
Esta era una pequeña competencia, solo era para animar al público antes de la pelea estelar en la cual se enfrentaban dos gimnasios especializados en boxeo y distintas disciplinas de pelea o defensa personal.
Druig no se sentía nervioso; al contrario, se sentía emocionado, sería su primera pelea después del terrible año que tuvo con la pierna enyesada. Había practicado mucho con sus tíos y su papá y por si fuera poco, estaba inspirado con la rivalidad que existía entre él y su oponente quien era nada más que el odioso y presumido Ikaris. El rubio tampoco se sentía nervioso pero tampoco se confiaba hasta hace unas semanas, sus padre siempre le decían que era bueno ver todas las posibilidades,pero gracias al apoyo de sus amigos se sentía bastante seguro y relajado.
Si bien su rivalidad no era propia de ellos por algún problema, pues en la escuela generalmente se ignoraban, si era en parte por el orgullo de los gimnasios que representaban. Aunque para las últimas semanas, si se distingue una rivalidad incluso fuera de la lucha debido a varios rumores y comentarios mal intencionados que se descubrió fueron creados por Sprite como su forma de apoyar a Ikaris incluso antes de la pelea. La chica había sido suspendida, desgraciadamente no se aplicaba lo mismo en el gimnasio y ahora se encontraba entre las primeras bancas del lugar para ver el enfrentamiento con un gran letrero apoyando a su amigo.
Druig al pasar a su lado solo bufo molestó y continuó su andar hasta llegar a su lado del cuadrilátero, pero no pasó desapercibido los comentarios de crítica por parte de la pelirroja. Sus amigas llegaron a su lado, Makari y Thena, le dieron ánimos y desearon suerte antes de volver a la banca con sus otros amigos Phastos y Gilgamesh. A quienes no veía aún era a Kingo y Ajak, ellos al ser amigos tanto de Druig como de Ikaris, probablemente no se presentarán para evitar tener que tomar partido.
— Vamos muchacho no te desconcentres buscando a quien no vino, necesitamos que te mentalices y enfoques tu energía. Vamos a hablar de la estrategía. — Escucho la voz ronca de su padre Frank quien le había entrenado hasta ese momento.
— Vamos Frank, no abrumes a nuestro hijo. Ha entrenado duro y seguro lo hará muy bien. — Sonrió de lado antes las palabras de su pops Matt y volteo a verlos de frente.
— Si, seguro Druig por fin le pone una tunda a ese escuálido rubiecito.
— ¡Amy! — Reprendió el pelirrojo.
— ¿Qué? ¡Si es rubio! pero oxigenado. No como yo, natural.
— Y también luce como un escuálido, cariño.
Matt rodó sus ojos y le deseó éxito a su hijo en un abrazo antes de ir a las bancas con su hija.
— Patea su trasero o yo te lo voy a patear a ti, ¿oíste Dru? — Fue la despedida por parte de su hermana y solo pudo reír.
Con ayuda de su papá terminó de poner todo el equipo protector y a él se le unió su tío Danny quien había coordinado los enfrentamientos de esa tarde. Ellos dos serían sus mentores mientras su tío Luke también se preparaba para su pelea.
— Ok Druig, tienes sangre Murdock así que eres bueno recibiendo los golpes sin cansarte siempre y cuando recuerdes mantener tu postura correcta ¿ok?
— También tienes sangre Castle, por lo cual tu ataque será rápido pero eficaz — ¿Su padre se acababa de auto adular? Incluso su tío Danny miró raro a su padre.
— Lo importante es que ya has peleado en otras ocasiones con chicos con su complexión, así que recuerda cómo hemos practicado y estarás bien ¿Ok?
Druig ya no podía responder mucho con palabras por su protector bucal pero era bueno escuchando las recomendaciones, planeando y enfocando su ataque. Solo debía concentrarse y tratar de no ver a su oponente como el Ikaris que le había estado tomando el pelo los últimos días sino como otro chico cualquiera al que vencería.
En el caso de Ikaris, había sido entrenado por su entrenadora personal, Yelena, pero recibía comentarios por parte de sus dos padres, aunque ellos insisten en dejar todo en manos de la profesional. Escuchaba atento a Yelena, pues era de carácter fuerte y poca paciencia, no perdonaba los errores.
