Después de un largo día revisando el multiverso y asegurándose de que todos los sucesos canónicos sucedieran, Miguel O'Hara pudo ir a su lugar de descanso a, bueno, descansar.
Ya con su camisón puesto fue a recostarse en la cama que compartía con su amado, LEGO Peter Parker.
Su relación había comenzado por diferentes cuestiones, pero la pasión que ambos sentían cuando estaban juntos era interminable. Era como si hubieran estado destinados a estar juntos, claro, si esas cosas existieran. Ser de diferentes multiversos parecía ser un problema al principio, pero después de hablarlo y llegar a un acuerdo, quedaron que su hogar sería en el HQ en una habitación escondida solo para los dos.
No es como si su relación fuera secreta, solamente no era pública.
O'Hara sonrió al recordar a su amado (el cual casi siempre se acostaba más tarde que él). Fue grata su sorpresa al verlo ya acostado en la almohada al lado de la suya.
"Hola, mi amor " dijo Miguen con una sonrisa de lado, depositando un beso en el rostro del Lego. LEGO Peter miró de reojo el cuerpo de su pareja; ese camisón rosado le hacía resaltar sus pectorales, formando un hermoso escote. LEGO Peter mordió su labio.
"¡Miguel, sabes lo que me provoca ese camisón!" Peter no pudo resistirse y se acercó de manera seductora a su amante. Sus pequeñas manos recorrieron el pecho de Miguel, haciendo que soltara gemidos de placer.
"Ngh, Pete, e-espera..." Miguel podría apartar a Peter si quisiera, de hecho podría mandarlo a volar fácilmente, o meterlo dentro de un frasco... pero no quería hacerlo.
"No puedo, Miguel. Cuando te veo así simplemente no puedo parar." Sus labios húmedos se aferraron al pezón de Miguel, dando pequeños lengüetazos alrededor de este. "Te pusiste ese camisón a propósito, ¿cierto, puta?"
Miguel JAMÁS dejaría que alguien le llamara así en circunstancias normales. Pero en la cama, bueno, en la cama el que tenía el control era Peter y no él.
"N-no fue así-"
"No puedes mentirme, Miguel." Con ambas manos retorció la tetilla de su amado, haciéndolo gemir. "Mira como te pones cuando te toco un poco."
Ambos miraron hacia abajo, viendo la creciente erección de Miguel. Peter solo rió y (corrió) se dirigió hacia los boxers de su pareja, bajándolos por completo. Ahí, sin tocar el miembro palpitante de Miguel, corrió hacia su lugar trasero, sabiendo exactamente qué hacer.
"P-pete, por favor, sé amable… a-a sido un tiempo desde…”
“Lo sé, cariño. Lo siento, te he descuidado, ¿verdad?” Peter no alcanzaba a verlo, pero sabía que Miguel había asentido. “No te preocupes, amor . Haré que olvides que estuviste solo todo este tiempo.”
El LEGO bajó sus pantalones y dejó salir su enorme miembro erecto. Nadie lo pensaría cuando lo veía, pero su enorme falo de 7 veces su tamaño se escondía muy bien en sus pequeños pantalones. Esa fue una de las cosas que más sorprendió a Miguel cuando recién comenzaron a salir, pero esa sorpresa no fue mal recibida (ni la verga).
Miguel mordió su labio al ver el enorme pedazo de carne del grosor del brazo de un bebé de algunos meses de nacido. Dispuesto a ayudar, sostuvo sus piernas. “P-puedes entrar, Pete.”
LEGO Peter no necesitó otra palabra para hacerlo. De una estocada entró en Miguel y, joder, que apretado estaba.
“¡Ah! P-Pete… m-más despacio”
“ Ugh, que rico aprietas, papi .” Comenzó a moverse lento pero profundo. Podía escuchar los gemidos desesperados de Miguel, pero no podía verlo. Joder, esa era una de las cosas que más odiaba de medir 4 centímetros. Si tan solo fuera un humano como Miguel, así podría darle de la mano mientras caminaran juntos (podrían caminar juntos uno al lado del otro) o besarlo mientras lo penetra, eso también sería lindo.
A veces se preguntaba qué veía Miguel en él.
“¿Peter?”
La voz de O’Hara lo regresó a la realidad.
“Perdón, pensaba en otra cosa.”
Las estocadas comenzaron de nuevo. Peter entraba y salía de Miguel mientras que este soltaba gemidos a diestra y siniestra. Miguel tocaba sus pezones cada vez que Peter llegaba más y más profundo. Podía sentir el clímax llegar a él.
“Peter, voy a-”
“ Hazlo, mi amor .” El español de Peter le parecía tan seductor, más a sabiendas que solo lo hablaba en la cama o en momentos en los que se encontraran solos en el trabajo. Español que solo había aprendido para él.
Miguel se corrió después de eso, llenando su vientre de su propia semilla. LEGO Peter no tardó mucho después para llenar el interior de Miguel.
Mientras el mayor recuperaba la compostura, el LEGO se subió los pantalones y se recostó en la almohada contraria a su amado. Prendió un cigarrillo y comenzó a fumar.
Ah, qué importaba lo que Miguel vería en él, lo importante es que estuviera con él.
Que estuvieran juntos.