So Simp [Yandere! Uchiha Obito]

Jin miró el techo de la habitación con un rostro inexpresivo mientras su alma ya estaba en el nirvana, su esposo dormía a su lado con las mejillas sonrojadas, acurrucado adorablemente contra su hombro mientras abrazaba su cintura con una sonrisa satisfecha en su rostro, como la de un pequeño gatito orgulloso y presuntuoso de haber logrado su objetivo.

Mientras tanto, ella estaba seca, simplemente su fantasma estaba en otra vida.

Su ahora bonito, guapo y amable esposo no era tan amable en la cama, durante esta primera semana de luna de miel, ella había conocido el famoso problema de reproducción Uchiha. Pensando en cómo le quedan otras dos semanas libres de misiones, su cuerpo tiembla ligeramente.

¿Sobrevivirá a esta vida de constante reproducción?

Lo primero que hacía al despertar era recibir una buena dosis de polla, luego a la hora de almuerzo, nuevamente otra razonable dosis de polla y lo último que sentía al perder la conciencia en las noches, era la polla de Obito llenándola nuevamente.

Jin no sabía si sobreviviría a esta semana de reproducción de su apasionado hombre, parecía insaciable e incansable, como una maquina bien engrasada que tenía como único objetivo llenarla hasta el borde y volverla tonta por su polla, realmente escalofriante la impresionante cantidad de veces que fue dumbificada en una sola semana.

Originalmente iba a ser solo una semana de luna de miel, pero en un esfuerzo conjunto de su padre y de Minato-sama -bendito y maldito hombre, estaba demasiado conmovido con haber sido designado como el padre de Obito-, pudieron hacer una luna de miel de casi un mes -¿Esto se considera nepotismo?-, después de todo, su padre tenía bastante dinero, no importaba cuanto soltara para “sobornar” al Hokage para que tuvieran una “misión” en conjunto en un lugar turístico.

Su padre ganaba más de lo que gastaba, podía tomarse el lujo de derrochar dinero.

—Buenos días amor… —murmuró roncamente su esposo y Jin sintió un escalofrío recorrer su cuerpo mientras sus mejillas se sonrojaban suavemente, los ásperos labios de su pareja besaron tiernamente su mejilla antes de bajar lentamente por su cuello y lentamente ponerse encima de ella.

¡Oh dios, nuevamente una prensa de apareamiento no! ¡Al paso que iba, no importa que tan fuertes sean sus sellos, se romperán…!

Se romperán…

Se…

—O-Obito-kun… —gimió suavemente Jin sintiendo las manos de su esposo vagar por su cuerpo.

¡Ahora todo tiene sentido! ¿No se supone que las mujeres de Naruto se casaban a los dieciocho y daban a luz a los diecinueve?

¡No había visto mujer que se casara y tuviera hijos después de los treinta a excepción de Kurenai en el Naruto original!

¡Incluso Tsunade a los veintisiete, apenas terminó la guerra, se casó con Dan y se embarazó!

¡Si no fuera por la guerra, seguramente Tsunade se hubiera casado antes!

Jin siente como le explota la cabeza, si no se casan antes de los treinta, nunca se casan y quedan solteronas -bueno, Kurenai quedó viuda-, ¡Incluso Kurenai, que se emparejó con Asuma y tuvo a Mirai, no se casó antes de los treinta y fue madre soltera! -¿podría ser una maldición por no casarse antes? Si no te casas antes de los treinta, quedarás viuda con un chamaco encima?- ¡Se quedó enganchada a su primer amor y padre de su hija y nunca más tuvo otro interés amoroso! ¡Realmente impresionante!

Entonces, siente que ahora lo entiende, ¡Su Obito quiere embarazarla!

Jin siente que sus mejillas se sonrojan nuevamente y sus manos temblorosas y débiles se apoyan en los hombros de Obito, sus uñas rasguñan suavemente la piel de su hombre a la vez que suelta un suave gemido y siente nuevamente como llenan lentamente su entrada, centímetro a centímetro.