Vio a sus padres acercarse junto a su tío Sam y los vio sonreír con orgullo al igual que sus amigos, Sersi, Sprite y Dane. Lastima que no llegaron Ajak ni Kingo. Ya podrá celebrar con ellos luego.
— ¡Basta, concentrate! — Escuchó a su papá Zemo. — Conozco esa mirada y te estás confiando. Concéntrate en tu estrategía y movimientos.
— Escuche que hasta hace un año, el chico se estaba recuperando de un accidente y ¿ya está peleando? Debe ser muy bueno… — Su papás eran buenos distinguiendo el potencial en la gente, pero solo su papá Bucky le expresaba cuando no le convenía a ellos si se trataba de una competencia. En ese sentido Zemo es más orgulloso mientras Bucky no veía problemas, siempre y cuando se tuviera un plan.
— ¡Hey! Solo diviertete — Concluyó su tío antes de acompañar a sus padres a tomar asiento.
Las motivaciones de Ikaris no eran más que demostrar ser bueno en otra categoría de lucha, era una clase de orgullo familiar, al ser todos excelentes peleadores. Orgullo y presión por ser perfecto en toda clase de disciplina que sus padres le recomendaran estudiar.
Su contrincante no era importante para él, podría ser cualquier chico y estaba seguro que lo vencería y si bien sí se estaba confiando al tener a Druig como contrincante, sabía que el menor le tenía cierto desprecio después de todo lo provocado por parte de Sprite, y otras cosas, por eso su enfrentamiento podría a ser más rudo y feroz de lo esperado. Lo tenía merecido.
Ambos subieron al ring y escucharon los primeros avisos y reglas del presentador como del referi. Al escuchar el primer campanazo, ambos se acercaron con cuidado al centro como cazando a una presa, tratando de ver alguna ventana que les permitiera dar el primer golpe, Ikaris dió el primer golpe y Druig se cubrió. Así inició su pelea, en la cual durante los primeros 2 rounds Druig se defendía bien y atacaba de forma rápida, los golpes que recibía eran fuertes pero bien decía su tío Danny, sabía aguantar los golpes.
Ikaris, sabía golpear mejor que cubrirse, fueron más veces que él sintió un golpe mucho más que Druig cuando los recibía. Para final del segundo round había logrado acorralar al menor y le golpeaba la cabeza provocando que su ceja y parte de su labio se rompieran pese a la protección de Druig. El castaño, logró escabullirse y se alejó un poco recargándose más en su pie derecho pues al momento de salir de la esquina había vuelto a lastimar su tobillo.
Con el sonido de la campana dando fin al segundo round Druig sintió alivio pues el dolor le estaba empezando a molestar, había logrado disimular bien durante los últimos minutos y ni estando en su esquina hizo alguna mueca que dejaba ver su condición.
— ¿Es el tobillo, no? — Su padre se había dado cuenta y no lo podría engañar.
— Si, pero solo necesito aguantar lo suficiente. Sus golpes no son tan fuertes como esperaba.
— Ok, pero no te exijas demasiado, cambiemos la posición a tu pie derecho, así no tendrás que lastimar el tobillo. Soporta, pero tus golpes a las costillas están funcionando, lo he visto en su rostro.
— Parece que su entrenadora lo está reprendiendo por ello, si ves que baja su postura podrías intentar dar a la cabeza. Lo suficientemente fuerte para desconcentrarlo.
— Y si te vuelve a acorralar, aguanta y no trates de huir; recarga tu cuerpo en el cuadrilátero, eso te ayudará con el tobillo y cuando flaquee en alguno de sus lados, atacas.
A un lado de Ikaris, Sprite había bajado a darle ánimos a su amigo, pues parecía que a ella le había dolido más los golpes que al propio Ikaris.
— Las costillas me van a molestar mañana.
— ¿Cómo es posible que él ni siquiera se vea adolorido? está sangrando más que tú y aún así su rostro se ve igual. ¿¡Acaso eres un robot sin sentimientos!? — Grito eso último en dirección a la esquina de su compañero de clase.
