20 OS

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20 OS
Summary
En sí, el reto es:Escoger veinte canciones aleatorias de una playlist, y hacer un one shot por cada una de las parejas que quiera.Yo haré una canción por pareja, así que va a ser lo más random que verán porque lo haré de  mis ships.
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Call me devil— NieCheng.

 

Fue cuando surgió una leyenda sobre el bosque, los aldeanos creían que estaba maldito y entonces Nie Mingjue fue al bosque para demostrar que no era así, ya ese era su lugar más preciado desde su infancia la cual siempre fue sombría ya que desde que tuvo edad suficiente estuvo rodeado de distintos maestros que le enseñaban sobre política, matemática, ciencias, etiqueta entre otras cosas dejándole sin tiempo para disfrutar la vida.

Siempre iba para respirar el fresco aire de allí, pero justo ese día el cielo estaba nublado amenazando con llover oscureciendo el camino que usaba para volver. Cuando escucho un rugido bestial detrás de él, se dio la vuelta enfrentándose a un oso furioso por ser molestado en su territorio.

Mingjue se alejó con pasos sigilosos para no alertar al animal lo cual falló cuando cayó de espaldas al tropezar con el cadáver de un venado que supuso era la cena del oso y si no corría ahora él también lo sería y corrió hasta llegar a un lago en el centro del bosque. Sin escapatoria en terreno abierto tomó su sable para enfrentarse al animal, pero solo tenía trece años ¿Qué se supone que podría hacer contra semejante bestia? 

Cuando pensó que no podía ser peor furiosas gotas de lluvia empezaron a caer haciendo enojar aún más al animal que justo cuando iba a atacar a Nie Mingjue fue golpeado por destello violeta enviándolo lejos del adolescente quien cerró los ojos esperando su muerte la cual nunca llegó, abrió lentamente sus ojos solo para encontrarse con la persona más hermosa que nunca haya visto. 

Con el cielo resplandeciendo en relámpagos que hacían retumbar el cielo y la fría lluvia que mojaba todo sin piedad haciendo que las finas túnicas moradas del hombre se pegaran a su bella figura, lo hacían parecer una flor que sin importar que desastres pase, seguía igual de fuerte. Uno de los múltiples relámpagos del cielo pareció materializarse en manos del bello hombre quien lo lanzó hacia el oso convirtiéndolo en cenizas al ser azotado en ese instante y salvando de paso la vida de Nie Migjue. 

El hombre por fin lo vislumbró viendo Mingjue en el suelo, caminó hacia él. 

—Los humanos son siempre tan descuidados siendo tan débiles.— dijo viéndolo con enojo, continúo– ¿Niño qué se supone qué haces en este lugar, qué has pasado si yo no estaba aquí?

—Y-yo, bueno me perdí— admitió con el corazón latiendo a mil, no solo por tener a semejante belleza en frente sino también por casi haber muerto.

- Bien, entonces te ayudaré a regresar.

- No quiero volver allí.

La belleza alzó una ceja con disgusto, para luego decir.

- No es mi problema.

Luego de un largo tiempo caminando entre los árboles, cuando estaban por llegar al sendero que daba a la ciudad Migjue habló.

- Joven Señor muchas gracias por salvarme, ¿podré algún día volver a verte?

- Si tienes suerte, no y ya vete o te romperé las piernas.

- Me llamo Nie Mingjue estaré aquí mañana a las doce del día.— el adolescente ignoró por completo las palabras de su salvador, yéndose con una sonrisa y ojos brillando con determinación.

El hombre solo fingió no escuchar aquello y se fue, después de todo ya había cumplido con lo que tenía que hacer en ese lugar pero luego pareció recordar algo oa alguien y volteó hacia el lugar donde el joven se había ido, frunció el ceño con sospecha .

Luego de volver a su hogar no dejaba de pensar en lo conocido que se le hacia el joven que había salvado hace unos días y terminó por volver al bosque donde lo salvó, realmente no sabía si el chico estaba allí pero tenía demasiado tiempo libre.

