![So Simp [Yandere! Uchiha Obito]](https://fanfictionbook.net/img/nofanfic.jpg)
c. sueño [NFSW]
Jin, cuando se despertaba por las mañanas, no era la persona más inteligente del mundo, realmente, todas sus células cerebrales protestaban sobre despertarse temprano y preferirían encenderse en las tardes, tirando para las noches/ madrugadas, haciendo una gran huelga de conciencia quedándose dormidas por las mañanas.
Mirando más dormida que despierta a Obito, Jin balbuceó algunas incoherencias antes de volverse a dormir.
Lo siento, incluso Obito no es nada ante sus pocas células cerebrales mañaneras.
Mirando a su preciosa Jin que estaba durmiendo como un pequeño gato perezoso que, en su inmenso sueño, abrió uno de sus preciosos ojos y, al no encontrar amenaza alguna, se volvió a dormir, Obito suelta una pequeña risita, encantado con lo jodidamente adorable que es su hermosa pareja y besa su bello rostro semi dormido hasta su mente divaga nuevamente en los horribles recuerdos de la noche anterior, deteniendo sus acciones y oscureciendo su rostro.
Jin…
Obito besa suavemente su cuello, sintiendo su pulso latir contra sus labios, contra su lengua, él cálido aliento hacerle cosquillas contra la mejilla… sintiéndola tan viva debajo de él, Obito reprime un suspiro aliviado, porque a través de la delgada y frágil piel de su cuello, puede sentir su vitalidad correr por sus venas, puede sentir su corazón latir contra su bonito cuello indicando que efectivamente, ella estaba con él.
Por otro lado, Jin suelta unas risitas dormidas, su cuerpo de retuerce ligeramente entre suelos mientras se remueve como si los cálidos besos del Uchiha le causaran cosquillas, intentando alejar los labios que besaban su cuello, elevando sus manitas hacia los labios que le causaban cosquillas, solo para que sus manos perezosas quedaran atrapadas entre las fuertes manos del Uchiha sobre su cabeza.
Incluso con su usual poca inteligencia mañanera y sus faltas de gana de abrir sus ojos, Jin mira aturdida a Obito cuando este parece un maldito vampiro, ensañándose con su pobre cuello hasta que lo siente un poco dolorido, por lo que intenta liberar sus manos, solo para fallar patéticamente.
Su lengua pesa en su boca, clara señal de que no quiere hablar tan temprano en la mañana, no acostumbrada a ser de esas personas extrañas que se despiertan con los ánimos de conquistar el mundo -como ese maniático psicópata de Guy-, pero si Obito continua así, Jin teme que Obito se vuelva Edward Kullen y ella su Bella.
No es que le importe pasar una eternidad con Obito, pero tiene ese deje de duda si él la podría soportar durante tantos siglos.
-con el constante temor de Obito a sus sellos, Jin no cree que el Uchiha pueda aguantar unos cuantos cientos de año a su lado-.
—Obito… deja mi cuello… —murmuró adormilada y se removió incómodamente, los dientes del Uchiha mordisqueando su sensible cuello adolorido por la constante atención que le da el hombre.
—¿Ahora estás despierta? —murmuró contra su cuello y le besó tiernamente la mejilla.
—No, ahora déjame mimir —respondió Jin adormilada y frunciendo el ceño suavemente, no quería abrir los ojos…
Obito sonrió en partes iguales de impotencia y diversión, cielos, su preciosa Jin era demasiado…
—¿Segura…? —ronroneó contra su cuello y mordisqueó el lóbulo de su oreja— ¿Qué pasa si me aprovecho de ti mientras duermes, mm?
—Tienes mi permiso, buenas noches… —Jin se giró, Obito se quedó tieso por un momento sin procesar lo que dijo Jin.
—¿Espera, qué? —Obito mira aturdido a su mujercita que está acostada con una sonrisa tonta y las mejillas sonrojadas, lista para pegarse otra siesta de ocho horas completas—. Oye, no puedes quedarte dormida luego de decirme algo como eso, Jin… cariño, mi amor… dulzura… ángel…
Obito miró a su precioso ángel babear nuevamente sobre su almohada y suspiró impotente.
