
better (pero en español)
—hay que hablar— dijeron las dos al mismo tiempo, miradas completamente decididas a comunicar lo que querían...
Eso fue quince minutos atrás, cuando ambas estaban entusiasmadas y sentían que podían decir todo lo que sentían. Ahora ninguna de las dos podía hablar, sentadas una junto a la otra en el cesped del parque al que habían decidido ir.
Habían niños riendo, padres quejándose y grupos de amigos pasándola bien, y pareciera que todo ese ruido se instalaba en sus cabezas y les impedía hablar.
O de eso trataban de convencerse, no querían admitir lo cobardes que eran.
—bien, fue suficiente para mi— Jimin gruñó poniendo sus manos sobre sus piernas. No la miró a la cara, pero al menos daría el primer paso— Yoonji... ¿Qué somos?—
Ah, de todas las formas en las que pudo comenzar esta conversación...
¿Por qué esa?
—¿a-a que te refieres?— respondió la pelimenta con cierto temblor en la voz.
Escuchó esa pregunta un par de veces antes, pero nunca con este grado de seriedad, este peso que se había instalado en su pecho y esa repentina sequedad en su boca- En serio, ¿había algo malo con ella?
—¿qué somos?— volvió a preguntar con más determinación que antes, con más fuerza en la voz y más seguridad.
Pues una cosa era este sube y baja sin preguntas, pero todo cambiaba si ella se había arriesgado en preguntar y las respuestas se le eran negadas.
—yo...— dudó en responder.
¿Qué eran, a todo esto?
Novias no, ninguna lo había pedido; tampoco podía decir que amigas, pues hasta ella sabía que eso no era una respuesta correcta. ¿Entonces qué?
—Yoonji— Jimin llamó un poco impaciente— ¿qué somos?— repitió mirándola a los ojos. La mayor tragó pesado.
Mierda.
—solo dame un segundo— pidió sin conectar sus miradas. Jimin suspiró.
—¿vale la pena?— preguntó con cierta tristeza en su voz. Yoonji la miró de inmediato.
—¿cómo?—
—que si vale la pena... ¿Vale esperarte, Yoonji?— dijo claramente con dobles intenciones.
—hey...— trató de llamar su atención, temiendo el curso que estaba tomando la conversación en tan poco tiempo.
—me gustan las cosas serias— dejó en claro— me gusta poder tomar a mi pareja de la mano en público, me gusta ser besada bajo árboles en parques tan lindos que todo el mundo va, me gusta que me reaseguren lo que sienten por mi y me gusta poder confiar en mi pareja... Sé que tal vez es muy pronto para tener eso contigo, pero... ¿Vale la pena esperar por eso, Yoon? ¿o solo mantendré la esperanza en algo que no pasará?—
—yo no soy de ese tipo...— la pelimenta se sinceró— nunca he podido mantener una relación por más de una semana, la mayoría de ellas ni siquiera tuvieron un título formal. No sé regalar flores, ni siquiera sé dónde venden esas mierdas... Soy horrible administrando mis tiempos y estoy tan acostumbrada a la soltería que ni siquiera se qué tan capaz soy de mantener una relación...—
La pelinegra asintió con una clara expresión de decepcion, llevando lentamente sus piernas a su pecho para abrazarlas— entiendo...— murmuró— supongo que buscamos cosas muy distintas...—
—pero no quiero dejar de verte— Yoonji declaró antes de que fuera tarde. Se arodilló frente a la pequeña figura de Jimin y posó sus manos con suavidad sobre las de ella— contigo siento algo que jamás sentí, Jimin, es un sentimiento nuevo y es agradable y no quiero renunciar a ello, quiero explorar, quiero tratar...—
—¿y eso se lo dices a todas o soy la primera en oírlo?—
—eres la primera en muchas cosas para mí, Jimin— aseguró tomando un mechón de cabello de la menor para ponerlo detrás de su oreja— me gustas, me vuelvo una idiota cuando estoy contigo y creo que eso es bastante notable—
—pero somos demasiado distintas... No quiero estar otros cinco meses con estas subidas y bajadas de emociones y la incertidumbre de no saber si me quieres realmente o solo te interesa tener una aventura. Yo no quiero una aventura, Yoonji, no me gustan...—
La pelimenta jugó con el piercing de su lengua mientras pensaba en cómo expresarse correctamente. No quería cagarla.
No con Jimin.
—no te daré una si no lo quieres— dijo con voz suave, acercándose un poco más a su cuerpo para poder hablar más bajo, solo para ella— quiero aprender, ¿si?—
—¿aprender?— repitió confundida. Yoonji asintió.
