
Reincidiendo
"A pesar de sus diferencias tenían algo en común, estaban locos el uno por el otro"
Te levantaste esa mañana con unas extrañas ganas de salir a correr, el ejercicio matutino no era algo que en realidad disfrutes pero tomaste la ropa deportiva del closet y saliste de tu hogar.
Hacia realmente bastante tiempo que no ibas a ese parque, desde que dejaste de ver a Brittany lo evitabas de todas las maneras posibles, te traía demasiados recuerdos.
Colocaste los auriculares en tus oídos y te dispusiste a empezar, ya en la tercer o cuarta vuelta tu mente se despejo y no estabas prestando demasiada atención al camino. Tu cuerpo siente un choque y te detienes, la sacudida fue lo bastante fuerte para tumbarte. Cuando por fin abres los ojos la ves y no puedes creer que esto esté pasándote.
-Lo siento, ¿Estas bien?.- Pregunta extendiendo su mano y ayudándote a levantar.- Pero no pude evitarlo, te vi pasar y tenía que hablar contigo
-Brittany yo…- Tratas de decir pero ella te interrumpe
-No, escúchame, no puedo más con todo esto, te extraño, quiero estar contigo, necesito estar contigo.- Dice haciendo una pausa y tomándote de la mano. -Yo te amo Santana, dime…- Agrega lanzando un suspiro. -Dime que también sientes lo mismo.- La miras y ves la esperanza en sus ojos
Era obvio que sí, que la querías, que la extrañabas, que te morías por besarla, por decirle que no habías podido olvidarla en todo este tiempo. Pero cuando quisiste contestarle simplemente las palabras no salían, te habías quedado muda. La imagen de Brittany comenzó a alejarse, y todo alrededor se oscureció.
Te despertaste en un sobresalto algo agitada. Si, habías tenido otro sueño, era el tercero con ella esta semana. Eso era bastante frustrante, hace meses no la veías, y realmente habías intentado con todas tus fuerzas sacarla de tu cabeza, es cierto, siempre había algún mínimo detalle que te haga recordarla, pero finalmente habías aprendido a vivir con ello
Sin seguir dándole vueltas al asunto te levantaste de la cama con cuidado y te dirigiste a la cocina a preparar el desayuno para ambas. A los pocos minutos tu novia apareció envuelta en una sábana por la puerta del living
-¿Cuál es el milagro que te ha sacado de la cama tan temprano?.- Te pregunta mientras se acerca a darte un beso
-Tuve una pesadilla.- Dices de pronto y la rubia te abraza
-¿Otra vez?.- Pregunta frunciendo el ceño. -Toda la semana viene sucediéndote lo mismo
-Sí, pero supongo que pronto se me pasara.- Dices tratando de sacarle importancia al tema
-Qué extraño todo lo que paso.- Dice tu novia un poco al aire
-¿De qué hablas?.- Preguntas algo curiosa
-De Brittany.- Te contesta rápidamente y comienzas a toser un poco. -Es decir, no supimos nunca más nada de ella.- Hace un pausa. -Santana ¿Estas bien?.- Pregunta cuando te ve algo sofocada
-Sí, estoy bien.- Dices aclarándote la garganta. –Ella es adulta tiene responsabilidades, tampoco éramos tan amigas.- Le dices para tranquilizarla un poco
-Yo si la consideraba de esa manera.- Agrega y te deja en silencio.- ¿Ya te iras al estudio?
-Sí, aprovechare que es temprano y adelantare algo de trabajo, tal vez pueda regresar antes.- Contestas mientras le das el último sorbo a tu taza de café
-De acuerdo cariño, recuerda que esta tarde voy a hacer una producción, pero no es algo que me lleve mucho tiempo, estaré pronto de regreso.- Te dice mientras le das un beso y te despides
Una vez más emprendes viaje hasta la oficina, tu auto estaba funcionando terriblemente y aunque te sigas negando, era hora de cambiarlo. A duras penas llegas y te topas con Rose parada en la puerta de tu oficina
-Tenemos que hablar.- Dice sin siquiera saludarte
-Hola Rose, que linda mañana ¿No es verdad?.- Le dices pasando a su lado un tanto irónica.- Podrías decirme buenos días al menos.- Agregas
-Lo siento, es que estoy eufórica.- Te dice y se sienta sobre el escritorio, la miras algo dudosa y ella vuelve a hablar. -¿Recuerdas aquella vez que estuviste en el club? El día que me hice pasar por enferma.- Pregunta y tu mente viaja a ese maldito día
¿Acaso todo se empecinaba en recordártela hoy?