Nuevamente subestimó la capacidad de dormir bajo cualquier circunstancia de su princesa.
Bueno… Obito mira a su preciosa Jin destaparse mientras sube su pierna a una almohada… él tiene su permiso, ¿No?
Jin suspiró suavemente y sintió que su sueño era mucho más placentero ahora, odiaba cuando sus senos estaban fríos, incluso en verano debía tener algo que cubriera y calentara sus pechos de alguna manera, pero curiosamente, actualmente se sentía bastante confortable…
Obito hizo un puchero mirando a su preciosa novia simplemente dormir como un tronco mientras él acariciaba sus pechos, incluso parecía que se iba a quedar dormida más profundamente y eso Obito no lo iba a permitir. Pellizcando suavemente sus pezones y besando su boquita entreabierta, Obito abrió sus piernas con una de sus rodillas y se metió entre estas.
Jin, mirando como su precioso sueño se iba desmoronando, abrió sus ojos aturdida y la brillante y horrible luz del sol quemó sus ojos como la maldita aberración que era, haciendo que jadeara y gimiera mientras se quejaba sobre como sus cortinas eran malvadas por dejar pasar semejante rayo destructor.
Con el cerebro lento, Jin gimió sintiendo una calidez envolver sus senos y amasarlos, por lo que, con una mirada un poco tonta, miró sus pechos, los cuales estaban visiblemente raros, porque que ella recordara, no eran así… oh… solo son las manos de Obito, bien, eso está bien…
Espera un momento, ¿Obito tiene sus manos sobre sus pechos? ¿Obito está encima de ella? ¡Obito tienen sus manos sobre sus pechos! ¡Obito está entre sus piernas!
La estupidez mañanera de Jin es intercambiada por las células cerebrales de Jin cuando está cerca de su crush máximo, Uchiha Obito, y se sonroja fuertemente.
—O-Obito-kun… —balbuceó Jin y miró con ojos tímidos al Uchiha, el cual parecía notablemente aliviado.
—Por fin te despiertas… —Obito besó sus labios dulcemente y sus mejillas a continuación, antes de besar todo el rostro de su preciosa mujercita.
Jin aceptó obedientemente todos los besos de Obito y, lentamente, sus manos tomaron el rostro del Uchiha para hacer lo mismo, besando devotamente cada parte de su bonito y duro rostro anguloso. Dios, Jin se comería a este hombre a besos.
—¡Mmm! —Jin gimió suavemente sintiendo las manos del hombre sobre sus senos nuevamente y se sonrojó, por lo que ocultó su rostro en el cuello del Uchiha, pero no lo detuvo.
Bueno, ¿Quién era ella para negarle un poco de mimos a su hombre? Si él quería jugar con sus pechos estaba bien, después de todo, ambos eran jóvenes y vigorosos, ser un poco travieso no estaba mal…
Obito sonrió contra el cabello de Jin y bajó una de sus manos para acariciar suavemente la cintura y caderas de su mujer hasta detenerse en sus tersos muslos.
—Cielos, eres tan bonita —murmuró contra la oreja de Jin y la besó tiernamente—. Mi pequeña princesita.
—O-Obito-kun… —gimió suavemente Jin y sus mejillas se sonrojaron mientras el Uchiha suavemente besaba sus hombros y, lentamente, su boca codiciosa dejaba marcas por donde pasara, chupetones y mordeduras descansaban en la tierna piel pálida de la mujer, la cual, sonrojada, dejaba que su novio le brindara atención especial.
Jin miró avergonzada como Obito subió su top de fresas y tomó con ambas manos sus senos desnudos, su rostro se sonrojó a la vez que sentía ligeros nervios a pesar de no ser su primera vez y mucho menos la última. Obito suavemente besó los lindos pezones de su querida mujercita y lentamente empezó a chuparlos, haciendo a Jin jadear y retorcerse.
Su preciosa Jin…
Obito mordisqueó suavemente el pezón de Jin y sintió la sensible carne responder a su toque, alzándose presa de sus mimos y atenciones. Su respiración se estancó ligeramente y sus ojos se nublaron mientras el rojo cobraba vida en sus iris, tiñendo de carmesí sus pupilas.
