❁Evil with Him
Despertó, sobresaltado.
El frio sudor cubría la mayoría de su cuerpo y su respiración era demasiado agitada e irregular. Lo ultimo que recordaba era el ser casi asesinado por un Oni, el terrible dolor que dominaba gran parte de su cuerpo y la extrañas voces de las personas. Noto que no se encontraba en ese oscuro callejón, estaba acostado en su cómoda cama en su habitación, en su hogar.
“Todo fue un sueño…”
No pudo evitar reírse de si mismo y de su extraño sueño, últimamente se había vuelto demasiado paranoico.
Sintió un extraño vibrar en el bolsillo de su pantalón, saco su celular y noto que era una llamada de Flash, la cual no tardo en contestar.
-¿Hola…?
-¡Stiles, estas bien! –Dijo eufórico en adolescente.
-Claro por que no había de estarlo…
-Por que he vuelto a abandonarte en el mismo día –Una corriente fría recorrió el cuerpo del chico, no había sido un sueño- Mi abuela se ha logrado recuperar, nadie sabe por que pero por lo menos esta mucho mejor…
-Me alegro por ella –El nerviosismo y el miedo empezaban a tomar control sobre el castaño.
-Enserio Stiles, gracias por no enfadarte buscare una forma de recompensarte, de nuevo. Nos vemos mañana –El rubio colgó.
El castaño era un manojo de emociones revueltas, el miedo, el nerviosismo y el pánico empezaron a apoderase de su cuerpo, lentamente sin que pudiera evitarlo.
¿Realmente el Oni lo había atacado? ¿Quiénes lo habían salvado? ¿Cómo demonios llego a su casa?
Se dirigió hacia el cuarto del baño para mirarse en el espejo, su reflejo le devolvió la imagen de un adolescente mucho más pálido de costumbre, con enormes ojeras moradas bajo sus ojos, y la misma ropa que había elegido para usar en la cena, pero le faltaba su chaqueta.
No le importaba, todo esto no tenia sentido.
Abandono el cuarto para dirigirse hacia su habitación pues con solo entrar en ella, se dejo caer encima de su cama en una posición cómoda, estaba muy agotado. El sueño llego rápido, una nube de negrura e inconsciencia empezó a apoderarse de el. Cerró los ojos dejando que su cuerpo cediera hacia el sueño.
No tardo en quedarse dormido.
❁❁❁
-Stiles ¡Stiles! –Grito Gwen cerca del oído del castaño, haciendo que diera un pequeño salto en su asiento haciendo que Harry, Peter y Flash se rieran de el.
-¿Que? – Miro a su alrededor intentando descubrir como es que se había teletransportado de su cama hasta aquella mesa de picnic- ¿Qué sucede?
-Has estado muy ido en todo el día –Le regaño el rubio.
-¿Ido?
-Si, ya sabes. Cuando te pierdes en tus profundos pensamiento y pierdes la noción del tiempo –Contesto Harry.
-Perdónenme –Se pasó las manos en el rostro, se sentía muy cansado. Física y emocionalmente- Solo que he estado un poco más cansado de lo normal, solo es eso –Les dirigió hacia todos sus amigos una mirada alegre- Y bien, ¿Cuál es la primera clase nos toca?
Los adolescente se miraron preocupados entre si, algo no andaba bien.
-¿Stiles…? –Peter pronuncio su nombre como si fuera una acaricia.
-¿Si?
-Ya es la hora de salida, se acabo la escuela…
Fue un fuerte golpe hacia el castaño, volvió sentir la misma corriente fría recorrer su cuerpo y ponerle los pelos de punta. ¿Qué le estaba pasando?
“Cansancio, disociación entre realidad y fantasía, perdida de memoria a corto plazo”
El castaño empezó a recitar, mentalmente los síntomas de la enfermedad que había padecido su mamá, y los que había sufrido antes de ser poseído por el demonio.
