
✿Love and Roses ✿Valentine Special Part.1✿
-Vamos, funciona...
Stiles volvió a tomar un poco de ceniza de serbal e intento concentrarse en imaginarse en un circulo que lo rodeara. Dejo caer la ceniza lentamente hasta que sintió un peculiar tirón en su interior, abrió lentamente los ojos para contemplar su obra.
-¡Lo hice! -Alzo sus brazos en forma triunfante como si acabara de ganar alguna competencia.- ¡Lo hice! ¡Lo logre! ¡Soy increíble!
-Te felicito, Stiles -Dijo el veterinario desde el otro lado del celular.- Ya estas preparado para volver.
El adolescente tomo los residuos del serbal y lo guardo en pequeño frasquito que Deaton le había enviado hace algunos días desde que le había notificado al veterinario su miedo por el posible retorno del demonio, ambos habían decidido que era momento de continuar su entrenamiento.
-¿Vo-volver? No quiero volver a Beacon Hills -Dejo el frasco encima de su escritorio junto a varios libros de runas y hechizos de entrenamiento.
-Deberías plantearte la idea de volver. Scott y Derek han estado buscándote como locos por todo el pueblo y encima los Dread doctors también...
-No cambiare de opini... ¿Dread doctors? ¿Que significa eso Deaton?
-Nada de lo que debas preocuparte -Dijo notoriamente nervioso el veterinario ante el hecho de que acababa de revelarle información que no debería conocer.- Creo que se esta cortando la llamada .-El adulto empezó a mover la cámara del celular simulando una mala recepción de señal.- Adiós.
-¡Deaton!
Pero el susodicho ya había cortado la llamada, el adolescente solo se limito a ordenar sus pensamientos mientras estaba recostado en su cama mirando el techo.
"¿Volver a Beacon Hills? Es una locura"
Después de haber aprendido de memoria una gran variedad de hechizos, practicarlos, desarrollar al máximo su potencial como emisario y entrenar duramente días enteros hasta el cansancio, la idea de una vida normal estaba más que lejano.
Pero finalmente el agotamiento se apodero de su cuerpo, alejándolo de toda preocupación. Finalmente después de varios días de arduo entrenamiento, podía dormir tranquilamente sabiendo que el Nogitsune no tenia ninguno oportunidad de tomar control de su cuerpo.
"Bueno, tal vez después de todo pueda volver a casa"
Fue lo ultimo que paso por la mente del castaño antes de caer en el mar de los sueños
✿✿✿
Lo primero sintió el castaño al entrar a la universidad fue confusión, luego aturdimiento y finalmente un poco de vergüenza. Los pasillos estaban decorados con cualquier tipo de adornos rosados, no había ningún maldito rincón que no estuviera decorado por el color rosa.
Era 14 de Febrero, era el Día de San Valentín.
No tuvo tiempo para admirar la extravagante decoración del pasillo principal por que el timbre de clases resonó por todo el pasillo logrando dispersar la multitud de estudiantes que lo albergaban.
No perdió más tiempo y se abrió paso entre el bullicio de personas, un grupo de chicas que chillaban emocionadas por una carta de algún admirador secreto, adolescentes que se encontraban sentados en el suelo pensando en alguna carta de amor o detalle para su conquista o pareja, todos y cada uno de ellos suspiraban por amor.
Pero Stiles no podía perder su tiempo en ese tipo de cosas, el amor era cierto lujo del cual todavía no podía darse el derecho a disponer ya que su principal objetivo era detener el regreso del demonio y vivir para contarlo, después de esto podría volver a casa.
Abandono la idea rápidamente mientras corría por los pasillos, le tocaba la clase del profesor de Trigonométrica y geometría, no era estricto pero tampoco era la clase de profesor a los que quisieras hacer enfadar.
Espero ansiosamente hasta el primer recreo para reencontrarse con sus amigos pero para su mala suerte ninguno llego a presentarse, llamo al celular de cada uno pero todos lo mandaron al buzón.
"Tal vez solo estén ocupados por ser San Valentín..."
Durante el transcurso del día no podía evitar pensar en que tipo de cosas estarían haciendo sus amigos, pero sus pensamientos se vieron ocupado por que también no paraba de obtener regalos o tarjetas.
Ocurrió después del primer recreo cuando se disponía de cambiar de libros para las siguientes asignaturas, esperaba encontrarse con su desorden matutino de libros pero lo que encontró fue una avalancha de cartas. No reconocía las personas quienes le escribían o le dejaban regalos, así que las metió a su mochila despreocupadamente para que al final del día tal vez podría leerlas o darles un vistazo.
Al finalizar las clases se dispuso de recoger algunos de los regalos que sus "admiradores" habían dejado en el interior de su casillero -y si, puse admiradores entre comillas por que también no solo las chicas le habían dejado regalos si es que saben a lo que me refiero e.e
Al abrir su casillero solo encontró una rosa y una nota colocada cuidadosamente a su lado, el castaño miro a ambos lados del pasillo esperando encontrarse con el dueño de aquel detalle. Pero el pasillo se encontraba totalmente desprovisto de personas, estaba totalmente vació de no ser por él.
