Destino Cruzado

Haikyuu!!
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G
Destino Cruzado
Summary
Tsukishima y Yamaguchi, creen haber terminado con el capitulo de sus vidas en el que el otro esta presente, pero el destino parece empeñado en jugar con este par, y cuando ya no lo buscan, vuelven a conectar.
Note
Estoy un poco nerviosa, es el primer fic que escribo, amante de leerlos, pero no había intentando entrar en este mundo en ese sentido, espero que les guste, lo haré con todo el respeto del mundo a la obra original y a los fans de el anime <3
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Forzando

Bueno, este tema me gusta mucho escucharlo mientras escribía, me gusta compartir música con ustedes: Insipiración

 

¡Me gusta!.

Yo...-parecía dudar de lo que diría a continuación, sus ojos nublados por las lagrimas.

Nadie habló,   luego de unos minutos tortuosos para el que esperaba la respuesta a tamaña confesión, el contrario pareció aclarar su mente. S  e acercándose lentamente a la persona que le acaba de ofrecer sus sentimientos, lo tomo por el cuello de la camisa, y junto a sus labios. Fue breve, y cruel, el darse cuenta de lo que había:  nada , era lo único que pasaba por su cabeza-Lo siento mucho, yo... Yo no puedo corresponder a tus sentimientos.

Se alejó lo suficiente, para que ambos pudiesen volver a respirar lejos del otro, y de repente, un gimoteo, uno que en su vida escuchara esperaba, salió de los labios de la persona que jamás hubiera querido herir; y sin poder controlarlo, él lo acompañaba en aquel llanto, había dos corazones rotos, razones diferentes, pero igualmente rotos. Una breve llovizna comenzaba acompañarlos, cayendo efímeramente sobre los hombros de ambos muchachos, plantados en medio de la calle.

Dio un respingo, cuando un señor de cuerpo más abultado se sentaba junto a él. El chico trato de recuperarse de la pesadilla vivida que habia tenido, tratando de ubicarse en el tiempo y espacio que se encontro.

Dedujo que estaba en el autobús, eso era claro, pero en que parada se encontró, ni la menor idea. Sabía que si seguía así debería visitar un médico, se dormía donde fuera, se desorientaba y ni siquiera descansaba, cada vez que lograba cerrar sus ojos, recuerdos aleatorios lo visitaban en forma de pesadilla. Cuando pudo conectarse con la realidad, pudo notar que se había pasado al menos ya tres paradas, con apuro le brindo una sonrisa al hombre a su lado y le pidió permiso para escabullirse velozmente a la puerta, una vez que se pudo bajar revisión su teléfono , esperando lo peor.

Tenía dos llamadas perdidas, al desbloquearlo, al intentar devolverlas se encontró con una notificación que le hizo sacar la primera sonrisa del día y de paso se lo compuso un poco.

No alcance a escuchar el audio...

Con una risa ahogada, concurso en seguida

Con una risa ahogada, concurso en seguida.

— Shouyou, mi querido Shouyou, ¿amenazas a tu amigo tan temprano?—su voz salió desregulada, debido a que comenzó a caminar a paso rápido mientras contestaba, el iba tarde, muy tarde y si quería vivir un tiempo más, debía tratar de correr aun con la llamada.

—Tú diste la última amenaza!-escuchó al otro lado, un reclamo, con voz aniñada—Es injusto, ocupas la cara de cachorrito, pones tu voz tierna y listo, nadie creería los cuernos que te salen desde la coronilla de tu cabeza -una risa se le escapó al cabello oscuro—YA VOY BAKEYAMA!

—¿Eh...? Estás con kageyama?—no obtuvo respuesta, pero pudo escuchar como su amigo había iniciado una riña con su compañero en el otro lado de la línea—¿Shouyou...? Concurso de Hinataaaa.

—Si, si, aquí estoy lo siento, tuve que ayudar a Tobio, asusto a un niño.

Eso hizo que detuviera su andar, en que estaban metidos esos dos ahora, la última vez que los vio, tuvo que rescatarlos de una comisaria.

—¿Asusto a un...?, no sé por qué me sorprendo, solo dime que hicieron ahora.

—No hicimos nada, que poca fe tienes en estos dos hombres—él únicamente pudo hacer una bramar por lo bajo para mostrar su desacuerdo, esperar que Hinata continuara y le pudiese contestar alguna de sus preguntas—Ya estamos en viaje, llegaremos a medianoche por tu casa.

Al parecer no respondía ninguna de sus preguntas, nada más le estaba dejando con más.

—¿Por qué llegarían a mi casa a media noche?

—¿Por qué no llegaríamos a medianoche?, eso es lo que dicen nuestros pasajes.

—Necesito contexto-fue lo único que salió de mis labios, comencé a caminar desesperado, nuevamente me había detenido, a este paso, ya estaba seguro de que venía a mi velorio.

—Cucho-ahí iba otro de los nuevos apodos que el naranjo utilizó emplear en el, su ojo derecho empezaba temblar—¿Has visto en que fecha estamos?.

-Porque una fecha me respondió las diez mil preguntas que te hice—la voz ya salía ahogada, mi estado físico era un asco.

—¡Solamente revisa el calendario!

Aleje los oídos de mis oídos un poco, olvideba lo bullicioso que solía ser el pequeño y opte por ver la fecha de hoy.

