Chispitas de Chocolate Blanco

-Cariño, me estas asustando... ¿acaso esos mocosos te hicieron algo? Porque de ser así... –fue interrumpido.

-No papá... Steve y James... son mis novios...

-Así es. –añadió Steve.

-Usted será nuestro suegro. –trató de animar Bucky.

-Tómeselo con calma, señor. –Comentó Jarvis.

-¿Papá? –Howard se había quedado callado.

De la nada se escuchó un grito en la habitación, un grito de Howard al enterarse que su inocente hijo tenía pareja, mejor dicho, que tiene dos novios. –¿¡Qué!? –se sorprendió hasta más no poder. –Esos dos... –señaló a los fortachones. –De acuerdo. –tomó aire, se dio media vuelta y salió de la habitación dejando a los demás confundidos pero más que nada a un triste Tony.

-¿Estás bien, Tony? –se apresuró en preguntar Steve, ya que al ver la expresión de su canelita le preocupó.

-Acaso... –el castaño menor apretó las sabanas de la cama de donde estaba sentado, bajó su mirada y se aguantó las ganas de llorar pero eso no impidió que algunas lágrimas cayeran por su rostro de tan solo pensar en aquello. –¿Lo decepcioné?

Jarvis de inmediato se dio media vuelta, le dolía ver a su señorito de esa manera por eso no debía dejar pasar por alto este tema y más porque Tony sería el más afectado, si en estos momentos estaba recuperando su autoestima, con lo que ocurrió solo lo derrumbaría puesto que todavía se encontraba muy inseguro. –No se preocupe, señorito. –caminó hacia la puerta. –Hablaré con su padre. –salió de la habitación.

-Anthoska. –se acercó al menor. –Todo estará bien...

-No decepcionaste a tu papá. –se sentó al lado del más bajo. –Solo que, tal vez no se lo esperaba.

-Pero jamás lo había visto así... –Tony se dejó abrazar por el rubio mientras se recargaba en su pecho, Bucky solo se acostó en la cama de forma vertical.

-Ya verás que todo saldrá bien. –habló Barnes, realmente esperaba que todo saliera bien, ninguno de los dos fortachones soportaría ver a su Tony triste nuevamente.

Mientras tanto fuera de la habitación, más específicamente fuera del hospital, sentado en una banca para tomar el fresco de la noche y asimilar lo que le acababan de decir, se encontraba Howard viendo hacia el piso, no tardó mucho en notar que la presencia de Jarvis se acercaba, y cuando finalmente llegó a su lado se detuvo.

-Señor Stark... –mencionó el mayordomo con un leve tono de preocupación marcada en su voz pero lo que más se escuchaba era un tono de regaño. –¿¡Se-señor!? –se sorprendió cuando el castaño levantó el rostro para verlo. –¡¿Por qué llora?!

-¡Jarvis! ¡Me quieren quitar a mi bebé! –lloró a mano suelta.

-Cálmese señor. –intentó el mayordomo acercándose a Howard para entregarle un pañuelo y así pudiera secarse las lágrimas. –Creo que está exagerando...

-¿Tú crees? –hipeó. –Nunca creí que llegaría el momento... Tony todavía es un niño... es mi bebé... y ahora esos dos mocosos sin materia gris me lo quieren arrebatar.

Jarvis todavía se encontraba de pie, observando al castaño y por alguna razón le pareció... ¿Lindo? Se sacudió la cabeza mentalmente, claro que no, simplemente le pareció conmovedor que se preocupara por su señorito a tales extremos. –Señor, mi señorito jamás lo dejaría atrás, usted es muy importante para él, lo ama y lo adora.

-Pero... esto es muy difícil... –agachó la cabeza. –Yo sé que mi hijo no me dejaría atrás, es solo que... no puedo evitar preocuparme...

-Es su padre, es natural que se sienta así, me preocuparía si no mostrara ese tipo de conductas. –afirmó el más alto. –Pero, ¿Por qué se comportó así?

-No supe como reaccionar... digo... –lo miró a los ojos con determinación. –No me importa si mi hijo tiene novio o novia; si se enamora de un hombre o una mujer, realmente le tengo poco interés a eso, siempre y cuando él esté bien y sea feliz yo podré estar tranquilo, voy a quererlo sin importar como sea... a lo que me refiero es que no esperaba que Tony tuviera dos novios al mismo tiempo ¿Entiendes? ¡Dos! Eso significa que mi hijo...

El mayordomo suspiró cansado, vaya, Howard podría llegar a ser muy sobreprotector con el menor de los Stark, además de que tenía miedo de que se lo fueran a quitar, eso era encantador. –Señor Stark, no me cansaré de decirle que nadie le arrebatará a su hijo, Tony siempre lo va a querer y va a estar ahí, tenga en cuenta que el que mi señorito comience a tener novios o novias es parte de crecer, cuando menos lo espere mi señorito será todo un hombre y volará lejos del nido.

