
Chapter 2
Jade
Trabajar en el gimnasio le gustaba, hasta había días que le daba paz, el hecho de escuchar solo los ruidos de las maquinas, el motor de las cintas de correr, los pesos levantados a través de las poleas, como de vez en cuando hay alguien que estos se le resbalan y hacen un ruido estridente y ya no son tan agradables, pero también escucha los ruidos de las personas en la sala. Los bufidos, respiraciones entrecortadas y algún que otro gruñido. Todo este bullicio era para ella un ruido blanco que le relaja.
El bullicio y ajetreo la mantenían ocupada de otros pensamientos. Como ahora mismo
- ¿Perdona porque hay dos cifras en las pesas, que son cada una? - le pregunto un chico joven
-Si, un lado es el peso en kilogramos y el otro en libras. Mira el número más grande son las libras, por lo tanto- señala una de las pesas-este son 25 kilos que son 55 libras
- ¡Gracias!
Luego siguió con la ronda por la sala de máquinas, miro su reloj, en 30 minutos empezará su clase. Se dirigió al despacho que tenían los trabajadores, saludó a sus compañeros y recogió lo necesario para la clase.
Se dirigía a la sala para ver si estaba vacía y para preparar el material cuando de repente a lo lejos vio que entraba en la sala de máquinas esa chica con la que tropezó ayer. Llevaba su cabello corto recogido en varias coletas a distintas alturas de su cabeza, era un peinado extraño pero que cumplía la función de retirarle los pelos de la cara y aunque Jade no lo quisiera admitir le favorecía a esa misteriosa chica.
Antes de que a la chica misteriosa la pillara observándola salió de su ensimismamiento y llegó a su destino. Primero dejo sus bártulos y fue a mirar el material.
Primero comprobó que los sacos estuvieran bien colgados y sin ningún desperfecto, miro que toda la sala estuviera ordenada y limpia, finalmente miró si hay material que tienen de préstamo suficiente. Ella siempre aconseja que cada alumno se compre sus guantes propios y las cintas, pero por si hay algún despistado tienen de repuesto. Aunque no los recomienda, la mayoría están bastante cascados y huelen mal.
Repasó los ejercicios que harían hoy, cuando algunos alumnos empezaron a llegar. Cuando llegaron todos y fue la hora, dio comienzo a la clase de boxeo.
Kit
Llegó al gimnasio con menos ganas que el primer día, y de eso hacia 3 desde que se inscribió. Esa tarde después de haber rellenado los papeles correspondientes del gimnasio cumplió y fue al gimnasio a “ponerse a tono” antes de apuntarse a las clases de boxeo.
Bien, a tono no se puso, más bien quedo destrozada, hizo nota mental, no puede ir a saco y machacarse el primer día de gimnasio, aun le duran las agujetas de esa tarde.
De hecho, no acaba de entender como consiguió llegar a su casa al salir del gimnasio, al terminar la última serie en una máquina para ejercitar las piernas, con un peso exageradamente por encima del que debería estar usando, se dispuso a levantarse para ir al vestuario y marcharse cuando le fallaron las piernas y por poco besa el suelo.
Tuvo que esperarse un momento y luego con las piernas temblando se focalizo en llegar a su casa sin morir en el intento.
Con la lección aprendida y aun con agujetas decidió volver a intentarlo hoy, eso sí, esta vez sin hacer el cafre, con las series justas, sin exceder el peso y haciendo las pausas necesarias para descansar, quiere poder llegar de una pieza.
Llego a la entrada del gimnasio y saludo al personal de recepción, la chica que estaba detrás del mostrador le devolvió una sonrisa de oreja a oreja respondiéndole
- Cualquier cosa que necesites aquí me tienes, bombón -
¿Le está tirando la caña? Seguro que no y solo es su forma de hablar. Le devolvió un gesto de asentimiento y esta le guiñó el ojo. Bueno a lo mejor se equivocaba y si lo estaba haciendo.
Se dirigió a la sala de máquinas para ver que músculos podía destrozar hoy cof cof, es decir, ejercitar, empezó calentando un poco haciendo bicicleta, y cuando se levantó para ir a trabajar brazos percibió por el rabillo del ojo una cabellera cual puesta de sol.