Cuando llegó el sol hacía brillar las hojas de los árboles y las coloridas flores dando un espectáculo digno de apreciarse "la naturaleza del mundo humano es realmente hermosa" era una de sus frases favoritas al referirse al reino mortal, justo cuando una sonrisa parecía asomarse en su rostro escuchó fuertes pisadas y se puso en alerta.

El asombró quebró un poco su frío rostro cuando a la persona que esperaba pero más adulta de lo que recordaba, pero luego recordó que probablemente lo que para él fueron días aquí ya pasado unos cuantos años.

—¡Realmente volviste! Pensé que había soñado todo eso.— le dijo el joven con alivio y alegría mal contenida.

- Que las personas estén felices por verme es algo demasiado inusual— le contestó gélidamente.

- Sí eso pensé, leí sobre ti en los libros al principio no lo creí pero luego me dejó de importar.

- Eres un humano extraño.

- Soy un humano que ha estado viniendo tercamente a este lugar para volver a verlo, le debo la vida y sé que usted nunca deja pasar una deuda, mi señor Lucifer. 

Lucifer vio como el joven ya adulto se arrodilló frente a él y eso aseguró su sospecha, el niño que había salvado años atrás era la reencarnación del primer siervo mortal que tuvo, al que luego la historia humana lo llamó Chifeng-zun, aunque el joven que estaba frente a él ahora, se veía más dócil que el que conoció. 

Movido por la nostalgia momentánea que sintió le ofreció una cosa, que estaba seguro se arrepentiría de haberlo hecho.

—¿Quieres venir al reino de los demonios?

Mingjue no cabía en su emoción cuando aceptó aun después de saber que nunca más volvería a pisar el mundo humano. Lucifer abrió un portal con un latigazo de su arma más querida, Zidian. Que podía pasar de un simple anillo a un arma letal con solo el pensamiento de su amo.

Cuando cruzaron el portal Mingjue abrió los ojos viendo árboles de distintos colores como azules con hojas amarillas o rojos, en todo el lugar donde hay flores y animales de todo tipo semejantes a los del reino mortal excepto que como los demonios que eran muy parecidos a las personas tenían cuernos o más de diez ojos con garras largas.
Todos se quedaban mirándolo como un raro espécimen y de hecho en ese lugar quizás lo era.

—¿Qué están mirando? Tienen cosas que hacer, lárguense ya. — ordenó haciendo que los demonios despejaran el camino.

—Mi señor, es bueno que haya regresado tan pronto ya lo extrañábamos.— una voz burlona sonó detrás de ellos arrodillado en el suelo.

- Sí claro, estoy seguro de que te pasaste de fiesta, A-Ning— le respondió al demonio — por cierto aquí puedes llamarme Jiang Cheng sólo los humanos me llaman Lucifer — dijo dirigiéndose a Mingjue, el cual solo respondió asintiendo.

Jiang Cheng pasó de largo al demonio arrodillado y solo cuando estuvo a unos metros de distancia este se puso de pie para dedicarle al nuevo humano de su señor una mirada llena de desconfianza.

—¿Te quedarás ahí parado como un discapacitado esperando a que un demonio venga a divertirse contigo? Mi amado señor se enojará si eso pasa, así que camina— lo empujó bruscamente ganando una mirada amenazante del humano que claramente no tenía miedo.

En completo silencio ambos caminaron a cada lado del rey del infierno hasta llegar a un castillo rodeado por un estanque de flores de loto donde nadaban peces de gran tamaño, Mingjue seguía demasiado sorprendido por la belleza que había en el infierno, las leyendas sobre él estaban completamente erradas.

El reino demoniaco era civilizado como el humano e incluso era más hermoso, dirigió su mirada hacia Jiang Cheng.

《Definitivamente hermoso》

Siguieron su camino hasta la parte interna del castillo decorado con telas de diferentes tonos de morado y decoraciones hechas de madera oscura, todo el lugar era un espacio abierto dejando a la luz natural iluminar todo.

En el centro había un trono con forma de pétalos de flor de loto, donde el rey demonio descansaba como una bella hada coronada, elegante y hermosa.

