Mi Mobius, tu Jack
Loki miraba aquella acogedora casa desde lejos, temiendo dar un paso hacia el encuentro que había esperado este último tiempo. Su cuerpo se estremeció al ver aquel hombre sonreír mientras recogía algunos juguetes que estaban dispersos en el suelo y no pudo evitar esbozar una sonrisa, la sensación de un millón de mariposas revoloteaba en su estómago y las ganas de llorar o reír le estaban abrumando. Al parecer la suerte estaba a su lado, hasta el día era hermoso: el cielo azul y la brisa del mar acariciaba sus mejillas.
-que estamos esperando?- cuestionó Sylvie mientras le daba una palmada en la espalda a Loki, pero al verlo alzó una ceja en muestra de su asombro- acaso quieres llorar? si que te has vuelto demasiado débil- bufó la diosa, cruzando los brazos
-estoy bien!- susurró Loki, limpiándose las lágrimas y respiró profundamente- Solo que lo veo tan feliz que… mejor no me hagas caso, vamos! Mobius está frente a nosotros y…
El dios de las mentiras se quedó sin aliento al ver aquellos ojos azules mirando hacia donde él se encontraba, Mobius se había percatado de la presencia de los dioses y ¿los había reconocido? ¿Acaso su querido Mobius nunca perdió sus recuerdos al regresar a su verdadera línea de tiempo y estaba esperando que Loki venga por él?
Eran demasiadas preguntas que rondaban la mente del dios pero con pesar Loki recordó su encuentro con Mobius el día anterior en un lugar donde había algunos jetski. El dios había perdido la compostura al darse cuenta que su querido Mobius no recordaba ni la TVA ni a sus compañeros, ni siquiera a él; Mobius solo vociferaba aludiendo que la TVA era algo relacionado con los vehículos todoterreno.
Loki no puede negar que el analista de la TVA ahora estaba bien situado en la sagrada línea del tiempo, haciendo lo que más le apasiona y al parecer tiene una familia. Pero no había un anillo adornando en su dedo, así que él aún podría tener una oportunidad.
Al parecer él es feliz y yo no soy parte de su felicidad
Aquel pensamiento cruzaba en la hábil mente de Laufeyson, lo único que él deseaba con todo sus fuerzas era que el analista pueda recordarle, el corazón de Loki no puede aguantar una segunda vez ese triste suceso donde su amado no lo recuerde.
Loki veía como si fuese en cámara lenta cada paso que daba aquel señor que logró su cambio para mejor, aquella persona que confió en él a pesar de sus acciones, del analista que logró despertar sentimientos románticos en el frio y herido corazón del dios de las mentiras. El pelinegro estaba examinando cada parte de Mobius: sus encantadores ojos, su hermosa sonrisa, sus apetecibles labios, su singular nariz…
Pero lo que más asombró a Loki no fue ver a Mobius dirigirse hacia ellos, sino que el señor se fue directamente hacia los brazos de Sylvie. Quizás en ese momento Loki sintió algo de celos al ver su persona amada abrazar a su otro yo. Esa frase que le dedicó Mobius a Sylvie entonces era verdad.
Tú eres mi favorita
-Sylvie! Estoy feliz de verte!- Mobius se separó un poco de aquel abrazo afectuoso que le dio a la diosa, él se veía realmente feliz- al parecer el tiempo no pasó por ti, estás igual de hermosa desde la última vez que nos vimos!
-Te acuerdas de mí?- preguntó Sylvie con un tono de sorpresa mientras ella dio un paso hacia atrás para mantener su distancia- Mobius?
-no soy Mobius, Soy Jack! Te acuerdas?!- Mobius se señaló en un intento vano de hacer recordar a la rubia, él aún no perdía esa simpatía y esa gran sonrisa adornaba su rostro- claro, que te vas acordar de mí si pasó tantos años desde que trabajamos juntos en McDonald’s. Fue muy grosero de tu parte que no volvieras a trabajar ahí sin avisarnos ni despedirte, te extrañábamos mucho. Cuéntame, que fue de tu vida!
