
Citas
Hacía casi una semana que tu novia se había ido de viaje, hacia casi una semana desde la última vez que hablaste con Brittany.
Te sentías orgullosa, no habías caído en su provocación. Pero lamentablemente para no pensar en ella, leíste casi de un tirón el libro que te había prestado, y eso significaba solo una cosa, que ahora debías devolvérselo.
Entonces la sensación de culpa volvió, pero no podías simplemente robárselo, no era ético. No era normal.
Esa mañana te cambiaste y fuiste rápidamente al estudio, tu jefe había llamado diciendo que tenían muchas cosas atrasadas, como si solo tú trabajaras en ese lugar.
Llegaste y todo era un maldito descontrol, entraste a tu oficina y sin mucho más preámbulo la asistente cruzo la puerta.
-San estos son los casos que te asignaron.- Te dice una joven muchacha que hace muy poco había empezado a trabajar contigo
-Gracias July, pareciera que el mundo se caerá ahí fuera, ¿tanto atraso llevamos?.- Le preguntas un poco confundida
-En realidad no, pero…-Ella hace una pausa y luego se retracta.- Nada, no importa
-¿Vas a decirme o no?.- Insistes levantando una ceja
-Si alguien se entera que yo te conté esto podrían despedirme.- Suspira.-Al parecer, el jefe engaño a su esposa con una mujer más joven, y bueno, ella ha venido aquí a básicamente golpearlo.- Concluye ella algo nerviosa
-Oh, ya era hora, se lo merece.- Dices con una sonrisa.-Lo que me da pena es que esa mujer seas tú.- Agregas mirándola a los ojos.
July rápidamente baja la mirada y ves cómo sale de tu oficina
Los rumores corrían, y este tipo de cosas no podían ocultarse mucho tiempo, eso lo sabias tú y todo el mundo.
Te recuestas un poco en el sillón para empezar a organizar tu trabajo cuando recuerdas que debes llamar a Brittany. Tomas el celular, pero rápidamente desistes, tal vez esté trabajando y tú la interrumpas, tal vez este en alguna de sus citas, frunces un poco el ceño al pensarlo.
Cuando te lo dijo te molesto bastante, aunque sigues ignorando esa sensación
Las horas pasan demasiado lento, y todo te distrae, finalmente te decides y la llamas
Esperas uno, dos, tres pitidos… El contestador atiende y vacilas un poco pero finalmente dejas un mensaje.
-Em hola Brittany soy Santana, llamaba para decirte que termine el libro y me gustaría devolvértelo, b-bueno cuando estés libre… llámame, adiós-
Cuelgas y te preguntas si debiste dejar el mensaje, o solo llamar en algún otro momento, te sentiste un poco tonta, ¿Quien llama para arreglar la devolución de un libro?
Si, evidentemente solo tú.
Por fin volvías a casa, revisaste el contestador y esta vez sí había noticias de tu novia. Te contaba que estaba pasándola de maravilla, que Brad, la había felicitado por su trabajo, y que en algunos pocos días estaría de vuelta. Creo que sentiste una sensación de alivio, con Quinn cerca, tu cabeza pararía de girar
Pero realmente eras bastante hipócrita porque aunque no lo asumieras te estaban consumiendo las ganas de que sonara tu celular y ver que era Brittany, aunque ya era muy tarde y sinceramente no pensabas que ella podría llamarte.
Enciendes la televisión y disfrutas un rato de tu serie favorita, entonces, el teléfono comienza a sonar, te levantas muy despacio del sofá y ves claramente en la pantalla su nombre.
Tardas un poco en reaccionar hasta que finalmente contestas
-¿Hola?.- Dices algo dudosa
-Hey bella, perdona que no he podido regresarte la llamada antes, es que el consultorio se me lleno de pacientes esta tarde y… sinceramente no pude hacerme un segundo.- Te contesta alegremente la rubia, cuando escuchaste su voz, no pudiste evitar sonreír, si te vieras en una espejo te golpearías por tu cara de tonta.
-N-no no hay problema, y-yo solo quería que supieras que no me robaría tu libro.- Dices y te reprendes mentalmente por la estupidez que acabas de decirle
Ella se ríe al otro lado de la línea y vuelve a hablar
-Sabía que no lo harías San, pero como te dije, no había apuro en la devolución, yo solo quería volver a verte.- Hace una pausa.- ¿Espera, tienes planes?
¿Planes? ¿Cómo ahora mismo? Además de comer y ver películas románticas muy malas, si a eso podría llamársele plan, si lo tenias
-Em, si yo… Yo había quedado con una amiga.- Mientes con lo primero que se viene a tu cabeza
-Oh, ¿sí? ¿Y cómo se llama esa amiga?.- Dice ella rápidamente
Abres tu boca pero en ese momento ningún puto nombre aparece en tu mente, tardas más de lo previsto en contestar y ella vuelve a reír
-Bien, de acuerdo, ¿te paso a buscar como en una hora?.- Pregunta convencida
-Yo no he dicho que si.- Respondes indignada
-Lo siento, no quiero que te amiga imaginaria se sienta excluida, puedes traerla también.- Agrega la rubia sarcásticamente
Suspiras derrotada, terminaba siempre haciéndote hacer lo que ella quería.
