No debería, pero al diablo, lo haré de todos modos

Spider-Man - All Media Types Spider-Man: Spider-Verse (Sony Animated Movies)
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No debería, pero al diablo, lo haré de todos modos
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Summary
Miguel llevaba años trabajando como jefe del departamento de investigación de genética en Alchemax. Un día le es presentado el nuevo jefe del departamento de Física, Miles Morales, un científico unos años más joven que él. Miles no es muy sutil con su interés hacía Miguel, yendo constantemente al departamento de genética sólo para hablar e intentar coquetear de forma penosa con Miguel. Miguel lo encuentra lindo y halagador, hace tiempo que no se sentía tan visto y notado. Él estaba comprometido con su novia, Dana, pero desde hace casi un año habían estado muy distantes, para Miguel era tan agradable que alguien lo encontrara tan interesante y atractivo. Sabe que no debería alentar los avances de Miles, pero realmente no habría ningún daño, ¿o si?
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5. Fuego

Afortunadamente cuando me dirigía a casa no había demasiado tráfico así que llegue a casa relativamente rápido. Al llegar fui recibido por Tona, mi lindo perro Calupoh. Tiré mi mochila en uno de los sofás y me arrodillé para acariciar a Tona. 

—¡Tona! También me da gusto verte. —acaricié animadamente su cabeza y su lomo. 

Él estaba muy feliz de verme. Es agradable tener a alguien al final del día que esté feliz de verme, por eso me gustan los perros. 

—¿Tienes hambre, Tona? — me incorporé y le sonreí. 

Tona solo ladró con entusiasmo. Me reí. 

—Lo tomare como un sí. Vamos. — lo insté a seguirme a la cocina lo cual hizo. 

En su plató le serví carne de res, una lengua de res, una pechuga de pollo, dos huevos de codorniz, unas cuantas moras y una paleta de crema de maní con plátano y yogurt griego. Lo dejé frente a él y de forma inmediata empezó a devorar su comida. No pude evitar mirarlo con ternura. Estoy muy seguro de que si algo le pasará a Tona yo me moriría. 

Dejé a Tona comer tranquilo y me fui a la sala de nuevo, no tenía la gran cosa que hacer así que supongo que podría ver algo en la televisión, creó que estaban volviendo a trasmitir una novela que me gustaba. Iba a penas a encender la televisión cuando Dana entró a mi apartamento. 

Suspire con molestia. 

—Dana, ¿qué haces aquí? —la cuestione. 
Ella solo me sonrió con burla y se sentó a mi lado en el sofá. 

—¿Es forma de hablarle a tu prometida? —colocó su diestra en mi mejilla y la acarició tiernamente. —Vengo a pasar la noche aquí contigo, Miguel. 

Quité su mano de mi cara y la miré con desconcierto. 

Es raro, se supone que Dana sigue enfadada conmigo. 

—Creí que seguías enojada conmigo. —expresé mi confusión. 

Dana volvió a reír como una colegiala. 

—Estaba, pero al ver que me hiciste caso con respecto a Morales decidí venir a perdonarte. 

Su respuesta me confundió más. 

—¿Qué? 

Dana puso los ojos en blanco con una sonrisa traviesa. 

—Me he dado cuenta de que no has hablado con él como te lo pedí. ¿Creíste que no lo notaría? —rió, coqueta. —Y ya que has sido tan bueno pensé en recompensarte. 

Ella creía que le hice caso con respecto a no ser amigo de Miles. Okay. Que Dana pensara eso me molestaba. Iba a contarle la verdad detrás de por qué no he hablado con Miles. 

Sin previo aviso Dana se levantó del sofá y se quitó el vestido de lunares morados. Debajo del vestido no usaba absolutamente nada. Estaba completamente desnuda. Mierda. 
Se sentó a horcajadas en mi regazo y besó mi cuello. No pude evitar temblar ante la acción, era muy sensible del cuello. 

—Sería bueno si me coges. —susurró en mi oído y procedió a morder el lóbulo de mi oreja. 

Sé que Dana terminaría dándose cuenta de que en realidad seguía siendo amigo de Miles y que volvería a molestarse, y además de que estoy enojado aún con ella, pero tiene un tiempo desde que nos acostamos por última vez. Lo disfrutaría hasta que se diera cuenta de que realmente no le hice caso. 

A veces odiaba ser tan débil ante la carne. 

Ya era viernes y aún no había rastros de Miles. No podía creer que pudiera extrañarlo. 

¿Le habrá ocurrido algo a Miles? Me pregunté, preocupado. Seguramente sólo exagero, Miles debía de estar bien, ya nadie lo debe de estar molestando, me encargué muy bien de ello. 

Iba a llamar a Lyla cuando de repente empezaron a sonar las alarmas y se abrieron los aspersores de todo el edificio de Alchemax. 

Se escuchó la voz un tanto robótica de la IA del edificio.

—ATENCIÓN, FAVOR DE SALIR DE FORMA ORDENA DEL EDIFICIO, ESTO NO ES UN SIMULACRO, SE A DETECTADO UN PEQUEÑO INCENDIO EN EL ÁREA DEL DEPARTAMENTO DE INVESTIGACIÓN DE FÍSICA. YA SE HA LLAMADO AL 9-1-1. YA CASI LLEGA LA AYUDA. SALGAN DEL EDIFICIO ORDENADAMENTE. 

¿Un incendio en el departamento de física? Mierda. Esperaba realmente que Miles estuviera bien. Salí del departamento de genética lo más tranquilo que pude, la mayoría de mis compañeros salieron a tropizones, huyendo de forma despavorida. Era gracioso verlos tan en pánico cuando el departamento de genética se encontraba dos pisos abajo del departamento de física. 

—Hey. —me llamo alguien. 

Era Dana quien al igual que yo estaba empapada, camino rápidamente hasta mí y me tomó de la mano. Se veía visiblemente preocupada y algo asustada. 

—Hey, pensé que estarías afuera ya, cómo estabas en el baño. —mentí. Estaba tan ensimismado pensando en Miles que me olvidé de Dana. Ella no tenía que saberlo. 

Me abrazo y beso mi barbilla. 

—No me iría sin ti. Me preocupe cuando no te encontraba. —se veía un poco afligida. 

Hay veces que olvido que Dana realmente me quiere a pesar de todo. 

—Vamos, hay que salir. — la inste tomando su mano. 

Cuando salimos del edificio vimos al departamento de bomberos, algunas ambulancias y a la policía afuera. Los bomberos entraron en fila al edificio, sin miedo. 

Un policía nos hizo a Dana y a mi alejarnos del edificio y ponernos con los demás empleados de Alchemax. Busqué con la mirada a Miles, lo encontré en un rincón retirado hablando con un oficial, estaba mojado, pero se veía ileso. Suspire con alivio para mis adentros. 

Miles no estaba solo, estaba hablando con un oficial, era moreno como él, de casi la misma altura y misma complexión, al mirarlos a ambos uno pensaría que están relacionados. El oficial le dio unas palmadas en la espalda a Miles antes de dejarlo solo. Cuando me proponía a acercarme a Miles, él se encaminó hasta un par de conserjes, se veía muy enojado. Nunca creería verlo enojado alguna vez. 

Eran dos conserjes, el más alto era moreno con rastas y tenía piercings en la cara por doquier, el otro era más bajo, parecía ser indu. Miles nada más llegar comenzó a gritarles, aparentemente. El más alto no parecía afectado por el arrebato de Miles mientras que el otro se veía visiblemente culpable y afligido. Miles los tomó a ambos por el hombro y se los llevó lejos de la escena. 

¿Qué acababa de pasar? 

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