-Eso ya lo sé, pero es difícil aceptarlo. –le sonrió al mayordomo. –Esa es la parte más complicada de ser padre... dejar volar a tus hijos.

--No se preocupe por el joven Steve y el joven James, son buenos muchachos, yo sé que cuidarán al señorito a la perfección. –trató de animar Jarvis.

-Más vale por el bien de esos niños que así sea. –el aura del castaño se tornó oscura y amenazadora.

-Ahora señor, vaya con el señorito que lo dejó muy triste al ver su reacción. –ordenó Jarvis.

Se levantó de inmediato, estaba renovado, era hora de arreglar aquello, no quería que su hijo se deprimiera de nuevo. –¡Tienes razón, Jarvis! –se acercó al mayordomo y lo abrazó fuertemente. –Me alegra platicar contigo, siempre logras calmarme. –posteriormente besó las mejillas del más grande avergonzándolo, Howard solo estaba muy emocionado posteriormente se separaron.

-¡Se-señor!

-¿Qué? Así se saludan los franceses. –se encogió de hombros Stark.

-Soy inglés, señor. –estaba con un leve color carmín en el rostro.

-Creo que lo olvidé. –se burló el castaño. –Como sea, es hora de poner en su lugar a esos asalta cunas. –caminó de nuevo hacia el hospital. –¿No vienes?

-Ya voy señor. –siguió a Howard.

Regresando a la habitación de Tony, el castaño menor estaba muy cómodo recargado en el pecho del rubio mientras que Bucky se había cambiado de posición, moviéndose al otro lado de Tony para acariciarle su cabeza, todo estaba tranquilo, el menor comenzaba a cabecear dando señales de que en cualquier momento caería en los brazos del Morfeo.

La puerta fue abierta y el primero en entrar fue Howard Stark, que al ver aquella escena un tic apareció en su rostro, mentiría si dijera que no tenía ganas de quitarle a su hijo de encima esos mocosos, de golpearlos. "Respira Howard, respira" pensó para sí mismo.

Tosió para llamar la atención de los tres jóvenes que al instante en percatarse de la presencia del mayor se separaron rápidamente además de llevarse un buen susto, tanto Steve como Bucky podían sentir el aura amenazadora del padre del amor de su vida, pero de ninguna manera permitirían que los alejaran de Tony, aunque si estaban muy intimidados.

La mirada de Howard era penetrante, observaba a los novios de su hijo con cierto desdén, pero si éstos van a ser pareja de su hijo es mejor que se llevaran bien, pero eso no dejaba de lado que no sintiera que esos dos fortachones quisieran robarle a su bebé, vaya cosas de las que uno se va enterando, los últimos días sí que se había enterado de muchas cosas.

El Stark mayor respiró hondo, luego suavizó su mirada y vio a su hijo. –Perdonen por mi conducta de hace rato. –se rascó la nuca. –No lo asimilé bien en ese momento, pero ya pensé bien las cosas.

-Papá...

Se acercó a su hijo ante las miradas de los presentes. –Escúchame cariño, perdóname si te hice sentir mal hace rato, es solo que no soporto la idea de que te separen de mi lado, ya sabes, eres mi bebé.

-Papá eso no es... –fue interrumpido por su padre.

-Déjame terminar. –se sentó al lado de su hijo. –Estoy de acuerdo con tú relación si tú estás bien con eso, es una relación poliamorosa Tony, y eso implica muchas cosas, igualmente en un futuro pueden tener problemas, como tú padre es mi deber advertirte sobre esto, pero si realmente estás de acuerdo con llevar este tipo de relación por mí está bien. –le acarició la cabeza. –Una cosa más que debo decirte, sea mujer o sea hombre no es de gran importancia siempre y cuando seas feliz estará todo bien. –miró a los fortachones. –En este caso sería hombres...

-Manténgase sin cuidado señor Stark. –habló Rogers. –Cuidaremos muy bien de Tony, y déjeme decirle que ambos lo amamos.

El Stark mayor sonrió de una forma asesina. –Si se atreven a lastimar a mi hijo, los mato.

El rubio sonrió nerviosamente. –Eso no va a pasar.

-Entonces... –habló Bucky. –¿Eso quiere decir que ya nos aceptó como yernos?

Rápidamente Steve golpeó a su amigo para que se callara. –Cállate Buck, no tientes a tú suerte.

-Ya, está bien, perdón. –le contestó a su amigo.

-Gracias papá... –sonrió el Stark menor.

Jarvis estaba parado en el marco de la puerta, se alegraba que todo haya salido bien. –Que bueno que ya se arregló todo y que el Señor Stark no los haya matado. –trató de animar el ambiente, con una sonrisa en su rostro.

Howard se encogió de hombros. –Aún es muy pronto...

-¡Papá! –gritó Tony levemente avergonzado.

-Muy pronto... –reflexionó Bucky.

-Aun... –razonó Steve.

-¿¡Qué!? –gritaron al mismo tiempo los dos fortachones, seguido de eso Tony y Howard solo se rieron mientras que Jarvis disfrutaba de la escena.