-De acuerdo, te paso la dirección por mensaje.- Dices resignada
-Genial, nos vemos en un rato, no sé si será posible, pero trata de ponerte aún más bella.- y con eso cuelga
Le pasas la dirección y rápidamente te internas en tu habitación, ¿Que ibas a ponerte? Una hora no es suficiente tiempo para que una mujer elija un atuendo.
Vas haciendo pilas de ropa sobre tu cama, nada te gusta, nada te queda bien. Pero esperen, ¿porque tanta preparación? Claro, solo, solo quieres verte bien, porque… ¿por que qué?
Tenías que admitirlo, querías verte bonita para ella, pero hasta ahora esa tarea no estaba solucionada.
Finalmente encuentras algo que, si bien no te deja satisfecha, no era tan horrendo como todo lo demás.
Terminas de arreglar tu maquillaje y cuando estabas colocándote loción el timbre suena, te pones bastante nerviosa, te miras más de mil veces al espejo y decides abrir la puerta.
Y ahí estaba ella, jodidamente hermosa, esas palabras golpeaban en tu cabeza una y otra vez.
Llevaba unos short que a tu parecer no cubrían demasiado, y una camiseta un dejaba ver su ombligo a la perfección. Pero todo quedaba sobrio con su chaqueta
-Entonces... ¿Vas a quedarte ahí?- Dice con una sonrisa
-No, claro, vamos.- Le contestas y te acercas para saludarla.
-Estas hermosa.- Se apresura a decirte al oído para luego dejarte un suave beso en la mejilla.-Veo que has dejado a la chica invisible en casa.- Se burla y te lleva de la mano al auto
Y si, sentiste miles de escalofríos con solo ese contacto
Te sientas en el asiento de copiloto, Brittany conducía y en la parte trasera Elaine, la chica que habías visto la vez anterior en la disco y un muchacho que obviamente no conocías
-¿A dónde vamos?.- Preguntas tímidamente mientras emprenden viaje
-A un bar, tranquila que no te hare daño.- Te responde divertida.-Por cierto.- Dice dándoles una mirada a los de atrás.- Ellos son Elaine, bueno tú ya la conoces, aunque sea de vista.- Te guiña el ojo y sientes que otra vez empiezan a entrar en calor tus mejillas.- Y él es Noah, un colega
-Mucho gusto, puedes llamarme Puck…Brittany nos habló de ti.- Dice el moreno sonriendo
Tú solo asientes y la miras un poco sorprendida, entonces escuchas que Elaine dice algo más
-Sí, nos dijo que la acosaste en la disco y que quisiste robarle un libro
-Claro que no.- Dices finalmente ofendida.-Planeo devolverle el libro pronto
-¿Ven cómo lo del acoso si era real?.- Finalmente habla Brittany y te da una mirada dulce
-Yo sabía que debía quedarme en casa.- Murmuras cruzándote de brazos en el asiento como una niña pequeña
-Anda San, vamos a pasarla bien, solo unos tragos, un poco de música y vuelves a casa.- Te insiste y…¿Díganme quien puede decirle que no a esos ojos azules? Nadie.
Al poco tiempo Brittany detiene el auto, y lo que ves es un bonito lugar en realidad.
-Bien gente, llegamos, ustedes dos.- Dice señalando a Noah y Elaine.- Traten de no beber tanto, sino quien me cuidara a mí?
-Si amiga, lo que tú digas.- Le contesta la castaña y entra rápidamente de la mano del moreno
Brittany los sigue y tú vas tras ella, se coloca en una de las barra y pide los tragos.
-¿Que tomas?.- Te pregunta ladeando su cabeza
-No sé, lo que tomen todos, no suelo beber mucho alcohol.- Dices encogiéndote de hombros
-¿Porque eres tan aburrida morena?.- Te sonríe.-Por ahora solo cuatro cervezas.- Le dice al cantinero.
