Sangonomiya Kokomi x Kujou Sara
Kokomi sintió el dolor en su cuerpo tras la dura y sangrienta batalla pero ese dolor no era nada a comparación del dolor en su corazón al ver las vidas perdidas de sus compañeros de armas. Dio unos pasos más hasta que finalmente su cuerpo ya no resistió más y cayó en el agua. Lo último que vio antes de perder el conocimiento fue a Kujou Sara que se acercaba a ella. Se preguntó si se acercaba a rematarla o si pensaba llevarla ante la Shogun Raiden.
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Kokomi se levantó y se sintió desorientada. Su cuerpo estaba adolorido y se sentía cansada. Se encontraba en un lugar desconocido y oscuro y lo único que reconocía era que estaba en el agua. Cuando sus ojos se adaptaron un poco a la oscuridad que la rodeaba pudo darse cuenta que estaba acostada en una cama y que traía puesta únicamente una bata blanca para dormir. Al ver su cuerpo con heridas y moretes creyó que eran sus heridas de la guerra para al mirar más detenidamente se percató que esas marcan se veían algo diferentes....parecían marcas de amor y pasión.
Algo se movió detrás de ella y al girar la cabeza vio a la general Kujou Sara, su enemiga, desnuda y con las mismas marcas que ella. Kujou Sara se movió medio dormida y la abrazó, metiendo una mano entre la bata y acariciando su cuerpo.
-Vuelve a dormir, aun es temprano.
Kokomi resistió las ganas de gritar y esperó a que estuviera dormida de nuevo para salir de su agarre e irse de allí. No sabía lo que había pasado, lo último que recordaba era que había sido lastima peleando y cuando se despertó estaba en la cama de su enemiga. Afortunadamente encontró su ropa tirada en la habitación poniendosela huyó de allí, sin preguntarse porque su ropa estaba en buen estado y sin las marcas de suciedad o sangre.
Salió del agua y corrió pero mientras mas se acercaba a su hogar más confundida se sentia. Todo se veía tan diferente y no parecía que se había librado una batalla hace poco. La gente incluso se veía feliz. Aceleró su paso cuando en la distancia vio la figura de su amigo Gorou.
-¡Gorou!
El chico volteo a verla y la sonrisa se borró de su rostro cuando vio lo preocupada que se veía.
-Kokomi, ¿qué te pasa? ¿Te sientes mal? Te dije que no debías irte tan pronto ayer que comiste esa planta extraña pero no me hiciste caso y preferiste irte antes que ir con un doctor.
-¿Planta? ¿De que estas hablando?
Al ver que la situación era peor de lo que imaginaba Gorou llevó a Kokomi a ver a un doctor quien dio la mala noticia que su memoria había sido afectada pero que el efecto era temporal y pronto recuperaría sus memorias perdidas. Gorou se llevó a Kokomi de allí y en el camino le contó todo lo que había sucedido. El corazón de Kokomi rebozaba de felicidad al escuchar que le guerra había llegado a su fin.
-Ya no hay guerra, ya no hay fronteras y ya no te arrebatan tus visiones.
La felicidad de ella llegó a su fin cuando una voz gritó su nombre. Era Kujou Sara.
Aunque ya sabía que le guerra había terminado y ya no eran enemigas, Kokomi aun así dio un paso para atrás cautelosa. Su acción fue visible para las dos personas que estaban junto a ella, Kujou Sara la miró con sorpresa y un poco de dolor mientras que Gorou la miró con entendimiento y vergüenza.
-Buenos días Sara.
La voz de Gorou era agradable y Kokomi se sorprendió porque nunca había escuchado que su amigo y camarada hablara tan bien con ella. Gorou le explicó lo sucedido y Kujou Sara asintió con la cabeza, el dolor era visible en sus ojos pero reaccionó de manera madura y no armó un escándalo. Luego, Gorou miró a Kokomi y soltó la verdad.
-Te casaste con Sara hace unos años.
Huh
¿Ella?
¿Ella y Sara?
¿Estan casadas?
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Kokomi no iba a mentir. La verdad la dejó en shock y a partir de ese momento todo lo hizo en modo automático. Cuando Gorou se despidió de ella y cuando ella regresó a la casa que compartía con Sara todo lo hizo aturdida. Y ahora se encontraba sentada en la cama tratando de procesar todo mientras su "esposa" le prepara un te.
-¿Cómo pasó lo de nosotras?
-Hace años, en la guerra fuiste herida y cuando caíste al agua yo te salvé y te cuidé durante una semana. Cuando estuviste lo suficientemente sana y te fuiste tu seguías volviendo a hacerme compañia y nos volvimos amigas. Cuando la guerra terminó ambas trabajamos juntas para reconstruir todo y fue cuando iniciamos una relación.
-Oh.
Ninguna de las dos dijo nada. No había nada que pudieran decir para mejorar el momento.
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Kokomi entendía porque pudo enamorarse de Kujou. Al pasar gran parte de su tiempo con ella y vivir con ella Kokomi dejó de verla como su rival y se encariño con ella.
Cada día Kokomi recordaba framentos de su vida y se acercaba más a ella.
Cuando la besó, Kokomi le dijo que no le importaba si no recuperaba sus memorias. Estaba dispuesta a crear nuevos recuerdos a su lado.
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Kokomi su recuperó sus recuerdos.