
Tighnari x Cyno
Las historias hablaban de lo salvajes que eran las criaturas marinas durante la temporada de apareamiento y desde que Cyno era pequeño fue advertido por su padre que en ciertas temporadas era mejor alejarse del mar por el riesgo que existía que alguien lo viera y tratara de forzarlo a hacer algo que no quería. Cyno nunca olvidó eso pero cuando eres el Gran Juez con habilidades de combate y una visión electro puedes permitirte acercarte al mar de vez en cuando porque un pez caliente no es rival para ti.
Cyno se metió al agua y suspiró. Era relajante después de estar todo el día en el caluroso desierto poder sumergirse en las aguas frescas.
El movimiento del agua le advirtió que ya no se encontraba solo y se puso al instante a pensar en un plan. Lo primero era averiguar si era amigo o enemigo.
Se dio la vuelta y vio recostado en una piedra a un chico. Bueno, llamarlo chico no era honesto puesto que era mitad hombre y mitad cocodrilo. Incluso tenía orejas de zorro aunque eso parecía biológicamente imposible y de solo pensar en como eso pudo haber sucedido provocaba repulsión en Cyno.
La criatura lo miró de arriba a abajo y lamió sus labios sutilmente. Los signos que estaba en celo eran obvios.
-Podrías ser mi presa o mi pareja.
-Podrías ser mi cena o mi mascota. Si intentas hacer algo voy a electrocutar estas aguas y sera doloroso.
-Me llamo Tighnari. ¿Cuál es tu nombre?
-Cyno.
Tighnari se veía tranquilo como si no estuviera pasando por una temporada difícil o como si no estuviera siendo amenazado de muerte.
-Cyno ¿ te gustaría aparearte conmigo?
-No.
-Lastima. Si cambias de opinión sobre dejarme tomarte puedes venir aquí.
Cyno salió del agua sin molestarse en responderle y se fue de allí. Sería un payaso si volviera.
Cyno no era un payaso. Era el circo entero porque no solo volvió una vez si no todo el mes entero. Las primeras dos semanas Cyno se mantuvo oculto vigilandolo a escondidas ya que sería desastroso si algún pobre hombre fuera devorado o violado por una criatura lujuriosa de sangre y carne. La criatura en realidad no hizo nada. De hecho hasta podría considerarse que su vida era aburrida, dormía en rocas y estudiaba plantas y animales marinos. Dos semanas después Cyno salió de su escondite y se puso a vigilarlo abiertamente.
-¿Vienes a aceptar mi oferta?
-No. Vengo a vigilarte.
-Lastima.
Ninguno de los dos hablaba cuando estaban juntos al principio. Fue poco a poco que Cyno comenzó a abrirse.
-¿Quieres escuchar un chiste?
-Si me dices otro chiste juro que te voy a ahogar.
Tignari a veces le hablaba de sus estudios sobre el ecosistema y aunque Cyno no entendía nada disfrutaba verlo hablar de sus pasiones.
-Te enseñaré a jugar Invocación de los Sabios.
El juego era entretenido pero Tighnari en realidad jugaba porque amaba ver a Cyno tan concentrado y calculando cada movimiento. Era la primera vez que veía a alguien que se tomaba un juego de mesa con la misma seriedad con la que se tomaría una batalla.
Cada vez que lo veía Tignari le hacia la misma pregunta.
-¿Quieres aparearte conmigo?
-No.
La respuesta era la misma siempre pero lo que cambiaba era su tono de voz. Los primeros "No" estaban cargados de asco y odio pero cada vez se fueron suavizando.
Acostado en su cama no pudo evitar pensar como sería ser tomado por Tighnari. La idea no lo aterraba, al contrario lo hacia llenarse de una lujuria que nunca antes había sentido.
-¿Quieres aparearte conmigo?
-Si.
Tignari abrió los ojos sorprendido. Cyno había pensado en como reaccionaria Tighnari. ¿Le ordenaría que se desvistiera? ¿Él mismo lo jalaría y destrozaría su ropa?
Nada de eso pasó. Tighnari no hizo nada.
A partir de ese momento Tighnari dejó de preguntarle pero en lugar de eso lo besaba tiernamente y lo acariciaba con delicadeza sus cabellos y tomaba su mano.
Era muy lindo hacer eso juntos pero eso no cambiaba el hecho que Cyno deseaba mas. Deseaba ser tomado tan brutalmente que su cuerpo estuviera adornado de moretes y mordidas, que sus piernas dolieran y no fuera capaz de caminar y que Tighnari lo llenara de semen.
Cyno no era alguien sumiso que se quedara sentado esperando que el cambio se diera solo. Si quería que hubiera un cambio entonces iba a luchar por eso.
La proxima vez que lo vio se puso a manos a la obra. Se detuvo en la orilla de la playa y se quitó cada prenda que tenía.
-¿Qué haces?
Cyno no respondió y en su lugar se acercó donde Tighnari y sentándose en él lo beso en los labios. Cyno sonrió orgulloso cuando vio como el cuerpo del otro comenzaba a reaccionar ante esa situación.
-Si quiero Tighnari. Quiero que me hagas tuyo. ¿Me aceptas como tu pareja?
-Tonto. Llevo esperando desde que te conocí por esto pero tengo miedo de lastimarte.
-Quiero que me lastimes.
Ante esa frase tan provocadora Tighnari no pudo resistirlo mas y comenzó a besar cada centímetro de su piel.
-Te quiero dentro mio. Me preparé antes de venir así que hazme tuyo ya.
¿Cómo podría Tighnari no cumplir los deseos de su pareja?