar los días que tiene sin ver a su padre. Diez en total.
Su madre sigue remendando una vieja blusa y su mirada se vuelve helada.
“Y desde entonces no he podido leer mucho de mi libro. Papá prometió que me seguiría ayudando a leer”
“¡Nunca! ¿Está bien? Tu padre no va a volver nunca”
Los ojos de la niña se abren como platos y siente algunas lágrimas haciendo su paso a través de ellos.
“Pero… él lo prometió”
“Tu padre prometió muchas cosas, pero jamás cumplió ninguna. Estoy segura que se murió sólo para no hacerlo”
La niña jura que puede escuchar su corazón romperse en mil pedazos. Muerto. Su padre ha muerto y no va a volver nunca.
El llanto es ya constante en su rostro y la pequeña comienza a correr con todas sus fuerzas, no sabe a donde, sólo sabe que tiene que irse de ahí.
Sus piernas se siente débiles y por más que intenta recomponer el paso, sus extremidades no se lo permiten. La niña comienza a caer en sus rodillas derrotada.
El cerebro de K puede reconocer esa escena, es la misma que recurrentemente la visita por las noches.
Esta ocasión es diferente. La peligra siente dos brazos alrededor de su pequeña anatomía; dos brazos que le sostienen y le detienen antes de tocar el piso mientras sigue llorando. El abrazo es firme pero con el suficiente cuidado, como si la persona tuviera miedo de que se rompiera al tocarla.
“Despierta, Kitten”
Esa voz…
K abre los ojos lentamente, la luz es demasiado brillante que le imposibilita enfocar la vista. La pelinegra no sabe dónde se encuentra y cierra los ojos para adaptarse al nuevo espacio.
“Kitten!”
Cuando los vuelve a abrir puede percibir el blanco y espacioso lugar que le rodea. Con un gruñido desenreda las sedosas sábanas de su cuerpo y camina hacia la puerta de la habitación para abrirla.
Al pie de ésta se encuentra la pequeña rubia que la mira de arriba abajo para inmediatamente darle la espalda, no sin antes mostrar el carmesí de sus mejillas prenderse como fuego.
“¡Oh, por dios! Buenos días. Sólo quería avisarte que el desayuno está listo y que estamos todos esperándote para comenzar; pero no hay apuro alguno si necesitas más tiempo, toma todo el que necesites. No es que a la comida le puedan salir pies y camine o desaparezca de repente”
La pelinegra se recarga sobre la puerta cruzando sus brazos al frente y mira hacia abajo sobre su cuerpo para darse cuenta que su desnudo cuerpo se encuentra sólo cubierto por unos pequeños negros boy-shorts y un sostén que hace juego. La noche anterior viene a su mente, después de despedirse de la rubia, K tomó un breve baño, el primero en su vida en una bañera, y al buscar entre los cajones del closet, pudo encontrar el conjunto. En su tiempo viviendo en el motel, la pelinegra simplemente dormía con la ropa del día; principalmente porque en diversas ocasiones algún ebrio vecino del edificio intentaba entrar a su cuarto ‘accidentalmente’; pero esa noche K no quería perder la oportunidad de que su piel sintiera por completo la tersa tela de su nueva cama.
“Buenos días, Cupcake. ¿Quieres pasar? Estaré lista en unos minutos”
Kitten sonríe complacidamente al escuchar a la rubia trastabillar con sus palabrerías.
“¡No! Es decir. Te espero abajo, te esperamos, todos, todos estamos abajo esperando para desayunar. Ok. ¡Bye!”
La rubia apresura sus pasos tropezando con el librero en el pasillo antes de desaparecer en las escaleras.
La pelinegra deja salir una risa y vuelve a su cuarto para ponerse sus viejos jeans desgastados y una playera sin mangas de la nueva ropa. K piensa que ni loca se pondría algo más de la nueva ropa que hay en su closet, todo parece muy propio para su estilo.
