Capítulo 1
Mobius volvía a su habitación después de un largo día buscando a Loki. O a dos Lokis. Entró, cerró la puerta y se deslizó por ella hasta sentarse en el suelo con los ojos cerrados para suspirar con resignación.
Había sido un largo día. O no. En la AVT el tiempo era raro. Lo que sí sabía con certeza era que estaba cansado.
—¿Una taza de té?
En seguida abrió los ojos y se encontró cara a cara con Loki. Ni siquiera hizo el intento de coger su TemPad, quería creer que Loki no le haría daño.
—¿Qué haces tú aquí?
—Vamos Mobius, era una pregunta de respuesta afirmativa o negativa, no interrogativa. ¿Por qué tienes que hacer las cosas tan difíciles?
—¿Por qué has vuelto?¿Y cómo?
—Te haré esa taza, se te ve estresado.¿Andas detrás de alguien que te cause problemas?
—Ando detrás de un traidor y de un mal amigo.¿Cómo has entrado?
—Por la puerta. —Fue la sencilla respuesta que le dio el dios para después empezar a calentar el agua.
—¿Por qué estás aquí?
—Tenía que decirte una cosa.
—Ya veo. ¿Ahora te da cargo de conciencia traicionarme? Eso es nuevo.
—Yo no te he traicionado —dijo Loki empezando a alterarse.
—Sí, lo has hecho.
—¡Tenía que seguirla!
—¿Y dejarme a mí tirado? —Mobius se levantó —¿Sabes cuánto tuve que dar la cara por ti para que no te desintegrasen al momento?¡¿Tienes idea del problema en el que me has metido sólo porque querías irte de excursión al apocalipsis?! —Empezó a andar hacia Loki y se rió sin gracia —. No, si la culpa es mía por darte una oportunidad que no merecías.
Esas fueron las palabras que realmente hirieron al dios. Ya estaban cara a cara, Mobius, enfadado, mirando fijamente a los ojos a Loki, y éste no pudo mantenerle la mirada, porque de hecho, se sentía culpable. Agachó la cabeza y esperó a que Mobius le espetase algo más. Cuando no lo hizo, habló en un susurro.
—Me voy. Disfruta de tu té.
Sacó su TemPad y empezó a preparar una puerta cuando Mobius lo interrumpió.
—¿Ni siquiera te vas a dignar a decirme a qué narices has venido?
—Ya te lo he dicho Mobius. —Loki no levantaba la vista del TemPad —. He venido a decirte algo, pero no importa.
—¡¿Qué demonios te pasa?! —exclamó el agente sujetándolo del cuello de la camisa —.¡¿Te crees que voy a dejar que te vayas después de todo lo que has hecho?!¡Mírame a la cara cuando te hablo!
—¡¿Qué te pasa a ti?! —gritó Loki de vuelta, esta vez mirando a Mobius a los ojos —.¡He venido a explicarte por qué me fui y a hacer las paces contigo porque te consideraba un amigo, pero ya veo que te da igual lo que diga porque después de todo soy un Loki y no merezco ni tu simpatía ni tu confianza!
Acto seguido Loki se soltó del agarre de Mobius y se marchó por la puerta que había abierto, cerrándola justo detrás suyo y dejando al agente solo en su habitación con un té que al final se acabaría quedando frío.