-Disculpa, sé que no tienes un bonito recuerdo de ese momento.- Se excusa. -Pero San.- Agrega con una sonrisa.-Un productor apareció allí esa noche, adoro tu presentación, quiere tener una entrevista contigo.- Dice casi saltando de la emoción
Raramente eso no te producía nada, no en ese preciso instante, estabas con la cabeza en otro lugar, en esa rubia.
-Santana, creo que no me has escuchado.- Se acerca hasta ti y te sacude un poco. -¡Un productor musical quiere tener una entrevista contigo!.- Repite casi a los gritos
-Ya, ya, escuche.- La calmas con una sonrisa. -Es solo que, no estoy teniendo un buen día.- Dices y te sientas en la silla tras tu escritorio
-De acuerdo, no te molestare mas.- Dice ladeando un poco la cabeza.- Pero toma, llámalo cuando tengas la oportunidad.- Agrega dándote la tarjeta y emprende el camino a la salida
-Oye Rose.- Dices y la detienes. -Gracias
-De nada tonta, igual ni creas que esto te saldrá gratis, si te contratan, yo obtendré un porcentaje.- Exclama guiñándote un ojo, y finalmente sale
Como lo habías planeado, de alguna manera terminaste más temprano de lo previsto y podías volver a tu casa tranquila. Saliendo del estudio y antes de que pudieras entrar en tu automóvil, tu teléfono comenzó a sonar. Abriste tu maletín algo apresurada tratando de encontrarlo, nunca ibas a entender porque el avance de la tecnología los hacia cada vez más pequeños
-¿¡Hola!?.- Dices algo acelerada
-Que linda manera de atender el teléfono López.- Te contesta la voz del otro lado de la línea
-Rachel.- Dices ahora con una sonrisa. -¿Cómo estás?.- Preguntas colocándote en el asiento de conductor
-Por tu tono de voz amiga, creo que mejor que tu.- Dice la castaña burlándose un poco.-Escucha, te extraño, no te he visto en meses, ¿Tomamos un café?.- Pregunta de pronto
-Realmente lo necesito, pásame la dirección por mensaje y voy para allá.- Contestas poniendo el auto en marcha
-Genial morena, nos vemos.- Te dice y cuelgas.
Recibiste al cabo de algunos segundos el lugar, no quedaba tan lejos como creías. Entraste al bar y la buscaste con la mirada. Estaba sentada en una de las últimas mesas del local, típico de Rachel
-¿No querías estar más lejos de la puerta?.- Preguntas con una sonrisa mientras la saludas y te sientas frente a ella en la pequeña mesa
-Siempre con acotaciones sin sentido.- Suspira la más baja.- ¿Cómo has estado?.- Te pregunta finalmente
-¿Necesitas un resumen exacto de los últimos meses o con las frescas 24hs te alcanza?.- Repreguntas y se te escapa una pequeña carcajada
-Necesito que me expliques, no se de ti desde que hablamos por la compra del libro.- Hace una pausa.-Desapareces durante semanas, luego me llamas de pronto una mañana para decirme que si Quinn preguntaba, había pasado la noche contigo.- Agrega entrecerrando los ojos. -Y para colmo, cuando intento preguntarte de que va todo eso, me dices que luego me cuentas, luego… pasaron meses Santana.- Dice ahora algo indignada
-Hey, hey.- La detienes. -Respira, te sofocaras.- Sonríes negando con la cabeza. -Tienes razón, tendría que habértelo contando antes, pero… las cosas se salieron de control
-¿En qué demonios andas San?.- Pregunta juntando las manos
-Bien, conocí a una chica.- Sueltas de pronto y ves como ella asiente atenta. –Su nombre es Brittany, y realmente creo que me enamore de ella.- Dices finalmente y notas la sorpresa en la mirada de Rachel. -Como te dije, todo se salió de control, la bese.- Haces una pausa un tanto nerviosa. -En varias oportunidades, pero la culpa me mataba, yo no podía engañar así a Quinn.- Concluyes
-¿Y qué ha pasado? ¿Dejaste a tu novia?.- Te acosa un poco a preguntas
-No, no.- Dices lanzando un suspiro. -Hace ya algunos meses que he dejado de ver a Brittany.- Agregas jugando con la servilleta de papel entre tus manos.