Después de desayunar, el equipo se prepara para recibir al señor Vordenberg y Kitten no sabiendo qué debe hacer repasa los libros que se encuentran en la habitación.
“Es un gusto ver que has decidido quedarte con nosotros”
Dice el señor Vordenberg en cuanto entra al cuarto.
“No es que haya recibido una mejor oferta”
Contesta la pelinegra subiendo sus hombros y dejando el libro que tenía entre sus manos en su lugar.
“Bookworm me ha hecho saber que ya han decidido tu nombre. Kitten. Me parece adecuado”
“Era eso o ‘Bagheera’”
El señor Vordenberg rompe en carcajadas dando un par de palmadas en el hombro a la mujer que de inmediato se tensa ante el gesto haciendo que el hombre retire su cercanía.
“Bien, Kitten, bienvenida. Es momento de empezar”
Los demás miembros del equipo hacen su camino hasta la mesa para tomar sus asientos. Kitten se queda parada sin saber qué es lo que corresponde hasta que T.A. le pega a Zeta en el brazo para que le de su asiento.
“¡Oh! No importa, puedo quedarme aquí. O podría sentarme en las piernas de Cupcake, sería más cómodo”
La pelinegra lanza una mirada retadora a la rubia que de inmediato abre sus ojos y mira alrededor de la mesa ofuscada por la proposición.
“Uhm. Yo…”
“Sólo bromeo, cutie. El asiento del cachorro está bien”
Kitten puede ver a Cupcake respirar aliviadamente y suelta una pequeña risa que es acompañada por la de la pelirroja de cabello corto. Por el contrario, la enorme pelirroja la mira amenazadoramente mientras camina hasta la silla.
“Dean, espero que mañana mismo haya una silla más en la mesa”
Dice el señor Vordenberg y la pelirroja asiente mientras escribe su petición en su agenda.
“Estando todos reunidos, podemos empezar. Como algunos de ustedes ya han podido ver en el expediente, nuestra nueva misión es una de las más grandes que se nos ha presentado. El caso es diferente, aunque generalmente somos nosotros los que escogemos al soñador; esta vez, ha habido un solicitante. El señor Sherman Hollis nos ha pedido ayuda”
Las pantallas se prenden y muestran la fotografía de un hombre de mediana edad con poco cabello y mirada amigable. Cornelious continúa.
“El señor Hollis y yo nos conocimos en nuestros tiempos de juventud, aunque sé que no debo pedírselos es importante que sepan que esto más que una misión de trabajo, es un favor personal y espero su mejor desempeño en ello”
Todos asiente ante las palabras del señor Vordenberg. Todos menos Kitten que no sabe a ciencia cierta de qué va toda la reunión.
“¿Quién es el soñador?”
Pregunta Cupcake.
“La madre de su esposa. Lilita Morgan”
“Lilita Morgan, da a luz a una sola hija, Eileen Morgan; que se casa con su novio desde la infancia, Sherman Hollis. Él y Eileen, después de años de buscarlo, tienen una hija, Laura Eileen Hollis. Eileen muere cuando la pequeña apenas tiene cinco años en un accidente automovilístico, convirtiendo al señor Hollis en un padre sobreprotector que con ayuda de Lilita cuida de la niña”
Interviene T.A. agregando unas cuantas fotos más a la pantalla principal.
La primera de una alta mujer con otra más pequeña, ambas comparte un rubio cabello largo que cae en sus hombros. La segunda fotografía deja ver a un señor Hollis mucho más joven, abrazando por la cintura a la pequeña mujer que se mostraba en la primera; ambos están sonriendo a la cámara. La tercera es de la pareja con un pequeño bebé entre sus brazos, aunque los dos están mirando a la niña se puede ver su felicidad en sus rostros. La cuarta es de una rubia apenas con unos años de vida, su feliz mirada refleja la misma que la de su madre.