Jin suspiró y gimió suavemente, las manos de Obito acariciaron y masajearon cada parte de su cuerpo, teniendo cuidadosa consideración en cada parte de ella, incluso sus pantorrillas no se salvaron de sus marcas y la posesividad que brillaba en sus ojos carmesíes que grababan cuidadosamente el momento.
Con suavidad, Obito bajó los lindos pantalones cortos de Jin junto con sus braguitas y colocó sus gruesos muslos a cada lado de sus anchos hombros, besando la piel, mordiéndola y marcándola a gusto antes de centrar su mirada en su objetivo.
—¡N-nng…! —Jin se estremeció y sus ojos se aguaron ligeramente, Obito respiró suave y profundamente su aroma, deleitándose y embriagándose con su seductor aroma, antes de sumergirse en los labios de su coño como un hombre hambriento— ¡O-Obito-kun! —gimió Jin dulcemente mientras el Uchiha trabajaba su mandíbula contra su zona inferior.
Jin gimió, sollozó y maulló mientras la apasionada lengua de Obito barría cada parte de sus sensibles paredes, pasando lentamente la parte plana de su lengua por su sensible clítoris y luego metiendo su lengua dentro de su ajustado interior, utilizando su húmedo apéndice como si pudiera follarla con el.
Obito se sintió intoxicado, Jin estaba siendo bastante vocal, gimiendo deliciosamente mientras daba cánticos de su nombre, estremeciéndose, retorciéndose y maullando tan dulcemente que su polla se sentía dolorosamente dura y expectante, pero no, él quería saborear este momento lentamente, cuidar de su Jin y sentir el calor bajo sus palmas, presionar su suave cuerpo y encontrar ligeras resistencias en señal de que ella sigue estando aquí.
-que ella está viva-.
—¡A-aaah~! ¡Obito-kun~! —Jin gimió agudamente arqueando su espalda, sus sensibles paredes aterciopeladas rodeando firmemente la lengua del hombre, que gimió contra su sensible coño, haciéndola jadear sin aliento.
Los dedos del Uchiha acariciaron suavemente su sensible coño, sin dejar de lamer y sorber obscenamente su sensible flor. Con una ligera presión, los gruesos dedos del hombre entraron lentamente dentro del sensible canal de amor, haciendo que la mujer se estremeciera y retorciera aún más, sus tiernas paredes apretándose a su alrededor, asfixiando los dedos que invadían su templo sagrado.
—¡O-Obito-kun~! —Jin gimió sintiendo su rostro arder, sus ojos se aguaron ligeramente mientras jadeaba y gemía con la boca abierta mientras el hombre codiciosamente comía su coño sin ningún reparo ni modal, tomando lo que quería como quería y haciendo de las suyas con el cuerpo de la mujer que amaba.
Jin sintió su rostro quemar mientras sus oídos ardían al escuchar el obsceno sonido acuso que producía su sensible coño -y agradecida mentalmente de haber puesto sellos silenciadores en su cama, gracias a las constantes quejas de Kakashi sobre querer levantarse temprano y no poder dormir con sus “chillidos de cabra loca” mientras se desvela creando ideas para sellos- cuando su precioso novio comía de su coño como todo un rufián, haciendo que Jin se avergonzara aún más por el hecho de que estaba siendo tan ruidosa mientras la devoraban -nuevamente agradece a los sellos en su cama-.
Obito ignoró sus gemidos y sus dedos entraron y saliendo del estrecho agujero de amor de su amada novia, preparando aquel pequeño canal para que su polla, considerablemente más gruesa, pudiera acariciar por dentro a su preciosa Jin mientras sus manos y boca se encargaban de acariciarla por fuera.
—Y-yo~ yo~ Obi~ Obito-kun~ —gimió ahogadamente Jin y el Uchiha gruñó contra sus paredes, haciéndola gemir miserablemente con los ojos aguados del placer.
—Córrete para mi preciosa —Obito besó tiernamente el clítoris hinchado de Jin mientras agregaba el tercer dedo, empujando sus dedos más bruscamente dentro de su sensible coño.
