
Cuatro
Sarada
El corazón parecía querer salir de mi pecho, lo que sucedió minutos atrás, me dejo en un estado desconocido para mi. Sin embargo suponía de que se trataba. Chouchou me había hablado muchas veces de como se sentía el abrazo, los besos, los labios de un hombre, pero nunca llegue a imaginármelo.
Nunca en mi vida pensé que se sentiría así. No imagine que la sensación de la piel áspera de su barbilla haciendo contacto con mi cuello, haria que mi piel se erizara.
No imagine que sus brazos pudiera abrazarme tan fuerte y que esto se sentiría tan bien.
No imagine que sus labios y su lengua pudieran hacerme sentir algo extraño en mi vientre bajo.
Y aunque todas estas sensaciones hacían sentir genial a mi cuerpo; mi mente comenzó a crear culpa. Culpa porque se trataba de el. Boruto era muy tímido y le incomodaba mucho estas situaciones. ¿Cómo podía yo haberla disfrutado?.
-Me adelanto.-me avisto adentrándose rápidamente al baño.
Como era de suponer, era un baño mixto en el que habia 2 cubículos. Por mi parte no necesitaba entrar, pero si queria remojar mi rostro. Al mirarme al espejo, no me reconocia, el maquillaje que habian puesto en mi, me hacia irreconocible.
De repente mis sentidos se pusieron en alerta. El olor conocido a droga se acercaba a mi.
-Boruto.-susurre.- dejame pasar
-¿Que? No aun no...
No habia tiempo, con dificultad por el vestido, salte muy alto para cruzar por arriba. Impacte contra Boruto y al conocerlo tuve que tapar su boca con mis manos.
Pasos se escucharon y luego voces.
-¿Tienes el dinero?.- ese era un hombre.
-La mitad.
El cuerpo de Boruto se tenso y fue cuando supe que tenia que soltarlo. Ya con mis manos libres busque ese dispositivo que había creado Denki, el cual servía para capturar imágenes y sonidos.
Eran como esas cámaras de televisión, pero diminutas e invisibles. Con un sello de manos la moví hacia arriba para que tomara toda la evidencia que necesitamos.
-El acuerdo era todo el dinero.
Se escucharon movimientos, y al reconocerlos, supe que comenzaron a pelear, era imposible no reconocer ese sonido.
En la pelea chocaron con la puerta del cubículo, por suerte Boruto fue rápido al girarse y apoyar ambas manos en ella para que no se abriera.
Quede atrapada entre sus brazos, y nuestros rostros a centímetros. Su respiración se mezclaba con la mia.
Recordé de repente que cuando éramos niños, el olía a hamburguesas, a tierra o césped; como todos nosotros. Los niños huelen así, huelen a sus actividades. En contraste con esos años, el Boruto que tenia frente de mi, olía a un extraño perfume.
Aunque el no usaba ningún tipo de perfume.
¿Era su olor natural?
Su aliento tenia una mezcla de menta y un poco de cerveza.
-Sube las piernas.- me susurro, interrumpiendo el hilo de mis pensamientos.
-¿Que?
-Verán tus pies.- miro hacia abajo.
El cubículo no tenia una puerta completa, claramente podrían ver mis pies.
Apoye mis manos en sus hombros y con un impulso subí mis piernas hasta su cadera y cruzándolas en su espalda.
Lo sentí tensarse, y su rostro se puso completamente rojo, aun así no dejaba de mirarme. Le sonreí levemente.
He de admitir que me daba un poco de ternura.
Rodee su cuello con mis brazos y me acerque a su oreja.
-Piensa que estas cargando un koala.- le susurre.
Asintió suavemente, dándome aun mas ternura.
Lo abrace por inercia, aunque nunca lo admitiría. Simplemente diria que me sostuve fuerte para no caer.
Pero para mi mala suerte, ese abrazo me afecto mas de lo pensado. Senti su duro pecho contra el mío y al tensarse sus músculos parecieron crecer. Me sentí pequeña entre su su cuerpo.
Por primera vez en mi vida lo vi como hombre, y deje atrása la imagen de niño que tenia.
Trague saliva y sentí que era yo la que se puso roja; por suerte no podia verme.
Eso estaba mal, no podia quedarme asi. Me aparte bruscamente para mantener distancia, pero mi torpeza me jugo una mala pasada y casi caigo.
Con su brazo derecho me sostuvo de la espalda baja y me levanto.
Error.
Ambos soltamos un quejido.
¿Que era esa parte dura de su cuerpo que toco mi entrepierna?
Al caer en cuenta de lo que era, los dos nos soltamos y alejamos.
Alguien abrió la puerta, haciéndome caer de espaldas.
-El hijo del Hokage.- dijo la voz de quien hablo de drogas anteriormente.
La pelea era inevitable.
Desde el piso le di una patada en la barbilla, la cual lo dejo inconsciente. Boruto también golpeo a la otra persona.