-Creo que esa ha sido una buena decisión Sany.- Te dice la castaña. -Aunque te noto algo triste.- Injiere y su tono de voz se torna más serio
-Es que estúpidamente hoy todo me ha hecho recordarla, parecen señales, hasta he soñado con ella Rachel.- Dice tomándote la cabeza
-Oh, amiga, estas jodida.- Te contesta encogiéndose de hombros
-¿Solo eso vas a decirme?, no he escuchado nada diferente de nadie más.- Dices levantando un poco la voz
-Tu sabes que yo siempre fui muy sincera contigo.- Dice Rachel recostándose un poco sobre la mesa. -Yo no apruebo la infidelidad, pero si te enamoraste… ¿Que más puedes hacer?, has intentado con Quinn otra vez y no ha funcionado.- Concluye mirándote a los ojos.- Creo que sabes que hacer
-Basta de mi.- Dices cerrando los ojos y cortando el tema. -¿Qué hay de tu vida?.- Preguntas de pronto
-¿Además de que vivo en una constante crisis amorosa con Finn?.- Dice pensativa.- Nada nuevo, la casa diseñadora donde trabajo me ha ascendido, estoy muy contenta por ello.- Termina con una sonrisa
-Eso es increíble, aunque aun no comprendo cómo es que dejaste Nyada.- Le dices a modo de reproche.- Eres muy buena en eso
-Las cosas cambian San, deberías saberlo mejor que nadie.- Dice acomodándose el cabello. -¿La música en tu vida ha pasado de largo?.- Pregunta haciendo una mueca. -¿Recuerdas cuando cantábamos juntas en la secundaria? Sigo sin entender como terminamos siendo tan amigas, es decir, me odiabas.- Agrega pensativa
-Y sigo haciéndolo.- Te ríes divertida. -Pero con respecto a la música, ha pasado de largo mucho tiempo.- Haces una pausa. -Últimamente estoy cantando en una especie de Club gracias a una amiga, y según ella hay un productor que está interesado en mi
-Eso es algo para celebrar, siempre ha sido tu sueño, ¿Por que no?.- Injiere la castaña
-He construido mi vida alrededor de las leyes tanto tiempo, ¿Valdría la pena cambiar ahora?.- Le preguntas, aunque era más un cuestionamiento a ti misma
-Siempre hay que perseguir los sueños, por más trillada que parezca esa frase.- Se ríe. -La vida es un constante cambio San, ¿Y si lo dejas pasar? ¿Y si después te arrepientes? No puedes saberlo si no lo intentas, y esa idea va para todos los ámbitos.- Termina mirándote más fijamente
Así pasaste una amena tarde con tu vieja amiga, Rachel era de las pocas personas que te hacía sentir tan bien. Tal vez hasta sin buscarlo y después de escuchar opinar sobre tu vida y sobre tus acciones, ella sin imponerte nada hizo más que todos los demás.
Finalmente llegaste a tu hogar y como tu novia te había dicho esa mañana, no estaría en casa Tenías todo ese espacio para ti, estabas sola, sola y en silencio.
Decidiste tomar un baño, te serviría para pensar, abres el grifo de la ducha, pero antes te diriges a la radio, un poco de música no estaría de más. Tratas de sintonizar una estación, hasta que por fin encuentras aquella de la que eres fiel oyente. Subes un poco el volumen y vuelves al baño. Pero segundos después, escuchas lo siguiente
"Para aquellos que recién nos sintonizan, volvemos a presentar a la reconocida Brittany Pierce, ella estará hoy aquí para hablar del gran ascenso de su prestigio, como lo oyen esta señorita se ha convertido en una de las mejores psicólogas de la ciudad."
-¿Qué es lo que se siente que de entre todos los colegas que tienes en New York seas la más concurrida?-Pregunta el conductor del programa
-Realmente es un honor, yo solo trato de hacer mi trabajo a la perfección, mis pacientes pueden notarlo e imagino que es por eso que regresan.- Escuchas su voz a través del aparato y por fin te lo crees, después de todo este tiempo vuelves a saber de ella
-Britt, es un placer tenerte con nosotros, pero además de hablar de tu gran pasar profesional, queremos pedirte una especie de favor.-Dice el locutor lanzando una pequeña risita. -Cuando el público se enteró de que te tendríamos aquí, nos ha rogado que abramos las líneas para que puedan saludarte, la gente te ama, eres toda una celebridad
-Creo que puedo lidiar con ello.-Le contesta y estas segura de que esta sonriendo, podrías saberlo aunque la tengas a miles de kilómetros
A partir de allí, una detrás de otra Brittany contesto respetuosa y predispuesta a la mayoría de las preguntas que le hacían. Te estabas debatiendo que hacer hacia alguna horas.
