Provocame

La noche anterior te acostaste frustrada, furiosa, desconcertada, pero ante todo con la temperatura bien alta.

Después de que Brittany dejo tu departamento decidiste darte una ducha bien fría, y para variar acostarte a descansar, si, para variar, porque no pudiste pegar un ojo en toda la noche.

Al día siguiente Quinn regresaba de su viaje de trabajo y sinceramente tenías tu cabeza hecha un lio.

Después de todo lo que había pasado, ¿podías aun mirarla a la cara? Entonces ¿que ibas a hacer?

Bien temprano te levantaste para ir a trabajar, por suerte en estos días nunca habías llegado tarde, estabas de alguna manera cumpliendo una de las promesas que le hiciste a tu novia.

En el trabajo todo estaba bastante tranquilo para todo lo que había sucedido, realmente después del escándalo de los días anteriores tu jefe ni siquiera salía de la oficina, July había renunciado y ahora con su puesto vacante la organización del estudio era un tanto desastrosa

Finalmente volviste a casa, como siempre al entrar arrojaste tu abrigo sobre el sofá y lanzaste los tacones que ya no soportabas.

-López, ¿tú nunca vas a ser ordenada no es verdad?.- Escuchas una voz familiar que te regaña

Levantas un poco la mirada y la vez. Tu novia cruzada de brazos con una sonrisa en medio de la sala

-Amor, pensé que llegabas más tarde.- Dices y te acercas a abrazarla

-Pero aquí me tienes, ya no soportaba más a Brad, sinceramente es un buen Jefe, pero mala compañía.- Te contesta sonriendo.- Te extrañe.- Dice finalmente mirándote a los ojos

Tragas saliva algo nerviosa y por fin respondes.- Yo también

Fue en ese entonces, cuando la miraste a los ojos que… recordaste cuando la amabas, todo lo que ella te hacía sentir, y que era imposible que eso desapareciera

No es de honestos negar que el nombre de la ojiazul cruzo tu cabeza algunas veces, pero no le diste importancia en esa ocasión.

Rápidamente y sin esperar mucho más la besaste, ansiosa y apresurada. Ella no tardo en corresponderte, fue colocando sus brazos alrededor de tu cuello y arrinconándote contra una de las paredes.

Rompiste el beso de una manera muy discreta en busca de aire con una sonrisa

-Y lo que más extrañaba señorita Fabray, era su efusividad.- Dices acariciando su rostro.

-No creo que haya sido solamente eso lo que más extrañabas.- Te contesta guiñándote un ojo y dirigiéndose a la cocina.

Abre el congelador y saca algo de beber, pero de pronto te hace una pregunta

-Hey San… ¿Finalmente le hiciste caso a Rachel y compraste el libro que tanto te recomendó?

Te congelaste, y realmente no sabías hacia donde correr, pensabas que Brittany se había llevado el libro consigo la otra noche…Tardaste algunos segundos en reaccionar y lentamente te dirigiste hacia donde estaba

-Em si… bueno no, en realidad.- Te contradecías algo nerviosa

-¿Sí o no?.- Injirió Quinn con el ceño ya fruncido

-Si fui a comprarlo, pero no, ese libro no es mío.- Le contestas finalmente

-Oh… ¿Entonces de quién es?- Ella estaba haciendo muchas preguntas, entonces empezaste a sudar y no podías dejar quietas tus manos.- ¿San?

-Am, cua-ando fui a la librería, conocía a una chica, una psicóloga, compro el último  ejemplar.- Haces una pausa.- Y bueno ella, simplemente me lo presto

Quinn te miraba analizando lo que acababas de contarle, se mordió el labio hasta que finalmente dijo

-Ok, es todo muy extraño.- Termino la frase elevando una ceja.- Y estoy celosa.- Dijo con una sonrisa.- ¿Con que viéndote con chicas en mi ausencia López?.- Comenzó a acercarse

-Fue una circunstancia, algo casual amor, nada de qué preocuparse.- Contestas retrocediendo un poco

Ella ladea la cabeza y te mira divertida.

-Si no te conociera pensaría que tienes miedo San.

-Nada que se le parezca menos, estoy estupenda.- Te detienes y la tomas de la cintura.- Y ahora me encantaría poder demostrarte, todo lo que te eché de menos estos días

Y con eso la arrastraste hasta el cuarto, si… era una manera bastante hipócrita de hacer que todo vuelva a la normalidad, pero era la única que se te ocurría

Habías pasado una gratificante tarde, bueno una excelente tarde junto a tu novia, la distancia, la abstinencia, tus frustraciones… realmente tuvieron un gran resultado

Despertaste hacia algunos minutos y te encontrabas recostado a su lado, el sonido del timbre te saco de eje, suavemente quitaste tu brazo de su cintura con cuidado de no despertarla. Tomaste una bata del vestidor y fuiste para ver quién era.

