
Loneliness
Después de esa visita a la prisión, se sintió más confundido que antes. Para Bucky sería más sencillo odiar al hombre responsable de gran parte de sus problemas. Tuvo que huir del gobierno al ser inculpado por la muerte del rey de Wakanda, eso sin olvidar todas las atrocidades que cometió como Winter Soldier, un arma viviente para Hydra. A pesar de que fuera redundante… le costó trabajo dejar atrás su pasado por muchas razones. Cada día era una prueba por superar, sin dejar de sentirse roto por dentro. Detestó ver lo negativo de la vida, ¿dónde quedaron sus sonrisas? Los recuerdos donde pasó momentos agradables con otras personas. Esas memorias ahora solo fueron ecos lejanos dentro de su corazón, al menos así lo percibió. Solo que, a pesar de todo, Zemo logró comprenderlo mejor que nadie. Mejor dicho, era la segunda persona porque nunca podría olvidarse de Steve Rogers. Y en algunas noches, rompió en un llanto silencioso al recalcarse que se había ido. Ya no importó pensar en las posibilidades infinitas, no, supo que lo mejor era mantenerse tranquilo hasta que pudiera descansar y verse liberado de sus demonios internos al quedarse dormido. Cada mañana al despertar, observó el techo de su habitación, mientras su mirada lució perdida, ¿debería abrirse con algún terapeuta? Mostrar su lado más vulnerable podría ayudarlo en varios aspectos, sin embargo, luego recordó que no estuvo acostumbrado a tal cosa. En el campo de batalla no debió de mostrar su emociones ni sentimientos, puesto que fue importante que su enemigo no descubriera sus debilidades. Y de nuevo, sus conocimientos de soldado le impidieron mostrarse tal cual ante alguien más, no obstante, una y otra vez apareció Zemo dentro de su cabeza. ¿Acaso se trató de una maldición, obsesión o algo más? Desde el siglo pasado estuvo acostumbrado a no sentir nada más, ahora pudo volver a ser solo Bucky de nuevo.
—No sé qué hacer…
Solo cuatro palabras y una emoción constante: confusión. Desconoció si pensó demasiado en los últimos meses o si solo eran traumas que volvieron más fuertes que nunca. Fue a tomar un vaso de agua para recuperar parte de su serenidad y soltó un pequeño suspiro de sus labios. Incluso contó números para distraerse de algunos recuerdos que comenzaron a aturdirlo, flashbacks de la época de esa Segunda Guerra Mundial. ¿Por qué el mundo entró en conflicto en todas las décadas? No logró entenderlo todavía y desistió al instante de encontrar una respuesta, ya que no tendría una convincente por ahora. Preparó un almuerzo sencillo y comenzó a comer. Ahí solo, decidió que la soledad era una compañera no tan grata.
—¿Cómo soportaste todo, Steve?
En ocasiones quiso ir con Sam, conversar, incluso hacer cosas juntos, pero desde que se convirtió en Capitán América, él no paró de realizar misiones de categoría distinta: infiltración, espionaje, combatir fuerzas enemigas o personas de alto perfil que representaron un riesgo contra la seguridad de todos. Así que de repente, la soledad era su única compañera. A veces pareció que volvió a alejarse de la gente. Que volvió a sumergirse en medio del dolor y tristeza, pero todavía era muy pronto para rendirse; no pudo defraudar a Steve, sin importar que ya murió. Nunca sería sencillo vivir, pero ya no quiso tener arrepentimientos, ni pensar en las posibilidades remotas. En los momentos de desesperación, su pensamiento más constante giró alrededor de Zemo. Todavía no entendió el lazo que lo dejó unido a él; sin embargo, comprendió que no tuvo escapatoria alguna.
