
- "Sabes Miguel ser madre para nada es igual en la teoría que en la práctica aunque, si normalizamos las situaciones, te aseguro que puede ser más fácil y luego nos reiremos recordando todos esos errores y horrores de madre primeriza que hemos cometido alguna vez" - Eso fue lo que le dijo una vez su difunta esposa.
Como la extrañaba a su familia.
Y henos aquí, un deja vú en carne propia que se asomaba en forma de Peter B Parker.
- ¿Es enserió Peter? - Con la mirada endurecida estremeció a más de varios Spider-Man en la sala pero a quien le dedico la helida mirada solo reía como si fuera nada.
Dios ya no hay respeto.
Él hombre frente a él le entregaba en brazos a su única hija con la intención de ser tomada mientras la inocente criatura lo miraba con felicidad e inocencia.
- Vamos, Miguel amigo solo tómala no puedo llevarla conmigo a esta misión. - Siguió insistiendo mientras la nena extendía sus brazos con anticipación en busca de atención. Miguel solo optaba por esquivar a la niña que Peter le acercaba a su rostro. - Es solo una niña hombre. - Siguió esquivando a la pelirroja que sonreía más.
Miro de la niña a Peter y de Peter a la niña - Si aja, - Siguió mirándolos sin cesar - Es lo que veo pero porque me la das a mi - Volvió a esquivarla agilmente volviendo a ser superado por Peter - ¡No! La pregunta es ¿Porqué a mi? Que me hace candidato. - Miguel O'Hara estaba nervioso mientras Mayday, la hija de Peter Parker no paraba de balbucear en su dirección mientras babeaba, él no estaba acostumbrado a cuidar de alguien mucho menos bebés Miguel solo sabía razonar con quien pudiera seguir órdenes y seguirlas no con niños pequeños que no saben ni hablar además salía a relucir el hecho de no ser el centro de atención para con nadie, desde hace años que no lo hacía.
Con una mirada aburrida Peter solto - ¿Quién mejor que tú? Eres bueno en todo lo que haces que sería el cuidar a una bebé un rato ¿eh? - Sonrió socarrón Peter quería asegurarse de que ella estuviera a salvo mientras los otros Spider-Man estarian de misión así que su líder era una gran opción.
- ¿Es así? No me digas - Dijo sin ganas y con veneno sin creer su palabra este solo optó por ver a la pequeña.
Mayday era un bebé adorable, ya pesar de tener un padre estúpido, eso no le afectaba después de todo era su propia persona siempre sonriendo y jugando. Miguel sintió una conexión inmediata con ella, le recordaba a su hija esa hermosa conexión con alguien de tus entrañas y con solo verla se sintió como si la conociera de toda la vida.
Pero eso no lo admitiría en voz alta.
Jamás
Observando la multitud a su alrededor Peter se acercó perturbando un poco a Miguel por la cercanía así que optó por hablar muy bajo para con él otro. - Además que eres él único que puede hacer su magia. - Le sonrió burlesco.
Confundido Miguel susurró - ¿Magia? ¿Qué tipo de magia?
Peter miró de arriba hacia abajo fijándose en sus pectorales pronunciados. - Ser capaz de amamantar cuenta como una de tus habilidades mágicas ¿no?
Con el rostro tornandose como remolacha Miguel soltó un jadeo ahogado de lo más escandaloso por la vergüenza y la ira que se estaba burbugiando en su ser. - ¡P-peter! - Su voz se quebró por unos segundos volviendo a la normalidad- No te atrevas a faltarme al respeto así. - Con ganas de golpearlo se abstuvo al instante por la presencia de su hija y por respeto a ella sin querer asustarla ante sus cambios bruscos de humor.
Alzando a su hija sobre su cabeza soltó mendigas disculpas a su jefe - No era mi intención lo juro Miguel. Yo solo, solo... Quedando sin que decir optó por dar murmurós de disculpa.
Aún apenado por lo ocurrido miró de lado al lado por si alguien más había escuchando, Dios esperaba que no, al ver que ninguno daba un indicio decidió mirar a la menor que soltaban un hilo de baba de su boca de lo más incómodo en la posición que su padre la tenía.
- ¡IDIOTA! - Con preocupación este la tomó con cuidado acunandola en su pecho en una posición más cómoda la arrullo. - Como puedes tenerla así, no es un juguete para manipularla de esa forma tan brusca. - La cargo con cuidado.
Sorprendido por lo que pasó optó por disculparse ahora no solo con Miguel sino con su hija.
- Si, si ya callate. Y déjamela no pienso que pongas en riesgo su vida. Si la cuidas así no me imagino en acción, sería muy arriesgado. - Acaricio su cabello rojizo con cariño.
- ¿Lo harás? - Soltó de lo más anonadado.
- Si ahora largo. Todos váyanse y no vuelvan hasta que terminen con lo que les encargue. Entendido.
Todos dieron un si y salieron del lugar con un Peter gritando un te debo una amigo en la distancia.
Al encontrarse solo con la menor dejo ir un suspiró que noto la pequeña y balbuceo un poco, esto le saco una sonrisa diminuta pero sin embargo, también sentío un poco de presión. Sabía que los otros Spider-Man estaban en una misión muy importante en otra dimensión, y si algo iba mal, podría estar en problemas. Pero se grababa a sí mismo que los Spider-Man estaban ahí para cuidarse entre sí, y que él estaba haciendo lo mejor que podía para mantener a Mayday a salvo aquí con él.
