
Faruzan x Layla
La primera vez que lo hicieron fue en realidad en contra de la voluntad de Faruzan. Ella estaba realizando una investigación sobre especias marinas cuando conoció a la sirena Layla y fue atraída por su canto. Cuando se despertó y vio el estado de su cuerpo supo lo que había pasado.
Faruzan descubrió que el mar era un lugar peligroso y que todo el tiempo podías ser atacado por una criatura que iba a darte una muerte dolorosa y lenta. Por eso fue que Faruzan decidió tener una relación con Layla, tuvo que elegir el menor de los males. A cambio de su cuerpo ella obtenía protección.
Ahora por fin tenía la oportunidad de ser libre. Un grupo de personas había llegado y estaba dispuesta a llevarla de vuelta al desierto de Sumeru con ellos. Lejos del mar y lejos de Layla. Faruzan aceptó inmediatamente pero cuando los días pasaron se sentía sola y triste. Miraba en el espejo como las marcas dejadas la última vez que estuvieron juntas se iba desvaneciendo y el sonido de su voz y su olor se iba perdiendo en sus recuerdos.
A solo una semana de su separación Faruzan no resistió más y despidiendose y agradeciendo a los eremitas regresó de nuevo con Layla. Afortunadamente Layla se encontraba allí, sentada en una roca. Su rostro que siempre se mostraba cansado ahora lucía más demacrado que de costumbre. Layla abrió los ojos al escuchar sus pasos y cerró la distancia entre ellas, jalando a Faruzan dentro del agua. Faruzan regresó el abrazo.