—Obi~ —Jin gimió y, obedientemente, se corrió contra la boca y lengua del Uchiha que estimulaba su interior.
—Tan bueno~ —gimió el Uchiha, sorbiendo gustosamente cada jugo de amor que escurría por el bonito coño de su amada Jin.
—E-espera~ estoy sensible~ —Jin gimió avergonzada mientras los dedos de su novio no dejaban de entrar y salir de su sensible coño y los labios del Uchiha nuevamente se sumergían entre sus piernas.
—Está bien —murmuró antes de empezar a comer y beber nuevamente como un hombre hambriento, haciendo que Jin gimiera y sollozara por el placer de la sobreestimulación.
Obito se relamió los labios mirando el desastre que había causado, hizo correrse a Jin al menos otras tres veces más sobre su boca y lengua a la vez que sus dedos trabajaban en estirar el apretado agujero de amor. Levantándose mientras sus manos tomaban los muslos abiertos de su princesa, Obito observó el rostro sonrojado, lloroso y babeante de su amada.
Era preciosa.
Su polla acarició suavemente los pliegues de su querida pareja antes de sumergirse lentamente en el ajustado calor que envolvía exquisitamente su gruesa y pesada polla. Jin gimió suavemente con los ojos bien abiertos y una expresión un poco indefensa mientras Obito insertaba lentamente su gran polla dentro de sus paredes, sabiendo que el Uchiha nuevamente no se detendría hasta tenerla como un desastre pegajoso debajo de él.
Jin cerró sus ojos gimiendo y disfrutando de la gran estiración, sintiendo como el Uchiha llenaba totalmente su interior e incluso lo forzaba a abrirse un poco más de lo que debería con tal de abarcarlo completamente. Obito miró los parpados de Jin temblar mientras tenía una expresión entre incomoda y placentera, con dulzura besó sus parpados y bajó por sus mejillas hasta besar tiernamente los adorables labios de su preciosa mujercita.
El gemido de Jin fue ahogado contra los labios de Obito, podía sentir claramente como esa enorme polla presionaba contra su cuello uterino haciéndola jadear y retorcerse nuevamente, pero su hombre la mantenía bajo control y la presionaba contra la cama mientras sus caderas lentamente empezaban a alejarse, arrastrando lentamente la gruesa polla fuera de su interior.
Cuando solo la punta estuvo dentro de su dulce coño, Obito aceleró bruscamente metiendo su dura longitud de golpe, haciendo que Jin fuera un desastre de gemidos y balbuceos. Los ojos del Uchiha se fijaron como su polla sobresalía adorablemente del vientre de Jin y la sola vista lo excitó aún más, haciendo que sus caderas golpearan más rápido el apretado coño de su preciosa novia.
Jin era un completo desastre de gemidos y balbuceos, ver a su ángel tan deshecha por él y su polla solo calentaba más el corazón de Obito, observando como este ser puro era corrompido por sus profanas acciones.
Elevando los muslos de Jin sobre sus hombros y presionándola aún más contra la cama en una apretada y ajustada prensa de apareamiento, su polla se sacudió ligeramente en el interior de su amada la idea de que su semilla echara raíces en el cálido vientre.
Obito no se contuvo en absoluto ni fue cortés mientras embestía el pequeño coño apretado de su novia hasta el punto en que bofetadas húmedas resonaban en la habitación.
—Me voy a correr dentro —murmuró Obito y besó los labios de Jin, la cual se estremeció y le miró con los ojos aturdidos, pero correspondió el beso con las mejillas sonrojadas y cerrando nuevamente sus bonitos ojitos.
Da igual, tiene el sello anticonceptivo, a menos de que Obito encontrara una forma de romperlo o le preguntase a alguien como deshacer el sello, él no podría dejarla embarazada por muchas veces que se corriera dentro.
—Mmm… —Jin profundizó tímidamente el beso, sus brazos rodearon el cuello del Uchiha, sus uñas rascaron suavemente la espalda del hombre mientras sus cejas temblaban.
