No es lo que esperaba pero estoy satisfecho
El día en la oficina había sido duro. Los montones de archivos por leer dejaron su huella en el cuerpo agotado del Dios.
Mobius y Loki habían estado el día entero leyendo sobre posibles futuras variantes, viejos patrones que descubrir. El más bajo decidió por ambos que habían tenido suficiente después de horas y horas de no encontrar nada, notando el mal humor creciente en su amante.
Pero, ahora, ya en la cama, el cansancio había abandonado su cuerpo y sentir la proximidad del Dios contra su espalda no era de mucha ayuda para su repentino insomnio.
Se removió con cuidado, el brazo de Loki se amoldaba de manera perfecta a su cintura. Giro suavemente su rostro, llamando en un susurro al asgardiano.
-¿Estás despierto?- preguntó recibiendo un gruñido, que quería hacerse pasar por un sí como respuesta.
Mobius se sintió estúpido por un momento. Negó internamente. Él deseaba un beso de su pareja para intentar conciliar el sueño, pero tampoco quería molestarlo. Merecía descansar después de todo lo que lo obligó a leer.
-¿Qué pasa, Mob?- el tono ronco de Loki solo hizo que su deseo aumentase. Al no obtener respuesta Loki refregó su nariz contra la nuca del Agente.- Ahora dilo.
Mobius sentía su rostro enrojecer.- Nada, Loki, solo una estupidez. Vuelve a dormir.
-Si fuese una estupidez no hubieses dicho nada.
-Yo... uhm solo, solo quería un beso.- murmuró avergonzado.
Una suave carcajada golpeó su oreja.
-Esta bien.- se limitó a contestar.
Justo cuando Mobius estaba por girar su rostro en dirección al Dios, Loki comenzó a esparcir pequeños besos por su nuca y hombros. Dulces y cálidos, en diferentes lugares, dejando un último detrás del lóbulo.
El Agente no supo cómo reaccionar, definitivamente no esperaba eso.- Gr-gracias, Loki.
-Cuando quieras.- el tono adormilado aún permanecía en su voz.
Loki apretó más su agarre, atrayendo más su cuerpo contra el suyo, su nariz hundida en el cabello blanco, respirando con parsimonia.
Y eso fue suficiente para Mobius, dejándose llevar por la sensación de seguridad y cariño que lo envolvía gracias a la paz de Loki.