Mientras tanto, dentro de la prisión de máxima seguridad, Zemo pasó sus días con aburrimiento. Desde un principio supo que terminaría muerto o encerrado, pero sus esfuerzos valieron la pena al no contar con más supersoldados en el mundo. Pero ahora mismo solo pudo recordar a James con sumo detenimiento, que casi rayó en la obsesión. Al comenzar su plan, no esperó sentirse intrigado por el hombre que había debajo de todos los experimentos que le realizaron en Hydra. Ni que alguien pudiera llegar a importarle después de las muertes de su familia. Más que culpa del sobreviviente, le amargó saber que ellos, quienes no cometieron actos atroces, pagaron con sus vidas. Aunque a partir de ese momento sintió aversión a los Avengers, quiso destruirlos y lo logró a su manera, al separar al equipo con los acuerdos de Sokovia. Pero ninguno de sus planes consideró la presencia de James, ese soldado que lo ayudó a cumplir sus objetivos y que con el tiempo se convirtió en su obsesión.
—Tarde o temprano entenderás que tú y yo debemos de estar juntos, así que esperaré lo que tenga que esperar —susurró para sí mismo en su confinamiento, alejado de los otros reclusos que cometieron todo tipo de crímenes atroces hasta que acabaron dentro de la Balsa.
Los dos experimentaron la soledad a su propia manera, ya acostumbrados a su aparición, pero ahora solo pudieron pensar el uno en el otro. Ni siquiera Zemo con su inteligencia pudo predecir que sintiera algo tan fuerte por el antiguo Winter Soldier de Hydra. Lo había utilizado como un medio para un fin, aunque como siempre le dijo a James, nada de lo sucedido fue personal. Pues al final de cuentas Bucky no perteneció a los Avengers, solo que su cercanía con Steve Rogers fue crucial para destruir al equipo de los héroes más poderoso del planeta. Recordó con cierto dolor que sus hijos estuvieron emocionados por verlos, pero al final quedaron enterrados debajo de escombros sin importar las medidas que tomó para protegerlos. Sus principales motivaciones para impulsar su carrera militar se hicieron añicos; ahora solo quiso reunirse con ellos. Su plan era acabar con su vida después de cumplir su misión; sin embargo, la decisión le fue arrebatada al cumplir su condena en prisión.
Zemo podrá ser muchas cosas, nunca fue un hombre intachable o, al menos, lo que quedó de decencia desapareció, pero en el pasado pudo alcanzar la felicidad cada vez que vio las sonrisas de sus pequeños, ni olvidar el amor que manifestó a su esposa ni los cuidados que tuvo con su padre. Pero así de sencillo, por una batalla campal, perdió a todos los que amaba, los que lo hicieron convertirse en un gran militar con una gran determinación para demostrar que esto no fue un error. Ahora debió de lidiar con la agonía de no estar con ellos, el estar atrapado en un mundo vacío sin ver sus sonrisas ni recibir su cariño incondicional. Por más frío que pareciera, también una persona que contó con sentimientos, que se volviera un experto en ocultarlos, no lo hizo inmune al sufrimiento.
Dos almas rotas y en pedazos, hombres incompletos que se transformaron en seres errantes que vagaron sin rumbo en busca de encontrar algún propósito en sus vidas. Tan diferentes y supieron mejor que nadie su sentir; esa característica en común acabó por unirlos. Un lazo sin precedentes y que era muy posible que ocasionara grandes sucesos en un futuro próximo. Aunque estuvieron cerca de reunirse de nuevo, ya que la aparición de un ser poderoso puso en peligro al mundo una vez más. Por lo que Valentina Allegra de Fontaine comenzó a reclutar un equipo de antihéroes y vilanos como U.S Agent, Yelena Belova, Red Guardian, sin olvidarse de incluir a Bucky Barnes como uno de los principales líderes. La mujer, con su clásica arrogancia, reunió a todos los involucrados en una sala para discutir acerca de lo que harían.
—No necesitamos héroes, sino algo más oscuro que eso. Han pasado por situaciones complicadas cada uno de ustedes, por lo que saben mejor que nadie que en varias situaciones es necesario romper las reglas con tal de asegurar el éxito de la misión. Esto no suena muy diferente a lo que suelen hacer casi todos los días de su vida, ¿verdad? —mencionó con cierta ironía en su voz—. Aquí tienen la gran oportunidad de marcar la diferencia, de encaminar su camino y alcanzar la gloria si utilizan las cartas a su favor. Ahora bien, están al tanto de los riesgos y no es que dude de ustedes, pero requieren de alguien más sensato, chicos. Lo digo sin ofender, pero la mayoría son impulsivos y tienden a actuar antes de pensar. Y eso no les quita mérito, solo que también es esencial proceder con cautela. Hice los arreglos necesarios y alguien más se unirá con nosotros.