“Cuando Laura apenas llega a la adolescencia comienzan los problemas entre ella y su padre. El señor Hollis lo atribuye a que su hija siente que será rechazada por su sexualidad, lo que es incomprensible por su padre que siempre la ha apoyado en todo”
“Pero ahí no queda todo. Laura comienza a relacionarse con una joven unos años mayor a ella, de la que queda completamente enamorada. Danielle L. que la convence para robar parte de las joyas de su familia y huir con ella. Laura desaparece de la tierra hasta que unos años después se aparece en la casa que su abuela comparte con su padre para pedir más dinero, la tierna niña que Lilita había conocido no existe más. Laura tiene cerca de quince años, ha pisado la cárcel repetidamente y es adicta a un sinfín de drogas. Sherman hace el esfuerzo para sacarla de ahí y ¿Cómo se lo paga Laura? robando y desapareciendo de nuevo con rumbo a los Estados Unidos. Al menos es lo último que su padre escucha sobre ella”
El señor Vordenberg complementa la información.
Hay un nuevo set de fotos en las pantallas. Una alta mujer de cabello castaño hasta los hombros y mirada perdida, ‘Danielle L.’ se puede leer en cartel que tiene frente a ella; seguramente de uno de sus arrestos. La siguiente es una de Laura Hollis en la misma situación, el rubio cabello color miel se ve revuelto y las bolsas debajo de sus ojos no dejan ver ninguna similitud con esa pequeña niña feliz.
“Lilita ha sufrido bastante, con la muerte de su hija y la primera desaparición de Laura no queda mucho de su corazón para soportar la segunda huída de su única nieta. Para Sherman, la mujer ha sido como una madre y después de la muerte de su esposa, es su única compañía en la vida; por lo que inventa que ha hecho una ‘venta de garage’ para ocultar el robo y le hace saber que Laura ha aceptado ser enviada a Estados Unidos a una clínica para recuperarse de sus adicciones”
Kitten continúa escuchando el relato y le parece estúpido que alguien haya querido escapar de aquellas personas. Si, como dice el señor Hollis, no ha habido ningún problema con su sexualidad, la pelinegra no concibe que alguien quiera alejarse de una familia que le acepte de tal manera.
“La señora Morgan comienza a sospechar del silencio de su nieta y culpa al señor Hollis de que los haya abandonado. Para evitar que Lilita investigue por su cuenta sobre el paradero de su nieta, Sherman comienza a enviar cartas firmadas por ‘Laura’. En ellas cuenta una nueva vida después de su supuesta salida de la clínica de rehabilitación. Laura es aceptada en una de las mejores universidades de Estados Unidos, donde estudia periodismo y se gradúa como la mejor de su generación. Laura conociendo a una mujer llamada Carmilla Karnstein, que estudia en su universidad y con la que comparte el dormitorio; para después enamorarse perdidamente de ella y hacerse su novia. Laura obteniendo un internado en uno de los mejores periódicos de la región. Laura comprometiéndose con Carmilla. Laura siendo una de las mejores periodistas en el país. El plan de hacerla ocupada en su trabajo viene bajo la insistencia constante de Lilita porque regrese a visitarla”
“Todo va perfecto, hasta que sin que el señor Hollis pueda impedirlo la señora Morgan recibe una llamada directamente de Laura, la verdadera Laura; haciéndole saber a su abuela que regresaría a Austria en un par de semanas. La llamada es hecha desde Nueva York confirmando la información del señor Hollis”
Interviene ahora Bookworm poniendo reproducir a un archivo de audio en el que se escucha la voz temblorosa de una anciana mujer y el murmullo de otra diciendo lo que el hombre antes ha aclarado. La llamada se corta antes de que la mujer mayor pueda preguntar algo más.
“¿Necesitamos evitar que el avión llegue?”
Cuestiona Cupcake nuevamente.
“Eso no será necesario”
Responde el señor Vordenberg revelando una nota de primera plana que deja leer un titular ‘Terrible accidente acaba con la vida de 150 pasajeros y su tripulación’
Dean deja salir un ‘¡Oh! Dios mío!’ mientras tapa su boca y LAF acaricia su espalda para reconfortarla.