Tomo con delicadeza la rosa y la observo cuidadosamente para aspirar su perfume, el dulce y embriagador del perfume de la flor. Pero su curiosidad se centraba principalmente en la nota que se encontraba perfectamente sellada y doblada. Ambos objetos no parecían haber sido empujados a través de la ranura de su casillero, su curiosidad no pudo más y termino abriendo el pedazo de papel que se disponía a leer.
Stiles:
Ni el aroma de la rosa más dulce puede compararse con tu escencia.
Nos vemos en el Central Park, a las 6 p.m
Px
Sintió el calor subir por su mejillas, nunca nadie le había dicho algo tan cursi, lindo pero también vergonzoso pero para su buena suerte no había nadie más rondando por los pasillos así que no tendría que pasar por la vergüenza de tener que explicar el por que estaba sonrojado.
Guardo con mucho cuidado la rosa junto con la nota en su mochila, para después salir corriendo por la puerta principal de la universidad.
Tenia muchas cosas en que pensar al llegar a su casa.
✿✿✿
Llego rápidamente a su casa, dejo la mochila en el sofá y esculco su contenido para después hacer aun lado las cartas que le habían dado mientras buscaba la rosa y la nota. No tardo mucho tiempo en encontrarlas, volvió a leerla una y otra vez intentando convencerse a si mismo que era real.
Pero lo que más preocupaba su cabeza era la firma de la carta, la cual terminaba con una P.
"¿Quien podría ser? ¿Paige? ¿París? ¿Pánfilo? ¿Peter?"
Su corazón dio un vuelvo de la emoción sin que el castaño supiera la razón.
"¿Pe-Peter? ¿¡Peter!? "
Sintió el latir desbocado de su corazón, sabia que muy en el fondo deseaba con todas sus fuerzas que el propietario de la carta no fuera otra persona más que el chico de las gafas, el cual había estado queriendo secretamente desde las profundidades de su corazón.
Quería. No, deseaba con todas sus fuerzas que el fuera, solo él. Pero solo había una forma de saberlo.
Miro por impulso el reloj de la habitación, el cual marcaba las 5:39 p.m. Todavía tenia tiempo de sobra para arreglarse para su encuentro con el remitente de la nota.
"Okey, Stiles este es el plan. Vamos a arreglarnos e ir al Central Park, el cual esta justo en frente de tu casa, solo así podremos saber si es realmente Peter o no. Y si no lo es, no te decepciones tal vez sea otra persona agradable o algún acosador del bosque antiguo. ¡No! ¡Tienes que ser positivo por el amor de Dios!"
Se despojo de sus prendas mientras subía las escaleras provocando que casi se cayera de estas y finalmente llegara a la ducha. Se dio un baño rápido y corrió apresurado a su habitación donde saco las prendas que más podrían ser apropiadas para la ocasión.
Se decidió por una camisa vaquero blue jean oscuro, unos pantalones caqui junto con unos vans negros, ademas de una bufanda blanca ya que últimamente había estado haciendo frió en la ciudad cada vez que oscurecía. Intento arreglar su cabello lo mejor que pudo y por suerte este se dejo manejar de acuerdo a las necesidades del castaño pero termino usando un gorro de lana negro ,y dejando que algunos de sus cabellos salieran de este.
Tomo las llaves de su hogar junto con su celular y dispuso de girar del pomo de la puerta principal se encontraba profundamente nervioso pero a la vez profundamente emocionado. Abrió la puerta y salio mientras la cerraba tras el.
Lo que no sabia es que estaba a un paso de quedarse con el amor de su vida o de perderle para siempre.
Se encontraba afuera del parque mientras tenia un debate interno sobre si seria buena idea entrar o no. Se había prometido a si mismo que entraría y conocería al remitente de la carta y la rosa, pero ahora mismo se estaba arrepintiendo mientras en su mente creaba los peores escenarios que podría imaginar.
"¿Y si en realidad solo era una broma de mal gusto? ¿Y si la quien escribió la carta no era en realidad para mi? ¿Y si es un violador del bosque antiguo que gusta de los chicos indefensos como yo? Bueno no del todo inofensivo pero no creo que lo que lo sabe..."
Tomo un largo bocado de aire para tranquilizar sus miedos, dejo aun lado los miedos que lo dominaban y entro a paso decidido por el sendero de piedras. Stiles no tardo en notar que el parque estaba inusualmente solitario no como aquellas veces en las que salia pasar cerca de él y veía los numerosas familias paseando y grupos de amigos o parejas, jugando o divirtiéndose, algo que el ya no podría disfrutar. Intento alejar los tristes pensamientos pero una rosa que se encontraba en medio de su camino lo saco de sus pensamientos.