“Mierda, mierda, mierda, mierda”
Sentía como un ataque de pánico comenzaba a aproximarse, intento regular su respiración y calmarse a si mismo sin que los adolescentes sospecharan sobre el.
Pero el chico de lentes lo noto, Peter lo miraba curioso.
Mientras estos dos, no notaban como los tres adolescente se miraban entre si como si tuvieran un plan entre ellos.
-Bueno, ya me tengo que ir –La chica se levanto de la mesa mientras miraba el reloj de su muñeca y tomaba su mochila –Tengo que ir a trabajar o sino mi jefe me despedirá por llegar otra vez tarde, nos vemos luego chicos –Se alejo corriendo de los muchachos.
-Bueno supongo que yo también debo irme –El rubio reviso la pantalla de su celular y se levantaba de su asiento mientras se colgaba su mochila en su hombro –A mi abuela le darán de alta del hospital, nos vemos luego. –Se alejo corriendo en dirección contraria a la que se fue Gwen.
-Bueno solo quedamos nosotros tres –Del celular de Harry sonó el característico sonido de mensaje de WhatsApp, mientras este lo saco de su suéter azul marino y fruncía el ceño mientras veía lo que era un mensaje –Quiero decir, solo quedan ustedes dos.-Tomo sus cosas y se levanto de su lugar.
-¿A dónde vas? –Pregunto Peter con notable nerviosismo.
-Mi papá necesita ayuda en la compañía, nos vemos luego –Se alejo con pasos más tranquilos que sus otros dos amigos.
El corazón de Stiles empezó a latir con fuerza, por primera vez estaba a solas con Peter y no sabia que hacer o que decir. Hasta que el chico decidió tomar al iniciativa hablando de cosas triviales.
-¿Te gusta Star Wars? –Pregunto el adolescente, que estaba al otro lado de la mesa.
El castaño se empezó a sentir un poco más cómodo. Peter parecía ser solo un adolescente normal que quiera ser su amigo.
¿De donde había sacado el hecho de desconfiar en el?
“Tal vez después de todo solo es paranoia mía”
Y era cierto, Beacon Hills le había afectado demasiado después de descubrir la existencia de criaturas sobrenaturales en el pequeño condado, no había un solo minuto en que no tuviera miedo de que una criatura lo atacara.
-¿Gustarme? ¡Es la mejor saga del universo!
-¡Oh, vamos! ¡No hay nada mejor que Star Trek! – Conversación empezó a ser más fluida.
-¡Por favor! Si quieres una buena historia de ciencia ficción deberías leer “El juego de Ender”.
La charla entre los dos amigos empezó a ser mas emocionante, ambos tenían demasiadas cosas en común, Stiles pudo por solo unos momentos olvidar los síntomas o el hecho de que posiblemente tal vez, el Nogitsune seguía dentro de el. Junto con Peter se sentía como antes de haberse metido en todo el embrollo de Hombres lobos, druidas y otras criaturas sobrenaturales que aclaman por la sangre de los demás, junto a el se sentía como solo en adolescente normal, algo que no había sido desde hace mucho tiempo.
-Lo digo enserio cuando dije que Thomas es mi personaje favorito de The Maze Runner.
-¡Oh, vamos! ¿Por qué no Newt? –Obyecto el castaño.
-Por que tarde o temprano sera un crank por por culpa de la llamarada y… -Peter fue interrumpido por el chico.
-Maldita sea, me acaba de spoilear el final y apenas voy en el segundo libro.
-¡Ja ja! Eso te pasa por lento –El adolescente esbozo una sonrisa en sus labios.
-Eso no es justo –El castaño se cruzo de brazos como un niño pequeño.
Todo iba bien, hasta que el celular de Peter sonó interrumpiendo la conversación, haciendo que este no pudiera reprochárselo a su amigo.
Saco el aparato mientras contestaba y se llevaba el teléfono hacia su oído.
-¿Hola? –Pregunto el chico.
