
III
Cuando llegó a la casa del mocoso una multitud de personas lo rodeó Mierda no pensé en esto, se quejó internamente.
— Señores hay una amenaza de bomba en este edificio —dijo inventando sobre la marcha— Necesito que despejen el área —ladró sin dejar espacio a ninguna réplica.
Vio cómo la multitud se alejaba casi en histérica y apretó los labios ligeramente arrepentido. Bueno, algo sin dudas iba a explotar allí. Entró al edificio y pensó que iba a hacer si se encontraba May en él. Le dijo a F.R.I.D.A.Y. que iba a ir corriendo a la tienda por su orden de compras libre. Su pobre tarjeta negra había sido entregada a la causa «Todo lo que pueda comprar en cuatro horas» y como él suponía había huido pero las sorpresas nunca cesaban, menos en manos de la familia Parker.
Forzó el picaporte y entró sin cuidado alguno, era más fácil enfrentarse a ello de una buena vez y la amenaza de bomba era igual una buena y viable excusa. Peter podía tener los enemigos que él quisiera inventarle. Esperó pacientemente unos segundos hasta hacer un barrido completo de la casa y cuando se dio cuenta que no había nadie allí avanzó tranquilo por la casa. Después de arreglar la cerradura, caminó al cuarto de Peter sin prestarle mayor atención a lo que lo rodeaba o lo extraño que se le antojaba andar por allí solo como maldito enfermo.
Arrugó el gesto al ver el desastre en el que Peter habitaba y sacudió la cabeza considerándolo imposible, el mocoso era incorregible y no le interesa justamente intentar cambiar ese aspecto de él.
— F.R.I.D.A.Y. acomódalo en la esquina —masculló sosteniendo la mugrienta bolsa en las manos.
Vio su traje caminar lentamente hasta pararse en la esquina.
— F.R.I.D.A.Y., linda, no me hagas volverte un GPS. Mirando a la cama —murmuró perversamente.
— Disculpe señor —dijo antes de que su traje se girara y quedara en la posición que él lo quería.
Como no sabía muy bien qué hacer consigo mismo, estudió el cuarto. No iba a esconderse, eso era seguro, pero tampoco quería que fuera lo primero que Peter viera al entrar. Estudió la estancia y decidió pararse al lado de la puerta, se aseguró de mantener su distancia cosa que si Peter era tan idiota para abrirla de par a par para entrar, no lo golpeara causándole un asqueroso derrame nasal que arruinará completamente sus planes y aguardó con muchísima impaciencia.
Llevaba esperando más de lo que creyó posible y cuando escucho la puerta abrirse lentamente se preocupó, Dios Stark, ¿en qué te metiste?, se preguntó intranquilo cuando vio la figura de Peter congelarse frente a la cama. Aquella ansiedad antinatural para los hombres de su edad causaba infartos. Estaba jodidamente seguro que como su cuerpo insistiera en comportarse como el de un niño hormonal, él iba a terminar en cuidados intensivos.
Quiso gritarle por ser tan imprudente y no notar que había un traje y él mismo en el cuarto, pero se aguantó la reprimenda para luego cuando lo vio inclinarse para recoger la bolsa que estaba en la cama. Escuchó el jadeo sorprendido al leer su nota y sonrió con soberbia cuando escuchó como soltaba un quejido más fuerte y claramente sorprendido, pateando la puerta la cerró de golpe.
Gracias a sus reflejos esquivo la telaraña que voló en su dirección y tuvo el beneplácito de ver cómo la puñetera boca de Peter caía abierta de par a par.
— ¿Se-Señor Stark? —susurró abriendo los ojos casi tanto como su boca.
Tony quería darle un golpe a ver si así lucía menos adorable, pero también pensó en que seguro el efecto era el mismo si le metía la pol-.
— El original —comentó con una sonrisa cortando esos pensamientos de un tirón— Parker, te ves ridículo. —comentó caminando despreocupado— Cierra la boca —murmuró empujando su mandíbula con el índice.
O meteré en ella mi polla, pensó internamente.
— Pe-perd... ¿Qué hace aquí? —pregunto estudiando en todas direcciones, reparando por primera a vez en su brillante armadura parada a su espalda ahora que se hallaba a su lado contemplándolo.
