![Diana x Leona oneshots [español]](https://fanfictionbook.net/img/nofanfic.jpg)
Castigo, parte 2.
La pareja caminaba lentamente, dirigiendose al dormitorio de la castaña. El aire se sentia denso, el silencio puntuado por la rapida respiracion de Diana. Estaba debil, herida, y Leona podia sentir la tension en su cuerpo mientras se aferraba a ella. La Solari sento suavemente a su amada sobre la cama y comenzo a desnudarla, cuidando de no lastimar su fragil piel, sus movimientos delicados y precisos.
Mientras Leona ayudaba a Diana a quitarse la ropa, pudo empezar a ver mejor la irritacion en su piel por haber estado expuesta al sol durante tanto tiempo. Sintio un sentimiento de culpa por no haber estado alli para protegerla. La ayudo a pararse y la dirigio hasta el pequeño baño que habia en la habitacion. La sento, en un pequeño asiento de piedra cerca de la tina, y con un paño suave y un recipiente de agua tibia, Leona comenzo a lavar suavemente la suciedad y la mugre de la piel de Diana. Podía sentir el calor que emanaba del cuerpo de su pareja, y trato de ser lo mas suave posible mientras la lavaba.
El sonido del agua era relajante y Leona se tomo su tiempo, moviendose lenta y metodicamente mientras limpiaba la roja piel. Podia ver el alivio en los ojos de la pelinegra cuando el agua tocaba su piel y supo que al menos lo estaba haciendo bien. Cuando termino de lavarla, Leona tomo un pequeño tubo de crema que habia tomado de la enfermeria para este tipo de ocasiones y lo aplico suavemente sobre la piel de Diana. Movio los dedos en movimientos circulares, tratando de esparcir la crema lo mas suavemente posible.
Finalmente, Leona agarro de la mano a Diana, y cuidadosamente la elevo y la llevo de la mano a su cama, donde Diana se sento. Leona la ayudo a vestirse con un pijama que tenia para cuando Diana salia por las noches de su habitacion y venia a dormir con la castaña a escondidas. La solari sintio preocupacion en su cuerpo cuando Diana trato de ponerse comoda, y su cara se torno en una mueca de dolor. Leona, entonces decidio poner unas almohadas en la cabecera de la cama y sentarse, señalando su regazo a diana. Diana solo pudo tumbarse con la cabeza entre sus piernas, y cerrar los ojos mientras la castaña masajeaba su cabeza.
El sol se estaba poniendo afuera, arrojando un cálido resplandor anaranjado a través de la ventana. El aire olia al ungüento que habian utilizado, y Leona podía sentir el calor del cuerpo de Diana contra el suyo. Leona agarro la mano de la pelinegra, y la entrelazo con la suya, la elevo al nivel de su labios, y le dio besos, tratando de hacerla sentir segura y amada, y juntas se quedaron dormidas, el dolor del dia desvaneciendose lentamente en el pasado.