Se agacho para tomarla junto al pedazo de papel que descansaba con ella.
Stiles:
¡Ya esta muy cerca! Solo sigue las rosas.
xP
"P de ¿Peter?"
Levanto la mirada intentado buscar alguna señal de quien pudiera haber dejado la rosa, rápidamente noto otra flor colocada cuidadosamente a una distancia moderada. Se apresuro para tomarla entre sus manos, esta vez las flor no era una rosa si no que era un girasol junto a una nueva nota.
Stiles:
¡Solo un poco más, ya estas muy cerca!
xP
Su corazón volvió a latir con más fuerza, sus manos sudaban y sus piernas temblaban, nunca había estado tan nervioso en toda su vida -no si tomamos en cuanta una vez que tuvo que distraer a un grupo de Wendigos, para que las personas que habían sido capturadas por las criaturas pudieran escapar.- No tardo en volver a encontrar otra flor colocada a unos metros de él. Con su corazón latiendo desbocado siguió andando siguiendo el camino señalado por las flores, las tomaba rápidamente y seguía corriendo, hasta que los arboles cambiaron de ser simplemente de hojas verdes a unos de cerezos, decorados por hermosas flores rosas pálidas que se movían suavemente con el canturreo del viento.
Tomo la ultima flor, una flor de cerezo.
A diferencia de las demás flores esta no tenia ninguna carta atada o debajo de esta, había llegado al final de su camino.
-Stiles...
La voz la conocía perfectamente, ligeramente esperanzado levanto su mirada de la flor y se dio la vuelta para encontrarse con la personas que su corazón más esperaba.
Era Peter.
Tenia el cabello ligeramente arreglado y alborotado, vestía de una camisa de manga larga color negra junto a unos pantalones grises y unos zapatos negros ademas de que usaba una gabardina abierta. Le regalaba una sonrisa entusiasmada al adolescente mientras que entre sus manos tenia un ramo de begonias rojas.
-Peter... -Fue lo único que dijo el castaño estaba realmente impresionado, no creería que realmente era Peter quien le había escrito las notas. Peter, el chico con que que hablaba casi todo el tiempo, el que lo ayudaba en sus tareas de química, el que le prestaba atención a cada palabra que decía, el que siempre tenia para el sonrisas y palabra de aliento cunado lo necesitaba, el chico al que su corazón tanto había estado anhelando.
-Stiles, no se como decirte esto salvo por empezar a decirte que te quiero.- Levanto la mirada tímidamente para observar los hermosos ojos castaños del menor. -Realmente me gustas mucho, Stiles. Pero no sabia como decírtelo por que tenia miedo miedo de que me rechazaras o bueno, de que me rechaces. Se que nos hemos conocido hace unas pocos meses pero te amo y fingir lo contrario no es más que una perdida de tiempo y no cambiaría nada para poder decirte lo que siento por ti, por que cuando estoy junto a ti siento como si pudiera hacer todo como si nada pudiera hacerme daño, se que suena un poco tonto y ridículo pero podrías llamar en cualquier momento y dejaría cualquier cosas si me necesitas. Estaré aquí para ti, para siempre aun cuando no quieras estar conmigo. He cometido muchos errores en mi vida pero tu no eres uno de ellos, así que Stiles -El chico de lentes le ofreció el ramo al menor- ¿Te gustaría ser mi novio?
El castaño no se contuvo más y se abalanzo contra el mayor, envolviendo con sus brazos el cuello y fundiendo sus labios en un dulce beso, ambos eran castos en lo que se trataba de amor. Seria la primera vez para ambos, una aventura nueva y emocionante para ellos que a pesar de todo darían lo mejor de si mismo para superar los obstáculos que se les presentaran.
Stiles sabia que su condición por el demonio que había intentado tomar posesión de su cuerpo seria un problema y tal vez el Nogitsune intentaría herir a Peter, pero es un riesgo que había decidido tomar. Había estado cada día negándose del amor que sentía por el de anteojos intentando auto-convencerse de que era simplemente cariño o afecto, pero con el paso de los días había estado cada día más convencido que no solo era afecto lo que sentía por el chico sino amor.
Amor, aquel del que se había visto obligado a rechazar e intentar alejar de su vida. Pero esta vez no intentaría huir de el, dejaría que entrara en su vida y disfrutara todo aquello que había estado negándose por intentar proteger a todas las personas que más quería. Era su momento de disfrutar, descansar y de amar.
Se separo lentamente del castaño mayor, quien estaba notablemente ruborizado y a más no poder de contento.
-Si, quiero -Dijo antes de que sus labios volvieran a juntarse.
Se separaron por la falta de aire, ambos con las mejillas sonrojadas por la falta de oxigeno. Era un desastre, Peter se inclino para juntar su frente con la de Stiles y darle un pequeño beso en la punta de su nariz, lo cual le hizo cosquillas al castaño.
Lo que no sabían es que habían dado el comienzo de un hermoso y maravilloso desastre.