So Simp [Yandere! Uchiha Obito]

Naruto (Anime & Manga)
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So Simp [Yandere! Uchiha Obito]
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Summary
[Serie So or Mine]Obito, víctima de sus errores y pesadillas, termina retrocediendo en el tiempo debido a que fue presa de un destino que nunca fue suyo en primer lugar.El sabio de Seis caminos sabe que sus hijos torcieron el mundo y lo destruyeron por culpa de sus acciones, decide que es hora de que las víctimas reciban su justa compensación.Jin reencarna en el mundo de Naruto, como Simp dedicada del trágico Obito y su horrible destino de mierda, Jin decididamente decide que va a seducir a Obito a como de lugar, ¡A la mierda Rin! ella será el crush de Obito.Porque en su mente, Jin sabe que Rin es una persona muy amable y no le debía nada Obito por su afecto incondicional, pero igual siente que Rin fue un poco mierdas al ignorar arbitrariamente a Obito y dejarlo de lado ante la primera oportunidad en pos de Kakashi, que ni siquiera le dirigía la mirada.
Note
ACLARACIONESHace años que no me veo Naruto, pueden haber incongruencias y meteré algunos headcanons a mi gustoPuede que no te guste mi contenido, así que, si no quieres leer mi historia, está bien, pero no critiques mi trabajo porque no es de tu gusto Esta historia contiene:ObsesiónDependencia emocionalMuerte de personajesViolencia canónica del universo de narutoAmenazasNormalización de comportamientos no saludablesMachismo y MisoginiaEtc.
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cxi. embarazada

Jin caminó distraído por las calles de Konoha, un poco nervioso y con la cabeza en las nubes mientras buscaba el chakra de su esposo con mil preguntas en su mente mientras su cerebro trabajaba horas extra tratando de imaginar posibles escenarios cuando su esposo se enterase de que ella Estaba embaraza.

¿Se pondría nervioso? ¿O estaría preocupado por las implicaciones de lo que conlleva ser padres? ¿Y si se molesta porque es demasiado pronto? -¿Qué sucede si se arrepiente…?-

Jin agita su cabeza de un lado a otro quitándose los pensamientos pesimistas de su cabeza mientras sus mejillas se sonrojaron ligeramente al recordar lo empeñado que estaba él por dejarla embarazada. Jin siente que su corazón late rápidamente ante las escenas de su guapo marido mirándola con adoración mientras la presiona contra la cama murmurando cuento deseaba verla abrazada y siente que sus preocupaciones son un poco tontas, porque él era quien quería tener hijos, ¿No?

Incluso estaba determinado a romper el sello anticonceptivo a través de mucho , mucho amor.

Tragando saliva nerviosamente, Jin mira a Obito a la distancia, el cual estaba hablando con Kakashi, Rin, Kurenai y Asuma. Reafirmando su decisión -aunque sus piernas le temblaban y sentía un ligero estado de pánico y nerviosismo recorrerla- , Jin pone una cara determinada y seria mientras aprieta su puño firmemente acercándose a su esposo con pasos firmes y decididos, llenos de vigor.

-¡Oh! ¡Cariño…! —llamó Obito al notar a Jin y sus mejillas se sonrojaron al verla en pijama y pantuflas.

¿Por qué su preciosa esposa estaba sola en pijama?

—Tenemos que hablar… —dijo seriamente Jin, mirándolo con ojos firmes y la conversación se atenuó hasta que quedó un incómodo silencio, Kakashi entrecerró los ojos peligrosamente al Uchiha esperando lo peor del hombre y Rin lo golpeó en las costillas porque conoció a Obito desde que eran niños, era imposible que este chico hiciera algo para lastimar a Jin una vez que le propuso matrimonio.

Siendo honestos, Rin estaba un poco cansada de toda esta situación, antes era Obito quien iniciaba las peleas, ahora era Kakashi, ¿Por qué pareciera que, en vez de madurar con el tiempo, se vuelven más retrasados e infantiles? En este punto Rin se siente como una niñera a tiempo completo.

—Jin… —el rostro de Obito se sumerge en preocupación, el nerviosismo muerde su piel y la oscuridad en su corazón se precipita como un tsunami arrasando con todo a su alrededor, pero apenas lo contiene, porque no quiere que otros noten lo oscurecida y retorcida que realmente está su mente— ¿Qué sucede amor, pasó algo…? ¿No te sientes cómodo con…?