— ¿Quién crees que lo trajo? —comentó apoyándose en el escritorio para verlo.
Peter giró en redondo, seguro buscando a alguien más allí, antes de quedar de frente a él aun con esa adorable expresión de desconcierto separando sus labios. Joder que hermoso que es, pensó volviendo a sentirse ofuscado. Así no podía concentrarse.
— No... no sé —murmuró agachando la mirada perdido— Pensé que quizás Happy lo pudo dejar.
— Él venía en el auto contigo Parker, obviamente él no fue.
— Correcto... —masculló enrojeciendo.
Sonrió profundamente y decidió empezar el juego. Ya iba a prender Rhody, decir que él no podría... Con arrogancia y mucha elegancia, despegó el cuerpo del escritorio y caminando hacia Peter.
— Es todo tuyo —dijo arrastrando ligeramente las palabras.
— ¿Eh? ¿Qu-Qué cosa? —preguntó volviendo a abrir la boca impresionado.
Se paró frente a él y entrecerró los ojos volviéndole a cerrar la mandíbula, esta vez acariciando superficialmente su mentón.
— Parker, me veo igual con la boca cerrada, créeme, hice un estudio al respecto. —le comentó con una de sus sonrisas.
Cuando Peter asintió ligeramente embobado sintió su sangre prenderse fuego con aquella vieja chispa que se había extinto hacía tiempo en él.
— ¿Qué es todo mío? —volvió a preguntar tragando audiblemente.
— El traje Parker —murmuró con una sonrisa ladina— ¿Qué más?
— Ehh... claro... no nada —masculló adquiriendo color otra vez— Siento, lo de...
— Déjalo Parker —lo cortó agitando la mano— Supongo que la vida en Queens es divertida. ¿Qué podrías hacer en la sede todo el día sólo conmigo? —le preguntó comprensivo— Te aburrirás mortalmente. —agregó.
— ¿Solos? —jadeó sorprendido cuando él le arrebató la bolsa y sacó su traje para estudiarlo de cerca.
— Si, Rhody trabaja todo el día en cosas aburridas de los Marines y Visión... es Visión, si no está en la cocina está en su habitación nutriendo su mente con libros y revistas de chimentos, dispuesto a enterarse de qué va el mundo... —dijo distraídamente— Sólo quedo yo y estoy gran parte del día en el taller...
— Taller —repitió Peter casi atragantándose.
— Si bueno, entiendo que prefieras esto. —le reconoció alzando apenas la vista para recorrer su cuerpo rápidamente con la mirada— El taller siempre es un desastre, todo sucio...
— Sucio —volvió a repetir Peter y esa vez casi lo escuchó gemir.
— Si, Parker, sucio. —le corroboró alzando la vista hasta clavarla en sus ojos cafés— Pero no te voy a negar, Queens tiene su encanto. Mucho encanto. —susurró quedamente mordiendo suavemente su labio inferior.
Peter asintió lentamente, mientras que parpadea rápidamente consiguiendo darle un aire muy gracioso a su expresión.
— Es... sí, es única —murmuró tentativamente como si no supiera de qué hablaban.
— Puedo verlo —le dijo extendido el traje en su dirección— Tiene personas únicas.
— Claro —corroboró volviendo a tragar ruidosamente arrugando la frente confundido— Yo... sabe que si me necesitas puede llamarme. —dijo sacudiendo la cabeza.
— Gracias Parker, si necesito que me eches una mano, no voy a dudar en llamarte. —comentó arrastrando la mirada a lo largo de su cuerpo.
— Ex-exacto —tartamudeo tirando del traje con las manos nerviosas.
— Tú también claro —sonrió de costado arrimándose otro pasó.
El chico agachó la mirada y a sus pies que estaban muy cerca de los suyos antes de volver a mirarlo
— Si algún día necesitas que te ayude con algo... no dudes en llamarme.
— Yo... bien. —masculló volviendo la cabeza en dirección a la puerta.
Tony siguió su mirada y de repente, sintió el verdadero temor. ¿Acaso era posible que Rhodes tuviera razón y Peter en verdad quisiera rechazarlo? ¿Le incomodaba su presencia? ¿Acaso esa era alguna retorcida dimensión desconocida?
