
"¿Entonces?" Preguntó Natasha."¿Cómo estuvo todo?"
Damián resopló y se cruzo de brazos.
"Tan bien como un asesino pueda llevarse con un vigilante con una regla de no matar."
Natasha le dirigió una mirada compasiva y apretó uno de sus hombros.
"Hey, no seas tan duro contigo mismo."
"Como si tu tuvieras la decencia de decir eso." Respondió Damián con sarcasmo, a lo que la pelirroja simplemente nego con la cabeza con diversión.
"Aún así, solo ten paciencia, se que no soy alguien para hablar de familias, pero estoy segura de que tarde o temprano se acostumbraran."
Damian desvió la mirada hacía sus manos y suspiró pesadamente.
"No se tomó bien lo de la muestra de honor, me dijo que era un sin sentido haber intentado matar a mis 'hermanos' y me castigó por ello."
Natasha le miró con sorpresa antes de sonreirle con pena.
"Supongo que no todos aceptan un intentó de asesinato como muestra de honor." Dijo con suavidad. "No soy nadie para juzgarte, la primera vez que salí intenté matar al menos tres personas por culpa de la paranoia."
Natasha paro por un momento con una expresión pensativa, para después continuar.
"Pero creó que si quieres mejorar las cosas, entonces deberías hablar con tu hermano de como te sientes. "
Damián frunció el ceño con disgusto, pero aún así asintió por debajo.
Natasha le revolvió el cabello con cariño, sacandole un pequeño quejido de molestia pero sin realmente apartar a la pelirroja y le sonrío con nostalgia.
"Fue un gusto volver a verte little D."
Damián sintió que sus comisuras se alzaban inconscientemente ante la sonrisa de la espia y una sensación cálida se apoderó de su pecho.
"Igualmente, Nat."