¿Será verdad?
El adiós estuvo cargado de dramatismo. Gómez, casi llorando, abrazó a los tres con fuerza, prometiendo regalos a la vuelta y llamadas diarias. Morticia, con el mismo cariño, pero menor efusividad, abrazó y besó las frentes de su hijo y la rubia, y lanzó dos besos al aire a su hija sin llegar a tocarla en ningún momento.
- ¡Pasadlo bien, y tened cuidado!
-No te preocupes, Pugsley, nos mantendremos a salvo. Lurch volverá en cuanto subamos al avión, ¿De acuerdo? Mientras tanto, por favor, no destrocéis la casa.
Se despidieron con la mano, el brazo de Enid sobre los hombros de Pugsley, Thing subido sobre el derecho de Wednesday. Ella no alzó la mano, se limitó a despedirse con la cabeza cuando les miraron por última vez, y regresó al interior tan pronto como escuchó el motor del coche. Los otros la siguieron al poco tiempo, el niño con una expresión de tristeza.
- ¡Oh, ya sé! ¡Hagamos mi batido de fruta especial, eso te animará! -la loba agarró la mano del niño, arrastrándole a la cocina, sin resistencia alguna por su parte. Thing saltó sobre su cabeza cuando pasaron a su lado.
-¿Vienes, hermana?
-No. Estaré en mi habitación, escribiendo. No me molestéis
- ¡No se nos ocurriría!
Cogió un café cargado antes de subir a su habitación, bebió un trago, se crujió los nudillos y empezó a escribir sin pensar dos veces. No necesitaba pensar dos veces. 43 minutos habían pasado cuando empezó a escuchar ruidos. La voz de Enid solía ser alegre o tranquila, pero en aquel momento, sonaba furiosa. La curiosidad pudo con ella, y acabó su ya segundo café de un trago para poder usar el vaso como amplificador, pegado a la pared. Parecía estar andando de un lado a otro, haciendo que la voz que, la chica asumió, venía de su móvil, se escuchase sólo a trozos, aunque era capaz de entenderla a ella perfectamente. Intentó concentrarse, confiando en sus entrenados sentidos, y al poco tiempo consiguió acostumbrarse al volumen, captando más y más palabras.
-No me entra en la cabeza que te enfades por algo así.
- ¡No es solo por esto! - ¿Ajax? Sonaba a él- ¿Descuentos para la cafetería? Los usas todos con ella ¿Entradas gratis para el cine? Oh, seguro que a Wednesday la encanta esta película de miedo que odio, iré con ella y me pasaré dos días quejándome de que no puedo dormir. ¡Parece que solo me llamas cuando ella no está disponible, o necesita mi ayuda!
- ¡Si no querías ayudarla, podrías haberte negado!
- ¡Pero quería ayudar! –suspiró, frustrado- Mira, yo la considero mi amiga, ¿vale? No es que la odie ni mucho menos. Es solo que…que parece que ella siempre vaya primero, para todo. Planes, apoyo cuando no te encuentras bien… ¡Estoy aquí para ti, pero solo me tienes en cuenta cuando no puedes estar con ella!
- ¡Es mi amiga!
-¡Y Yoko! Y Bianca, y Eugene, y un largo etc. Pero es muy obvio que no les tratas igual. ¿Y Wednesday? La gustas, eso está más que claro
- ¿Qué?
-Venga ya, Enid. Hasta yo me he dado cuenta.
-Estás celoso.
- ¡Pues claro que lo estoy! Mi novia hace todo con una chica que está pillada por ella, y me llama solo para enrollarnos, o cuando hay planes en grupo.
-Eso no es justo-sonaba al borde del llanto, y el estómago de la morena se encogió. Su lista negra acababa de ganar un nuevo miembro- ¿Así van a ser las cosas? Vale. ¡Hemos tenido como tres citas, y aunque te pedí POR FAVOR que no vinieses fumado, pasaste de mí y lo hiciste igual!