Mirabas el teléfono con ansia, necesitabas volver a escuchar su voz, pero a la vez sentías demasiado miedo, es decir… ¿Qué le dirías?
Dejaste de razonar, tomaste el aparato en tus manos y marcaste el número del programa. Tuviste que esperar un poco a causa de la cantidad llamados, hasta que finalmente, saliste al aire.
-Hola! Buenas tardes, ¿Cómo es su nombre?- Escuchas la voz del conductor del otro lado de la línea
-Soy umhm.- Vacilas un poco antes de responder. -Samanta.- Dices finalmente y te reprendes mentalmente por tener tan poca imaginación
-Bien Samy.- Te vuelve a hablar el hombre. -¿Qué es lo que quieres preguntarle a Britt?
-Yo…quería saber si...-Lanzas un suspiro y tratas de poner tu mano sobre el micrófono del teléfono, rogando que se distorsione un poco tu voz. -¿Extrañas a alguien?
-Una pregunta un tanto personal Samy querida.- Te dice el locutor riendo un poco.-Puedes no responder a eso Brittany, si así lo deseas.- Escuchas que le dice a la ojiazul
-No, no hay problema con ello.- Le contesta. -Hola Samanta, un gusto conocerte.- Te saluda educadamente. -Con respecto a tu pregunta, si… lamentablemente si extraño a alguien.- Dice y notas algo de tristeza en su voz. Abres la boca para preguntarle algo más, pero comienzas a oír un bullicio del otro lado y finalmente, el hombre vuelve a hablar
-Lo siento Samy, pero tenemos fans de Britt incluso dentro de este programa de radio.- Te dice enérgico.- Los chicos de control preguntan si estas enamorada
La escuchas suspirar hasta que vuelve a hablar. -Creo, creo que si
Antes que alguien más diga algo interrumpes. -¿Entonces estas con alguien? ¿Eres feliz?- Preguntas un tanto intrigada
-¿De qué hablas?.- Te contesta la rubia un poco sorprendida
-De quien crees estar enamorada, ¿Te hace bien?.- Injieres una vez más, aun no entiendes de dónde has sacado las agallas
-Esa persona no lo sabe, ni siquiera yo lo sabía.- Dice y se genera un pequeño silencio
-Tienes que decírselo.-Le dices tratando de que te de un indicio más. Realmente antes de perder su rastro sabias que ella había estado a punto de comenzar una relación con alguien más, y estabas bastante segura que en ese entonces sus sentimientos no eran tan fuertes. Era probable que ahora se esté refiriendo a el
-Agradezco tu consejo, pero no tengo contacto con ella, no me habla como para poder hacerlo.- Te contesta y tu corazón se detiene, ¿Ella? ¿Sería que estaba hablando de ti? ¿Brittany enamorada de ti?
Vuelves a quedarte en silencio y es ella la que ahora te pregunta.- ¿Tengo que seguir fingiendo que no sé quién eres?
El miedo se apodera de ti, y cuelgas. ¿Cómo era posible que ella te haya reconocido?, ¿Tan predecible eras?
-Creo que Samy se asustó.- Dice el conductor riendo un poco
-Creo que ella tiene que decidirse.- Escuchas que Brittany le contesta y pasan a otra llamada
Apagas el radio y escuchas como la puerta de entrada comienza a abrirse, corres y te metes en la ducha, no querías que Quinn te viera de tan mal semblante, ella comenzaría a preguntar y realmente tu no sabrías que contestarle
Le diste vueltas el resto del día a lo que había pasado esa tarde, el insomnio se había apoderado de ti y no hacías otra cosa que pensar en ella, en lo que te había dicho. Miraste el reloj una vez más obligándote a descansar, pero simplemente no podías. Comprobaste que tu novia este realmente dormida, te vestiste y saliste a caminar
Diste algunas vueltas alrededor del parque, pero la verdad era que no tenías que estar allí. Como tantas otras veces te guiaste una vez más por tus impulsos y fuiste hasta su departamento, tenías que decírselo, tenías que explicarle a Brittany como te sentías.
Te colocaste frente a la puerta y tocaste el timbre. Era de madrugada, era probable que no esté en casa, que este dormida, o que simplemente no quisiera verte.
A los pocos minutos te abre, envuelta en una bata, su rostro reflejaba que había estado despierta toda la noche. -¿Santana?.- Te dijo mirándote un poco sorprendida. -¿Qué haces aquí?
