
Viernes por la noche
Era viernes de noche y el cuerpo de Hiro lo sabía, cada mañana de viernes su cuerpo se sentia cansado y pesado ya que esté sabia que Miguel lo obligaría a salir a "divertirse". No odiaba salir ni mucho menos salir con su novio, al contrario amaba salir con su novio y pasar momentos juntos lo que odiaba era cuando este se emborrachaba y se ponía a cantar alguna canción de su tierra natal.
Ya era viernes, la noche hacía acto de presnecia y como siempre Hiro se encontraba en un bar viendo como Miguel cantaba a todo pulmón en su lenguaje materno, pero esa noche era diferente esta vez Hiro no espera conocer a otras dos personas que pasaban por su misma desgracia, ya que justamente esa noche el destino se encargó de unir a su novio junto a otros dos Mexicanos como Miguel, de tés morena y ojos cafés los tres muchachos ebrios se unieron para cantar al compás de los Mariachis mientras que sus respectivas parejas trataban de esconderse en una mesa en la esquina más profunda de aquel bar.
Ya cansado de disimular su vergüenza Hiro decidió hablar a los otros dos muchachos que se encontraban a su lado, a su derecha un peli Rosa con un arete en su oreja derecha, algo cool pensó " me recuerda a Kyle", mientras tanto a su izquierda estaba posiblemente un compatriota , de tres blanca y ojos rasgados junto con un peculiar peinado que hacía que su cabello se caiga para un lado cubriendo uno de sus ojos.
- y dígan me quien de los tres son sus parejas? -pregunto al aire Hiro.
-Ves al idiota de campera completamente roja- hablo el peli rosa- pues lastimosamente ese idiota es mi idiota.
-Pues el mío es el de camisa blanca y chaleco negro- contesto el de su izquierda-y aunque haga estas cosas debo decir que lo amo.
-Cada uno ama a su pareja - contestó Hiro riendo un poco por lo dicho- si no ya nos hubiéramos largado de aquí- comentó haciendo reír a los otros dos.
-Me llamo Hiro por cierto.
-Tom - extendio la mano para saludar el pemi rosado.
-Kubo-contesto en otro haciendo una pequeña reverencia.
Y así pasó la noche mientras los morenos cantaban sus parejas platicaban entre ellos sobre sus vidas, trabajo y contaban una que otra anécdota graciosa acerca de sus novios.
- y que me dicen del picante- hablo Tom- por que enserio Marcos le hecha picante a absolutamente todo. -Miguel hace justamente lo mismo, es como si no pudiera comer nada que no fuera picante.
-Deberían ver a Leo, una vez le hecho picante al curry cuando fuimos a comer con mis padres, el curry de por si ya era picante!- contó haciendo reír a los otros.
-Luego están los dulces Mexicanos - hablo el nipon de pelos alborotados - amo los ositos de gomitas me declaro culpable pero Miguel tiene el departamento lleno de dulces por todas partes me encuentro con envoltorios tirados por el suelo y no me hagan hablar de las migajas en la cama.
-Marco no es muy obsesionado con los dulces le gusta más los nachos y sobre las migajas créeme que te entiendo no hay noche en la que no pueda dormir tranquilo.
Y la conversación siguió entre los tres sin darse cuenta que el las manecillas del reloj corrían y la hora pasaban siendo ya las 5 de la madrugada, no se hubieran percatado de esto si el dueño del lugar no les hubiera llamado para que se llevaran a sus novios que se encontraban dormidos en la barra del bar.
-Bueno Tom, Kubo a como se llevan nuestros novios creo que nos veremos mas seguido, fue un placer conocerlos.
-a la misma hora el próximo viernes?- pregunto Kubo para luego pasar el brazo de Alejo tras su hombro para que este se sostuviera, siendo imitado por Hiro que hacia lo mismo con su Mexicano
-a mi me parece bien- contesto Tom que entre los tres era el que más fuerza tenía para tomar a su novio de forma nupcial y llevárselo para su casa.
-a la misma hora el próximo viernes será- se despidió el otro y cada uno se fue por un camino diferente con su novio arrastras.