-Yo...
- ¿TÚ QUÉ? -escuchó sus garras arañar el muro- ¿Creías que no me daría cuenta? Primero, cuando fumas todo te hace gracia, TODO, y segundo, SOY MEDIO LOBO. El perfume barato puede engañar a otro, ¿pero a mí? ¡Podría oler esa maría barata a un kilómetro! ¿Tanto te aburres conmigo que no eres capaz de aguantar limpio una cita?
- ¡Me ayuda a calmar a mis serpientes!
- ¡Te hace parecer idiota! Ni siquiera puedes mantener una conversación normal. ¿Sabes qué? Se acabó.
-¿Qué?
- ¡Que se acabó! ¡Te dejo! No voy a seguir forzando algo que claramente no funciona. Eres muy buen amigo, Ajax, pero creo que no nos va bien como pareja.
- ¿Me estás dejando por Addams?
- ¡Te estoy dejando por mí! Esto no va sobre ella, va sobre nosotros.
- ¡Bien! Disfruta de las vacaciones, Enid.
- ¡Lo haré! –escuchó un grito ahogado ¿Quizás contra la almohada?
Se sentó de nuevo, intentando mantener su cara de póker. Su corazón latía desbocado, su respiración empezaba a ser irregular, e intentó controlarse, reclinándose en la silla y cerrando los ojos. ¿Era cierto? Aparentemente, tanto ami…compañeros como familia parecían muy seguros. Sentía algo por Enid. ¿Qué le había dicho a Tyler? Que ella no sería buena pareja, que siempre antepondría sus propias necesidades, que solo se preocuparía por ella misma. ¿Pero era eso verdad? Había intentado ser mejor amiga por Enid. Se preocupaba por su bienestar. Quería asegurarse de que la loba supiese que estaba ahí para ella… a su modo. Y ella lo entendía, y respetaba su forma de demostrarlo. Pensándolo con calma, la idea no era tan descabellada, y era lo que más odiaba. Lo tenía delante de las narices, y la habían hecho falta varias personas, diciéndoselo varias veces, para darse cuenta. Suspiró, aceptando que su hora de escritura había terminado antes de tiempo. Tenía la cabeza hecha un lío. El llanto de la rubia podía oírse desde su cuarto, pero no tenía claro si sería bienvenida en esos momentos, así que decidió esperar. Un par de golpes tímidos a su puerta unos minutos después, seguidos de una cabeza asomando con cuidado por la rendija, la demostraron que había tomado una buena decisión. Tenía los ojos rojos, y algo hinchados, pero era obvio que se había lavado la cara y calmado antes de ir a buscarla.
-Lo has oído.
-Así es.
-Siento haberte interrumpido.
-Tengo tiempo de sobra, no hace falta que te disculpes.
-Ugh...- entró, cerrando la puerta tras ella, y se dejó caer de cara contra la cama-No esperaba que las cosas acabasen así
- ¿Esperabas que acabase?
-Tampoco es eso…exactamente-se dio la vuelta para poder mirarla-Al principio, al menos. Pero cuando empezamos a salir…no era lo que esperaba. ¡No es su culpa! Por favor, no le mates. Es muy buen amigo, pero…nada más. Cuando nos besábamos –apartó la mirada- mis garras no paraban de salir. ¡Y fue a peor! Un abrazo, y ya estaban fuera. Pensé que a lo mejor era una buena señal, que era porque estaba emocionada, o nerviosa, pero busqué algo de información y… no era eso. El resto de lobos me dijeron que significa que no me sentía segura. Aunque mi mente me decía que sí, mi cuerpo reaccionaba al beso como si fuese una amenaza, e intentaba protegerme. El reflejo de lucha o huida-la otra asintió-He sido una novia horrible… ¡él se ha portado muy bien conmigo! Bueno, casi siempre. Sí que me mentía con lo de fumar…
-No es culpa tuya que no haya funcionado-se puso en pie, y caminó hasta estar frente a ella, con los brazos ligeramente abiertos- Las palabras de consuelo no son mi fuerte, así que considera esto mi oferta de apoyo.