-Vine a pedirte disculpas, rompí mi pacto…sinceramente solo quería saber cómo estabas, y cometí una estupidez.- Dices mientras entras sin pedir permiso a su departamento
-No estoy molesta, pero saber cómo estoy, es completamente diferente a saber si te extraño.-Te contesta cerrando la puerta detrás de ti, camina algunos pasos hasta estar más cerca y vuelve a decirte. -Así que Santana, toma una decisión, porque realmente no puedo tenerte de manera intermitente en mi vida
-No podemos estar juntas, lo tengo claro…-Dices mientras lanzas un suspiro. -Esa llamada no fue con el propósito de volver a verte, ni siquiera pensé que me reconocerías… Sé que esto es bastante egoísta. Pero yo no puedo sacarte tan fácil de mí, yo no quiero sacarte de mí Britt
-Pero bien, esa es tu decisión, yo la respeto, no me quieres fuera de tu vida…-Te dice Brittany negando con la cabeza. -Pero debo estarlo, se muy feliz entonces.- Levanta la mirada y notas un cierto temblor en su voz. -¿Y sabes qué? Sigo tu consejo, te amo.- Hace una pausa. -Y es tan absurdo…- La ves lanzar un suspiro y mirar hacia el techo, muerde sus labios antes de volver a hablarte. -Con respecto a reconocerte o no, además de… que usaste un nombre bastante infantil- Crea una pequeña sonrisa. -Deberías saber, que me es imposible olvidar tu voz…pero desde el momento que preguntaste si extrañaba a alguien supe que eras tú, porque es así, simplemente tu eres a quien extraño, y lo sabes.
-Britt…-Dices acercándote hasta quedar a escasos milímetros de su rostro, con tu mano acaricias su mejilla y la deslizas hasta tomar su mano. -Yo no puedo sacarte de mi mente, no hay un minuto del día en no te piense, siento tantas cosas por ti.- Dices finalmente
Ella retira su mano de una manera brusca y te dedica una risa bastante amarga. -¿No puedes sacarme de tu mente? ¿Cuándo? ¿Cuándo no estas pensado en Quinn? ¿Sientes cosas por mí? Dime, anda dime que mierda sientes Santana.- Termina gritándote algo enfurecida
-Muchísimas cosas, no hay manera en que lo exprese en palabras.- Comienzas a derramar unas cuantas lágrimas y te pasas nerviosa una mano por el cabello
-Necesito que me expliques que hay detrás de ese 'muchísimas cosas', porque a mí se me hace fatal leer entre líneas.-Te contestas la ojiazul cruzándose de brazos
-¿Que más quieres que te diga? Ya he intentado todo, no dejo de pensar en ti, eres lo primero y lo último que ronda en mi mente, eres la protagonista de cada fantasía, eres a la que le dedico cada canción, todo me hace recordarte.- Dices ahora elevando un poco la voz. -¿Y dime que gano yo con eso? No tengo derecho a nada, me muero de celos cada vez que me dices de las estúpidas citas que tienes, yo quiero ser la única que te bese, la única que te toque, la única que te haga el amor- Terminas mirándola intensamente a los ojos
-El puto problema es ese Santana, yo quiero que seas tú, quiero que tengas esos derechos.- Injiere acercándose un poco hacia donde estas. -Porque… ¿sabes? Es irónico, yo sí puedo pasar la mitad del día sin pensarte, pero en lo que sueño… todo es contigo, despierto idiota con tu nombre en la mente pero me doy cuenta que son solo eso, sueños y más sueños.-Vuelve a negar con la cabeza mientras la vez derramar una lágrima que rápidamente quita de su rostro. -¿Entonces es una nueva despedida no es verdad?.- Te pregunta. -¿O puedo fingir que estoy soñando?
-No…- Levantas la voz y te sientes realmente desesperada, la angustia estaba matándote, no querías volver a dejarla…realmente no querías. -Brittany, quiero que sepas, que debo hacer esto, pero no quiero, te juro que no quiero.- Dices y notas la cercanía entre ambas, sientes su aroma, su perfume que vuelve a embriagarte, como lo hizo ya tantas veces
-San si tú me pides que te deje en paz lo hare, de lo contrario lo dudo mucho, es tu decisión.- Te dice mientras suspira mirando hacia un costado
Juntas todo el valor de tu cuerpo y tomas con tu mano su barbilla para que vuelva a mirarte a los ojos. Te muerdes el labio y finalmente dices. -He intentado vivir sin ti, pero sinceramente, no creo estar dispuesta volver a intentarlo.- Terminas cerrando la distancia que las separa y la besas
Esto era lo que necesitabas para confirmar, que era ella lo que querías, y que no estabas dispuesta a dejarla ir nunca más