- Déjanos solos.— ordenó Jiang Cheng al demonio que estaba con ellos quien obedeció de inmediato.

Mingjue quería decirle algo a Jian Cheng que ya había callado demasiado antes de ser interrumpido por un tercero y vio al hombre con el ceño fruncido, el cual le devolvió la mirada analizándolo de pies a cabeza.

- Se parece mucho a Chifeng-zun.

Lo mismo pensé cuando lo vi, es su reencarnación. — respondió el rey en un idioma diferente para que el humano no supiera ese detalle, pero al contrario de lo que esperaban él les respondió.

- Sí, mi señor también me llamo igual que él.

Chifeng-zun no solo era su primer antepasado, sino que también ese era él en su primera vida y luego de separarse de Jiang Cheng ese día lo recordó todo y pasó siete años leyendo sobre él mismo, entrenó y cultivó hasta experimentar múltiples desviaciones de qi pero no le importó eso ni la muerte de su madre quien hasta su último aliento no le demostró ni un poco de afecto y lo mismo pasó con su padre.

Aunque realmente solo recordaba un poco de su vida pasada ya era suficiente para reconocer a la persona a cual fue más cercano.

Jiang Cheng lo vio asombrado al igual que el otro demonio a quien con algo de esfuerzo reconoció como uno de los servidores más sádico y leal del señor del infierno, también fue al que nunca soportaba ver por sus métodos tan sucios y viles pero le reconocía como un mal necesario.

—Wen Ruohan, ha pasado un tiempo.

—¿Cómo?

—Solo lo recordé.

- Creí que era imposible para los humanos recordar su vida pasada– dijo Jiang Cheng sintiendo que algo no estaba bien.

—¿De repente ya no confía en mí Sandu-Shengshou?

Ambos demonio sonrieron con ironía hacía él. Así esa misma noche le dieron la bienvenida con una fiesta que aunque no la quería sabía que en el pasado fue muy respetado por los demonios por haber acompañado a su rey defendiendo el infierno de los ángeles que querían destruirlos.

De a poco recordaba todo eso mientras veía a Jiang Cheng beber vino como si fuera agua y se acercó allí.

—¡Reencarnaste de verdad el General Mingjue! Pero sabes, nuestro rey lloró por un día completo cuando ese maldito ángel te mató.

Y por supuesto reconoció el tono alegre pero burlón del demonio más revoltoso que haya conocido.

—¡Te romperé las piernas si dices algo más!

—Mi rey nunca lo hace, no tengo nada que temer-exclamó borracho usando un Nie Mingjue de escudo para evitar a Zidian.

—Eso no te servirá mucho Xue Yang — informó el humano empujándolo lejos de ese lugar para sentarse al lado de Jiang Cheng.

La fiesta continúo así por una semana entera, después de eso el rey del infierno y su ex general pasaban todo el día juntos ya sea entrenando o cultivando hasta que ya se hizo raro verlos en lugares separados. Los días eran tranquilos en el reino demoniaco.

—¿Recuerdas cuando antes lo único que querías era exterminar a todo aquel que siguiera el camino del mal? —Jiang Cheng susurró a su lado.

—Pensaba que los demonios traían el mal al mundo y que los ángeles eran seres que se encargaban del bien, hasta que te conocí. Me enseñaste que solo los humanos eran los culpables de sus propios male y que para el reino celestial nosotros no éramos más que un objeto de diversión.

—Sí, fue por eso que mi hermana y yo no quisimos estar ahí, ella era una marioneta de ese maldito pavo real. — las palabras del rey del infierno estaban llenas de resentimiento y odio.

Mingjue recordaba cuando fue la boda de Jiang Yanli con Wen Qing, luego de ser hecha para servir a un hombre que no la valoraba siguió a su hermano al infierno con ayuda de Madame Yu cuando fue desterrado por JIiang Fengmian, desde entonces se la conoció como Lilith. 

- Me alegra que ahora esté feliz, pero ¿Qué hay de ti? ¿No quieres la felicidad? —El anhelo en esas palabras era casi palpable.

