
COLMILLOS
Los colmillos son una de las herramientas más importantes del Wendigo, son sus herramientas para arrancar la piel de los huesos con suma facilidad, después de todo son tan afilados como navajas, pero también son un símbolo de sensualidad entre los suyos, pues entre más grandes y afilados sean más atractivos se vuelven entre los suyos.
Para Steve sus colmillos son su más grande orgullo aunque no suele usarlos para cazar, se observa frente al espejo del baño deformando sus labios para hacer crecer aquellos colmillos, son similares a los colmillos de un diente de sable y tan largos que sobresalen de su cabeza, buscó entre las cosas del baño su pasta especial para limpiarlos y fijarlos poco después, sin pensarlo comenzó a deformarse hasta convertirse en la enorme bestia que era, sus astas golpean el techo del cuarto de baño y el pelaje se humedece con el vapor de la ducha de Tony, levantó sus orejas al escuchar el llanto de su cachorro, Peter a desperto y reclama por atención.
-Esta bien Tony, yo voy- no quería que su pareja interrumpa su baño con el cuidado del menor le resulta difícil tener algo de tiempo para él
Al llegar a la habitación pudo ver al pequeño llorando en el medio de la cama, gimoteando y gritando, su rostro está completamente rojo mostrando su enojo por ser abandonado de esa forma tan cruel.
-Esta bien amigo, esta bien- llamaba al niño esperando detener su llanto
Esto parecía funcionar pues en cuanto el niño escuchó a su padre detuvo su llanto.
-Tienes hambre- comentó pues los ojos del menor brillan de un color rojo intenso
Peter se acurruco en el pecho peludo de su padre y aferró sus pequeñas manos a él, está agobiado.
Debido a su edad aún no puede masticar la carne, sin embargo la sangre es adecuada para su cachorro, bajo a la cocina con el niño en brazos y al abrir su refrigerador especial pudo sacar una bolsa de sangre B+ e ingreso la misma en el microondas para calentarla, su aroma es delicioso y trae a la vista las facciones monstruosas del cachorro, quien ansioso por ella tendió sus manos a esta gimoteando, Steve sonreía al mecer al pequeño en sus brazos y preparar su biberón.
-Tan lindos que se ven- la voz de Tony se hizo presente no mucho después- nadie puede imaginar que son tan letales
-Quizá por ello siempre terminan en mi mesa- respondió Steve
Tony soltó una risita.
El pequeño Peter se aferra al biberón como lo haría cualquier niño, pues sus pequeñas manos lo sostienen con firmeza aun cuando sus garras sobresalen de sus manos un par de centímetros, gorgorea alegre al ingerir la sangre e incluso esta se escurre un poco por sus labios.
Tony llevaría a Peter a una reunión en la empresa, el pequeño suele usar un lindo trajecito que simula un traje elegante, pues al ser parte de la reunión debe lucir elegante, lleva con él una sonaja y una mordedera, además de un peluche en forma de oso es una adorable, incluso si no es el más serio de los presentes pues mueve su sonaja e incluso la golpeó contra la mesa, balbucea a la par de que su madre habla es como si lo estuviera imitando, claro no muchos de los presentes están conformes con tener a un bebé interrumpiendo de vez en cuando pero nadie le dirá al dueño de la empresa que saque a su hijo de la junta.
Mientras Tony se encarga de trabajar con su cachorro, Steve está más interesado en conseguir sangre fresca para el pequeño pues crece muy rápido y necesita una mayor cantidad de ésta, es consciente de que actualmente es más complicado conseguir comida pues existen cámaras de seguridad prácticamente en cada esquina y si desean seguir en el anonimato es mejor cazar en los bosques, o en la madrugada, pero no le gusta desvelarse asi que aqui estamos en el bosque a las afueras de nevada, durante su infancia solía cazar con su madre pero ellos lo hacían en la ciudad, el bosque le da un poco más de misticismo.