— ¿Quieres que me vaya? —le preguntó retrocediendo entre asustado y nauseabundo.
— ¿Qué? ¡No! —grito estirando la mano con el traje para sujetarle el brazo— Digo, no es necesario, se puede quedar el tiempo que quiera, yo no lo echaría de aquí. —se excusó hablando atropelladamente.
Tony sintió que podría besarlo del alivió que lo inundó. Bueno, continuamos, se dijo terriblemente más confiado.
— Oh. ¿No tienes cosas que hacer? — preguntó alzando un ceja, cuidando de poner una muy creíble cara de inocencia.
— ¿Yo? No nada —dijo enrojeciendo— No con urgencia. —aclaró como si eso le diera más dignidad.
— Bien... ¿Quieres hacer algo? —preguntó acercándose otro poco.
— ¿Co-como qué? —jadeó alzando la cabeza de golpe.
— Puedo mostrarte las mejoras del traje. —se ofreció soltándole una sonrisa ladina.
— Si... ¿lo mejoró? —preguntó extrañado saliendo del letargo y él quiso pasearse a sí mismo.
Solo a él se le ocurría darle al niñito con TDA motivos para distraerse. No era ese el camino. Cuando Peter lo soltó y empezó a estudiar el traje se quiso comerse sus palabras.
— Póntelo —dijo lentamente obligase a usar un tono más ronco, mucho más ronco.
Peter dejó de estudiar en traje y volvió a clavar sus ojos en él. Mucho mejor Parker, no te disperses, pensó conforme.
— ¿Ahora? —preguntó casi susurrando.
— Sería lo indicado si quieres que te explique las modificaciones —comentó divertido— Si no, las descubres sólo. No hay problema. Bueno Parker, visto que no me necesitas para nada puedo irme...
— ¡No, no! Ya me lo pongo. —le dijo mientras se llevaba las manos a la campera y la dejaba caer en el piso sin inmutarse.
— Parker, no dejes las cosas tiradas —lo reprendió agachándose frente a él para agarrar la prenda.
Escuchó la brusca inspiración que soltó cuando "sin querer" rozó su pierna con sus hombros.
— Joder —susurró casi mudo cuando "accidentalmente" su mano se golpeó contra su cadera intentando sujetar la campera que se le "resbalaba".
— Ten, no vives en un chiquero Parker —dijo chasqueando la lengua molesto— Los demás no tienen por qué juntar tu mugre.
— ¡Deje de jugar! —estalló arrebatándole la campera descompuesto cuando le apoyó mano, y campera, contra su abdomen acariciándolo levemente.
— No juego Parker, se le dice ordenar. Claramente te faltan clases de modales y buenas costumbres. —murmuró duramente mirándolo fijo— Eso podría hacer, darte clases de conductas apropiadas para la convivencia con otro ser humano que no quiera ser tu maldito mucamo.
— Clases... usted... a mí... —masculló abriendo la boca.
Cuando un gemido descompuesto salió de su boca sonrió y afirmó los pies un segundo antes de sentir el cuerpo de Peter colisionar contra el suyo.
Cerró los brazos en torno a su cintura y llevo una de sus manos a la cabeza de Peter hundiéndola en su pelo antes de dar un leve tirón.
— Pensé que quería ser mi mentor —jadeó contra sus labios.
— Puedo con las dos —gruño agarrándolo con más fuerza y deslizando las manos por su espalda, metió la lengua dentro de su boca hambriento de volver a tener un poco más de esos besos que lo traían loco desde hace meses.
— ¿Me va a seguir... seguro enseñando? —jadeó separándose de él.
— Siempre que creas que hay que puedo explicarte—murmuró mirando perdido sus ojos.
Soltó un gemido dentro de la boca de Peter cuando se abalanzó sobre él y sus piernas se enredaron en sus caderas.
— Claro que quiero, señor Stark. —gimió apretándolo con las piernas mientras que se frotó duramente contra su polla.
Bueno, qué diablos, Tony los tiró en la cama con cuidado de no golpearse la cabeza contra la maldita marinera. Peter gimió arqueándose contra su cuerpo y él sintió el colchón hundiéndose bajo sus rodillas cuando soltó al mocoso y se acomodó frente a él.