—T-tú… tú… ¿Quieres tener bebés… conmigo? —preguntó Jin en un gemido suave y sintió como Obito se tensó y detuvo por unos segundos, casi en trance.

—Sí… quiero tener muchos bebés con mi linda esposa —Obito besó suavemente sus lindas mejillas mientras se acomodaba en los suaves muslos de Jin y los tomaba firmemente con sus manos abriéndolos un poco más.

Sus ojos nunca abandonaron a su preciosa esposa, la cual parecía estar temblando débilmente por la sobreestimulación.

—¿M-muchos bebés…? —jadeó sin aliento Jin, sintiendo el ritmo lento, pero profundo de Obito.

—Sí, quiero muchos… —Obito besó suavemente el cuello de Jin, sus labios y dientes marcando su piel—. Quiero ver a mi linda esposa llena de mis bebés, quiero verte grande y gorda, luchando con llevar a mis bebés…

—¡M-mm…! —Jin se sonrojó tímidamente y sus uñas rasguñaron los hombros de Obito, dejando nuevos caminos carmesíes que seguramente se borrarían segundos después.

—Quiero ver el lindo vientre de mi esposa hincharse y crecer con vida, con nuestra creación —Obito mordisqueó las clavículas de Jin—. Quiero que lleves al fruto de nuestro amor en tu vientre…

Jin se sonrojó y soltó dulces gemidos mientras sus ojos se aguaban ligeramente, su rostro rojo le parecía adorable a Obito mientras profundizaba sus embestidas, sintiendo como su polla intimidaba a su pequeño cuello uterino y, si era realmente codicioso, podría bajar su vista al lindo abdomen abultado con su polla.

—¿No te parece… genial…? Tener a pequeños trozos de ti y de mí, corriendo despreocupadamente por el mundo —Obito tomó uno de los senos de Jin entre sus ásperas y callosas manos mientras que hacía un camino de besos hacia el pezón de su otro seno.

—¡O-Obito-kun! —Jin gimió suavemente, su rostro rojo y avergonzando.

Obito sonrió ligeramente mientras jugaba con los preciosos y suaves senos de su amada esposa, podía sentirla apretándose y ordeñándolo cada vez que hablaba sobre tener hijos, no sabría discernir exactamente si es bueno o malo, pero apreciaba el gesto.

¿Era solo una charla de almohadas o ella realmente quería a sus bebés dentro de ella?

—¿Qué te parece? ¿Quieres a mis bebés, mm? —murmuró Obito roncamente y besó dulcemente el respingado pezón— ¿Quieres que te ponga un bebé en tu vientre?

—¡S-si…! —Jin se avergonzó, pero cuando miró los ojos de Obito abrirse y brillar ligeramente con un fuego desconocido, sintió que tal vez no tenía que preocuparse tanto por avergonzarse al decir palabras tan… vergonzosas.

Después de todo, ahora eran esposos, estarían atados toda la vida hasta que murieran.

—¿Mi esposa quiere un bebé en su vientre? —Obito prácticamente estaba brillando, ya fuese una charla de almohadas o que realmente Jin quisiera tener bebés con él ahora, no podía evitar emocionarse.

—¡S-sí…! —Jin asintió gimiendo suavemente, pudo sentir su polla moverse dentro de ella ligeramente ante su pregunta— ¡Y-yo… quiero al bebé de Obito-kun dentro de mí!

Jin se sonrojó aún más.

¿Es su imaginación o se hizo un poco más grande?

—¡P-ponme un bebé dentro, Obito-kun! —Jin sintió que podría derretirse de la vergüenza, ni siquiera podía abrir sus ojos.

Pero eso cambió cuando sus rodillas se elevaron hasta casi sus orejas y sintió a Obito deslizarse hasta que solo la punta quedó dentro, sus ojos miraron el Uchiha ligeramente aturdida, solo para poner los ojos en blanco y soltar un gemido sin aliento cuando Obito entró tan profundamente que juraba que su cuello uterino casi cedía ante el implacable y despiadado asalto del Uchiha.