— Niña, estás distrayendo a Ikaris. Te quedas en silencio limpiando su sudor o te largas. — Sentenció Yelena estresada por lo magullado que estaba quedando el menor y por cómo la veía su jefe Zemo. — Y tú. — Apuntó con su dedo al rubio. — Mas te vale mejorar tu guardia si no quieres que tu cuerpo se llene de moretones, deberías proteger tus laterales y no solo tu rostro de niño bonito ¿entendido?
Ikaris asiente, reconociendo que su protección no había sido la mejor.
— Tus golpes están bien, se mantienen dentro de nuestros estándares, pero ¿Qué le pasa en su lado izquierdo a ese chico? al salir se recargó más de su lado derecho. — La rubia se había percatado del dolor de Druig.
— Ohh, seguro es por su lesión, hace más de un año tuvo enyesado su tobillo por 3 meses.
— Ok, podemos trabajar con eso. — Agradeció la información otorgada por la pelirroja. — Ikaris, quiero que lo hagas tambalear, es bueno recibiendo golpes así que tendrás que ser más rápido en tus movimientos. Hazlo moverse mucho y trata de no acorralarlo o quién se cansará golpeándolo serás tú ¿Entendido?
Cuando el tercer round empezó ambos seguían las recomendaciones de sus entrenadores, Ikaris había logrado dar un par de golpes en el lado izquierdo de Drig que en definitiva lo hicieron retroceder pero no había pasado a mayores hasta que se escuchó a Sprite gritar que lo tirará y le pegara en su lado izquierdo.
Ahí fue cuando Druig lo entendió, los anteriores dos golpes no habían sido casualidad, Ikaris sabía lo de su tobillo y eso sí lo hizo enojar. No dejaría que Ikaris tomará esa pequeña debilidad y no seguiría soportando sus golpes, no esperaría por la ventana de oportunidad para atacar, él crearía su propia ventaja.
La siguiente vez que se acercaron fue Druig quien golpeó primero a Ikaris con fuerza descomunal, le dio primero a sus cosillas donde antes ya lo había golpeado y lo hizo retorcerse de dolor pero no le dio tregua. Aprovecho que se haya inclinado a su derecha y su siguiente golpe fue a la cara haciéndolo caer contra la lona.
La conmoción fue demasiada pues todo el público se levantó ante la caída del rubio. Druig se alejó y dejó que el referí verificará su condición pero no pasó desapercibida su sonrisa.
Al caer Ikaris sintió su oído zumbar, incluso su mirada desenfocó por un par de segundos. Escuchó al referí hablarle y le costó trabajo recuperar el aliento y levantarse.
En un inicio se había contenido, a sus palabras, y no estaba tan seguro de la estrategia de Yelena, pero le había hecho caso con preocupación al verla tan enojada. Ella sí le causaba un poco de temor, pero aún así consideraba podía ganarle a Druig sin enfocarse en su tobillo, esos dos golpes a su costado izquierdo no lo había podido evitar. Pero ya no le tendría compasión, con esos últimos golpes recibidos en definitiva Druig podría recibir un poco de él por igual.
Después de indicarle al referí que podía continuar, centro su vista en el menor y en la forma en la que se movía, busca alguna clase de patrón que le indicará cuando se posara más en su tobillo lastimado. No le fue difícil encontrarlo y le daba hasta 3 golpes simultáneamente, lo suficiente para hacerlo tambalear pero no tanto para acorralarlo contra las cuerdas o alguna esquina.
Druig recibió los primeros golpes tras bajar un poco su guardia provocando que sus heridas pasarán de ser superficiales a ser más profundas. Después, se recompuso y siguió recibiendo los golpes sin problemas gracias a su defensa.
Después de un par de minutos, ambos encontraron un ritmo donde se golpeaban mutuamente. La distancia era menor cada vez y el enojo incrementaba con los segundos, llegó un punto donde entre sus guantes Ikaris contuvo la cabeza de Druig y con su derecha empezó a pegar repetidamente acorraladolo, el menor aguanto sin caer pero poco le faltó. La intervención del árbitro y su propia defensa golpeando al rubio le permitieron salir de ahí.
Frank estaba furioso por ese acto tan bajo por parte del rubio.
— ¡Referí, eso no estuvo bien!
Pasaron un par de segundos y tras verificar que pudiera continuar, les volvieron a indicar la continuación.
