Lyubov

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Mejores Amigos (Winterwidowdevil)

Natasha y Matt tenían una extraña relación, puesto que para todos ambos son mejores amigos, pero una vez que se encuentran a solas aquella atmósfera de amistad cambia a una más pasional hasta en ocasiones siendo algo romántico. Había momentos en donde se ponían a pensar en si formalizar lo que había entre ellos, pero terminaban negándose a ello porque no se imaginaban dentro de una relación.

 

Pero eso cambio cuando a la universidad llego el mejor amigo de Steve Rogers. James Barnes, también conocido como Bucky.

 

—Natasha, dime que estás a la preciosura que viene junto a Rogers. 

 

—Al parecer al fin tenemos conocimiento de quién es el chico de Rogers.

 

Decir que ambos cayeron completamente enamorados ante el chico es decir poco, si por ambos fuera en estos momentos ya habría un altar en nombre del chico. Y es completamente hermoso, no solo a nivel físico sino también como persona. Con sus ojos brillantes, sobre todo cuando algo le emocionaba; sin embargo, quedaba oculto por los lentes que usaba, el sonrojo constante que sus mejillas mantenían, los labios de color cereza que daban ganas de probarlos para saber si sabían tan dulces como se veían. Eso era una de las pequeñas cosas que los volvía locos por Bucky.

 

Y tampoco era un secreto para la mayoría de sus amigos, sobre todo Tony que los veía asqueado justo cuando ambos estaban babeando por el castaño.

 

—Demonios, James es completamente hermoso. —Mencionó Matt mientras mantenía su vista sobre el otro chico.

 

Justo en ese momento se encontraban en almuerzo y desde el otro lado podían ver como Bucky hablaba con sus amigos, manteniendo aquella pequeña sonrisa sobre sus labios rosados y moviendo sus manos conforme la emoción se reflejaba en él. Tanto Natasha como Matt lo miraban a lo lejos sin atreverse a acercarse, simplemente se conformaban con saber que estaba ahí.

 

—Joder, a cada segundo se pone más bueno.

 

—Ok, me tienen harto usted dos. Llevo bastante tiempo escuchándolos hablar sobre Bucky si tanto lo quieren invítenlo a salir aunque quién sabe si llega aceptarlos a ustedes como un paquete. Joder, yo no lo haría.

 

Y con aquellas palabras Tony supo que la había cagado, sobre todo al ver la mirada que Natasha y Matt compartieron.

 

—No, no. Me niego, me voy, yo no formaré parte de la locura que vayan a cometer. —El más bajo se levantó de su asiento y salió prácticamente corriendo de ahí, para evitar meterse en problemas con esos dos. Y solo le quedo pedir en silencio por la seguridad de Barnes.

 

—Entonces, querido, ¿estás pensando lo mismo que yo?

 

—Depende, ¿el resultado es James?

 

—No lo dudes. Ya vengo. —Se levanta del asiento y va hasta la mesa en donde se encontraba Bucky, desde la posición de Matt simplemente podía ver a Natasha diciéndole algo al castaño y como este se volvía por completo rojo.

 

Al rato la chica regresó con una sonrisa como si hubiera ganado la lotería, Matt la observó en silencio hasta que llegó a la par. Esperando ansioso lo que fuera a decir.

 

—Nos acabó de conseguir una cita con el muñeco. —Y con aquellas palabras una sonrisa surgió en Matt.

 

 

 

 

 

 

Cuando Bucky se trasladó a la universidad en donde su mejor amigo se encontraba no esperaba que dos personas le llamará el interés, pero tampoco era su culpa el hallar atractivos a Natasha y Matt sobre todo cuando estos estaban juntos. Quizás se vería codicioso, pero en sus sueños deseaba estar en medio de ellos. Y el único al que se permitió contar aquello fue a Steve.

 

Que de cierta forma Steve se encontraba cansado de llevar semanas viendo y escuchando a su mejor amigo suspirando y babeando por aquellos dos, pero sin hacer nada por acercarse y pedirles aunque sea una cita.

 

Sin embargo, Bucky era reservado con ello aún si se llevaba bien con Sam, Clint y Wanda, no se imaginaba contándoles tal cosa sobre todo porque aún si es normal ver una relación de tres personas no era por completo aceptado. En ese momento se encontraba almorzando con sus amigos mientras emocionado hablaba sobre una de las películas que había visto recién.

 

—Oye, Bucks, para acá viene Natasha. —Steve le susurró en el oído a su amigo cuando capto la melena pelirroja que se acercaba a ellos. Aquellas palabras fueron suficientes para poner nervioso a Bucky, su mano ajustó sus lentes, tratando de ocultar el sudor que comenzó a aparecer en sus manos y el bombeo rápido de su corazón.