— Peter... —jadeó como única advertencia. Las cosas se le estaban por salir de control pero no podía esperar un solo segundo, su maldita reticencia se iba a ir al carajo a cada nuevo choque de sus cuerpos y es que, mientras que Peter lo aceptara, él iba a hacerlo.
— No se le ocurra volver a dejarme así —se quejó con la respiración alterada.
— No se te ocurra darme órdenes, Parker —le espetó fríamente alejándose de él lo suficiente para poder meter las manos dentro de su remera.
Peter gimió con fuerza y arqueó el cuerpo pegando sus condenadas costillas a las palmas de sus manos mientras seguía ascendiendo arrastrando la remera a su paso.
— Alza los brazos Parker —gimió estudiando su cuerpo.
Peter asintió repetidas veces elevándose para que le quitara la remera y él se quedó perdido por su destructiva imagen. Todo músculos bien definidos y una pila de abdominales tan marcados que no pudo evitar retroceder lentamente hasta apoyar la lengua en ellos.
Peter le lanzó una mirada incrédula cuando apoyó la lengua contra la tersa piel que nacía justo encima de la cintura de su pantalón y gimió con fuerza cuando sus músculos se tensaron a medida que iba llegando a su ombligo, lo succionó con fuerza antes de volver a saborear su piel y para cuando llegó a la altura de sus costillas Peter tuvo suficiente, lanzándole una mirada turbada sujetó su pelo y lo jalo levantando su cara.
— ¡Carajo! —jadeó sujetándole el rostro y tirando de él hasta volver a unir sus bocas.
— Parker, sabes tan bien—gruñó mordiéndole el labio inferior, apretando su cadera contra la entrepierna de Peter— Te voy a lamer todo bebé —jadeó antes de frotarse contra él.
Gimió en cuanto sus pollas se rozaron con fuerza y sin miramientos se alejó de él para poder arrancarse el saco y tirarlo con la remera por el piso del cuarto.
— Pensé que no debía tirar la ropa por ahí —jadeó Peter alzando las manos hasta sujetar la corbata y deslizarla para abrirla lentamente. La dejó colgando de su cuello demasiado ansioso por seguir desnudándolo, pero al coger su camisa, terminó rompiendo los botones una vez que no cedieron.
Dejando su mente en blanco con el sonido de la ropa rasgarse, Peter gimió retorciéndose lleno de un placer que obviamente no podía contener en su interior.
— Joder, Parker... Tú no puedes —gruñó volviendo a embestir con fuerza— Destrozar la ropa de las personas de esta forma —lo reprendió profundizando el movimiento de sus caderas.
— Oh, mi... señor Stark, por favor no se vaya a ir —gimió sujetándolo con las piernas y haciéndole una llave evitando que pudiera moverse.
Tony escuchó su vulnerable pedido y parte del delirio en el que se sumergía con cada respiración que le clavaba el suave olor de Peter en la mente, se disipó. Conteniéndose un poco lo miró a los ojos y vio que tras la supuesta puya había un pedido honesto, un miedo tácito.
— Tranquilo Parker, planeo quedarme un tiempo en Queens —masculló llevando una de sus manos a su espalda para sujetar una de las zapatillas de Peter y sacarla a la fuerza— Hay algo por aquí que tiene toda mi atención—gruñó lanzándola lejos— Toda mi atención —susurró encantado cuando las piernas de Peter lo apretaron dolorosamente por la cintura al alzarla otra pierna y quitarse de una patada la otra zapatilla.
El sonido del golpe seco contra la pared volvió a empujarlo por la demencia y gimió intentando controlarse. Así no más fuera para fingir mesura.
— Q-que bien —dijo entrecortadamente cuando le soltó el botón del pantalón.
Intentó no pensar en Peter desnudo a riesgo de terminar el encuentro antes de lo planeado y se dijo que debía volver a sujetar las riendas de la acción o quién sabe qué cosas podría hacerle hacer Parker. En el estado que Tony estaba, matrimonio podría pedirle si eso es lo que el chico quería para dejarlo probar su cuerpo.
— Mi pantalón Parker —susurró acercándose a su cara y lamiendo lentamente el mentón hasta su oído.