Con sus brazos arriba protegiéndose Druig se acercó peligrosamente y con sangre saliendo de su rostro y boca le habló al mayor para desconcentrarlo.
— ¿Así que así quieres ganar? Con trampa
— Por favor, no he hecho ningún movimiento ilegal. Yo estoy peleando limpio.
— Lo de mi tobillo no te indica nada
— Es una ventaja si, pero eres tú quien decidió subir aquí aún así.
Otra ronda de golpes sucedió y ambos ya estaban adoloridos.
— Ríndete Druig, no querrás tener tu tobillo enyesado nuevamente. La primera vez fue patético tras recibir el peso de toda una moto, si la escuela sabe que en esta ocasión fue tras pelear conmigo y perder no sobreviviras la humillación.
— ¡Tú serás el humillado!
Derechazo.
Gancho Izquierda.
Druig lo tiene contra las cuerdas.
Ikaris le pega por debajo del cinturón para liberarse y no fue amonestado inmediatamente por el referí.
Druig se incorpora siendo más notoria su incomodidad con su tobillo izquierdo, se acercan nuevamente y a los pocos segundos estaba contra la lona con Ikaris encima de él golpeándolo.
— Bastardo — Le dice Druig mientras se protegía.
Los separan y se reincorporan lo más rápido que pueden, el bullicio por ser más entretenida la pelea de lo esperado causa eco dentro de la cabeza del menor. Predice un par de golpes y logra esquivarlos por apenas unos milímetros haciendo que el mayo se vaya de frente, cayendo de rodillas al piso. Druig aprovecha la ventaja y decidió que si ya tenía el tobillo lastimado e Ikaris pensaba que esa era la razón por la cual perdería, estaba equivocado.
Hizo un movimiento ilegal, por supuesto que no estaba aprobado el uso de las piernas en el boxeo, pero Druig sabía un poco de karate gracias a su tío Danny y no había vuelta atrás, ya había tomado su decisión. Dio un giro sobre su pierna derecha para impulsarse y con su talón izquierdo golpeó la cabeza rubiecita que intentaba pararse.
Ikaris cayó tendido contra la lona dejando un rastro de sangre y baba a un lado de su boca. El referí llegó a su lado rápidamente, anulando la pelea y descalificando a Druig en el proceso. Yelena llegó junto a Ikaris y lo empezó a revisar, gracias al malestar del tobillo de Druig no fue un golpe más potente, de lo contrario tendrían que llamar a una ambulancia, aunque conociendo a Zemo, aún así lo harían.
Druig también fue auxiliado rápidamente pues el dolor ya no le permitía mantenerse de pie, su padre y su tío lo sujetaron por los lados y él se sintió desmayar.
— ¡Hey! Despierta, despierta, no te puedes dormir, mantente conmigo.
— Chico, la patada fue impresionante
— Completamente ilegal ¡Frank!
— Si, si, pero fue impresionante. Sobre todo después de como lo amedrentó en el piso.
— ¿Amedranto? Papá, ¿estás volviendo a tratar de leer los libros de papá? Jajaja
— ¿Cómo te sientes ahora?
— Mi cabeza ya no da vueltas y ahora solo me duele el tobillo.
— Creo que no se rompió nada, pero hay que esperar a que se desinflame para volver a revisar y decidiremos si ir al doctor o no.
— ¿Ves? Igual que tu viejo, se necesita más que un par de golpes para derribarte.
— ¡Frank! ¡Druig! — Escuchó la voz alterada de su pops Matt acercarse entre la multitud.
— ¡Uy! Esa es mi salida, Hazme un favor Danny, lleva a Druig a la enfermería en lo que yo calmo a mi amado esposo.
— Jajaja, suerte hermano, esa es una conversación que en definitiva no quisiera tener.
Para cuando Druig llegó a la enfermería, ya sé encontraba en una camilla Ikaris rodeado de sus padres y entrenadora, estaba terminando el doctor de revisarlo.
—Solo es una ligera contusión, no pasará a mayores — Dijo el médico a cargo
—OK, pero aún así necesitamos llevarlo a casa para que descanse. — Dijo Zemo con su instinto protector, salió sin percatarse de la presencia de Druig y fuera estaba hablando con Yelena de los errores y aciertos durante la pelea y su inigualable amenaza a que no quería que algo así le volviera a pasar a su hijo. Bucky también salió con Sam para ir por el auto diciéndole a Ikaris que esperará tranquilo.