Los ojos de Jin miraron aturdidos y aguados a Obito, el cual la tenía en una apretada prensa de apareamiento, podía sentir como con cada embestida le reorganizaban las entrañas. Obito no estaba siendo para nada suave, parecía casi desesperado por presionarla contra la cama y follarla sin descanso hasta que finalmente estuviera realmente embarazada.

Como iban las cosas, Jin supone que estaría nuevamente otro día atrapada entre las sábanas, por lo que sus ojos aguados buscaron en el abdomen de Obito al menos una marca del sello anticonceptivo, pero era inútil, después de todo, se popularizó el sello anticonceptivo “invisible” en vez del tatuaje luego de una serie de incidentes unos años antes de que se graduaran.

Torpemente las manos de Jin pasaron por el abdomen de Obito como pudieron, su chakra tanteó ligeramente a Obito, lo que solo provocó que el chakra del Uchiha rápidamente se uniera a la fiesta, haciéndola sentir no el doble, sino el triple de jodida, mientras la follaban de todas las maneras posibles.

Al menos, Jin pudo confirmar que Obito no tenía el sello anticonceptivo.

Sin poder pensar mucho antes de que le frieran el cerebro nuevamente con polla, Jin ni siquiera pudo pronunciar una palabra antes de caer en ese pecaminoso nirvana del placer.

Seis horas después, Jin temblaba sin aliento sintiendo sus muslos pegajosos, al menos Obito había tenido la decencia de traerle comida a la cama luego de haberle dado una ducha honesta.

—Obito-kun… —murmuró cansada y parcialmente devastada, ¡No había que subestimar a un Uchiha cuando está motivado por sus ansias reproductivas! ¡Menos cuando tiene células de Hashirama en su cuerpo!

—¿Sí? —preguntó Obito atentamente en busca de que le faltara algo, Jin casi podía ver la orejas y cola de perro detrás de él.

—¿Realmente quieres tener bebés? —Jin revolvió el puré lentamente, ni siquiera tenía la fuerza para sonrojarse.

Estaba demasiado agotada, al paso que iba, cree que volvería a Konoha en una silla de ruedas.

—¿D-disculpa…? —Obito se sonrojó ante la pregunta inesperada y miró nerviosamente a Jin.

—Noté que no tienes el sello anticonceptivo —Jin se llevó un trozo de puré a la boca.

—¿E-eh…? ¿C-cómo…? —Obito se sonrojó aún más y tartamudeó, sin poder hablar correctamente ni formular palabras coherentes.

—Y que pareciera que realmente quieres criarme a cualquier costo durante esta semana —Jin miró su puré con tanta pereza, que, si no fuese porque estaba total y completamentecagada del hambre, seguramente cualquiera creería que desdeña ese puré.

—Y-yo… —balbuceó.

—Una forma de romper el sello anticonceptivo es que la pareja se folle durante una semana sin descanso, pero eso no es preciso si ambas partes tienen el sello anticonceptivo… —Jin vuelve a llevar un trozo de puré a su boca y traga—. Pero ese no es el caso si una de las partes no lo tiene —Jin mira con ojos cansados y vagos a su esposo, si alguien la viera, la confundiría con una Nara—. E incluso así, no es probable que una mujer con el sello anticonceptivo se embarace o que un hombre embarace si es que lo tiene…

—… —Obito mira en silencio a Jin.

—Pero ese es el caso en personas comunes que no tienen la resistencia ni el apetito sexual de Hashirama… o Madara… —después de todo, estos son los descendientes y reencarnaciones de Indra y Ashura, descendientes de aliens chetos certificados, ¿Por qué dejar al Uchiha afuera?— ¿No crees? —Jin dejó su puré de lado y miró a Obito con los ojos despejados, Obito se sintió nervioso porque no podía leer en absoluto a Jin.

¿Estaba enojada con él? Razones no les faltaba, después de todo, estaba intentando embarazarla sin su consentimiento y conocimiento, abusando de la confianza ciega en que ella tenía en los sellos anticonceptivos… en que ambos tenían sellos anticonceptivos.