Las fuertes y diestras manos de Peter volvieron a romperle el botón del pantalón y lejos de amonestarlo lo besó con fuerza aprobando su maldita barbárica forma de desvestirlo. Visto su problema para sacarse la ropa sin romperse la cabeza contra la maldita cama de arriba se bajó de ésta y miró lentamente el pecho de Peter subir y bajar con rapidez.
Sonrió con soberbia y se desabrochó el cinturón mientras se sacaba los zapatos.
— Desvísteme Parker —gruño cuando Peter sin siquiera esperar se desprendió de su pantalón, solo para intentar salirse de su ropa interior.
Poco poético de tu parte, lo retó mentalmente. Que él también estaba desesperado, pero las formas lo eran todo y parte de la diversión era ver como las prendas se despedían lentamente de su endemoniado cuerpo.
Peter se encorvó para sentarse en la cama y supo que para el día siguiente una maldita cama extra grande iba a entrar por esa puerta así tuviera que cargarla en la espalda.
Soltó un suspiro cuando la boca de Peter se apoyó con fuerza en su abdomen y empezó a besarlo, se sacó la camisa y la corbata dejándolas junto con el resto de su ropa en el piso pasando de la mirada astuta que le lanzó Peter al ver su acción. Después de lo de la bahía no dudaba que el maldito supiera lo que hacía, intentaba no pensar mucho en eso pero sintiendo la destreza con la que esa lengua ahora estaba derritiéndolo las dudas lo volvieron a asaltar.
— ¿Hiciste muchas veces esto?
— Las que necesité —gimió Peter bajándole el pantalón y la ropa interior, pateó lejos sus zapatos y lo miró duramente.
— ¿Necesitaste? —pregunto sintiendo su atención trastabillar en el momento que la lengua empezó a descender por su abdomen hacia su ahora libre polla.
— Para saber qué hacerte...
Tony no sabía si gruñir o morir de gusto. Peter volvió a gemir apoyando la frente en sus abdominales mandando corrientes de aire caliente sobre su polla y calcinando sus terminaciones nerviosas.
— Joder, Parker sólo llévatela a la maldita boca —espetó perdiendo la cabeza.
— Si... —gruñó relamiéndose y sujetando la base de su polla la miró atentamente— No sabe las veces que soñé con esto... —gimió dándole un tentativo toque con la lengua frustrándole cualquier intento de volver a tener un pensamiento coherente.
— Joder bebé... —se aferró a la cama de arriba y se esforzó por no mover las caderas con fuerza una vez que los labios de Peter se cerraron en torno a él.
Peter empezó a mover la cabeza lentamente mientras que una vez dentro de su boca usaba su lengua para rodearlo y succionar con fuerza en lo que se retiraba.
— Joder, en verdad te sirvió la práctica —gruñó entre encantado y celoso.
— Se lo dije —jadeó Peter mientras guiaba su lengua por sus testículos.
Cuando apresó uno entre sus labios supo que era hora de pasar a otra cosa o no iba a poder contenerse.
— Túmbate —masculló sujetándolo del pelo para que se retirara.
Vio la duda brillar en su mirada y se agachó frente a él.
—No era una jodida pregunta Parker. Acuéstate en esa maldita cama. —lo empujó con la mano y Peter obedeció tragando con fuerza— Desnúdate ya mismo. —jadeó sujetando su polla expectante. Él lo había sentido, pero quería verlo y saborearlo.
Con los pulgares Peter enganchó el elástico y tiró desgarradoramente despacio. Arrastró la lengua por sus labios y se volvió a subir a la cama cuando Peter le guiñó un ojo al quedar completamente desnudo.
Maldita zorra, pensó demasiado encantado como para negarse.
— Abre bien esas piernas Parker —demandó duramente.
Hundió la cabeza entre ellas y Peter sollozó cuando, en lugar de tocar su polla, le alzó el precioso culo y expuso su entrada para poder atormentarlo a gusto.
Veamos si ya sabes que es esto, pensó ligeramente rabioso.
Con un gruñido y rapidez cerró los labios en la pequeña entrada y Peter se contorsionó sujetándole la cabeza con esa deliciosa fuerza arácnida.
— Q-qué bien s-se siente —gimió abriendo más las piernas, empujándolo más— Se-señor Stark, por favor... —susurró removiéndose lejos de él.