- Deje de desearla cuando mi propia pareja no hizo nada cuando me enviaron aquí, tan recto y benevolente San Zewu-jun, se quedó ahí con ese hijo de puta nephilim.

- Jin Guangyao.

- Ni siquiera digas su nombre, aunque ya no importa.

Ambos estaban sentados al borde de un acantilado en un paseo por el mundo mortal viendo el amanecer, disfrutando de como la luz del sol hacía cambiar el color de su entorno del anterior azul oscuro a un naranja rojizo. Jiang Cheng llevó su mirada hasta el rostro de su amigo humano solo para darse cuenta de que era observado por él y suspiró como si estaba reteniendo aire desde hace eones y quizás así era.

Se miraban con cariño sin darse cuenta de que el espacio que los separaba era cada vez más escaso, quizás era solo la costumbre de estar cerca uno del otro o si era algo más ahora estaban por comprobarlo.

En algún punto cerraron los ojos apenas sintiendo los labios del contrario, como si una ligera brisa de primavera acariciara con delicadeza y casi temor a una indefensa flor pero ese sentimiento no duró mucho cuando esa brisa se convirtió en un viento furioso separándolos.

Un ser alado vestido con túnicas blancas con bordado de nubes celestes y una cinta en la frente aleteaba con ira frente a ellos.

- Maldito seas Lan Xichen y también la pulga amarillenta que se esconde detrás.

Chispas eléctricas de color purpura salían de Jiang Cheng expresando su ira hacia los dos ángeles que más despreciaba.

—Tu padre quiere que vuelvas, te ha perdonado— anunció con enojo e indignación al ver la escena que se desarrollaba cuando llegaron.

Esas palabras hicieron reír a Jiang Cheng haciendo que los destellos en él se hicieran más agresivos dirigiéndose hacia el ángel como si fuera un pararrayos. 

- Como una mierda que me importa, dile que me gusta mi hogar y que sinceramente su perdón se lo meta por donde más le plazca. Además no creas que no sé por qué estás aquí como un perro arrepentido, el favorito de mi padre es completamente inútil para dirigir el cielo ¿no?

- Wei Wuxian fue desterrado junto con mi hermano por desobedecer las reglas.— Lan Xichen apretaba los puños apenas diciendo esas palabras.

- Jiang Wanyin realmente lo necesitamos.— una tercera voz se sumó a ellos.

- No tienes por qué meterte en esto, ni siquiera eres un ángel verdadero ... hijo de puta.

Las palabras del rey de los demonios eran venenosas y daban justo en el blanco, tal como lo hacía su madre agradeciendo haber heredado todo de ella y no ser como su padre que tenía el mismo carácter del que alguna vez fue su compañero de vida. 

Antes no podía evitar compararse todo el tiempo con Wei Wuxian hasta que se hartó de hacer su propia existencia miserable le dijo a su hermana que ninguno tenía que soportar más y fue cuando se rebeló contra su padre con ayuda de su madre, claro sin involucrar a Yanli en eso para evitar que salga lastimada pero al contrario de lo que esperaban ella también se les unió.

Él y su hermana fueron desterrados al infierno pero su madre no corrió la misma suerte being convertida en lo que a los humanos les gustaba llamar truenos y relámpagos, así que para manifestar su ira su madre hacía retumbar el cielo en las tormentas haciendo estragos.

Y ahora realmente no podía estar más gustoso de que todos los juguetes de su padre lo hayan abandonado, excepto claro por los Lan y los Jin.

- Estoy feliz gobernando en el infierno junto a los Wen ya los que aprecio- miro por un momento a Migjue— No tengo planes de volver, y ya que estás aquí hazme el favor de quemar las flores de loto que dejé en ese lugar. 

- ¡Pero hijo-! 

- Son las que aún mantienen mi esencia de ángel, sí. Ya no lo necesito así que quémalas y vete a la mierda para siempre. Me voy.

Les dio la espalda a los ángeles siendo seguido por Mingjue quien no había dicho no sola palabra, no es que no haya querido pero que sabía que Jiang Cheng era quien debía darle final al peso que seguía después de tanto y se sentía orgulloso de él.

