Razor x Bennet
La gente vió a Bennet regresar a su casa mojado, con varias heridas en su cuerpo y que caminaba raro. Suspiraron apenados por el pobre chico pero ninguno se acercó por el temor que su mala suerte se les contagiara.
Bennet no se dió cuenta de las miradas de lástima que le tiraban por estar ocupado sonriendo y recordando buenos momentos.
Sus heridas no se debían a su mala suerte, al contrario se debía a la buena suerte que tuvo al conocer a Razor, el sireno con el cual se estaba viendo en secreto.
Todo comenzó dos meses atras, cuando Bennet tratando de atrapar un pescado fue arrastrado por el mar donde se atoró con unas plantas marinas y luego un pescado lo mordió. Fue rescatado por Razor, quien lo llevó a la orilla y como agradecimiento Bennet le cocinó un pescado. Razor lo amó y eso fue el inicio de una amistad que luego se convertiría en un romance.
Al llegar a casa Bennet saludó a sus padres y cubriéndose con su chamarra corrió a darse un baño, tratando de ocultar las heridas de su cuerpo. Sus padres vieron a Bennet correr y viendo el estado en el cual estaba pensaron que se había lastimado pero tenía pena de decirles.
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Bennet salió del baño y se dirigió a su cuarto a cambiarse pero se detuvo al ver su reflejo en el espejo. Sonriendo, acarició las marcas de su cuerpo producto de sus aventuras con Razor. Observó las mordidas que decoraban su cuerpo entero, los rasguños de su espalda y sus muslos enrojecidos.
Crack
Benntet brincó al escuchar la puerta de su cuarto abrirse. Parados se encontraban sus padres, llevando en sus manos vendas para ayudarlo con sus heridas. Aunque se cubrió con la toalla su mala suerte actuó de nuevo y sus padres aun así vieron todo. Bennet suspiró apenado. Le esperaba una charla incómoda.