Cuando abrió la boca para ordenarle que se quedara quieto lo vio estirarse a la mesita de luz, gateo sobre él y abrió el cajón al que Peter no llegaba. Saco el lubricante con una sonrisa incrédula.
— Tu sí que estás preparando —comentó sintiendo una mayor punzada de celos— Veo que has hecho esto con frecuencia —masculló fríamente volviéndose a acomodar entre sus piernas.
— Fue un año muy largo —jadeó Peter al sentir su dedo frío penetrarlo lentamente.
— Lo fue —corroboró sin prestarle mucha atención una vez que aquella presión le atrapó el dedo. — No lo hiciste mucho si aún estás así de apretado —jadeó complacido mientras más hundía el dedo dentro de él.
— Oh, joder —gruñó Peter incómodo retirándose— Do-dos veces... —se quejó.
— Quieto Peter —gimió encantado, sintiendo una paz mental casi enloquecedora— Quieto...
Se alzó sobre su cuerpo y mientras seguía penetrándolo, besó su cuello ascendiendo lentamente hasta llegar a su oído.
— No me importa con quién estuvieras tonteando Peter —jadeó pesadamente valiéndose de todo su cuerpo para apretándolo contra el colchón y poder susurrar en su oído— A partir de ahora —gruñó aferrando su lóbulo, tirando con fuerza, lamiéndolo descaradamente— Eres sólo mío. —retiró el dedo y metió dos lentamente.
Se apoyó sobre su codo y rodillas mientras giraba la muñeca para empezar a rotarlos dentro de él. Oh maldita sea, nada nunca describiría lo increíble que era aquello, iba a perder la cabeza, ya lo había hecho, no sabía.
— Oh Peter... —gimió frotándose tanto como pudo contra su polla, sintiendo que la aterciopelada piel de Peter estaba haciéndolo perder el control— Álzala —dijo retirando la mano y sujetando su pierna para guiarla en torno a su cintura.
Estiró la mano que tenía al lado de la cara de Peter y le sujetó con fuerza el mentón.
— ¿Fui claro? —masculló— acomodando su polla contra su entrada.
— No quiero a nadie más —jadeó Peter arqueándose contra él— s-solo... so-solo a ti —completó abriendo los ojos para verlo tan fijamente como pudo.
— Chico listo —susurró soltando su mentón y acariciando su mejilla delicadamente antes de morder sensualmente sus labios— Te hartarás de tenerme —gruñó entrando un poco en él.
— Joder, que grande... —volvió a jadear Peter encantando pero claramente algo incómodo— No me voy a cansar señor Stark, se lo dije en la bahía, no existe nada mejor y menos si ahora lo... ah... si puedo decir que es mío —jadeó al sentirlo completamente dentro de él.
— Muy listo —masculló sonriéndole mientras se dejaba arrastrar por las abrumadoras sensaciones que lo embriagaban al sentir su trasero oprimirlo con una maldita e hirviente hoguera— Dios... esto es magnífico —se quejó abrumado..
Había creído que era perfecto, pero más. Se tomó unos segundos disfrutando solo de él, solo se sentirlo, de poseerlo. Peter se quejó removiéndose, pero Tony no le dio el gusto y se mantuvo quieto esperando a que en verdad se acostumbrara a él. Tenía fuertes intenciones de repetir, lastimarlo o dejarlo mínimamente resentido arruinaba completamente sus planes venideros para ellos tres.
Besó sus labios, su mentón. Peter respondía de aquella forma desordenada, intempestiva. Tal como era, acelerado, atropellado. Su olor enloquecía su mente, su calor sus sentidos. Tony aborrecía la debilidad que le producía, peor quería morir de rodillas a sus pies. Un hombre como él que pensaba morir de la misma forma en la que vivió, de pie y en lucha, se sentía completamente listo para caer.
—Tony... —gimió Peter arañando su espalda— Por-por favor solo... solo...
Volviendo a deslizar sus manos por su cuerpo, Tony lo besó impidiéndole suplicar por algo que deseaba darle más que nada en el mundo. Distribuyó mejor el peso de su cuerpo y empezó a embestir lentamente, besando y lamiendo cada parte de él a la que podía llegar y gruñendo de placer cuando las manos de Peter empezaron a dejarle unas seguramente muy notorias marcas en la espalda en el momento que aumentó la velocidad.