-Sarada.- se inclino en un ángulo de 90 grados.-Perdóname.
-De esto hablaremos luego. Prepárate para pelear.
La puerta del baño se abrió, apareciendo unos 6 ninjas.
Tres para cada uno, era un numero fácil de derrotar. Por lo que salte sobre ellos, dejándoselos a Boruto.
Fuera del baño, el bar era un caos. Las personas corrían hacia la salida, y los guardias rodeaban la mesa donde estábamos nosotros.
Mitsuki protegía a Zomi y a su amiga.
El podía con ellos.
Con la mirada busque al jefe de todos ellos. Al encontrarlo al fondo del bar, tuve que correr hacia el, porque tenia a Jien del cuello.
Active mi sharingan, esquive y golpee a todos los que intentaban detenerme. Cuando llegue a ellos, hice el chidori, pero como era de suponerse, ese hombre lo esquivo.
Por lo menos soltó a Jien.
-Señorita Uchiha, no esperaba verla aqui..- dijo el hombre.
Ayude a Jien a levantarse.
-Veo que me conoce.
.¿Quien no conocería a Sarada Uchiha?.-rio.- Eres muy famosa y peligrosa. Ese ataque podría haberme asesinado.
-Entonces ríndete y entrégate, no hagas que esto sea doloroso. - soné mis dedos, preparándome para golpearlo.
-¿Sabes cuanto pagarían los hombres para pasar la noche contigo? Me haria multimillonario.
Fruncí el ceño.
Migae Shin sonrió de lado y se acerco a mi, cuando quise moverme no pude.
Hilos invisibles sostenían.
-Teniéndote a ti, no necesitaría ningún otro negocio. Con solo verte desnuda pagarían...
-¡Maldito!.- Boruto apareció detrás de el, lo golpeo en la espalda.
Esos hilos de aflojaron y me libere solo para darle un puñetazo en medio el rostros.
Migae impacto contra la pared, y luego contra una mesa cuando Boruto le dio una patada.
-¿Estas bien?.- llego corriendo hacia mi.
-Si, gracias.- le agradecí, aunque podría haberme liberado fácilmente.
Nadie alli era tan fuerte como nosotros.
Un grito me llamo la atención, y fue cuando vi a Migae sosteniendo de atrás a Zomi, y con un cuchillo en su cuello.
-¡Suéltame papa!.- pidió ella.
-¡Zomi!.- grito Jien yendo hacia ellos.
Por fin Jien mostraba una emoción fuerte.
-Ustedes dos, malditos trajeron a esos ninjas de Konoha. Pero no los dejare salirse con la suya, tu Zomi iras al infierno conmigo.
-Déjala, por favor.- rogo Jien.
-¿Ahora quieres rogar?
Me puse en posición de pelea para ir a golpearlo, pero Boruto me tomo de la muñeca.
-Suéltame, debo ayudarla.
-Creo que es algo que debe hacer Jien.- Boruto estaba serio como nunca.
Confié en el y me quede en mi lugar.
-¿Dejarla?¿Para que la tengas de prostituta personal?
-¡Ella será mi esposa!.-grito.
-¿Una prostituta esposa?.- Migae rio de una manera odiosa.- No me hagas reír.
-La amo y será la madre de mis hijos, mi esposa.
Zomi a pesar de la situación en la que estaba, le sonrió con ternura.
Eso parecía ser amor.
-Basta de basura.- el hombre levanto levemente el cuchillo, dispuesto a apuñalar a su hija, pero Jien se lo impidió, lanzándose encima y tomando el arma.
La tiro lejos para que no la tomara de nuevo y puso a Zomi detrás de el, para protegerla.
Yo senti como si estuviera viendo una novela romántica.
Mingae se levanto para atacarlos y fue cuando Mitsuki lo inmovilizo con sus brazos.
-Ahora si.- Boruto me empujo desde mi espalda baja.- Todo tuyo ese viejo sucio.
Empuñe mi mano y con toda la fuerza que tenia, le di un puñetazo en el rostro, dejándolo completamente noqueado.
Me gire hacia Boruto, levante mi mano festejando el golpe.- ¡Shannaro!
Boruto me imito riendo.
Algo en mi estomago se movió. Pero no pude analizarlo, porque como si de una comedia romántica se tratara; el lazo de mi vestido se solto, dejando mi pecho descubierto.
La sonrisa de Boruto se borro.
Chille y me cubrí inmediatamente con las manos, agachándome para que no se me vea nada.
Segundos después mi espalda fue cubierta con el saco negro de Boruto.
-Pontelo.- fue Mitsuki quien me lo entrego.
Al levantar mi cabeza, vi a Boruto de espaldas en el piso.
-¿Que le paso?.-pregunte.
Mitsuki lo levanto.
¿Se desmayo?
-Desmayo post primeras tetas que vio.
-¡Mitsuki!.- le grite avergonzada.
Me miro confundido, claramente no comprendía lo indiscreto que era.
¿Alguien podría desmayarse por eso?