Jin sintió sus muslos temblar y contraerse mientras se corría, podía sentir como su coño ordeñaba intensamente la polla del Uchiha, casi exigiéndole que se corriera dentro suyo y llenara su útero con su espesa y fértil semilla Uchiha, llenando de vida su vientre vacío.
Lentamente la polla del hombre salió de su interior y Jin gimió suavemente sintiendo como el espeso semen lentamente se deslizaba desde su interior. Los ojos de Obito fijos mirando intimidad que lentamente dejaba escapar su semilla, haciendo a Jin avergonzarse y apartar la mirada mientras Obito miraba como su semen se deslizaba de su interior.
Honestamente, para Obito la vista era un poco erótica, como, ver a su angelito no pudiendo llevar toda la carga de sus bolas era todo un espectáculo.
Con dulzura, Obito la volteó, elevando sus caderas y dejándola en cuatro, Jin, obedientemente, extendió sus caderas mientras empujaba su coño goteante a la dura polla de su novio, el cual no dudó en aceptar encantado la invitación y empezar a desbastar su interior.
Jin gimió sintiendo la brusquedad con la que la tomaba su pareja, había algo primario en lo que hacía, como una especie de instinto o falta de razonamiento que lo impulsaba a ser un poco más primitivo, a tomar lo que quería y follar su sensible agujero con dureza, como si intentara demostrarle a alguien algo.
Obito miró con concentración como su polla entraba y salía del apretado coño de Jin, sus ojos rojos podían ver con detenimiento como el semen lentamente escapaba de su agujero, como su polla golpeaba bruscamente su precioso coñito, como este lo envolvía deliciosamente, podía las preciosas y redondas nalgas de su amada regordetas ondear y agitarse por culpa del brusco chocar de su pelvis su pelvis contra ellas.
Una de las manos del hombre acarició suavemente las nalgas de Jin mientras que la otra apretaba sus caderas y las empujaba hacia él, sus ojos enfocados en como la pálida piel lentamente se estaba sonrojando y, sin poder evitarlo, su mano cayó sobre la tierna piel, la cual onduló y rebotó ante su golpe, dejando escapar un sonido de bofetada a la vez que un agudo gemido escapa de los labios de la mujer que él amaba.
Obito… Obito sintió que estaba demasiado separado de Jin aun, incluso si la estaba empalando con su polla enterrada hasta las bolas dentro de ella, incluso si podía escuchar sus gemidos y jadeos prácticamente contra su oído, si podía escuchar su corazón latiendo fuertemente contra su pecho o sus cuerpos chocar apasionadamente… sentía que no estaba lo suficientemente cerca de ella, como si necesitara incluso aún más profundidad, aún más cercanía.
Jin gimió suavemente mientras sus mejillas se sonrojaban y coño se apretaba sintiendo la imponente figura de Obito cernirse sobre ella como una sombra imponente e intimidante. Jin podía sentir los abdominales y pectorales de Obito se presionaban contra su espalda, podría sentir los gruesos muslos del hombre contra la parte posterior de los suyos y su peso presionando contra su espalda, inclinándola más contra la cama y sometiéndola completamente mientras él la manejaba como quería.
Un familiar nudo creció en el vientre bajo de Jin sintiendo como Obito la envolvía con su figura, follándola duramente, como si intentara presionar más y más su cuello uterino, como si intentara follarse de una manera nunca antes sentida.
—¡Obito-kun~! —Jin gimió al sentir como nuevamente se acercaba al clímax, arqueando su espalda a la vez que sus ojos se abrían y su boca soltaba sonidos lascivos e incoherentes.
—Jin… —murmuró Obito contra su nuca y suavemente mordió su piel a la vez que se corría nuevamente dentro de ella.
—¡M-mm~! Tan bueno~ —gimió Jin sintiendo como Obito nuevamente la llenaba con su espeso y abundante semen.
Obito besó sus hombros y espalda antes de salir nuevamente de ella.
Jin, la cual estaba siendo consumida por su Uchiha de una manera primaria, estaba a punto de perderse completamente en la obscena y erótica escena hasta que escuchó el sonido de golpes en su puerta y todo su cuerpo se tensó, sacándola de su estupor apunto de haber sido completamente arruinada por su hombre y estar en un estado que solo quería su polla y semen.
