Lǐshuǐ Diéshān Zhēnjūn (Moldeador de montañas) x Xuēyuè Zhúyáng Zhēnjūn (Escultor de la Luna)
Hace mucho tiempo la vida de dos adeptus se cruzaron. Juntos pelearon durante guerras y ayudaron a reconstruir Liyue junto a su lord.
Al inicio ellos dos se conocieron cuando eran solamente unos niños cuando usaban nombres que ahora ya habían olvidado ellos. Moldeador de Montañas era un niño pequeño que le gustaba pasar su tiempo libre nadando y jugando en el agua mientras que Escultor de la Luna prefería correr en el bosque y recolectar frutos y flores. Ambos se llevaban bien y admiraban las cualidades del otro.
Sus sentimientos comenzaron a cambiar cientos de años despues, cuando ambos eran adeptus y habían pasado desgracias y alegrias juntos.
Su rutina seguía siendo la misma, Moldeador de Montañas nadaba en el lago a veces en su forma de pez, humana o una mezcla de ambas mientras que Ecultor de la Luna cocinaba algo para los dos. Con la luz del sol iluminandolo Moldeador de Montañas se dio cuenta que no quería que su relación fuera de amigos y compañeros de armas si no también de pareja. Quería pasar el resto de su vida con él.
Tomando forma humana Moldeador de Montañas salió del agua y se dirigió donde estaba sentado el otro hombre. Al verlo acercarse a él mostró una expresión de sorpresa pero antes que las palabras pudieran salir de su boca el otro comenzó a hablar.
-Escultor de Luna, hemos pasado juntos por demasiadas cosas a lo largo de los años y cada momento que he estado contigo lo atesoro en mi corazón. ¿Me darías el honor de cortejarte?
-Tonto, no tienes siquiera que cortejarme. Si me pides ahorita mismo que me case contigo yo acepto.
Ambos hombre sonrieron y estando tan inmersos en su mundo no se dieron cuenta de la llegada de Rex Lapiz y Xiao, quienes iban a visitarlos pero se arrepintieron cuando vieron a los dos muy cercas y sonriéndose con ternura. La escena sería romántica si no fuera porque al salir del agua Moldeador de Montañas fue directo a confesarse sin antes haberse puesto ropa. Rex Lapiz tapó los ojos de Xiao y se lo llevó de allí.