Un sonido de estómago lo calla y Jin se sonroja avergonzada mientras ríe un poco tímidamente.

—Lo siento, no desayuné… —rio torpemente Jin y toda la gravedad en su rostro parece desaparecer en un instante.

— Deberías desayunar, en especial porque esta mañana tu… —Kakashi rápidamente se puso en modo mamá gallina, lista para dar una larga conferencia de porqué ella debería de comer y cuidar de su salud, en vez de jugar a intentar destruir el mundo con Orochimaru. y revolcase con el cerdo Uchiha que tiene de compañero, pero Rin lo noqueó y lo arrastró por el cuello de la camisa.

—Lo siento, los dejaremos solos para que podamos hablar de sus asuntos tranquilamente —habló suavemente Rin y los miró con preocupación mientras arrastraba a Kakashi de la nuca como un perro mojado y regañado.

—Espero que puedan resolver sus asuntos, ¿Nos vamos, Kurenai? —habló Asuma mirando a la pareja e intercambiando miradas con Kurenai.

—Si sucede cualquier cosa no duden en decírnoslo —asintió Kurenai mirando específicamente a Jin y ambos se fueron.

Por supuesto, ahora iban a convocar una reunión de sectarios amantes de la comida de Jin para discutir este importante asunto, ¿Parece que hubo problemas matrimoniales? ¿Ni un mes de casados y ya…? Si Obito hizo algo, lo iban a ofrecer como sacrificio…

—Vamos a comer algo? —preguntó suavemente Obito mirando a Jin, la cual se sonrojó ligeramente y acercándose avergonzada mientras jugaba con sus dedos nerviosamente.

Había un incómodo silencio hasta que llegaron a una cafetería cercana, Jin pidió bastante comida como de costumbre y ambos se sentaron incómodamente uno frente al otro. Jin se removió incómodamente y jugaba con sus dedos nerviosos, sus mejillas estaban sonrojadas mientras abría la boca sin poder pronunciar palabra.

¿Por qué estaba tan nerviosa? ¡Esto es lo que Obito quería!

Jin inconscientemente se tocó el abdomen y se volvió a remover bajo la intensa mirada de su esposo, el cual estaba esperándola pacientemente.

—¿De qué querías hablar? —preguntó suavemente Obito y la miró con su entera disposición en ella y Jin se sonrojó aún más, removiéndose bajo su intensa e intimidante mirada, la cual fue interrumpida porque llegó la comida y, ni lenta ni perezosa, Jin tomó un pastelito y empezó a Comérselo lentamente en su forma de chibi.

Obito parpadeó ligeramente, al menos no parecía una cosa mala por la actitud de Jin, aunque estaba evitando su mirada desde hace rato y eso le ponía de los nervios, como si no pudiese verlo a la cara directamente.

Inconscientemente, las manos de Obito empezaron a picar y su corazón se sintió incomodo, sintiéndose hiperconsciente de sus varios defectos, de su apariencia poco atractiva y desfigurada, de cómo el matrimonio había sido una forma de atar a Jin con él rápidamente antes de que ella se diera cuenta de la gran mujer que es y lo poco que es él en comparación.

—Jin… —llamó suavemente Obito luego de que ella empezara a mordisquear su sándwich de pollo al haber terminado su pastelito.

—… —Jin lo miró nerviosamente y se comió rápidamente el sándwich de pollo de un bocado, bebiendo rápidamente del jugo que frutilla en seco.

Jin tocó con sus dedos un poco más y miró hacia la comida en la mesa.

—Obito, lo que te quería decir es que yo… —Jin se removió inquieta en su silla, se sonrojó aún más y no podía verlo a la cara.

—¿Tú…? —preguntó Obito sintiéndose nervioso, pasaban tantas posibilidades en su mente y cada una más catastrófica que la otra.

Jin no podía dejarlo.

Él nunca lo permitiría.

Ella era suya.

—¿Estoy embarazada…? —murmuró en un hilo de voz y el cerebro de Obito se fundió haciendo cortocircuito intentando procesar el tenue hilo de voz roto, casi lloroso e inseguro de su guapa, hermosa y hábil esposa.