“Pero, si Laura ha muerto; no veo cuál es el problema”
Dice Zeta.
“Sherman no ha comentado nada a Lilita al respecto. Su salud se ha visto deteriorada con el paso de los años y el señor Hollis no cree que su corazón pueda resistir una noticia como ésta”
Aclara el Señor Vordenberg con aprehensión en su rostro.
“Entonces, alguno de nosotros debe hacerse pasar por Laura”
Concluye Cupcake.
“Precisamente. Laura y Carmilla deben presentarse en casa de la abuela para hacerla feliz en lo que quizás sean sus últimos días. Luego de un par de semanas, Laura recibirá una importante llamada de trabajo que le hará regresar a los Estados Unidos y con ello darle a su abuela la tranquilidad de morir sabiendo que su nieta obtuvo todo lo que algún día deseó para ella en su vida y que es una persona de bien”
“¿Cómo es que ‘Laura’ escribe a su abuela y ésta no pide alguna otra información? Es decir, ahora hay correo electrónico en el que se pueden enviar imágenes o aplicaciones que permiten video-llamadas. Escribir cartas en esta época parece algo arcaico, por más romántico que suene”
La voz de Kitten se deja escuchar en la habitación por primera vez y todo el equipo voltea a verle con sorpresa. Ninguno de ellos ha pensando en ese específico razonamiento.
El señor Vordenberg sonríe, mientras Cupcake levanta sus cejas con asombro embelesada por el interés de la pelinegra, que puede sentir un embarazoso calor recorrer su rostro por tanta atención prestada a su persona.
“¡Oh! Excelente pregunta, Kitten. A la muerte de su esposa Eileen, Sherman se convirtió en un paranoico y al tratar de proteger a su familia evitó cualquier tipo de contacto con la tecnología del momento dentro de su casa; por lo que para Lilita no es raro que Laura hubiese elegido escribirle cartas dirigidas directamente a ella. Además, la señora Morgan presenció la última pelea entre el señor Hollis y su hija, piensa que Laura no hablará por teléfono si hay la oportunidad de que su padre sea el que conteste”
“Sólo que la verdadera Laura sí tomó el riesgo”
La pelinegra dice asintiendo y comprendiendo la información.
“Bueno, es obvio para todos que Cupcake será Laura ¿Pero quién será su adorada prometida Carmilla?”
Pregunta LAF atrayendo todas las miradas.
“¿Yo? ¿Laura?”
Cupcake le mira confundida y la pelirroja gira sus ojos.
“No sé si lo has notado, pero eres la única rubia de todos nosotros, además tu estatura te hace tan pequeña como ella”
Clarifica la pelirroja con una sonrisa burlona y Kitten no puede evitar soltar una carcajada.
“¡No soy tan pequeña! ¡Y tú apenas eres unos centímetros más alta que yo!”
Grita la rubia a la peligra señalándola amenazadoramente con un su dedo índice.
“¡Hey! Centímetros son centímetros, Cupcake. Puede ser que por eso no te dejen subir a la montaña rusa y a mí sí, cutie”
La pelinegra contesta con una amplia sonrisa encogiendo los hombros y guiñándole a la rubia. El salón completo ríe ante la aseveración, pero todos se callan cuando Cupcake los mira de manera intimidatoria. Kitten está segura que a pesar de su corta estatura el carácter de la rubia es tan determinado que cualquiera le tendría miedo, incluyendo a los dos altos gigantes en el cuarto.
“Como bien afirma LAF, Cupcake es la indicada para este trabajo; no sólo por su físico; sino porque es la que más experiencia tiene en las misiones. Además, conozco a Sherman desde que éramos niños, estoy seguro que se llevarán a la perfección”
Confirma el señor Vordenberg.
“Creo que dejando fuera a Bookworm y a Zeta, por obvias razones; la mejor opción es que me vaya preparando para interpretar a Carmilla”
Dice de manera segura T.A.
“Eso no será necesario T.A.”