- ¿Va en serio?
-Sigo aquí, ¿no?
Sin pensarlo dos veces, la loba pasó ambos brazos por su cintura, sin levantarse de la cama, apoyando la mejilla en su pecho. La morena no se movió, adaptándose al contacto, para finalmente darla unos golpecitos en la cabeza, que acabaron convirtiéndose en sus dedos enredados en su pelo, mientras dejaba la otra mano apoyada sobre su hombro.
-Gracias, Wednesday.
-No hay de qué. Es…un placer.
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La chica estaba confusa. Aceptar al fin lo que sentía lo había hecho todo a la vez mejor y peor. No estaba acostumbrada a los sentimientos, mucho menos a los de índole romántica. Cierto, supuestamente se había sentido atraída por Tyler, pero aquello era diferente. Quizás no pasaron juntos el tiempo suficiente como para que se desarrollasen de la misma forma, quizás confundió cercanía con amor, no estaba segura. Definitivamente, era distinto, y descubrió que la nueva situación la agradaba. Se permitía admirar a la joven, disfrutar su compañía desde una perspectiva completamente distinta. No era tan exagerada en afecto como podía ser su padre, pero había dejado de fingir que odiaba su cariño, e incluso la dedicaba sonrisas esporádicas. Y Enid se había dado cuenta, por supuesto. Aquella era la razón por la que se encontraba sola entre los árboles, hablando con Yoko por teléfono mientras esquivaba ramas. Los hermanos estaban en una llamada con sus padres, así que sabía que tenía más o menos media hora antes de que empezasen a buscarla.
-No, Yoko, va en serio. Está…distinta. ¡Me sonríe! Y esta mañana, cuando Pugs ha venido a darme un abrazo de buenos días, ¡ella ha pasado justo después y me ha tocado el brazo!
- ¿Y...?
- ¡Me ha tocado, aposta! Y no era porque estuviese herida, o llorando, solo porque sí. Está siendo tan…dulce. Bueno, al modo Wednesday, pero, aun así, eso es nuevo. ¡Y empezó justo cuando lo dejé con Ajax!
-A lo mejor es su forma de meter ficha
- ¿Quizás…? Ugh, no sé qué hacer…
-Esto es muy fácil. ¿Te incomoda?
-¡No! Es nuevo, ¡pero en el buen sentido!
- ¿Y quieres que pare?
-¿Qué? ¡No!
- ¿Entonces de qué te preocupas? ¡Disfruta!
-Supongo que tienes razón…
- ¿Qué vas a hacer si intenta algo más directo? ¿Te gusta?
-No lo sé, lo acabo de dejar con Ajax… ¿Quizás es demasiado pronto? No quiero ir rápido y estropear las cosas...
-Oh vaya, sí que te gusta.
- ¡No lo sé! O sea, si, supongo…supongo que sí. Es tan lista, y única, y tan. Tan. Guapa. ¿Te he contado que la vi con el pelo suelto?
-Sí, sí, más de una vez.
-De todas formas, ¿Y si nos estamos equivocando? Estamos hablando de Wednesday, a lo mejor es como se comporta en su casa de normal. Guardia baja y esas cosas.
-Bueno, tendremos que esperar a ver qué pasa, ¿no? Tú mantente informada. ¡Y no te preocupes tanto! Haz lo que el corazón te pida.
-No quiero que Ajax crea que sí le dejé por ella…
-Para empezar, no tiene por qué enterarse, y además, ¿Qué más da? ¡Somos adolescentes! Tomar malas decisiones y que nos lleven las hormonas es lo normal, ¿no?
-Supongo que tienes razón-suspiró, empezando el camino de vuelta hacia la mansión-Suficiente hablar sobre mí, ¿Qué tal tus vacaciones? ¡Cuéntamelo todo!