—¿Estabas intentando dejarme embarazada? —preguntó Jin y Obito se sintió aún más nervioso ante sus ojos.

No podía leerla.

No podía leerla en absoluto.

Solo le quedaba morder la bala, ser un descarado y negarlo todo -sería realmente fácil actuar como si nada, llevó años actuando y engañó al mundo durante décadas, ¿Realmente sería complicado mentirle a Jin? La respuesta es no, podría fingir ignorancia y hacer dudar a Jin de sí misma, de sus habilidades deductivas e incluso de su inteligencia. Podría manipularla tan fácilmente-, lo más probable es que Jin se lo crea -No sería difícil hacerla caer en sus mentiras, pero en primer lugar ¿Era siquiera necesario una mentira elaborada? Podría decir cualquier tontería y ella se lo creería, ese era su nivel de confianza y amor en él- o ser honesto y posiblemente que Jin se enoje con él -¿Sería realmente capaz de enojarse con él?- y lo vea como el ser más repulsivo y repugnante del planeta -que lo es-, lo que conlleve a que quiera el divorcio y alejarse de él porque abusó de su confianza.

—Yo…

Pero si le mintiera y abusara de su confianza aún más-ella le contó su verdad, pero él no. Ella sigue creyendo que él es bueno, ella no sabe a cuantos mató en su primera vida-, cuando lo descubra, lo repudiaría aún más y…

—Solo sé honesto, no me voy a enojar… —Obito aun no podía leer los ojos de Jin.

—Si… yo… quería romper tu sello anticonceptivo… —murmuró Obito aceptando el destino de ser odiado o ser odiado.

—Oh… ¿Si lo apago, me dejarás salir de la cama y disfrutar del lugar de nuestra luna de miel? —Jin jugueteó nuevamente con su puré.

—¿Sí…? —Obito, que estaba listo para ser maldecido en diez mil idiomas y los insultos más largos y creativos que a un chileno se le pudiera ocurrir, se quedó desconcertado.

Él ya estaba planeando como buscar su perdón de veinticinco mil formas distintas -y también formas de manipularla y extorsionarla si eso significa que se quedaría a su lado-, lo cual incluía despojarse de cualquier sentido de orgullo que pudiera existir como ser humano si es que eso significaba tener a su Jin de vuelta -incluso si tuviera que secuestrarla y encerrarla en su kamui, encerrándola en su dimensión y teniéndola toda para él, siendo él la única fuente de contacto humano hasta que finalmente se rinda ante la soledad y lo necesite desesperadamente-, no esperaba que ella simplemente lo mirara con recelo mientras le hacía esa pregunta.

—Guagua —Jin suspira mientras enciende su chakra, su expresión era realmente agotadora.

—¿Guaaguaa? —Obito se extraña, ¿Por qué Jin hace onomatopeyas de llanto?

—Guagua —corrigió Jin—. Palabra chilena para decir “Bebé”, una “Guagua” es un “Bebé”.

Obito miró sin palabras a Jin mientras sentía que nuevamente su visión del mundo colapsaba.

—Estaba debatiendo entre ponerle de palabra segura a mi sello anticonceptivo entre “cauro chico” o “guagua”, al final me decidí por guagua. Es más probable que se me salga un “Cauro chico del demonio” enojada y encienda mi chakra del enojo que un “Guagua”, porque… bueno, no he tenido misiones que involucren bebés desde… uh… ¿Cuántos años ya? —Jin se pierde un poco, pero luego niega con la cabeza— En fin, “Guagua” es la palabra de seguridad del sello anticonceptivo, con esto listo, ahora, ¿Podrías dejarme descansar el día de Hoy para mañana salir?

Obito asintió torpemente sin palabras, balbuceando galimatías y Jin simplemente comió todo lo que Obito le trajo.

Al menos le trajo comidas suaves, realmente no cree que su estómago pudiera comer algo realmente sólido y contundente con la reorganización de tripas tres mil que le hicieron.