Acomodó sus codos a la altura de los hombros de su chico y mientras seguía subiendo el ritmo le sujetó la cara obligándolo a mirarlo a la cara.
Lo quemaba, necesitaba sacar eso de su sistema. Tenía dos palabras clavadas en medio de la garganta y si no las soltaba en ese segundo, no podría continuar. Maldita sea que humillante.
— Pe-Peter... Te amo —jadeó dándole una fuerte estocada.
— Jo-joder... —gimió Peter apretándolo más dentro de él abriendo los ojos sorprendido— Yo más señor Stark. Mucho más.
— No podrías —dijo conforme antes de deslizar su brazo bajo sus hombros afirmándose y con la otra mano sujetó su polla.
— N-no me... ¡mierda más rápido! —gimió liberando su cintura de su férreo agarre para apoyar los pies en la cama e impulsarse contra su mano— No... no me rete señor Stark, no puede ganarme.. Joder Dios enserio es taan grande —gimió estirándose para llegar a su cuello.
Gruñendo con fuerza, sujetándolo con más ansías se empujó más fuertemente contra su cuerpo sintiendo su propia liberación aproximarse.
— Mírame bebé —rogó cuando un gemido de Peter casi le fisura un tímpano dándole aviso que al fin había dado con su próstata.
La mirada velada de placer de Peter se le antojó afrodisíaca y apurando su mano se dejó ir cuando el tibio semen le golpeó abdomen y pecho. Se corrió con fuerza suficiente para quedar desplomado sobre el pobre mocoso, el cuál no parecía molestarle en lo absoluto y se contentó en recobrar el aire antes de intentar moverse.
Sentía un ligero sueño atravesar la bruma que cubría su cabeza mientras que el dedo índice de Peter delineaba su columna a lo largo. Quería dejarse arrastrar por la fatiga, pero podía sentir como parte de la anatomía de Peter volvía lentamente a la vida, oprimida contra sus abdómenes, su propia polla dio un tirón despertando cuando la discreta caricia se volvió más profunda y empezó a llegar a la zona de sus glúteos.
Bueno, si tú también quieres comportarte como un adolescente... Libre, se rió de sí mismo.
— ¿Esto quiere decir que tengo que volver a la sede? —susurró Peter.
— Tengo que —masculló divertido— Como si hubieras nacido para seguir una simple orden... —se incorporó apoyándose sobre sus manos y movió lentamente las caderas.
Peter gimió aferrándose a él con las piernas y sonrió cuando lo escuchó hacer un ruido muy parecido a un ronroneo.
—Puedo intentarlo todos los días de mi vida y no creo lograr que me hagas caso —susurró inclinándose para besarlo mientras volvía a empezar con el lento vaivén dentro de él— No Peter, esto no significa eso. —le dio una fuerte y profunda estocada arrancándole un gemido más pronunciado y sonrió con soberbia— Esto sólo significa que yo también quiero estar en el piso por un rato.
Peter le dirigió una mirada que no llegó a entender y antes de que pudiera decir algo se encontraba acostado sobre el colchón con Peter sobre su regazo.
Gimió con fuerza cuando su repentino calor lo envolvió y se embebió de la sensual imagen que era Peter moviéndose sobre él.
— Yo lo voy a sostener en el suelo —masculló mordiéndose el labio con fuerza— Oh... le-levante otra vez la cadera —pidió retorciéndose sobre él.
Deslizó las manos por sus fuentes muslos y sujetándolo de la cintura volvió a envestirlo anclándose a la cama con los tobillos.
— Dios. Si.... si así... justo así —gimió largamente desarmándolo.
Movió lenta pero profundamente las caderas, empezó a disfrutar de la gloriosa sensación de los músculos de Peter abrirse para su polla y gimió apretando más su cintura cuando el trasero de Peter lo oprimió dolorosamente en el momento que el mocoso se sujetó la polla con ansías.
Esa vez fue inclusive más rápido. Tony empezó a embestirlo sintiendo que perdía la cabeza viendo su cuerpo, su rostro, la forma en la que el sudor empezaba a correr por su pecho. Tony alzo las manos por su cuerpo y apretó sus pezones, tironeó de ambos, los pellizco. Se sentó y los lamió cuando Peter empezó a menearse rápido y sin pausa sobre él.