-No esperare todo el día.- Se queja Puck.-Vamos a bailar.- Dice llevándose a Elaine, pero a los pocos minutos estaban besándose en medio de la pista
-¿Qué piensas?.- Te saca de tus ideas la rubia
-Nada solo, ¿Elaine no estaba contigo?.- Le dices algo confundida
Ella se ríe y acaricia tu mejilla.-Ya te he dicho que no estoy con nadie Santana, yo solo tengo citas
-¿Yo soy una cita entonces?.- Le dices entrecerrando los ojos
-No, tú eres la acosadora más bella que he visto.- Te contesta y te entrega una de las cervezas
En eso tu mirada se pierde y ves que en este bar también había un escenario, Brittany nota tu ausencia y te vuelve a interrumpir el pensamiento, esto se le estaba haciendo costumbre a la rubia
-Deberías subir.- Dice tomando un trago de su botella
-¿Qué? ¿Estás loca?.- Dices y rápidamente miras hacia otro lugar
-Cuando veníamos en el auto, comenzaste a cantar, muy bajito, pero te escuche.- Hace una pausa.- Lo haces bien
-Me da mucha pena Britt.- Sueltas finalmente y ella sonríe
-Britt, Britt.- Repite pensando.-Suena lindo cuando lo dices tú.- Ok esta mujer tenía la maldita manía de hacer que te enrojezcas con simples palabras
-Pero como digas, si no cantas.- Te mira intensamente.-Bailas.- Y con eso te lleva a la pista
La música sonaba bastante fuerte pero no era mala, ella se movía increíble, como siempre. Tú, bueno tu solo la mirabas maravillada.
La rubia comenzó a acercarse cada vez más, poso sus manos en tu cintura y su rostro muy cerca de tu cuello. Cuando comenzó a deslizar sus manos por tu espalda no pudiste evitar el escape de un suspiro, y realmente te avergonzaste, entonces ella hablo
-Hueles muy bien San.- Sentiste como sonrió sobre tu cuello y eso te destruyó.- ¿Por que estas tan nerviosa?
Te incorporaste forzosamente y solo alcanzaste a susurrarle al oído.-Yo… yo no sirvo para esto, no se bailar
-Tienes que dejarte llevar bella.- Suavemente fue juntando sus caderas y manejándote a su modo.
En ese momento te olvidaste del mundo y solo escuchabas su voz, sentías sus caricias, poco a poco su rostro fue separándose de tu cuerpo y su mirada se clavó en ti
Te era demasiado difícil no observar su boca, la proximidad era tanta, sentías su respiración sobre tus labios, finalmente la viste acercarse, entraste en pánico, tragaste saliva complemente nerviosa, pero se te hacia prácticamente imposible moverte
Muy sutilmente poso sus labios en la comisura de los tuyos y si, te dejo jodidamente caliente.
Al ver tu cara de sorpresa, se mordió sus labios, te dedico una enorme sonrisa y volvió a susurrarte
-Te lo advertí.- Y la viste ir hasta la barra, nuevamente la seguiste, estabas dispuesta a aclarar lo que acababa de ocurrir
Pero al llegar Noah y Elaine ya estaban resolviendo todo para que se fueran, ellos acusaban la falta de alcohol y que la música no era tan buena, a ti eso no te importaba en lo absoluto
El viaje de vuelta en el auto de Brittany fue más silencioso, bueno por lo menos de tu parte. La rubia se detuvo en un alto edificio cerca del bar, y allí bajaron los demás. Brittany volvió a prender la radio y comenzó a llevarte a casa, de repente volvió a hablar
-¿Sucede algo?.- Te cuestiona con una sonrisa
-No es nada, solo pensaba.- Le contestas rápidamente
-¿Se puede saber en qué?.- Insiste y te lanza una mirada sutil
-En mi trabajo, en mi novia, en mi vida en general.- Sueltas finalmente
-Oh, profundo.- Asiente posando la vista en el camino
Suspiras y tratas de decirle algo, pero no aun no logras articular palabra, decides quedarte en silencio y luego de algunos minutos detiene el auto frente a tu casa. Se baja y acompaña hasta la puerta.
-La pase increíble San, creo que deberíamos hacer esto más seguido.- Dice arrugando la frente.-Aunque sería conveniente que traigas algunos amigos.- Hace un pausa.-Reales.- Y se ríe de ti
Revoleas los ojos, y niegas con la cabeza
-¿En algún momento dejaras de fastidiarme?.- Le preguntas abriendo la puerta
-No tengo planeado que sea pronto.- Te contestas y comienza a alejarse
-Espera.- Dices antes de que este muy lejos.-¿Quieres pasar? Digo, podría devolverte tu libro- Aclaras rápidamente
Ella eleva una ceja y asiente, le haces lugar e ingresa a la casa
-Bien, ¿Quieres un café o algo?.- Preguntas mientras vas por el libro
-Realmente me gustaría algo de beber, ¿tienes ron?.- Te contesta divertida
-No soy alcohólica, cuantas veces tengo que decírtelo.- Te cruzas de brazos en medio de la sala
-Anda San, algo debes de tener.- Dice y con eso abre la vitrina.- Bingo.- Festeja al encontrar la botella de wiski a medio beber.- Vamos, ven, siéntate.- te va empujando hasta el sofá
-No creo que esto sea conveniente.- Niegas con la cabeza y te sonríes
-Vamos a jugar.- ignora tu advertencia mientras se muerde el labio
-¿Jugar?.- Injieres dudosa
-¿Verdad o reto?.- Y con eso se sienta frente a ti con una sonrisa que sinceramente era indescifrable, pero que estas segura de que traería muchos problemas