-What…?

—¡Estoy embarazada…! —chilló Jin con la cara roja y Obito la miró con los ojos muy abiertos, su rostro se sonrojó hasta el cuello a la vez que una enorme sonrisa temblorosa empezaba a aparecer en sus labios, pero Jin no quería abrir los ojos para verlo, por lo que desvió la mirada a la comida nuevamente, casi encogiéndose y haciéndose más pequeña como si pudiera esconder su cabeza como una tortuga— Y-yo… al parecer desde que regresó a la aldea… hum… estoy… embarazada … yo… me hice varias pruebas de embarazo hoy y… y todas salieron positivas y… y fui donde Tsunade y… y ella también me lo confirmó y…

—¡Me haces el hombre más feliz de esta propuesta! —exclamó Obito sin dejarla terminar de hablar, una enorme sonrisa estaba plantada en su cara y la tomó en sus brazos, elevándola como si fuese un cachorro que admirar, sus ojos tan oscuros como la brea brillaban intensamente como si en la oscuridad de sus pupilas. se reflejase toda la luz del mundo.

Jin estaba tan nervioso que ni siquiera notó que Obito se paró tan rápidamente de la silla que esta se cayó, solo puso reacción cuando fue tomada en los brazos de su esposo como si fuese un cachorro que no pesa nada.

—¡Mi preciosa esposa está embarazada, estoy tan feliz! —los ojos de Obito brillaban tanto que prácticamente se podían ver los indicios de lágrimas en sus ojos curvados llenos de felicidad.

—¡Obito-kun…! —Jin le miró con los ojos llorosos y, sin esperar que ella pudiera hablar nuevamente, él la besó eufórico mientras la abrazaba contra su pecho y la hacía girar y girar, riendo felizmente entre besos, sin darle tiempo adecuado para respirar o procesar su explosión. de felicidad y afecto eufórico.

—¡Tengo que contárselo a todo el mundo! ¡Mi preciosa Jin está embarazada! —Jin sollozó más fuerte mientras Obito prácticamente se la comía a besos, repartiendo besos por todo su rostro, sus besos desordenados cayendo suave y amorosamente en cada pequeño trocito de piel del bonito rostro de Jin y sus manos firmemente enganchadas en su cintura.

Obito se sintió en un estado de euforia nunca antes sentido, casi como si estuviese drogado con una toxina particularmente fuerte.

—Voy a ser padre … —susurró incrédulamente con una sonrisa temblorosa mientras tocaba el abdomen plano de Jin y sus manos temblaban—. Tendremos una pequeña Jincita…

—O un pequeño Obito… —rio Jin entre lágrimas mirando a su esposo prácticamente arrodillándose con adoración en su rostro, frotando su mejilla contra su abdomen, sus ojos brillando como los de un niño mirando el árbol de navidad—. Según Tsunade-sensei, ahora no es más que del tamaño de un granito de arroz.

—¿Tan pequeño? —los ojos de Obito estaban aguados y Jin avanzando con una sonrisa temblorosa.

—Muy pequeño… —Jin miró a Obito el cual frotó su mejilla contra su abdomen con suavidad, por lo que sus dedos temblorosos acariciaron suavemente los horribles mechones de cabello negro azabache de su esposo, mimándolo con cariño y afectos mientras él estaba demasiado entumecido y maravillado en la noticia, tan inmerso en su propio mundo que prácticamente podías escuchar sus pensamientos.

— Deberías volver a comer… —habló Obito un poco reacio a separarse del abdomen de su adorable esposa, pero lo primero era que ella se alimentase correctamente, ahora ya no comía por uno, sino por dos, así que era muy importante que ella se alimentase.

—M-mm… —Jin se acercó sonrojada y se limpió las lágrimas mientras se sentaba nuevamente en la silla, solo que esta vez, Obito recogió su propia silla y se sentó a su lado, sus muslos tocándose prácticamente pegados el uno al otro, Obito. Estaba realmente reacio a separarse de ella ahora.

Jin se apoyó en el hombro de su esposo mientras él dulcemente rodeaba sus brazos alrededor de la cintura y la miraba comer amorosamente, de vez en cuando tomando un poco de comida para alimentarla y otras veces para que se distrajera y robarle uno que otro beso, riendo traviesa e infantilmente cada vez que lograba su objetivo.