—B-bebé… —murmuró Jin sintiendo a Obito no detenerse en absoluto mientras continuaba follando su coño con descuidados chapoteos—. E-están llamando la puerta…
—Mmm… —Obito era un hombre con una misión, la misión de cerciorarse completamente de que su dulce mujer estaba viva y si tenía que follarla hasta el olvido, lo haría.
Las manos de Obito presionaron más contra sus caderas y una de sus manos descendió por su columna.
—C-cariño~ —gimió Jin retorciéndose mientras Obito chupaba sus senos y pellizcaba sus nalgas.
—¡JIN, SI NO CONTESTAS EN TRES SEGUNDOS, ABRIRÉ LA PUERTA Y ASUMIRÉ QUE ESE ANIMAL QUE TIENES COMO NOVIO TE ESTÁ FOLLANDO! —Jin se pone pálida ante la amenaza de Kakashi.
Sabía que ese loco bastardo realmente le abriría la puerta de una patada.
—¡Uno…! —gritó Kakashi y Jin mira en pánico a Obito, el cual pareciera tener orejas de pescado mientras la miraba intensamente con una pasión y concentración que la estaba poniendo de los nervios— ¡Dos!
—¡E-estoy despierta! —chilló Jin agudamente, entre el nerviosismo y que Obito estuviera haciendo todo un trabajo en reorganizar sus entrañas, Jin no tenía muchas tonalidades en las que pudiera hablar, solo pudo a regañadientes sacar su cabeza de la cama mientras su novio apoyaba su mano debajo de su cabeza para que no se golpeara con el mueble.
—¿Jin despierta a esta hora? —murmura para sí mismo y Kakashi mira con sospecha la puerta, demasiado escéptico de que su hermana, quién no dormía, sino que invernaba, estuviera despierta a una hora decente— ¡Abre la puerta…!
—¡No! —chillo de vuelta Jin, Jin no sabría si era porque Obito empezó a redoblar sus esfuerzos, atacando su punto dulce y sus senos la vez, haciéndola sonrojarse aún más mientras sus ojos se aguaban.
—¡Te la abriré yo entonces! —amenazó el albino sintiendo algo raro.
—¡Que te jodan! —gritó Jin, sin saber si el insulto iba hacia su hermanastro o hacia su precioso novio, el cual le importaba un carajo de que lo descubrieran con la polla metida hasta las bolas dentro de ella.
—Hum… —Kakashi asintió para sí mismo, sí, esta era una respuesta que Jin, medio dormida y medio despierta diría.
Por supuesto, intentaría envenenar sus comidas, después de todo, ella no era en absoluto una persona madrugadora y, si tuvo la mala suerte de despertarse temprano, ellos pagarían el plato roto… y tampoco es como si les importase estar envenenados, después de todo, su padre y él habían terminado desarrollando cierta resistencia al veneno por culpa de Jin.
Por supuesto, Rin era quien los atendía luego de que Jin los envenenara con su comida. Ella los regañaría por ser descuidados, pero, como hijo de puta certificado, Kakashi utilizaba la carta maestra: “Es comida de Jin, incluso si está envenenada, ¿La botarías?”
Su argumento, completamente válido y razonable, haría callar los regaños de cualquiera que hubiera probado la comida de Jin.
Aun así…
—¡Si vuelves a tocar esa jodida puerta te reviento a ostias! —gritó Jin y soltó un chillido, sus manos rasguñaron los hombros de su novio— ¡Envenenaré tu comida para que mueras lenta y agonizantemente lento, perra albina! ¡Todos moriréis lenta y agonizantemente!
Kakashi soltó una risita, bien, Jin se despertó de mal Humor e incluso su inmensa energía Simp de Obito no pudo disuadir a la bestia enojona que era su hermana cuando dormía mal, por lo que se consoló a si mismo diciendo que la noche con Obito no fue para nada agradable y Jin despertó con un terrible humor.
Claramente acababa de despertarse, tal vez su llamado a la puerta la despertó, eso podría justificar su ridícula redundancia de recalcar cuan lento morirían todos, aparte, su frase no tenía demasiado sentido.