Druig vio toda la escena en silencio mientras el doctor limpiaba sus heridas y le ponía hielo en el tobillo para ayudar a desinflamar. Su tío Danny había salido a también trataré calmar a su padre.
— Buena pelea Druig. — Dijo el rubio con sincera modestia una vez el cuarto se quedó solo con ellos dos dentro.
Druig bufó no creyendo una sola palabra.
— Es enserio, las cosillas las tengo molidas aunque el doctor diga que no me he roto nada. Tengo marcas de tus golpes que tardarán en irse.
—Me alegro, mis cortes sanarán para mañana.
El rubio se paró con cuidado de la camilla y se acercó a dónde Druig estaba sentado. Quien, por instinto, se levantó para hacerle frente sin temor.
— No te pares, te harás más daño.
— ¿Ahora si te importa? Me se cuidar bien. Y para que quede claro, esta pelea era prácticamente mía, te estaba ganando fácilmente.
— Bueno,... Si
—Te ganaría fuera y dentro del ring con facilidad.
—De eso ya no tengo dudas.
— Entonces ¿Qué quieres ahora si no es pelear?
— Solo quería decirte que la principal razón por la cual aceptar fue por ti.
—Claro, necesitabas una razón para golpearme sin ser suspendido como a tu querida amiga.
— En realidad necesitaba una razón para concentrarme en ti sin ser muy obvio.
Druig tembló un poco por el dolor en el tobillo e Ikaris lo sujetó del brazo. El cálido contacto de ambos les hizo quedarse mirando fijamente.
— Tienes ojos bonitos. — Trato de retomar el asunto Ikaris
—Cierra la boca… —Dijo con hastío el menor y antes de que el contrario pudiera replicar Druig lo beso con fuerza, haciendo chocar sus labios y dientes en el intento. Se sentía forzado e incómodo, pero en cuanto Ikaris le tomó de la cintura todo fluyó con más tranquilidad y ritmo, relajándolos a ambos y haciendo que el dolor en sus cuerpos se esfumara.
No fue tan profundo su beso y se separaron abruptamente cuando escucharon a alguien aclararse la garganta en la puerta.
—No era mi intención interrumpir
—Papá ~ —Se escuchó suplicante Ikaris
— Lo sé, lo siento. Pero tu padre no tarda en venir por ti, así que es mejor que nos vayamos
Ikaris entendió perfectamente, su papá Zemo sería menos comprensivo si lo viera besar al chico que minutos antes lo había noqueado.
—Ok, ya voy.
— Te espero. Buena pelea chico, se ve que te robaste más que la pelea.
Ikaris rodó los ojos y Bucky salió con una sonrisa burlesca.
— Perdona por eso… ehh yo,.... Tú… supongo que luego nos vemos — Se despidió torpemente y dio otro beso a su mejilla.
— Eres un idiota.
Ikaris volteo a verlo con preocupación y solo vio a Druig sonreírle.
— La próxima te ganaré
¿Era una aceptación por parte de Druig para seguir viéndolo "mientras peleaban"?
— Cuento con eso.
Salió y su padre lo esperaba para ayudarlo a llegar al auto.
— ¿Entonces es él? Rara forma de declararte
— ¿Qué? Dijiste que así le hiciste con papá Zemo
—Mentí, yo use una motocicleta, justo como me contaste él intentó contigo. Fue muy torpe de tu parte hacer que se le cayera la moto encima.
— Sí y me arrepiento por eso, esa es la razón por la cual hice todo esto.
— Bueno, tal parece que te funcionó hijo.
— Eso espero.
Una Amy calmada llegó a la enfermería y se encontró a un Druig con la mente revuelta.
— Buena pelea Druig, pero generalmente no se besa al enemigo al final ¿sabes?
Eso bastaba para sacar a Druig de sus pensamientos.
— No te atrevas.
— Vaya Druig, parece que no me conoces en absoluto. —Río la rubia y se acercó para ayudar a su hermano. — Yo si gano bien mis peleas.
—Mierda.