— Vamos bebé... —lo apuró sabiendo que estaba por llegar a su límite saboreando su cuello, apretando su traseros entre sus manos, mejorando la fricción, perfeccionando el ángulo— Córrete Parker —le gruñó alzándolo un poco para empezar a envestirlo duramente.
— Ah, sí mierda.... —jadeó abriendo los ojos repentinamente— Córrase —gimió— Córrase con-conmigo —jadeó alzando las manos hasta los tirantes de la cama de arriba para empujarse con más fuerza sobre él— Porfavorya... — no pudo evitar correrse en cuanto escuchó la madera fracturándose bajo los dedos de Peter.
— ¡Peter! —gimió con fuerza dándome una última embestida y en el mismo momento en que sintió el semen salir de él, el de Peter humedeció sus cuerpos.
Se recostó jadeando y sujetó a Peter sobre él en verdad necesitando el aire, sentía todo el cuerpo pegajoso por el sudor pero le importó bien poco cuando sintió la pervertida lengua de Peter lamerlo casi con glotonería. Clavó la vista en la madera rota y sonrió pensando que iba a tener que construir una cama de un material lo suficientemente fuerte para que Peter no lo destrozara, pero cuando su polla dio una ligera sacudida, pensó que quizás eso no fuera necesario.
Sentía la pesada respiración de Peter golpearle el cuello mientras su nariz se rozaba sutilmente contra él y cuando el embriagador sueño lo envolvió fue arrancado de él brutalmente.
— ¡¿QUÉ MIERDA?!
Tony cerró los ojos con fuerza cuando la atronadora voz de May rasgó su tranquilidad y Peter alzó la vista mirándolo asustado.
Joder, por qué nunca nada podrá salir bien, pensó sabiendo que sus planes de llevar aquello con calma habían quedado sepultados bajo ese grito indignado. Escuchó como una retahíla de insultos e improperios hacia su persona empezaron a llenar el aire y supo que era hora de llamar a Pepper.
— ¿Tú crees que vio el traje? —susurró abriéndolo lentamente los ojos— Después de todo lo dejaste en el piso... Y tanto que intente enseñarle no dejar las cosas tiradas
Peter ladeó la cabeza y una risa medida le hizo temblar el pecho.
— Creo que me está viendo el trasero...
— Entonces está sobre reaccionando, aún no vio el mío, eso es para gritar de incredulidad. —soltó con fingida ofensa.
Peter soltó una carcajada y conjuntando aire se alejó para encarar a su tía.
Escuchó más gritos por parte de May una vez que Peter le lanzó sus pantalones y supo que no iban a poder tener una charla muy cordial visto que su ropa estaba toda desgarrada por las manos de Peter.
Sonrió y se encaminó a la sala sin molestarse en terminar de vestirse. Reviso el placard chico y ofuscado noto que tampoco había buen material. Encontró unos pantalones de entrenamiento y parecían limpios. Con morbosidad buscó y halló unos interiores con pequeños IronMan. Metiéndose en ellos, asegurándose de que la cintura del pantalón los escondiera, Agarró los pantalones de Peter y lo miró de lejos intentar hablar con su tía tapándose.
— F.R.I.D.A.Y. Dile a Pepper que tengo una situación... —estudió como May empezaba a señalarse el pecho y sus gritos se volvían más agudos cada que Peter balbuceaba un: «No es tan grande» o un poco adecuado « Esto tiene una explicación muy divertida» — Dile que es un código rojo y que se apure. —añadió al ver como May empezó a arrojar objetos contundentes en dirección a Peter.
— Enseguida señor. ¿Pido refuerzos?
— Que venga con Rhody y no harían mal en traer una armadura cada uno —masculló con una sonrisa cuando vio como Peter se agachaba tras el sillón gimoteando por ser escuchado.
Suspiró con fuerza y se armó de valor, tenía una tía a la que enfrentarse y se reusaba a creer que fuera peor que Ultrón, sólo esperaba que Pepper y su amigo —el brillante que le dio la idea de ir hasta allí— llegara mucho más rápido de lo que May tardaría en tirarle a él con algún cuchillo.