Jin se sonrojó y avergonzó un poco al ser observada comer, por lo que sus mordiscos prácticamente fueron de ardillita mientras comía las delicias servidas en la mesa. Obito rio ligeramente y besó la frente de su amada esposa mientras le acomodaba el cabello amorosamente, su mano tomando firme, pero suavemente de la cintura de su amada esposa a la vez que su dedo pulgar acariciaba dulcemente la piel desnuda debajo de su pijama.

Obito miró con adoración sin contención a su esposa, la cual estaba felizmente acurrucada en sus brazos mientras comía tímidamente.

Ahora ella estaba embarazada.

Embarazada de él.

Ella era suya.

Solo suya.

Su pequeña esposa.

Obito no pudo evitar besar sus labios cuando Jin se distrajo nuevamente, robándole otro beso, sobresaltándola y haciendo reírse felizmente con las mejillas sonrojadas mientras ella hacía un puchero, porque de nuevo, él la tomó con la guardia baja y no pudo corresponderle al beso.

Cuando Jin terminó de comer, Obito tercamente pagó la cuenta -y Jin se dio cuenta de que, efectivamente, estaba en pijama y su billetera era inexistente, por lo que tomó nota de dejar un pergamino con dinero dentro de su sello de almacenamiento- y Ambos se fueron a la casa de Jin, para que ella pudiera vestirse como normalmente lo haría, solo que Obito quería regalonearla un poco, así que estuvo tonteando en la cama durante un buen tiempo.

— ¿Cómo deberíamos llamar al bebé? —preguntó Obito mirando a Jin, la cual estaba acurrucada en su pecho, haciendo trazos irregulares en su pecho.

—Pero aún no sabemos el sexo del bebé —Jin se sonrojó ligeramente y miró a Obito el cual le parecía ligeramente y besó su frente.

—Si, ¿Pero no deberíamos tener varios nombres por si acaso? —preguntó Obito mirando a Jin con brillas en sus ojos— ¿No cree que es mejor ir buscando nombres desde ya? Entonces nuestro pequeño bebé sabrá cuan amado es cuando comience a desarrollarse más.

—Hum… quieres decir… —Jin se sonrojó aún más— ¿Llamar al bebé por su nombre mientras se desarrolla?

—Hum… —Obito aumentó seriamente dos veces—. Un nombre es algo importante, algo que llevarán toda su vida, deberíamos pensar en ello seriamente, ¿No crees?

—Cuando lo dices de esa manera… —Jin frunce el ceño pensativamente asintiendo.

—Y ¿quién dice que de la lista que hagamos ahora, no saquemos nombres para otros futuros hijos? —Obito sonorizando zorrunamente y Jin se sonrojó nerviosamente.

—¡O-Obito-KUN! —chilló Jin y ocultó su rostro en el pecho de Uchiha— N-ni siquiera ha nacido el primero… ¿Yy ya pensando estás en tener más bebés?

—Por supuesto, quiero todos los hijos posibles con si bella y genial esposa —Obito acarició la espalda de Jin suavemente y su mano se deslizó hacia abajo hasta agarrar firmemente un puñado del trasero de Jin— Y, por supuesto, ¿No es acaso el procedimiento muy divertido?

Jin tembló ligeramente al ver la sonrisa desvergonzada y arrogante de su marido, pero no pudo decir nada porque ella también disfrutaba mucho del proceso, en especial cuando Obito parecía no cansarse de ella por más que lo hicieran.

—Tonto… —murmuró avergonzada y Obito río entre dientes.

—Soy tu tonto —aceptó tranquilamente y Jin levantó su carita sonrojada del pecho de Obito y besó castamente los labios de su marido.

—Sí, mí tonto —asintió Jin y ahora fue Obito quien se sonrojó.

Jin se acurrucó de nuevo contra el pecho de Obito cerrando sus ojos felizmente, el Uchiha suavemente acarició los cabellos de su esposa con ternura y trenzó su cabellera dulcemente hasta hacerle cuatro pequeñas trencitas. Mirando a su esposo concentrado en hacerle trencitas, Jin sonriendo suave y dulcemente.

Su esposo era tan bueno.

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