Stiles no sabia que hacer, si mirar hacia otro lado o fingir que miraba algo interesante en su celular. Opto por la segunda opción, pero aun así no pudo evitar escuchar algunas partes dela conversación.
-¿Qué sucedió? –Stiles entro al su galería de fotos y empezó a ver algunas imágenes que se le cruzaban -¿¡Están cocinando sin ayuda de mamá!? ¡Van a incendiar la casa! ¿Dónde esta Anthony?
El castaño dejo de prestar atención a la conversación y decidió jugar a !1010, hasta que escucho a Peter hablarle.
-Lo siento, Stiles. Pero surgió algo en casa –Los ojos del chico no paraban de mirar una cosa u otra pero nunca hacia los ojos de Stiles, el chico sabia quera una especie de señal de que le estaba mintiendo por que cuando Scott le mentía, también no podía mirarlo directamente a los ojos- Mi hermanos al parecer están intentando cocinar y debo llegar ahí antes de que incendien la casa y…
-Tranquilo, estaré bien –Le obsequio una sonrisa sincera, Peter le estaba empezando a caer muy bien. - Ve.
-Eres el mejor –Antes de que el menor pudiera reaccionar, Peter le dio un beso en la mejilla y salió corriendo en la dirección en la que se había ido Gwen.
Un extraño pero conocido sentimiento se instalo en el pecho del adolescente, lo había sentido en repetidas ocasiones cuando estaba con Derek y cuando pasaba demasiado tiempo con el, era el mismo sentimiento solo que este había comenzado cuando Peter le beso.
¿Realmente estaba enamorado del chico?
Solo llevaba cuatro días en la ciudad, y dos de conocer a Peter, no sabia cuales eran sus verdaderas intenciones o si realmente era quien dice ser.
¿Como era posible enamorarse en menos de dos días?
Estaba jodido.
Tomo su mochila y la colgó en su hombro izquierdo mientras se levantaba de la mesa de picnic y caminaba hacia su casa, la cual no estaba demasiado lejos.
Detrás de el sintió como el escalofrió que se siente cada vez que alguien le miraba de espaldas, lo estaban vigilando. Intento ignorarlos, haciendo como si no se hubiera dado cuenta mientras se ponía sus auriculares y los conecto IPod, mientras lo guardaba en un pequeño bolsillo de su suéter.
Mientras caminaba por las últimas calles que le faltaban para llegar a su casa, noto como unas personas lo habían estado siguiendo desde que se había salido de la universidad, ahora lo estaban poniendo nervioso.
Cuatro.
Eran cuatro personas que lo seguían.
La primera pareja era un hombre y una mujer, el adulto era rubio, de aspecto fornido, no sabia de que color eran sus ojos por que estos eran cubiertos por lentes, su ropa consistía en un pantalón de mezclilla, zapatos deportivos, una camiseta color gris que se le ajustaba un poco a su cuerpo y una chaqueta de cuero color café, a su lado estaba una chica cuyo cabello era de un pelirrojo más oscuro que el de Lydia, vestía de un pantalón ajustado y unos tenis negros, usaba un suéter color verde y tenia la gorra del suéter puesta.
Los otros dos eran dos hombres, eran del mismo tamaño y mismo color de cabello, color de piel, el mismo aspecto físico y hasta misma ropa.
“Gemelos…”
Fue lo primero que se le vino a la mente al asustado adolescente.
Los gemelos estaban envueltos de capas y capas de ropa de cuero negro, los pantalones, las camisetas, las chaquetas, las botas exceptuando los lentes oscuros que cubrían sus ojos.
Ambos grupos lo seguían de diferentes caminos y casi siempre parecían que iban a atrapar, pero siempre al ultimo minuto encontraba un camino que lo salvaba.
Stiles intento perder a ambos grupos varias veces, tomando caminos alternativos o recorriendo el laberinto de calles.