-Mamá quiero un chocolate- lo primero que debe hacer es observar a su presa desde la altura de los árboles
El niño es perfecto su sangre es fresca y no está tan estropeada como la de un adulto, así que es sana para su cachorro, sus orejas se levantan ante los sonidos y sus garras le permiten moverse con velocidad por los árboles sin ser del todo percibido, debe plantear un plan, hacerlo rápido y alejarlo del campamento.
-Marco cariño ¿puedes venir?- una de las habilidades de los Wendigos es el imitar voces para guiar a sus presas paso a paso hasta sus garras.
-Está bien mamá- por supuesto podría cargar al niño y sacarlo corriendo del campamento sería sencillo, sin embargo correría el riesgo de ser visto y ponerse en el foco de los cazadores, así que se encargará de guiar al niño hasta el riachuelo a unos metros de su campamento, siempre siguiéndolo en la altura de los árboles asegurándose de que ninguno de sus padres los siga y pueda arruinar su oportunidad.
El lago es un sitio bastante cliché para hacer lo que planea pero sin duda es adecuado, en cuanto el niño llegó a la orilla del mismo Steve saltó detrás él y tal como esperaba el shock de ver a aquel monstruo parado sobre él fue suficiente para paralizarlo y evitar algún grito o pedido de auxilio, sus garras se clavaron en su garganta para arrancar un pedazo de carne del mismo, la sangre del cachorro comienza a brotar como si de una cascada se tratara, aunque de inmediato llevó sus manos al cuello del niño después de todo no puede permitirse el desperdiciar la sangre, levantó al niño agonizante comuna sola mano clavando sus garras en su nuca y causando su muerte casi instantánea, el niño tendrá una muerte rápida y su hijo comida es un ganar ganar.
Los frascos con sangre se apilan en el refrigerador, estos son etiquetados con la fecha en la cual fue ordeñada y el posible momento en que ya no es apta para el cachorro, aunque claro Steve no va a desperdiciar el cuerpo.
-¿Qué opinas Peter?- preguntó al pequeño acercando su cuchara con un poco del guiso a los labios del bebé
-Steve- Tony regaño- El aun no puede comer sólidos
-Solo le estoy dando una probadita- respondió aunque terminó siendo el quien comía el guiso
-Debes esperar a que cumpla seis meses- camino a su pequeño quien se encuentra acostado en el porta bebé.
-No lo entiendo, sabes yo comía cuando tenía su edad y estoy bien- dejo que el menor se acercó para abrazarlo de la cintura mientras cocina- ¿Quieres un poco?
-Dijiste que tenía como doce, claro que no- se acomodo ocultando su rostro en la espalda de su pareja- yo me pediré una pizza
Terminó por apagar la estufa pues su comida estaba lista.
Steve se giró para poder abrazar a su rollito de canela y besar sus labios, de no ser por que Peter está presente ya lo habría desnudado en la cocina, sus colmillos crecieron un poco debido a la cercanía no solo con su pareja sino con la carne humana tan fresca que es Tony, aunque claro jamás se lo comería de una forma no sexual.
-He visto algunas casas apartadas de la ciudad- comentó de pronto
-No lo sé Steve creo que la funeraria será suficiente
-No lo es, es mejor estar lejos de todo ya sabes evitar a los cazadores- ambos observaron a Peter ante la mención de los cazadores
-Peter es mi hijo y es tuyo, ningún cazador seria tan estupido como para acercarse
-¿Estás dispuesto a correr ese riesgo?- y esa es la pregunta del millón de dólares, necesitan encontrar un lugar seguro, lejos de las comodidades de la ciudad pero siendo un sitio mejor para la cacería y además un lugar seguro para su cachorro.
-La verdad no- respondió con un suspiro
-Seguro a Peter le gustara crecer un área menos contaminada
-Con un jardín- agregó- y quizá un lago
-Creo que será perfecto- y camino a su cachorro para cargarlo- ¿Que opinas Peter?, ¿quieres una casita con jardín?