Los ángeles indignados también iban a marchar hacia su hogar hasta que una de las alas de Jin Guangyao empujó accidentalmente a Nie Mingjue haciéndolo caer del acantilado, Jiang Cheng no pudo y tampoco quería esconder su enojo y finalmente disparó un rayo con su mano hacia las alas del ángel, antes de que en su propia espalda salieran unas de color negro como la noche.

Pensando que no iba a lograr alcanzar a su humano se apresuró hacia abajo, sin encontrar rastro de él, la desesperación que lo inundó apretaba su corazón sintiendo como otra vez la misma escena se repetía.

- Por suerte traje mi sable— la voz que nunca lo había dejado solo sonó detrás, dirigió su mirada hacia él viendo a Nie Mingue colgando con Baxia clavada en una roca.

Voló hasta él para llevarlo arriba de nuevo, esta vez logrando salvarlo, al llegar lo primero que vio fue a Lan Xichen con Jin Guangyao moribundo en sus brazos con las alas calcinadas.

- ¿Sabes lo que acabas de hacer? - le preguntó con furia.

- Sí, hice tu trabajo más fácil— contestó con una sonrisa victoriosa sintiendo como sintiendo dentro de él cambiaba, sus ojos se volvieron azul eléctrico dejando ver unas pupilas alargadas como las de un gato, uñas negras y afiladas como cuchillas y una marca violeta con forma de flor en su frente.

—Y también, salvé al amor de mi vida— dijo tomando a Mingjue de la madibula para besarlo, cuando se separaron no le dedico una sola mirada a los ángeles para luego invocar un relámpago que los hizo desaparecer de allí.

────── ◇ ──────

Cuando llegaron al reino demoniaco, Jiang Cheng los había hecho aparecer en su habitación lo cual Nie Mingjue agradeció cuando asaltó con pasión los labios de su amado haciéndolo jadear gustoso del trato rudo de su humano.

Jiang Cheng dio un pequeño salto para enredar sus piernas en las caderas de Mingjue haciendo que este lo apoyara en una pared para seguir besándolo, ambos cuerpos se restregaban haciendo correr deliciosas corrientes de placer en sus cuerpos. Jiang Cheng se separó del beso para recostar su cabeza en la pared exponiendo su pálido cuello, dándole una mirada cargada de deseo a su amante exigiendo en silencio que quería ser marcado allí.

Nie Mingjue tragó seco viendo el cuello de la persona de quien estuvo enamorado por mucho tiempo, se acercó y lamió probando el postre más dulce que pudiera existir hambriento de más, mordió sin compasión haciendo que Jiang Cheng se arquera de placer y moviera su cadera frotando ambos miembros ya erectos.

- Wanyin ...— un sonido gutural surgió de la garganta de Nie Mingjue, llevo sus manos hasta las nalgas de su demonio para caminar hacia la cama donde lo depositó con delicadeza.

- Mingjue, cásate conmigo - más que una propuesta era una orden y el humano estaba más que complacido de cumplir cualquier orden de su rey, su amado y próximamente esposa.

- Sí.

Ambos sonrieron con amor pero volvieron a besarse con pasión, Jiang Cheng aprovechó sus nuevas y filosas uñas para desgarrar la ropa de Mingjue haciéndolo reír, e hizo lo mismo con las ya finas telas de seda, dejando expuesta la piel pálida y hermosa del rey demonio .

Las manos de Nie Mingjue paseaban por todo el cuerpo de Jiang Cheng, delineando cada curva, disfrutando de la superficie suave y caliente por el acto de amor que estaban llevando a cabo. Delineó con sus uñas la columna vertebral del tembloroso demonio debajo de él, en un movimiento rápido lo volteó sorprendiéndolo.

- Mingjue ¿qué estás -... ¡AH! - Jiang Cheng gimió sonoramente cuando sintió una fuerte mordida en su omóplato.

- No sabía que tenías un tatuaje— murmuró en acercándose a su oído, luego de ver la pintura que se extendía por toda la curva de la espalda de Jiang Cheng, la cual era una serpiente enroscada con una flor de loto en medio y que trazaba su camino hacia abajo justo hacia donde estaban las manos de Nie Mingjue.