El señor Vordenberg dice de manera neutral. Todos en la habitación se quedan pensativos y la enorme pelirroja frunce el ceño ante el desdén de su jefe.
“Carmilla será un papel representado por Kitten”
“¡¿Qué?!”
Gritan todos al unísono, la pelinegra dentro del sorprendido grupo.
“¡Pero no tiene ni un día con nosotros! ¡No tiene la menor idea de cómo trabajamos! ¡Podría arruinar toda la misión!”
T.A. se levanta de su asiento golpeando la mesa con sus manos.
“¡Oh! Si Xena aquí quiere el trabajo, por mí está bien”
Dice Kitten evitando sentirse molesta por las palabras de la pelirroja y por la sorpresa de todos los demás. No es como si la peliengra estuviera emocionada por la idea de tener que representar a alguien más; ni siquiera ante la posibilidad de que sea la ‘prometida’ de Cupcake. No, de ninguna manera es que ella quiera hacer ese papel.
“No hay forma. El señor Hollis ha sido muy específico en las cartas que ha escrito como ‘Laura’. Carmilla tiene el cabello negro y es tan sólo un par de centímetros más alta que Laura”
Interviene Bookworm
“¡Ja!”
Grita Cupcake señalando a la pelinegra que gira sus ojos ante el entusiasmo de la rubia.
“Sherman llegará aquí mañana por la mañana, le ha dicho a Lilita que tiene algunos negocios que arreglar en la ciudad; por lo que tendrán unos días para trabajar con él y saber a detalle lo que en sus cartas le ha hecho saber a la señora Morgan. Creo que por hoy pueden descansar, nos esperan unas semanas de mucho trabajo”
El equipo comienza a recoger sus cosas y el debido papeleo para comenzar a sumergirse en la misión.
Por su parte, el señor Vordenberg hace su camino al vehículo para que Bookworm lo lleve a su residencia. Antes que logre subir a la camioneta alguien grita su nombre, es Kitten que viene corriendo detrás de él y Cornelious detiene sus pasos para esperarla.
“Kitten ¿Está todo bien? ¿Necesitas algo?”
“Sólo quería darle esto”
Dice la peliengra extendiendo su mano que sostiene un sobre de color blanco, el mismo que el señor Vordenberg le había entregado el día anterior con dinero dentro de él.
“No entiendo”
“Usted dijo que si no volvía o aceptaba el trabajo podía quedarme con este dinero; pero he aceptado, entonces esto no es necesario”
El hombre deja escapar un respiro descansando los hombros. Le conmueve la honestidad de la mujer frente a él, con ello confirma que, una vez más, no se ha equivocado al elegir a la peliengra para formar parte de su amado equipo.
Kitten no es sólo determinada en sus acciones, sino que además posee esa habilidad innata de preocuparse por el bienestar de los demás, por más que la pelinegra haga hasta lo imposible por querer demostrar lo contrario. El señor Vordenberg sabe que la vida de Kitten ha sido demasiado complicada como para hacerle romper esas barreras entre las que ha guardado su corazón durante todos esos años; pero está seguro que si hay algo que pueda hacerlo es su equipo. Y alguien en específico, definitivamente será Cupcake.
“Toma el dinero, Kitten. Estoy seguro que esos jeans no fueron los que Perry eligió para ti y si hay algo más que necesites tienes ahora con qué comprarlo”
“No. Usted dijo…”
“Sé lo que dije. Ahora trabajas para mí y acatarás mis órdenes”
Kitten mira pensativa el sobre en su mano.
“Me lo quedaré pero sólo con la condición de que sea mi primera paga y no aceptaré más hasta que se acabe”
El hombre sonríe ante la testaruda mujer.
“Está bien, si así lo quieres”
La pelinegra asiente y guarda el sobre en su bolsillo trasero. El hombre le desea buena tarde y está a punto de girar para continuar su acción cuando puede ver a Kitten morder su labio inferior; Cornelious sabe que algo más ronda por la mente de la mujer.