—no formalicemos nada aún, ¿de acuerdo? tomemos un tiempo para que me enseñes a ser la reina de la monogamia; me convertiré en todo lo que quieres y más—
—así no funciona— dijo con una pequeña risa por lo tierna que se veía la otra en ese momento— no puedes cambiar lo que eres por otra persona, yo no quiero eso para ti y tu tampoco deberías quererlo— explicó con suavidad, acariciando muy levemente el rostro de la otra.
—quiero ser mejor para ti— dijo muy segura de sus palabras— yo se que ha pasado muy poco desde que nos conocimos, pero sé que vales la pena, Jimin... Quiero estar contigo, quiero hacerte sonreír todos los días y quiero poder decirte las mismas cosas que te digo en ese feo y sucio sótano en lugares bonitos como estos, solo necesito que me digas cómo hacerlo—
—¿de verdad quieres eso?— preguntó con pequeñas cosquillas recorriéndole el cuerpo. La mayor sonrió.
—eso y más... Hasta hace un tiempo, creía que la música era lo único que podía hacer retumbrar mi corazón, pero estaba equivocada... Y creo que si algún día mi música me lleva a lugares innimaginables, sería mucho más feliz compartiéndolo contigo—
Jimin se abalanzó enseguida a sus brazos y juntó sus labios en un beso tímido.
Le gustaba Yoonji, le gustaba Yoonji malditamente demasiado.
—yo también seré mi mejor versión para ti, ¿si?— susurró sobre sus labios y dejó suaves piquitos sobre ellos después.
La mayor sonrió y juntó sus labios en un beso alargado. Sus sonrisas impedían la comodidad en el beso, pero no importaba.
Sus respiraciónes, sus labios, los latidos agitados de sus corazones, ellas eran lo que importaba.
═══════════════════. ❀~✿ .═══════════════════
—que empalagosas— Taehee murmuró viendo a las dos chicas frente a ella.
Jimin y Yoonji se daban de comer la una a la otra con sonrisas tontas.
—es la etapa de luna de miel— la peliazul respondió con una mueca— se les pasará... Espero...—
—solo espero que sea pronto, seguramente atraerán hormigas de seguir así— la otra se burló.
Ambas chicas se miraron al asimilar que intercambiaron más de una oración sin pelear ni decir algo atacante. Se sonrojaron levemente y desviaron la mirada de la otra.
—oye, bajista, ¿dónde están las demás?— Junko preguntó sin obtener respuesta. Bufó y lanzó un grano de cereal a la cara de Yoonji.
—¿cuál es tu problema, amargada?—
—¿dónde están las demás?— preguntó frustrada, mirando a la mesa donde solo se encontraban las cuatro.
—Hyeok le pidió a su mamá que la retirara— respondió y envolvió su brazo sobre los hombros de la pelinegra. Ella dejó salir una risita.
—¿está bien?— preguntó la rubia con cierta preocupación
— tenía cólicos—
—oh, y Namu está con Seojin, en una cita o algo así— dijo vagamente la pelinegra, casi derritiendose en el tacto de Yoonji. La pelimenta rió.
—eres tan linda cuando cuentas cosas— halagó tomando su barbilla entre sus dedos índice y pulgar.
Su estómago se llenó de mariposas y sus labios hormigueron en anticipo.
No llevaba mucho desde su conversación de la última vez, ¿un mes quizás?
De todas formas, Yoonji hacía progresos rápidos. Las muestras de afecto públicas se volvieron algo normal entre ellas a la semana, empezando con abrazos y algunas veces tomarse de las manos. A la segunda semana comenzaron a expresar sus sentimientos hablando. A la tercera semana Yoonji tuvo un concierto en un bar (al que Jimin, por desgracia, no pudo ir) y todos comentaron como por primera vez desde que Heaven's Door comenzó con sus presentaciones Yoonji no había invitado a ninguna chica a su vestidor ni le había ofrecido un trago a alguna.
Ahora, en la cuarta semana, quizás... ¿Comenzarían a besarse en público?
—¡que asco!— Taehee se quejó de inmediato, interrumpiendo lo que pudo haber sido y separando a ambas chicas de un salto y con un gruñido— al menos busquen una habitación o algo—
—Taehee...— Jimin murmuró entre dientes, mirando a su amiga con cierta advertencia.
Junko pronto captó la mirada llena de frustración de su amiga y sabía que si no sacaba a la rubia de ahí pronto habría una pelea verbal muy intensa.
Hizo una pequeña seña de comprensión a la pelimenta y tomó rápidamente la mano de la otra chica, arrastrándola lejos de ahí entre gruñidos, quejas y sonrojos.
—creo que ya no podemos ser interrumpidas— Jimin dijo con una pequeña sonrisa traviesa que dañó completamente el corazón débil de Yoonji. La pelimenta posó una de sus manos en la mejilla de la pelinegra y volvió a acercar sus rostros cuando...
La maldita campana.