- No hablemos de eso ahora.

- Bueno, hablaremos luego, ahora solo quiero escuchar otras cosas de tu linda boca.

Nie Mingjue se dedicó a trazar con su boca el mismo camino que el tatuaje en Jiang Cheng, haciéndola resaltar con colores rojizos que quedaban luego de las mordidas que dejaba ahí.

- Mmmm, así se siente bien.

La excitación y el calor en ambos era demasiada, el demonio soltaba jadeos y gemía disfrutando de del placer que le proporcionaban las caricias de la persona que amaba probablemente desde hace mucho, gritó cuando sentí un dedo introduciéndose en él acariciando su interior, luego fueron dos los cuales lo abrían con algo de dolor pero nada que no pudiera soportar.

Jiang Cheng sintió como ahora eran tres dedos que lo follaban sin piedad, buscando el lugar donde lo haría gritar de placer y movió su cadera ayudando a Nie Mingjue a encontrarlo, gimiendo cuando lo hizo. Siendo volteado de nuevo para ver el rostro lleno de deseo del humano, si tan sólo no fuera sujetado tan fuertemente por él.

Llevó una de sus pequeñas manos a la cara de la persona que le estaba haciendo el amor con cariño, Nie Mingjue cerró los ojos respondiendo a la caricia dada. Y luego Jiang Cheng se arqueó cuando el otro continúo dándole placer chupando y mordiendo como un animal en celo, descendiendo hasta su cadera volviendo a introducir los dedos en su interior.

- Mingjue te quiero dentro— exigió mareado, sintiendo como el otro prefería verlo retorciéndose y llorando por él, al no mover sus dedos y evitando llegar a su deseoso y goteante falo.

- Cómo mi señor ordene.

Empujó lentamente dentro de él, disfrutando de su estrecho trasero tan caliente y húmedo. Sin esperar que Jiang Cheng se impulsara posicionándose encima de él, para luego auto penetrarse dejando a Nie Mingjue asombrado pero eso no duró mucho cuando agarró sus nalgas y las separó para llegar más profundo.

Después de esa y otras cuatro rondas, ambos cayeron abrazado, brindándose amor y protección mutuamente.

Al día siguiente con un Jiang Cheng adolorido pero con buen humor le comunicaron al reino demoníaco su unión y todos estallaron en alegría, incluso Wen Ruohan y su pareja Xue Yang felicitaron a ambos por haber encontrado por fin su felicidad.

No esperaron mucho para celebrar su boda, después de todo solo era una fiesta ya que sus almas ya se reino unido hace mucho tiempo. La llegada de Wei Wuxian y su pareja al reino demoníaco no fue sorprendente para el rey demonio, ignorando todo lo que había sufrido antes les ofreció asilo en su reino el cual aceptaron.

Su hermana llegó días después extremadamente ofendida por no haber sido invitada, pero igualmente lloró abrazandolo y amenazando a Nie Mingjue, quien fue apenas salvado por la esposa de su cuñada.

Así pasaron los años.

Nie Mingjue se volvió demonio con la ayuda de Jiang Cheng y vivieron con algunas peleas por el carácter tan único de ambos, pero felices. Luego decidieron adoptar a sus dos hijos.

- A-Yi, A-Sang no corran por el muelle si no quieren ganarse unos azotes con Zidan— gritó enojado Cheng, viendo que sus hijos lo ignoraban.

—Wanyin, no te preocupes son niños— tranquilizó su esposo antes de agregar — si caen al estanque y las sirenas demoníacas se los llevan, no volverán a desobedecer.

Jiang Cheng río ante eso y besó con cariño a su esposo, escuchando cómo los niños efectivamente caían al agua y sus sobrinos Lan Sizhui y A-Ling gritaban asustados.

Separándose del beso Jiang Cheng fue a rescatarlos, dejando a Nie Mingjue con una sonrisa feliz. Realmente no se arrepentía de haber elegido al que muchos llamaban Lucifer, mientras que a él le gustaba llamarlo esposo.

 

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