“¿Hay algo más que quieras decirme?”
Kitten mira hacia el suelo con el ceño fruncido intentando encontrar valor para lo siguiente que va a decir.
“¿No cree que es mejor que T.A. se haga cargo de Carmilla?”
“¿Estás dudando de mis decisiones?”
“No. Es decir, no lo sé. Es la primera vez que voy a trabajar en una misión y; aunque, ayer con la señora Jordan todo salió bien, sólo fueron un par de horas; no estoy segura si pueda hacerlo bien con una identidad más definida y por más tiempo. ¿Qué pasa si hecho todo a perder como dijo T.A.?”
El hombre se quita el sombrero para ponerlo frente a él entre sus manos que sostienen su elegante bastón.
“Hace algunos años teníamos una misión bastante ‘fácil’ o eso pensábamos todos. Los dueños de una panadería estaban a punto de la bancarrota; necesitábamos ayudarlos para que sus clientes volvieran a creer en ellos. Cupcake debía entrar y hacerse pasar por una famosa bloguera crítica de comida callejera; el equipo debía correr el rumor de su visita a la tienda y cuando Cupcake alabara el pan de los soñadores, el resto sería ‘pan comido’, de manera literal en este caso. Aunque, lo fue; porque Cupcake se acabó dos bandejas completas de galletas, cupcakes y brownies olvidando por completo su objetivo. Mientras Dean compartía sus secretos de horneado con los dueños; T.A. y Zeta se enfrascaron en una batalla para ver quién era capaz de comer más creampuffs. LAF por su cuenta comenzó a correr apuestas sobre eso”
La pelinegra suelta una carcajada, su mente puede recrear por completo la escena, sobre todo aquella parte en la que Cupcake come todos los pastelillos.
“Bookworm debía cuidar la entrada pero se distrajo cuando después de dos horas dentro, ninguno de sus amigos salía de ahí. Eso dio pie a que alguien tuviera la oportunidad de llamar a la policía para acusar a los dueños de correr apuestas ilícitas en su negocio. ¿Te das cuenta de lo ridículo del asunto? ¡Apuestas sobre batallas de comida!”
Kitten ríe aún más y concuerda con el señor Vordenberg, es ridículo.
“El negocio fue clausurado por ello”
La pelinegra deja de reír cuando ve la seriedad en el rostro del hombre.
“¿Ellos perdieron todo?”
“Oh, no. Sólo tuvieron que pagar una multa que afortunadamente fue cubierta por un misterioso nuevo socio que aceptó trabajar con ellos”
Kitten está segura que el señor Vordenberg es ese misterioso socio.
“La panadería ha sido todo un éxito después de eso y anualmente hacen un festival para ver quién puede comer más creampuffs”
La pelinegra pude sonreír de nuevo.
“Así que como ves, no siempre todo sale como debiera al principio; pero las cosas encuentran su rumbo. Así como tú encontraste el tuyo hasta nosotros”
“Yo no estaba buscando esto”
“Tal vez no de manera consiente, tal vez no exactamente esto; pero estoy seguro que hay algo más por lo que estás aquí”
Kitten frunce el ceño una vez más. No entiende del todo cómo es que se supone que ella hizo algo para encontrarse con el equipo o con el señor Vordenberg. O con Cupcake.
“Como sea, todos cometemos errores alguna vez; lo importante en el ‘escuadrón de los sueños’, es que estés segura que siempre hay alguien para cubrirte la espalda; y estoy seguro que en especial hay alguien que nunca te dejará caer”
El hombre pone el sombrero sobre su cabeza y sube al auto no sin antes voltear a la casa.
Cuando el auto ha desaparecido por completo de la calle, Kitten voltea al mismo lugar al que el señor Vordenberg miró antes de su partida y puede ver a Cupcake mirándola de manera aprehensiva por el gran ventanal de la casa.
‘Tal vez sí lo hay’ piensa la pelinegra antes de entrar a la residencia.