- De todos lo que podrían saber, tenía que ser el más estúpido. - Se dijo a sí mismo con pena de su secreto compartido con semejante tarado.
Cuando Mayday, se enfocó en él esta acercó su boca en busca del pezon en tal abultado pecho, Miguel se sintió sorprendido y a la vez aliviado de estar solo para esta situación, pero también se siente un poco nervioso y extraño por lo que está apunto de hacer. No era nada nuevo desde que se presentó a Mayday con él surgió otro cambio en su organismo que nunca pensó que experimentaría jamás.
Lactar
Asumió que era su imaginación pero cuando empezó a expulsar de poca a mucha cantidad supo que estaba en un problema.
Intento sacar lo que podía con extractores pero ni eso ayudo hasta que la causante de su problema invadio en su desolado laboratorio junto a su padre y trepó una vez hacia él y busco desesperaba la fuente y que quedo expuesto a Peter llevándolo a un incómodo silencio y una revelación de más de un secreto.
Así que desde la que inició este predicamento se había convertido también en la solución de su problema.
No era nada nuevo después de todo.
- Ya voy cariño, solo ten calma - Sin necesidad de despojarse el traje manualmente este elimino la parte superior con solo la intención en su mente. Su traje respondió a su orden sin objeción, dirigiéndose hacia su sala personal donde ya se encontraba ambientada para este momento como también un mullido sofá donde descansar y tener privacidad.
Acomodando a la niña que se aferraba a su pecho no desperdicio tiempo y se pego a su pezon derecho que ya escurría leche materna, y con gemidos de satisfacción Mayday comenzó a mamar mientras jugaba con su piecito sin apartar la mirada de su actual nodriza.
Devolviendole una sonrisa y una mirada de amor se dejo hacer mientras acariciaba su pelo rojizo. - May, mi linda May - Siguió acariciando sus cabellos. - Y del otro extremo Lyla aparecía sonriendo por la vista que le ofrecían.
- Deberíamos abrir un banco de leche Miguel. Seríamos ricos. - Intento negociar.
- No vuelvas a hacer un chiste de esos. Oh juro que te desactivare. - Murmuró gruñón.
- Bu! Siempre le quitas lo divertido a todo. - Dijo divertida y un poco decepcionada para luego desaparecer y mandar a un bot que sacó del piso una nevera donde había extractores vacíos de leche en espera de ser llenados.
- ¿Un banco de mi leche? Quién carajos comparia mi leche materna. - Se dijo así mismo mientras colocaba un extractor con una mano en su pectoral izquierdo comenzando a succionar con fuerza.
Mayday solo soltó balbuceos divertidos mientras aún seguía mamando apricionando el pezon con sus dientes en crecimiento. - Eso sí es una sorpresa ya estas creciendo ¿eh? - Dijo con pesar y nostalgia.
Eso no pudo evitar recordar su pasado, Miguel como Spider-Man 2099, había pasado mucho tiempo trabajando solo, en misiones peligrosas y enfrentando poderosas amenazas. Pero en ese momento, se dió cuenta de que extrañaba la compañía de otros, de tener a alguien con quien compartir su vida y sus aventuras.
- ¿Un bebé talvez? - Soltó perdido en sus pensamientos.
Miguel se puso a reflexionar sobre su vida y su papel como Spider-Man. Se sintió agradecido por todo lo que había hecho, pero también se sintió cansado y abrumado a veces. ¿Podría haber un equilibrio entre ser Spider-Man y ser un hombre "normal"? Miguel no sabía. Pero sabía que debia seguir luchando, y que no se rendiría ni ahora ni nunca.
- Tal vez no es nada. No importa.
Al final, Miguel estaba tan nervioso por cuidar a Mayday, que se sintió aliviado cuando Peter finalmente llegó a buscarla. Pero, para su sorpresa, Peter estaba agradecido por toda la ayuda que Miguel había proporcionado.
Miguel estaba sorprendido y emocionado por la respuesta de Peter aunque la había disimulado claro esta. No lo había esperado, ya que había pensado que iba a ser criticado por la forma en que había cuidado a Mayday. Pero Peter solo le había agradecido la ayuda y le había dicho que estaba agradecido por tener a alguien en quien confiaba en su hija.
Al final, Miguel se salió de su modo nervioso y se convirtió en una ayuda para Mayday. Se habia encariñado más con ella y la cuidó como si fuera su propia hija. Aunque estaba nervioso al principio, Miguel se siente feliz por poder ser parte de la vida de Mayday y poder estar ahí para ella en lo que pueda. En su conversación con Peter al dejarle a su hija, Miguel sintió que finalmente había encontrado quizas el equilibrio que estaba buscando. Podía ser Spider-Man y también un padre de ayuda para Mayday. Podía hacer ambas cosas y aún así sentirse completo y satisfecho.
Después de eso, Miguel había aprendido algo importante: ser un héroe no es solo ser poderoso y valiente. También es ser humano, ser cariñoso y empático. Estaba agradecido por su conversación con Peter y por toda la experiencia que había estado teniendo con Mayday. Estaba más que listo para seguir siendo el Spider-Man que el multiverso necesitaba.