Hasta que por fin se encontraba fuera de su casa, pero el sol ya había bajado mucho así que no había demasiada luz del día y lo peor era que su mente estaba imaginado los horrorosos escenarios que le deparaba el futuro si esas personas lo atrapaban.
Con cierto nerviosismo del bolsillo trasero del pantalón saco rápidamente las llaves, mientras veía de reojo con ambos grupos salían de las esquinas de la calle, a su izquierda –la pareja- y a su derecha –los gemelos-, parecía que finalmente lo atraparían se estaban acercando rápidamente hacia donde estaba el.
La cerradura cedió ante las llaves y de un rápido movimiento entro a su casa cerrando la puerta tras él.
Soltó el aire que no se había dado cuenta que estaba conteniendo, se puso de espaldas de la puerta y se deslizo en ella hasta estar llegar al suelo.
Se quito la mochila y la tiro a donde sea.
¿Por qué su vida tenia que se tan complicada?
Quiso seguir pensando en lo tanto que lo odiaba el destino, pero su estomago rugió reclamándole la falta de comida.
Lentamente se levanto del suelo mientras se dirigía hacia la cocina, abriendo la puertilla del refrigerador. Su corazón empezó a latir con fuerza mientras sentía como sus piernas le empezaban a fallar.
Había una bolsa en medio de el vacío refrigerador, lo que lo asusto fue el hecho de que esta era idéntica a la que le habían dado en el restaurante.
Con sus manos temblorosas saco del refrigerador la bolsa, mientras sus dedos que no paraban de temblar lo abrían con miedo. Introdujo una de sus manos hasta que sintió una superficie redonda y esponjosa.
No sabía que es lo que podía contener.
Hasta que saco unas hamburguesas era lo que contenía la bolsa, el castaño no pudo evitar reírse de si mismo, había vuelto a ser paranoico. Pero dejo de reírse cuando su mente comenzaba a formularse preguntas si ninguna respuesta.
¿Cómo habían llegado esas hamburguesas a su refrigerador? ¡Se suponen que estarían empapadas por la lluvia! ¿Y quien demonios lo había salvado esa noche en el callejón?
Pero antes de que su mente comenzara a indagar sobre posibles respuestas, su estomago rugió por la falta de comida en él.
Sin más opciones, el castaño empezó a devorarse las hamburguesas. No tenía más alternativa, su refrigerador estaba prácticamente vacío y las hamburguesas eran lo único que tenia.
Tal vez mas tarde podría ir a un supermercado y comprar lo que necesitará, y también ponerse a investigar sobre quien lo había salvado del Oni en el callejón y como se deshizo de el.
Pero antes de que pudiera hacer algo, una ola de cansancio había tomado control sobre su cuerpo teniendo un efecto rápido sobre el, corrió escaleras arriba –o más bien chocó contras las paredes hasta llegar a las escaleras y hacer lo mismo mientras intentaba estar en pie y llegar al baño- No se sentía muy bien, sospecho la posibilidad de que había algo en esas hamburguesas que lo habían hecho ponerse así.
Entro tropezando al cuarto del baño mientras hacia un gran esfuerzo por levantarse del suelo, apoyando sus manos en el lavamanos y haciendo un gran esfuerzo en sus brazos para soportar su peso.
A duras penas podía estar parado en frente del lavabo, levantando la mirada hacia el espejo. Al ver lo que este le mostraba sintió el pánico y la rabia apoderarse de el.
Este le mostraba una la siniestra imagen de su doble, a diferencia de él este estaba de pie sin la ayuda y apoyo del lavamanos, sus manos estaban a su costado y estaba más pálido que el Stiles Original, usaba la misma ropa que él –la misma de la cena, ya que no recordaba haber tenido tiempo de cambiarse de atuendo- Debajo de sus ojos estaban unas enormes ojeras, y finalmente su rostro era adornado por una sonrisa siniestra, la cual le heló la sangre.