Bastante despreocupada abriste la puerta y te paralizaste al ver que era nada más y nada menos que Brittany quien estaba detrás de ella.

-Ni que hayas visto a un fantasma.- Te dice la rubia con una sonrisa.

Tragaste saliva con mucha dificultad

-¿Qué quieres Brittany?.- Le contestaste un tanto nerviosa

-Solo pasaba a saludar, y ver si te apetecía comer algo, vamos yo invito.- Brittany hace un gesto de entrar y la detienes

-No puedes pasar será mejor que vengas en otro momento.-Dices mirándola profundamente a los ojos

-¿Qué sucede Santana?.- Te pregunta un poco preocupada.- ¿Es por lo de ayer? Discúlpame, fue solo una broma.- Se excusa

-No te disculpes Britt, ya está, solo ahora no puedo.- Le contestas y miras rápidamente hacia dentro

-No estás sola ¿cierto?.- Dice finalmente la rubia y escuchas la voz de Quinn que se acerca

“¿San? ¿Está todo bien? ¿Quién era?”

Brittany te mira elevando una ceja y sonríe

-Nadie, amor, solo una amiga.- Dices sin dejar de mirar a la ojiazul

En ese instante tu novia aparece en la sala solo usando una larga camiseta de pijama y se coloca a tu lado en la puerta

-¿Tu eres la psicóloga verdad?.- Dice Quinn esbozando una pequeña sonrisa

-Veo que Santana te ha hablado de mi.- Contesta dándote una mirada cómplice.-Si, soy yo, Brittany Pierce.- Vuelve a hablar alargando su mano en señal de saludo

-Un gusto Brittany, soy Quinn.- Acepta su mano.- Pero pasa, ¿San no vas a dejarla en la puerta no?

Abres y cierras la boca un par de veces un tanto nerviosa tratando de negarte, pero finalmente te corres dejándola entrar.

Quinn la guía a la sala y le ofrece algo de beber, ella asiente y ves como tu novia va en busca de algo a la cocina. Te acercas y te sientas en el sofá

-¿Viniste por tu libro?.- Le preguntas de una vez

-No realmente.- Te contesta mordiéndose el labio

Bien, seguramente mueras esta noche.

Quinn regresa con tres botellas de cerveza y se sienta a tu lado

-¿Desde cuando hay tanto alcohol en esta casa?.- Te pregunta riéndose

-Solo fui de compras y… solo fui de compras.- Le dices tomando una y escuchas como Brittany también lanza una carcajada

-Entonces señorita Pierce, ¿le ha hecho compañía a mi novia en mi ausencia?.- Dice Quinn cuestionando a la ojiazul

-Por favor Quinn, dime solo Britt.- Sonríe.- Bueno, en realidad solo nos cruzamos en la librería, y al ver su efusividad por conseguir ese libro, solamente le hice un préstamo.- Termina mirándote

-Eso es muy dulce de tu parte.- Vuelve a hablar tu novia y va colocando su mano en tu cabello.- ¿No San?.- Te pregunta de pronto

-Sí, claro… Intente no aceptarlo.- Dices rápidamente.- Pero bueno, Brittany puede llegar a ser muy persuasiva

Jodidamente sexy y persuasiva

-Pero bien.- vuelves a hablar levantándote del sofá.- Ella ha venido por su libro, voy a traérselo así puede irse

-San espera.- Dice Quinn tomándote del brazo.- Estaba pensando en que ya que Brittany se ha tomado la molestia de venir hasta aquí, y aun mas de prestarte el libro.- Sonríe divertida.- ¿Podríamos invitarla a cenar, que piensas?.- Te pregunta

-No creo que ella pueda, debe tener algún compromiso.- Dices y la miras con una falsa sonrisa

-Eso tiene que decirlo ella, ¿Estas ocupada esta noche? Realmente nos encantaría que te quedes.- Le pregunta Quinn a la ojiazul

-Justamente hoy estoy completamente libre, además no podría rechazar a tan buena anfitriona.- Contesta Brittany sonriéndole a ambas

-Excelente, esta vez pediré, para la próxima juro que cocinaremos algo.- Se excusa tu novia y se dirige a la cocina

-¿Que pretendes con todo esto?.- Le preguntas rápidamente

-En realidad solo tengo hambre.- Te contesta Brittany con una sonrisa.- Anda San, será divertido

-Recuérdame matarte después de esto.- Dices bastante ofuscada

-Shh Bella, iré a ayudar a tu novia.- Dice mientras te deja un beso en la comisura de tus labios

Te toma por sorpresa, pero antes de que puedas reaccionar ya estaba muy lejos de ti. Suspiras y te desplomas en el sofá.

Deseabas realmente que el suelo te tragara y desaparecer de la faz de la tierra.

A duras penas te diriges hasta el cuarto de baño, te humedeces la cara una, dos, tres veces preparándote mentalmente para lo que vendría.

Sería una larga noche, una larga y jodida noche