Lumine x Shenhe Las promesas se deben cumplir
Esta historia inició muchos años atrás, cuando de las profundidades del mar en Liyue surgió el dios Osial y amenazaba con destruir la tierra.
Aether y Lumine pelearon juntos contra aquella criatura enorme y la vencieron son mucho esfuerzo. Durante la pelea, Lumine alcanzó a ver a una niña pequeña que era arrastrada por el mar. La niña no lloraba ni gritaba, como si estuviera resignada a morir entre las olas.
-¡Aether, voy a salvar a la niña! ¡Resiste!
Lumine corrió a salvarla y afortunadamente pudo sacarla del agua a tiempo. La dejó en tierra firme ordenandole que se alejara del mar y regresó al lado de su hermano para continuar con la pelea.
Finalmente, pudieron vencer a la criatura marina y se quedaron un tiempo más para ayudar a los heridos y verificar que no había nadie más en peligro. Entre la multitud se encontraba aquella niña, con su rostro frió y su cabello plateado. Lumine se acercó a a ella y se inclinó para estar a su altura.
-¿Estas bien? ¿Dónde están tus padres? ¿Cómo te llamas?
-Me llamó Shenhe. Estoy bien y mi padre va a venir por mi.
Lumine suspiró aliviada sin saber que Shenhe mentía y que no iba a venir nadie por ella. Su madre murió y su padre intentó sacrificarla tirándola al mar creyendo que ella era la culpable de tal calamidad.
Lumine se quedo un rato más conversando con la niña buscando si se sentía el menor sintoma y al ver que estaba sana se levantó lista para irse.
-Espera.
La pequeña Shenhe tomó su mano evitando que se fuera.
-¿Te casarías conmigo?
Lumine:.......
¿Qué?
¿Casarse?
Resistiendo las ganas de escapar, Lumine decidió no llevarle la contraria, al fin de cuentas era solo una niña que no sabía de lo que hablaba. Además, iba a olvidarlo pronto.
-Acepto casarme contigo cuando crezcas.
Shenhe asintió, satisfecha con esa respuesta.
-Te buscaré en unos años.
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Lumine de hecho olvidó aquella promesa y la niña.
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-Los adeptus estan dispuestos a crear una alianza con nosotros.
Lumine sonrió feliz al escuchar las palabras de su hermano. Esas eran excelentes noticias, el tener de su lado a un grupo tan poderoso era buena idea.
-¿Cuáles son los términos y condiciones?
No tenía miedo de escuchar la respuesta. Los adeptus eran en realidad nobles y no iba a pedir algo imposible.
-No mucho, estan dispuestos a formar esta alianza siempre y cuando estemos en buenos terminos con Rex Lapiz y una boda.
Ah. ¿Quiénes?
-No me digas que.....¡¿Tu y Xiao?!
Aether le dió un zape.
-¿Pasar tanto tiempo en el desierto te frió el cerebro? La que se va a casar eres tu.
¿Ella?¿Con quién? Por favor que no sea con preservadora de nubes, no sabe como va a besar a un pajaro.
-Su nombre es Shenhe y es una humana que fue entrenada junta con los adeptus, es discípula de Preservadora de Nubes y al parecer es extremadamente fuerte, ya sabes, tu tipo. Además no puedes negarte porque ya se lo prometiste.
-¡Ah! Jamás hice eso. ¿Sera una confusión o alguien los engañó a propósito?
-De todas maneras, vienen mañana así que prepárate.
Aether se fue dejando a una Lumine muy perdida.
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Al día siguiente Lumine se paseaba nerviosa por la habitación esperando que llegaran los invitados. Se miraba una y otra vez en el espejo viendo si se veía lo suficientemente linda. Tardó mucho tiempo en la mañana tratando de decidir si usar un vestido escotado sería una mala o buena decisión y luego tardó mucho tiempo eligiendo que perfume usar.
-Sabes, si lo hiciste.
Lumine se detuvó al escuchar a su hermano soltar esa frase de la nada.
-¿Hice qué?
-Le propusiste matrimonio. Hace muchos años atrás.
-Definitivamente no. Aether, esta bien que tengo una reputación como alguien que ama a las mujeres pero eso no significa que soy lo suficientemente egoísta como para jugar con los sentimientos de ellas así. Si le hubiera propuesto matrimonio estaría aquí viviendo.
-Que raro. Hubiera jurado que hace años le prometiste a una niña llamada Shenhe casarte con ella cuando creciera.
En ese instante recordó todo pero no pudo decir nada porque llegó Thoma avisando que la visita ya había llegado.
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Ambos hermanos salieron y saludaron cortesmente. En la habitación se encontraba Preservadora de nubes, Ganyu, Zhongli y una mujer hermosa que era la ya adulta Shenhe.
Lo primero que pensó Lumine fue que era hermosa. Lo segundo fue que había crecido demasiado, antes era una niña más pequeña a la que podía cargar con facilidad pero ahora era mucho más alta que ella. No era justo que ella fuera siglos más grande y sin embargo cada una de sus esposas eran más altas que ella.
-Es un placer verte de nuevo.
Lumine salió de su ensoñación.
-El placer es mio. Me alegra ver que estas bien. ¿Estan listos para empezar?
Las negociaciones fueron bien y al final se decidió que la boda se iba a realizar.
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Tan solo una semana después la boda se llevó a cabo.
Se arrodillaron ante el cielo y la tierra y prometieron permanecer juntas hasta que la muerte las separe.
Los ritos de realizaron al igual que la fiesta y al final de la noche ambas mujeres se dirigieron a lo que sería la nueva habitación de Shenhe.
Shenhe era una mujer fría y callada y no habló mucho durante todo el rato en que ambas se ayudaron a desvestirse para tomar un baño. Dentro de la bañera Lumine le preguntó.
-¿Qué paso después de que me fui?
-Viví sola durante un tiempo. Mi madre murió cuando yo era muy pequeña y mi padre me consideraba la causa de todos sus males por lo que decidí alejarme. Estuve sola hasta que mi maestra me encontró y decidió volverme su aprendiz. Todos esos años me la pasé entrenando y tenía la esperanza de un reencontrarme contigo.
Lumine sintió como su corazón dolía. Si tan solo se hubiera dado cuenta antes que la pobre niña no estaba bien.
-Lo lamento. Por no darme cuenta.
Shenhe sonrió levemente.
-No tienes nada de que disculparte. Quien me salvó y fue mi motivación para seguir adelante fuiste tu. Te debo mi vida.
-Shenhe. ¿Quiéres ir a la cama?
-Por supuesto.
Shenhe se levantó de la bañera y Lumine ni se molestó en voltearse. Por Celestia, Shenhe si que era fuerte y Lumine tenía debilidad por las mujeres fuertes.
Se levantó ella tambien pero antes que pudiera tomar una bata para cubrirse fue cargada por Shenhe quien sin ropa la llevó a su cama.
Sin poder aguantar mas unió sus labios con los suyos y sus manos comenzarón a recorrer su espalda, su estomago y caderas y luego a tocar y acariciar sus pechos. Sonrió al escuchar los gemidos que comenzó a soltar.
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Al día siguiente, ninguna salió de la cama . Tenían mejores cosas que hacer.