Su doble en el espejo no necesitaba presentación, sabia quien era. El causante de todo su sufrimiento, del rechazo de la manada hacia el, la desconfianza de su mejor amigo hacia él, el asesinato de esa gente inocente, la perdida del amor de su vida y de su partida de Beacon Hills, Void Stiles.
La marioneta del Nogitsune.
De pronto el malestar que había sentido después de comer la hamburguesa había desaparecido de la nada así sin más como había llegado.
Por fin su cuerpo volvió a recuperar su movimiento, el miedo subía por su garganta, pero la rabia fue mayor haciendo que temblara incontrolablemente, no podía contenerse más.
Stiles no supo si fue reflejo involuntario o su cuerpo motivado por la rabia y la tristeza, su mano había formado un puño y había golpeado el vidrio haciéndolo añicos, algunos se cayeron al suelo mientras otros pedazos se quedaron el destrozado espejo.
Pero todavía seguía él ahí, su sonrisa burlona se había extendido más mostrando sus dientes puntiagudos.
-Nadie permanece bueno para siempre en este mundo, Stiles.
La voz del demonio resonaba dentro de su cabeza, no pudo evitar llevarse sus manos hacia su cabeza haciendo que sus piernas le fallaran y cayera de rodillas al suelo, sentía como si le perforaban la cabeza.
-El caos es estará devuelta y no puedes hacer nada para evitarlo, Mieczyslaw .
El dolor aumento de manera insoportable, sentía que su cabeza estallaría. Un grito de dolor proveniente de él, le desgarro la garganta. Gritó y siguió gritando hasta que el dolor comenzó a hacerse más soportable, ahora sabía como se sentía Harry Potter cada vez cuando la cicatriz le ardía, cuando Voldemort estaba furioso.
-¡SAL DE MI CABEZA! -Grito con su destrozada garganta, su reflejo rió ante el.
-Nos volveremos a ver muy pronto, pequeño zorro–Los pedazos restantes del espejo le mostraron como su copia se desvanecía entre una nube de humo negra. -Cuida de Parker…
Su corazón se acelero.
¿Cómo es que sabia lo que sentía por Peter?
No quedaba duda alguna, el Nogitsune seguía dentro de él y quiere tomar el control absoluto sobre su cuerpo y mente. Pero él no se rendiría sin pelear, aunque no contara con ayuda de Scott o Derek e incluso la manada, se las arreglaría el solo para acabar con el mal que estaba dentro de él.
Para proteger a los que más quería, incluyendo a Peter.
No dejaría que el demonio le pusiese un dedo encima, aunque tuviera que clavarse así mismo un cuchillo de plata en su pecho, lo haría con el solo hecho de saber que Peter estaría bien.
Sintió el palpitar de su cabeza, sus fuerzas le habían sido arrebatadas por el zorro demoníaco, estaba demasiado cansado para levantarse e ir a su habitación pero su cuerpo no pudo resistir más y cayo inconsciente.
Había llegado a su limite.
❁❁❁
-¡Damas y caballeros! –Hablo el adulto con voz potente, atrayendo la atención de los miles de empleados de HYDRA- ¡Me complace anunciar que tenemos un nuevo aliado!
La sala se lleno de gritos eufóricos, su malvado plan estaba funcionando a la perfección, tenían contactos en prácticamente todo el mundo y el lugares donde seria muy difícil robar información a menos que ya estés adentro.
Del centro del escenario empezaron a brotar una llamas verdes, lo cual solo hizo avivar la emoción del publico, ya sabían quien era.
Un hombre alto y fornido, aparecía entre las llamas, tenía cabello negro que caía sobre sus hombros y sus ojos verdes mostraban rastros de superioridad y egocentrismo, el dios del engaño apareció frente a ellos.
El dios que recientemente había escapado con sus dotes de engaño de una de las prisiones más resguardadas de Asgard, sin mencionar que era una compleja cárcel para dioses.
El malvado, enigmático e infame enemigo de los Vengadores, el dios del engaño y hermano de Thor.
Loki.