Ambas gruñeron— debo ir a buscar un libro a mi casillero— la pelinegra suspiró— ¿me acompañas?—
La mayor aceptó enseguida como era de esperarse, yendo con las manos entrelazadas a buscar el pesado libro de matemáticas que Jimin debía llevar a su clase; tendrían que esperar un poco ahí de cualquier forma, porque en cuanto Jimin tuvo el libro en sus manos la pelimenta cerró la puerta del casillero, encerrando a la otra chica entre los otros casilleros y su cuerpo.
La pelinegra rió nerviosa— ¿qué pasó, Yoonie?— preguntó en voz baja y dulce, deleitando los oídos de Yoonji y haciéndola derretir.
—¿Yoonie?— preguntó con su bonita sonrisa de gomita, acercándose más a la menor.
—¿no te gusta?— cuestionó con cierta preocupación que hizo a Yoonji reír.
—me encanta, es un apodo dulce como tú— respondió y la miró como un depredador mira a su presa, con mirada profunda y relamiéndose los labios— todo el día sin besarte es demasiado, Jiminnie...—
—nos juntamos después de clases casi todos los días— dijo con una pequeña risa, haciéndose pequeña entre los brazos de Yoonji.
—no es suficiente, no puedo esperar toda una mañana para besarte, mucho menos teniéndote tan cerca... Tan linda...—
Sus alientos volvían a mezclarse, sus labios rozaban con los de la otra y Yoonji sentía que enloquecería al detectar un suave olor a durazno, seguramente del brillo labial que Jimin siempre usaba.
No pudieron sellar ese ansiado beso a pesar de todo, pues la voz de un monitor de pasillo las obligó a separarse con un salto. Las mejillas de Jimin estaban demasiado rojas y Yoonji cerraba los ojos con fuerza para controlar la frustración en lo que el hombre les pedía que fueran a sus salones.
═══════════════════. ❀dos meses después✿ .═══════════════════
—woah!— Jimin gritó entre todo el ruido con euforia, dando saltitos en su lugar mientras miraba con admiración al escenario— eso, Yoonji!— gritó en apoyo a su chica.
Yoonji, para su sorpresa, debió oírla, pues levantó la vista de su bajo para mirarla con una hermosa sonrisa, guiñarle el ojo y poco después lanzarle un beso. Jimin se sintió en una película por un momento, y le encantó.
—no suenan tan mal...— Taehee a su lado murmuró entre dientes. La pelinegra carcajeó.
—ya admite que te gusta Junko—
—J-Jimin!— gritó con un sonrojo creciendo en sus mejillas.
—Seojin eres asombrosa!— Namyeon gritó entre ellas levantando ambos brazos para llamar la atencion de la cantante, la cual le mandó un corazón con los dedos.
Poco después su presentación acabó y las tres amigas pudieron ir a una especie de camerino detrás del escenario, donde se encontraban las chicas de Haven's door y el grupo que estaba próximo a presentarse.
—Yoonie!— Jimin fue la primera en chillar y lanzarse a los brazos de la mayor, llenándola de besitos por toda la cara— estuviste increíble—
—¿en serio?— pidió por reassurance con una bella sonrisa, envoliéndo sus brazos en la cintura de la pelinegra.
—por supuesto que sí— aseguró separándose un poco de la otra para poder acariciar su rostro tiernamente— estuviste asombrosa, no podía quitarte los ojos de encima... Eres tan talentosa...—
—mierda...— murmuró por lo bajo— Jiminnie... Tenía pensado hacer esto en un lugar más romántico, pero ahora que lo pienso y me dices todas estas cosas tan tiernas...— suspiró— escucha, a lo largo de mi vida espero estar en muchos lugares como estos e incluso mejores, espero seguir en escenarios haciendo lo que amo con mis amigas... Pero lo que más me gustaría es que tú estés ahí, no como mi amiga, no como mi "situationship", sino como algo muchísimo más especial...
—¿Yoon...?—
—¿quieres ser mi novia? ¿quisieras acompañarme a todos los conciertos que puedas, ser presentada ante todos como mi dulce novia y luego besarnos en los camerines? ¿ser uno de mis seres más preciados, ser mi sonrisa diaria y permitirme ser la tuya?—
—me encantaría— contestó con la sonrisa más grande que alguna vez tuvo, juntando sus labios en un beso necesitado de todo.
Una de las manos de Yoonji viajó a su cadera mientras la otra se mantuvo envuelta en la cintura de la otra, Jimin en cambio agarró los cabellos de la pelimenta con el fin de poder empujarla lo más posible hacia ella.
—¿quieres que salgamos ahora?...— la mayor susurró sobre sus labios— no puedo ofrecerte mucho, solo comprarte unas papas fritas y que nos sentemos en algún parque a estar juntas... ¿Te gustaría eso?—
—suena al mejor plan de la vida...— contesto y le dió un dulce beso esquimal.
Todo iría mejor a partir de ahora, de eso ambas estaban seguras.