-Es 28 de diciembre.

-¿de qué año Yamaguchi...?-Hinata me habló como si fuera un infante de tres años, me comenzaba a frustrar no pillar porque la parejita iría a pernoctar a su casa.

—28 de diciembre de 2022-de repente su cabeza hizo un clic  28 de diciembre de 2022 —¿Debes estar bromeando?.

-Claro que no, ¡lo prometiste!, ¿no es así Tobio?-soltó la pregunta, con tono meloso. Apretó los dientes, el menor estaba usando sus mejores artimañas, para que su pareja/enemigo de cancha le diera la razón, a lo lejos escucho un "Tú te comprometiste Yamaguchi"—Además, no tienes que preocuparte llegaremos dos días antes para ayudarte.

—Prometí eso hace años, además ni siquiera le grabó a nadie, que esperas que haga.

—Tranquilo, yo ya arreglé eso hace semanas, están todos avisados.

pataleo cuando nuevamente se detuvo por la impresión, maldita sea, olvidó que Hinata era el ser más sociable sobre la tierra y el único que si o si mantendría contacto con todos.

—¿Les recordaste a todas las semanas antes ya mí no?.

—Era al que le tenía más fe en recordarlo, pero no te preocupes, estamos tú salvadores para arreglar el día—iba a refutar, pero Hinata lo cayó antes que pudiese -Vendrán todos, así que debemos apurarnos, nos vemos en la noche, además tú siempre mencionas que te gusta trabajar bajo presión, nos vemos, te quiero, el bruto aquí a mi lado también te quiere.

Y sin más corto, dejándolo ahí plantado, con nuevo compromiso a los diez mil que ya lo tenían atrapado, un compromiso que hizo hace años, definitivamente cuando a Hinata Shouyou se le metía algo en la cabeza, nada le cambiaría sus planes, estaba tan ofuscado en su nuevo problema que olvido EL CAOS ACTUAL, hasta que su teléfono comenzó a sonar Yuuji , mierda, estaba perdido.

Emprendió su carrera, nuevamente, no sin antes guardar el teléfono en su bolso. Esquivaba personas y hasta opto por correr con el semáforo en rojo impidiendo ser atropellado por autos en el camino.

el chico pudo comenzar a sentirse más tranquilo cuando oyó las sirenas de la ambulancia cerca, entró al hospital corriendo y respondiendo amablemente a los saludos de las enfermeras, pero luego regresó sus pasos rápidamente para acercarse a ellas.

—Lo siento mucho, voy tarde, pero les prepare estos pastelillos, por favor disfrútenlos—saco rápidamente el recipiente del bolso y volvió su paso apresurado al ascensor.

-No debes molestarte pequeño, ¡muchas gracias!, trata de no correr por los pasillos.

Fue lo último que alcanzo a escuchar, antes de que las puertas se cerraran, apretó el piso 11 y se dio un momento para volver a respirar, pero en cuanto las puertas se abrieron retomo su carrera alocada por los pasillos, no se detuvo hasta que unos brazos lo tomaron por los hombros y cuando fueron ambos quietos, recibieron al menos tres golpes con revistas en su cabeza antes de poder intentar defenderse.

—Ya, Teru paraaaa—se quejo mientras se protegía de los ataques, e intentó tomarlo de las manos para detener los revistasos.

—¿A qué hora te dije que debías llegar?—le decía mientras leba las mejillas al pecoso.

—a lash diesh— respondió como pudo.

—¿y me explicas por qué vienes llegando a esta hora?—demandó saber, sin dejar de estirar sus mejillas, dolia bastante, lo soltó cuando noto que no podía expresarse con facilidad.

—Te prometo que tiene una explicación, tuve un turno extra ayer, tú sabes que necesito el dinero, por favor gran Terushima Yuuji, perdóname—rogó, poniendo las manos juntas frente a su rostro con la cabeza agachada.

El castaño parecía meditarlo, para después darle un fuerte abrazo de oso, dejando sin respirar al instante por la fuerza ejercida.

—Si te ves así de adorable, obviamente ya no podrías enojarme-lo sabía, su rostro debía estar a rojo vivo, odiaba cuando pasaba con Terushima, siempre le recalcaba que sus pecas resaltaban más cuando se sonrojaba—Está bien fresita, no me enojo , es solo que ella estaba preguntando por ti.

—¿Despertó...?, voy en seguida, te recompensaré más tarde—le aclaro, emprendiendo camino a la habitación, pero su amigo lo tomo por el brazo—Calma, ya se volvió a dormir, vamos al casino por algo para comer y volvemos ¿te parece?.

Lo dudo por un momento, hasta que finalmente asintió.

—Está bien, déjame darle un beso de buenos días y vamos, además tengo una nueva canción que quiero mostrarte.

—! En serio¡?—asintió con la sonrisa más radiante que podía tener para su acompañante-genial, me adelantaré, pasa y te espero allá.

Vio a su amigo desaparecer por las escaleras, definitivamente jamás podría entender su manía de bajar por ahí.

Entro a la habitación y la vio descansado, parecía agotada y estaba más pálida que ayer, apretó sus puños inconscientemente, y se aceró a ella, tratando de ser cauteloso, deposito un casto beso en su frente y se separará.

-Ya vuelvo mamá.

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