De pronto la sala quedó en un silencio absoluto, las luces se apagaron y de pronto apareció una luz en el centro, donde apareció un hombre con una máscara hasta que, sin más, se la quitó. Enseguida, varios lo reconocieron. John Walker estuvo a punto de lanzarse encima y golpearlo; en cambio, Bucky se quedó estático, incapaz de hablar. Enseguida, Yelena cruzó sus brazos, pues no tardó en notar la tensión extraña que tuvo el nuevo con Bucky.
—Con ustedes, Helmut Zemo, el hombre que logró separar al equipo de los Avengers. Un militar experimentado, responsable de la muerte del rey de Wakanda, así como de la presión del gobierno por la firma de los acuerdos de Sokovia. Así como el encargado de acabar con la creación de supersoldados. Es más que inteligente, intuitivo y perspicaz; él será su líder táctico, por lo que les recomiendo que le hagan caso y acaten sus indicaciones si es que quieren salir ilesos de sus operaciones. Bueno, eso sería todo por el día de hoy; les sugiero que continúen con su entrenamiento y realicen más maniobras en conjunto. Nos vemos después—antes de que le hicieran preguntas que ni siquiera pensó en responder, salió del lugar, llevándose consigo las carpetas de todos los integrantes de Thunderbolts.
Luego de una pausa muy incómoda, Zemo sonrió con plena satisfacción; no esperó reencontrarse tan pronto con James, pero esto fue mejor de lo que esperaba. Se ahorró elaborar planes detallados para escapar de prisión; solo bastó una visita de esa mujer llena de misterios para quedar libre por un buen rato. Lo que no esperó fue que los integrantes que consiguieron fueron un desastre en su mayoría. Comprendió la presencia de Yelena y de Bucky, pero los otros sujetos le parecieron novatos, cedieron más a los impulsos, por lo que pondrían en peligro las operaciones que se supuso debieron de ser encubiertas.
—Es posible que no sea mucho del agrado de todos los que están aquí, pero vine a trabajar con ustedes y nunca hago las cosas a medias. Así que espero que puedan dejar de lado las diferencias que tengamos por el momento para poder coordinarnos como corresponde y atacar de lleno a nuestros oponentes. Por ahora, pueden ir a descansar; nos veremos en la cena. Un gusto en conocerlos, damas y caballeros. Hablamos luego, James —al acercarse lo suficiente, pronunció su nombre en un tono más bajo, dedicándole una sonrisa indescifrable y, de inmediato, salió, dirigiéndose a su habitación para descansar un rato.
Decir que todos se quedaron un poco impactados por lo sucedido fue decir poco; Walker se aguantó el coraje por no atacarlo como quiso, pero en cambio, Yelena soltó una risa, sintiéndose divertida por la situación. Pensó que esto sería aburrido y tedioso, pero la incorporación de Zemo a este equipo de inadaptados pondría las cosas muy interesantes. Al acercarse a Bucky, dejó una pequeña palmada en su hombro.
—No me habías dicho que tu novio tenía más agallas que tú, Barnes. Ten cuidado y no lo hagas enojar porque si no, te manda a dormir en el sillón.
Antes de que Bucky pudiera reclamarle algo al respecto o negar las palabras de la mujer, ella se marchó directo a su habitación. Algunos no se aguantaron la risa como Alexei, pero al final, todos se fueron a realizar otras actividades. Bucky aprovechó para despejar sus pensamientos. La aparición repentina de Zemo, más que tomarlo desprevenido, lo hizo sentirse feliz, pero indeciso porque todavía no comprendió del todo su conexión con él. Observó la luna llena desde la ventana de su habitación y, sin más, se acomodó en su cama para recuperar algo de energías. Al final sucumbió al sueño, mientras no paró de preguntarse: ¿qué significó Zemo en su vida?