 

Apenas Natasha estuvo cerca de la mesa las miradas de todos se dirigieron hasta ella, bueno, casi todos porque Bucky todavía trataba de calmarse para poder hablarle con tranquilidad a la chica que estaba en frente de él.

 

—¿En qué podemos ayudarte? —Sam le sonrió a la chica aunque se encontraba curioso, puesto que siempre tuvo cierta distancia a ellos.

 

—Mmm, no creo que ustedes logren ayudarme; sin embargo, creo que él si. —Está vez la pelirroja dirigió su vista hacia el castaño, que al sentir la mirada de la chica sobre él alzó la mirada. —Tú, yo, cita en mi departamento, está noche, cariño. —Le guiñó el ojo mientras se iba caminando del lugar.

 

—Yo... si. —Mencionó Bucky completamente sonrojado y más nervioso que antes, puesto que nunca espero que la chica se acercará para pedirle una cita. Volvió a bajar la vista mientras de nuevo acomodaba sus lentes.

 

Los demás chicos quedaron sorprendidos porque no imaginaron que Natasha se iba acercar hasta ellos para pedirle una cita al más pequeño de ellos, Steve se sentía feliz, pero su instinto protector también se activo. Pero no haría nada... claro, además de amenazar con que no lastimarán a su mejor amigo.

 

—¿Qué diablos?

 

 

 

 

 

 

Después de tantas horas ansiando que la noche llegará al fin lo había hecho, se encontraba nervioso mientras iba al apartamento de Natasha, en algún momento de la tarde ella le había mandado un mensaje con la dirección de este junto a la hora que esperaba que fuera. Apenas estuvo cerca nervioso tocó el timbre, pero se sorprendió cuando notó quién era la persona detrás de la puerta.

 

Matt Murdock.

 

Se puso más nervioso de lo que ya estaba, puesto que no esperaba que su otro crush estuviera, pero también sintió temor de lo que podía ocurrir en el lugar.  Ya estaba poniendo en dudas la razón por la cual estaba ahí, quiso irse, pero también quería estar ahí.

 

—Pareces asustado, gatito, pasa, no muerdo... —Un brilló de travesura apareció en los oscuros ojos del chico. —A menos que me lo pidas, cielo, ahí si lo haría.

 

Un sonrojo apareció en las mejillas de Bucky, no sabía que contestar ante ello así que simplemente entró cuando Matt le dio espacio, la decoración del lugar gritaba que Natasha era su propietaria. Se dejó guiar hasta la sala de está, encontrando a la chica ahí, observándolo. Matt se acercó hasta ella y se sentó a su lado.

 

—No entiendo que sucede... —Bucky se quedó estático en el lugar en donde estaba, jugando con sus manos. —Se supone que vine aquí porque me invitaste a salir, Natasha, pero también está Matt.

 

—Oh, Dios, hasta confundido es una dulzura. No creí que pudiera gustarme más. —Matt se levantó después de decir aquello y cuando menos Bucky lo esperó estaba siendo besado por este, sus ojos se abrieron con impactado y con un jadeo de sorpresa se dio la libertad de corresponder el beso recibido.

 

Sus ojos en algún momento se había cerrado y estos se abrieron cuando sintió a Matt alejarse, un gemido de disgusto salió de sus labios, pero su rostro fue girado esta vez para ser besado por Natasha. Estuvo un rato siendo besado por ambos, pero de verdad se sentía confundido conforme los minutos pasaban así que se alejó de ambos para que no lo distrajeran.

 

—No entiendo.

 

—Lyubov, ¿aún no entiendes? Estamos enamorados de ti y por lo visto somos correspondidos, te trajimos aquí para proponerte que los tres tuviéramos una relación. Sin embargo, si no te sientes cómodo puedes abandonar el apartamento y lo entenderemos.

 

—Pero si nos das la oportunidad te haremos el chico más feliz de esta tierra y no habría cosa que no haríamos por ti, pero eres tú quien decide si mandarnos al diablo o no.

 

El castaño los observaba a ambos, su corazón estaba cada vez más agitado, sonando sincero nunca espero que fuera esto lo que ellos querían de él. Siempre creyó que iba a ser rechazado; sin embargo, aquí estaba, dándose cuenta de que podía tenerlos a los dos si así lo deseaba. Con una pequeña sonrisa en sus labios asintió a los chicos.

 

—Sí quiero salir con ustedes.

 

Aquellas palabras bastaron para terminar de nuevo al lado de ambos y siendo besado con cariño por los dos.

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