
𝔐𝔬𝔪𝔢𝔫𝔱𝔬𝔰 𝔦𝔫𝔠𝔬𝔪𝔬𝔡𝔬𝔰, 𝔢𝔫𝔠𝔲𝔢𝔫𝔱𝔯𝔬𝔰 𝔫𝔬 𝔱𝔞𝔫 𝔢𝔫𝔠𝔞𝔫𝔱𝔞𝔡𝔬𝔯𝔢𝔰
Luego de una larga y tediosa reunión con un grupo de científicos acerca de un nuevo proyecto en el que trabajaban, Miguel va directo al escritorio de su asistente personal.
- ¿Encontraste algo? - le pregunta directamente el castaño. -
- Nada. - responde con simpleza Jess. -
- ¿Qué? -
- Lo que escuchaste. -
- ¿Qué quieres decir? ¿Cómo que no encontraste nada? -
- Exactamente eso Miguel, no encontré nada acerca de ella, no aparece en ninguna página de búsqueda de libre acceso y aparentemente no tiene ningún documento de identificación. -
- Demonios... ¿Y sobre el lugar del que vino? -
- He llamado a todas las agencias de viajes y aerolíneas que conozco, ninguna sabe nada de ningún lugar llama Osborn. -
- Es Oscorp. - le corrige Miguel. -
- Como sea. - dice Jess poniendo los ojos en blanco. – No existe ese lugar en el mapa. –
- No pudo salir de la nada... ¿verdad? –
- ¿A mí que me preguntas? Tú eres el que la está ayudando. –
Soltando un suspiro cansado, Miguel va a su oficina para hablar con Petra, pero para su sorpresa la oficina estaba vacía.
- Jessica... - el castaño va de regreso con su secretaria. - ¿Dónde está Petra? -
- ¿No está en tu oficina? -
- Si estuviera ahí no te estaría preguntando. -
- Pues si no está ahí, no sé dónde pueda estar. -
- ¿No viste cuando salió? -
- Si la hubiera visto, la habría detenido y no estaríamos teniendo esta conversación. -
Miguel le mira con hastío.
- ¿Vas a ayudarme? -
- Tengo trabajo que hacer, pero buena suerte. -
Con resignación Miguel camina por los pasillos mientras activa nuevamente a Layla, a la cual había apagado después de ir a recoger a Gabriella.
La IA emerge del reloj de Miguel como un holograma.
- Hasta que por fin te acuerdas de mí. -
- No es momento para que te pongas dramática Layla. -
- Uy, ¿Desayunaste carne de tigre? -
- No estoy para bromas. - le responde con molestia. - Necesito que busques en las cámaras de seguridad de todos los pisos a una mujer de cabellos castaños y piel clara, está usando un vestido floreado. -
- ¿Como se dice? -
- ¡Layla ahora! -
El castaño no lo admitiría en voz alta, pero estaba preocupado de que algo le pudiera pasar a Petra ahí.
- Ash, pero que genio te cargas hoy Miguelito. -
Layla tarda unos minutos en examinar el sistema de seguridad buscando a la mujer con las características que Miguel le había dado.
- La encontré. -
- ¿En serio? ¿Dónde está? ¿Está bien? -
- Está en la cafetería comiendo, parece no estar en problemas. -
Miguel se relaja luego de oír eso y de inmediato se pone en camina a donde ella estaba.
En el momento en que llega a la cafetería la ve, estaba sentada en una de las mesas de comiendo una hamburguesa.
Petra no tarda en sentir una intensa mirada a lo lejos, por lo que busca de donde proviene hasta que se topa con unos ojos rojizos, cuando los reconoce una sonrisa crece en el rostro de la castaña y le alza la mano.
- ¿Sabes lo preocupado que estaba por ti? -
Es lo primero que le dice el moreno al sentarse en la misma mesa de la ojos ámbar.
- Oh perdóname, Miguel. - dice la castaña dejando a un lado al comida. - Solo quería salir a explorar un poco y me perdí. -
- No puedes culparla Miggs, tu oficina es tremendamente aburrida. -
- ¿Quién dijo eso? - pregunta Petra. -
- Fui yo. - responde la IA tomando una forma holográfica femenina en la mesa de comer. - Mi nombre es Layla y es un placer conocerte.
- ¡Eres un hada! - dice Petra extasiada por la emoción. - Nunca creí que vería una, menos en este mundo. -
Miguel sonríe levemente al ver como el entusiasmo embarga a mujer frente a él.
Este se había percatado, en el poco tiempo que tenía compartiendo con ella, que era tan común esas reacciones en la de ojos ámbar, incluso por las cosas más insignificantes; sin embargo, cada vez que lo hacía era como si todo a su alrededor también se volviera alegre y emocionante, lo cual era muy contagioso.
- ¿Un hada? - dice divertida Layla. - Es tan linda ¿de dónde la sacaste? -
- De una valla de publicitaria. -
Petra no prestaba mucha atención a la conversación, estaba más concentrada en tratar de tocar a Layla sin atravesarla.
- Hey Petra, alcance a comprar las ultimas papas fritas. -
- ¡Mira Gabriel! ¡Es un hada! -
Y así murió el cálido ambiente que se había instalado, para ser remplazado por una incomodidad latente y una gran tensión entre ambos hermanos.
Esto era completamente ignorada por la castaña.
- Tiempo sin vernos Gabriel...-
- Si, ha pasado un tiempo...-
Ambos se quedan en silencio durante un par de segundos lo que se vuelve todo el ambiente pesado.
- Y bueno... ¿cómo conociste a Petra? - pregunta Miguel. -
- Me tope con ella en uno de los pasillos del departamento de Tecnología e Información. -
Ambos estaban rígidos y sus respuestas eran secas.
- Bueno es mejor que nos vayamos Petra, debemos ir donde mi madre después. -
- ¿Y eso? - pregunta con curiosidad Gabriel. -
- Madre va a ayudarla con unas cosas. -
- Entonces los vere allá. - dice el menor de los O'Hara. -
- ¡Eso será genial! -dice emocionada la castaña. -
Luego de acordar verse en la casa de la matriarca de la familia O'Hara se despiden para encontrarse allá.
Miguel, que iba varios pasos más adelante, iba hablando con su IA dejando un poco detrás a Petra.
- ¿Por qué no me dijiste que él estaba con ella? -
- ¿Ups...? -
- Layla. - gruñe con molestia. -
- Le vi alejarse, pensar que se iría nada más. -
- Sé que estas mintiendo Layla. -
- No es que lo esté admitiendo, pero también era una buena oportunidad para que te rencuentres con él ahora que regreso a NY y que trabajan juntos. -
- Layla no hemos hablado seriamente en 5 años, y desde que trabaja en Alchemax no nos hemos encontrado a menos que sea necesario. -
- ¿Y no quieres cambiar eso? -
- No importa lo que yo quiera... - dice con un tono de voz quebrado y el rosto sombrío. - Hay que lidiar con los errores que cometemos. -