
Ririka iba caminando por los pasillos como si nada estuviera ocurriendo con ella, pero manteniéndose lo suficientemente lejos de cualquier estudiante para no dejarse tentar por sus feromonas o algún estudiante sintiera sus feromonas.
Ella se encontró en celo y necesitaba sus supresores, los cuales dejaron en la sala del consejo estudiantil donde se suponía que debía estar Kirari, era exactamente allí donde se dirigía, al menos su máscara ocultaba su molestia.
Estaba maldiciendo por dentro el haber dejado los supresores en la sala del consejo, pero tanto Kirari como ella eran Alfas y ambos usaban cuidarse una a la otra en estas temporadas pero ella cometió el descubrimiento de salir de la reunión sin llevar los supresores y cuando el celo la golpeo, se alejó de todos para poder volver a la sala del consejo.
Sintió que el camino se estaba haciendo cada vez más largo y difícil de llegar a su destino, una vez se vio sola por los pasillos, se quitó la máscara y gruñó por la molestia de estar en celo sin sus supresores.
Camino por unos minutos más hasta que por fin llego, al intentar abrir la puerta, se encontró con esta cerrada con seguro.
—¡No!— dijo en su mente con furia.
Golpeo para ver si Kirari estaba dentro pero al no recibir respuesta solo apoyó la cabeza en la puerta fue cuando del interior escucho voces, pero ya no era capaz de moverse.
Cuando escuchó gemidos provenientes de adentro su mente dejó de funcionar y se paralizó aún más sin poder moverse, se sintió patética estando allí escuchando los sonidos de dentro de la sala del consejo sin siquiera poder moverse para irse de ese lugar.
Mary estaba terminando una apuesta cuando Suzui se le acercó corriendo, lo que le pareció extraño viniendo de él.
—Al fin te encuentro— dijo agitado.
—¿Qué quieres?— lo miro algo molesta.
—Estaba acompañando a Yumeko en una apuesta...— trato de recuperar el aliento— y vi a la vicepresidenta caminando con dificultad por el pasillo que dirige a la sala del consejo estudiantil.
—¿Y eso que tiene que ver conmigo?.
—Según Yumeko tu eres algo así como amiga de la vicepresidenta, dijo que le parecía sentir las feromonas de Kirari pero era la vicepresidenta en realidad.
La rubia se quedó pensando en las posibilidades de que Ririka no portara con ella los supresores y si iba a la sala del consejo estudiantil significaba que iba a pedirle a Kirari los supresores.
—No me importa lo que le pase a ella.
Se fue de allí dejando a Suzui sin poder decir algo.
A pesar de decirle aquello a Suzui, no pudo evitar preocuparse por Ririka sabiendo como era ella, así que la busco.
Cuando iba a doblar en el pasillo que daba directamente con la sala del consejo estudiantil sentí el aroma a pinos que estaba desprendiendo Ririka, pero verla allí sollozando apoyada contra la puerta y con su máscara en el suelo, le preocupo pero al mismo tiempo le molestó que no fuera capaz de hacer algo más que estar allí afectado de forma miserable.
Se acercó a ella y reconoció la máscara, con su mano libre la tomó de la mano.
—Ven conmigo— le dijo arrastrandola con ella a un salón vacío y lejos de cualquiera que pudiera escuchar.
—¿Qué rayos pasa contigo?, olvidas tus supresores y solo te quedas allí sin atreverte a hacer nada por ti mismo.
Ririka no fue capaz de responder, solo sollozaba en su lugar por la vergüenza de que Mary la viera de ese modo.
—Lo siento— trato de calmarse.
—Para ser una Alfa eres débil.
—No quería lastimar a nadie!— apretó sus manos para no abalanzarse contra Mary, ya que al sentir su aroma a girasoles, le estaba siendo difícil no moverse.
Mary suspiró molesta de la actitud que estaba teniendo Ririka.
—Te ayudaré, pero solo esta vez.
Ririka se sorprendió que Mary de forma hábil la acomodara y ayudara, Ririka solo aferró sus manos a una superficie para no agarrar a Mary en su lugar además de morderse los labios.
Mary al notar como Ririka se estaba lastimando los labios al contenerse, suspiro y se soltó sus coletas, usando sus cintos para usar como bozal para Ririka.
—Así ya no podrás hacerme nada, si eso te está preocupando— le dijo y luego continuó su labor.
Pero al ver a Ririka de ese modo y el cómo la estaba ayudando con sus manos, se sintió tentada a ayudarla ya no con sus manos, si no con su boca.
Cuando Ririka había tirado la cabeza hacia atrás, Mary terminó ayudándole con su boca sorprendiendo a la mayor haciendo que se aferrara con fuerza en la superficie para no atraer aún más a la menor.
Cuando todo terminó Ririka estaba babeando aun con el bozal improvisado puesto, sus manos habían terminado aferrados a los hombros de Mary quien aún no podía creer lo que había hecho con la mayor.
—Si le dices a alguien lo que ocurrió aquí, te voy a destruir Ririka— le quitó el cinto de la boca.
Ririka solo asintió sintiéndose muy avergonzada frente a Mary sin poder mirarla.
—Mírame— le dijo la menor ya dejando su voz amenazante.
La mayor miró a Mary quien estaba sonrojada.
—Será nuestro secreto, a pesar de ser una Omega, pude controlar a una Alfa, quien al parecer tiene más control sobre mis acciones de lo que quisiera admitir.
—¿Q.qué quieres decir?— pregunto.
Mary solo suspiro y se acerco a la mayor.
—Tu eres una Alfa, los Alfas suelen estar destinados a un Omega, tu eres...— no fue capaz de decirlo pero en su lugar solo beso a Ririka.
La mayor correspondió a pesar de que no esperaba algo como eso, pero en su interior comprendió lo que Mary quiso decirle.
Ambas estaban destinadas a estar juntas, aunque ella fuera una Alfa débil, Mary podía ser su contraparte Omega que era fuerte por las dos, aunque iban a tomarse su tiempo para conocerse mejor antes de volverse una pareja oficial.