Solo se escuchó el trino de las aves y las risas de los niños a lo lejos, al parecer el tiempo se había detenido cuando Sylvie empezó a balbucear y sus ojos mostraban la mezcla de felicidad y asombro por su reciente descubrimiento. Loki se sentía incómodo por ser solo un simple espectador, pero su mayor dolor era que su Mobius ni siquiera le había dedicado una sola mirada. Sylvie había robado toda la atención de Mobius.
-Jack eres tú? Siempre fuiste tú…- Sylvie se tapó su rostro con las manos para evitar que la vieran llorar, mientras Mobius trataba de consolar a la diosa con algunas palmaditas en la espalda- te traté horrible la última vez Mobius, no sabía que eras Jack! Fuiste tan amable y paciente conmigo cuando trabajamos juntos…
-Mobius…Mobius- refunfuñó el señor pero aun así no dejó de sonreír- ayer este acosador llegó a mi tienda diciendo que me llamo Mobius, que quería algo sobre unos vehículos todoterrenos y que le siguiera sin rechistar. No negaré que el acosador es muy guapo pero mínimo una cita antes de algo serio ¿verdad?
Loki no pudo evitar señalarse a sí mismo cuando vio que ahora era el centro de atención de su amado, pero frunció el ceño cuando Mobius le catalogó de “acosador”. Un dios nunca era acosador, solo estaba detrás de lo que realmente le importa y lo conseguiría a cualquier costo. El ego del dios se elevó hasta las nubes cuando escuchó a Mobius mencionar sobre su buen parecido, se sentía mucho mejor que la adoración de miles de personas.
Sylvie se limpió las lágrimas con la manga de su chaqueta ignorando el coqueteo de Loki y Mobius, y con una mirada fugaz que le dio a Loki hizo su siguiente movimiento. La rubia entre susurros le pedía su perdón a la persona que trataba de devolver sus recuerdos y un resplandor verde que salía de sus dedos se situaban hacia la mente de Mobius.
Fueron minutos interminables para Loki, sentía que su corazón quería salirse de su pecho y esa pequeña culpa de arrebatarle la felicidad a Mobius para enfrentar algo sinuoso y trágico en la TVA. Pero sobretodo la expectativa de poder tener a su lado a la persona que siempre confió en él hacía, al parecer, que todo esto valga la pena.
Sylvie abrazó con fuerza Mobius cuando terminó su encantamiento mientras Loki se mostraba angustiado al ver que no reaccionaba ni hacia algún movimiento el analista. Cuando el dios se disponía a reclamar a su otro yo, Mobius se separó del abrazo protector de Sylvie.
-Todo es tan confuso, demasiada información…- susurró Mobius, posando su mano en su propia frente mientras cerraba los ojos- al final era lo que temía, extrañaré estar rodeado de jetsky y la compañía de mis sobrinos. Pero aun así, gracias Sylvie. Quien diría que te conozco desde que soy joven!- Mobius abrió los ojos y miró fijamente al dios- Loki, tenemos una misión que afrontar. Eternamente…
-siempre…-susurró Loki mientras se acercabahacia su amado y acarició sus mejillas, había deseado tanto tenerlo tan cerca y sin pensarlo posó sus labios en los de Mobius.
El dios se sintió que tocaba el mismo Valhalla y le encantaría detener el tiempo justo en este momento cuando besó a Mobius, pero Sylvie empezaba a inquietarse y estaba haciendo unos ruidos de fastidio. Al parecer habían hecho caso omiso a la diosa, la pareja dejó de besarse y se admiraban fijamente cautivados.
-Jack, te compraré todo el pastel del mundo si dejan de ser tan cariñosos, tenemos que seguir adelante- Sylvie le dio un ligero golpe con el codo a Mobius mientras le guiñaba el ojo- y si quieres también te daré todo el chocolate caliente que quieras. Estoy muy avergonzada por cómo te traté la última vez…
-no le llames Jack, él es Mobius- protestó Loki mientras jalaba de la mano al analista hacia la diosa
-para ti siempre será Mobius, pero para mí desde ahora es Jack- Sylvie esbozó una gran sonrisa
Mobius abrazó a Sylvie mientras agarraba de la mano a Loki con ternura, caminando hacia el portal para dirigirse a su próximo objetivo. Quizás este pequeño paso llegue a ser el glorioso propósito para Loki y sus compañeros, es necesario que todos estén unidos y se ayuden.