Sus ojos se sintieron atraídos hacia ella cual imanes y se dio cuenta que pertenecía a la chica con prisas del otro día. Aunque se le hubiera quedado el pensamiento estancado en la cabeza, la verdad es que en su único encuentro no tuvo mucho tiempo como para verla bien.
Llevaba su pelo recogido en un moño alto del que escapaban sus rizos salvajes, llevaba una camiseta azul marino que le habían quitado las mangas, el espacio para los brazos era bastante ancho y se le veía debajo un top deportivo negro. Tenía los brazos tonificados y se le marcaban los músculos de los hombros y el resto del brazo. En su repaso que le estaba dedicando llego a la altura de sus manos y, sorpresa, llevaba en mano uno guantes de boxeo.
¿Ella también hace clases de boxeo?, con esos brazos no le extrañaría, incluso podría ser la profesora.
Para su mala suerte la chica misteriosa siguió por el pasillo que iba andando y la perdió de vista, a lo que Kit aprovechó para volver a su tortura personal, ya había descansado suficiente.
Jade
Terminó la clase, se podía decir que había ido bien, todos los alumnos estaban satisfechos y nadie se había hecho daño. Aunque no hagan combate entre ellos, de momento, es un punto importante la precaución con las lesiones, a la hora de dar golpes no se puede hacer el bruto.
La gente se sorprendería con lo fácil que puede ser lesionarse si no se hacen las cosas correctamente y con la disciplina necesaria. Y con tonterías uno puede hacerse mucho daño y no siempre uno puede recuperarse del todo, esto lo sabe por experiencia propia.
Así que terminó de recoger y ordenar, se quitó el sudor de la frente con una toalla y volvió a la sala de máquinas.
Aun le quedaba media hora de trabajo, estaba muy cansada y quería irse a casa ya, pero, aunque lo negaría ante cualquier persona tenia la esperanza de volver a ver cierta morena de peinado curioso.
Y allí estaba, con el pelo alborotado, cara de concentración y aspecto de estar a punto de sofocarse del esfuerzo. Cautelosamente se acercó a ella, más que nada porque la veía sufrir con las repeticiones que estaba haciendo y empezaba a dudar que no fuera a colapsar.
Esta chica no sabe hacer ejercicio, suerte que no esta apuntada en mi clase.
Por el bien de todos, vio como terminó la serie, tenia la cara encendida y empapada de sudor, los mechones que habían escapado del recogido se pegaban en su frente y tapaban parte de sus ojos. La chica se echo para adelante y apoyo sus codos en las rodillas, con la cabeza mirando al suelo, intentaba recuperar el aliento, cogía grandes bocanadas de aire. De esta forma solo iba a marearse.
Jade no pudo más y se acercó.
-Si respiras así te vas a marear más –
- Metete en tus… - Empezó a bramar la chica hasta que levantó la cabeza y vio quien tenía delante.
- Wow, vale, de nada y me voy – se dio media vuelta. Hubiera preferido decirle otra cosa, pero no quería perder su empleo. Como podía ser tan insolente esta chica si ni la conocía.
- Espera, perdona simplemente me has sorprendido, no… – Dijo rápidamente la chica intentando balbucear alguna excusa.
Jade se giró un momento – descuida no pasa nada – acto seguido volvió a darse la vuelta y se marchó, ya había terminado su jornada y quería marcharse rápido. El hecho de que esa chica la hubiera hablado así le molestaba extrañamente más de lo normal, más que molestia sentía decepción, pero ¿de qué? No la conoce.
Kit
Es rematadamente tonta, lleva 10 minutos despotricando internamente por su gran bocaza y su mal pronto.
En cuanto se dio cuenta de a quien le dirigía su mala leche se le heló la sangre, intentó pedirle perdón, pero su mente entró en cortocircuito y la chica se marchó enseguida sin dejarle tiempo a reaccionar, como si hubiera podido, en cuanto intentó seguirla le fallaron las piernas del cansancio y tardó un par de minutos en poder ponerse de pie.
Se volvió a casa arrastrando los pies del cansancio y con la moral por los suelos, hizo nota mental, aprender a cerrar su gran bocaza antes de despotricar y buscar un fisioterapeuta, porque presentía que le iba a doler todo el cuerpo.
Suponía que volvería a cruzarse con esa chica en el gimnasio, y si esa chica también hace clases de boxeo en breves se encontraran.