
Mary se estaba preparando para salir hacer algunas compras, se encontró sola en casa debido a que Ririka estaba en una reunión familiar en la que Kirari le dijo que debía estar presente por obligación, la Alfa había viajado hace ya dos semanas atrás y solo faltaban un dia para que llegara pero la fecha del periodo de celo de Mary ya estaba en el dia.
Por ello la Omega se encontró buscando la caja en donde portaba sus supresores, el cual no encontró en ningún lado y temía salir de casa sin ellos por si el celo llegaba en medio de las compras.
Luego de rendirse de seguir buscando recordó que antes de que Ririka viajará, ella llevaba su caja de supresores en su bolso por querer ser amable con ella y una buena Alfa, pero Mary olvido pedirlo de vuelta y ahora se encontró en esta situación.
—Me descuide por culpa de esa tonta— suspiro pesado.
El celo le llegó acelerando su respiración.
—Tonta y débil Alfa— dijo refiriéndose a Ririka.
Camino a la habitación, una vez allí se desvistió pero no se quitó la ropa interior.
Se acercó a la cama y se acostó alcanzando la almohada que solía usar Ririka, a la cual se abrazó para sentir el aroma de su Alfa en un intento de calmarse.
Cuando eran las 6 de la tarde Ririka estaba llegando a su casa debido a que la reunión familiar terminó antes de lo previsto por consecuencia de la sugerencia de Kirari para resolver lo que se estaba discutiendo mediante una apuesta, pero todos se retiraron ya que no deseaban pasar por algo asi nuevamente, aun que esa era la idea de su gemela.
Al entrar vio el bolso de Mary en la encimera junto a las llaves y otras cosas con las que suele salir hacer las compras, lo que le pareció extraño hasta que sintió el aroma a girasoles.
—Ay no— dijo, dejando la maleta a un lado mientras cerraba la puerta.
Siguió el aroma hasta la habitación, la casa no era tan grande, ya que solo vivían ellas dos, solo por ello no necesito entrar del todo a la casa para sentir el aroma.
Al entrar en la habitación vio que Mary solo estaba en ropas menores lo que la hizo pasar saliva.
Mary al ver a la Alfa, se levantó de la cama y la fue abrazar, haciendo que la máscara de la mayor se cayera por el abrazo tan fuerte que le dio.
—Mary— dijo sorprendida.
La menor no respondió a su nombre y solo bajo sus manos a la entrepierna de la Alfa, quien se quedó paralizada al sentir la mano de Mary bajar.
La omega le abrió los botones del pantalón y adentro su mano para tocarla con la intención de provocar a la Alfa.
Ririka solo soltaba leve suspiros por la forma en que la estaba tocando la menor.
—Mary, detente, tus supresores— intentó retroceder.
La nombrada no la dejó ir y solo la atrajo a la cama, hizo que sus pantalones cayeran al suelo para luego empujarla a la cama, se subió encima de ella a horcajadas, Ririka volvió a pasar saliva.
Mary sonrió y empezó a mover sus caderas para que su centro rozara con el bulto que tenía la Alfa en su ropa interior, mientras se movía le fue abriendo los botones de la camisa a la mayor de forma provocativa.
—Ma...Mary— dijo Ririka con dificultad por el roce de sus intimidades.
—Deja que tus instintos de Alfa salgan de una vez— dijo la menor terminando de abrir el último botón y abrir su camisa de par en par para ver el cuerpo de Ririka.
—Dejame ir por una protección al menos— le suplico.
—Deja de ser tan débil, eres una Alfa...— no termino de hablar ya que se sorprendió que Ririka le diera la vuelta quedando ella arriba de la Omega.
—Como quieras— le dijo quitándose la camisa.
Luego le bajo su ropa interior que le estorbaba junto al propio liberándose de lo apretada que se sentía, se acomodo entre las piernas de Mary.
—¿Estás lista?— preguntó dejándose llevar poco a poco por sus instintos.
Mary se mordió el labio inferior al verla actuar como la Alfa que era, aunque sabía muy bien lo que pasaría si no había una protección de por medio, pero eso estaba en lo último de su lista de prioridades.
—Si, por favor— dijo tocando el vientre de Ririka.
La mayor entró en Mary dejando que sus instintos hicieran el resto del trabajo.
Ambas se encontraban acostadas mirándose frente a frente mientras recuperaban el aliento, sus caderas se mantenian juntas ya que estaban anudadas.
—¿Estas... consciente de lo que acabamos de hacer?— le preguntó Ririka.
La menor apoyó su cabeza en el pecho de la Alfa.
—Si, estoy embarazada, lo sé— suspiro.
Ririka simplemente abrazo a su Omega.
—Nos...— guardó silencio un rato pensando en el futuro— tendremos que mudarnos cuando nazca el bebe, no tenemos mucho espacio aquí.
—Todo a su tiempo Ririka, se que esto es por no hablarlo primero pero... quería algo como esto un dia solo... que las cosas se adelantaron por mi culpa.
—Está bien, vamos a dormir un poco, ¿si?.
Mary asintió y se acomodo en los brazos de la mayor para luego dormirse al fin.
Luego de unas horas la menor volvió a despertarse, notó que Ririka se había acomodado cuando su nudo bajo, pero aun la mantenia entre sus brazos, lo que la hizo sonreír, aunque la mayor no era como todos los alfas, ella aun asi habia llegado amarla cuando apenas se habían conocido hace años atras.
Recordando el inicio de su relación, Mary volvió a quedarse dormida en poco tiempo.
La alarma de Ririka hizo que ambas se despertaran, haciendo que la mayor se levantara rápidamente para alcanzar su móvil que estaba en su pantalón, al apagarlo miró a Mary que se estaba estirando por la forma en que su sueño fue interrumpido.
—¿Por qué te tienes que levantar de ese modo?, una alarma no te hará nada si la dejas sonar.
—Perdón— dijo Ririka avergonzada.
—No importa, vamos a bañarnos.
Mary se levantó mientras Ririka dejaba el móvil en la mesita de noche.
Ambas se ayudaron a lavarse y de vez en cuando Ririka le daba pequeños besos en los hombros o en el cuello a la menor, incluso la abrazaba y le acariciaba el vientre con cariño al pensar en el bebe que tendrían.
Más tarde habían ido a desayunar luego de haber ordenado la ropa que estaba tirada en el suelo y cambiar las sábanas de la cama.
—¿Vas a contarle a Kirari?— preguntó Mary cuando le estaba sirviendo el desayuno.
—No, se enterará eventualmente.
-All Right.
Ambas disfrutaron del desayuno juntas y el resto del día solo lo dedicaron a ver películas abrazadas en el sofá.