![So Simp [Yandere! Uchiha Obito]](https://fanfictionbook.net/img/nofanfic.jpg)
xc. quejas
Jin miró a Kakashi y Sakumo regresar enojados, la frustración era evidente en sus rostros de ceños fruncidas y el aura malhumorada que los rodeaba, por lo que una suave sonrisa surgió en su rostro y sus mejillas se sonrojaron ligeramente al pensar en cómo Obito debió hacer escapado de estos dos tontos albinos sobreprotectores.
—Señorita… —la sonrisa de Jin rápidamente se vio borrada cuando vio la mirada de Sakumo y se escondió detrás de su papá con una mirada de chihuahua aterrorizada mientras temblaba intensamente— Cariño —saludó cálidamente el albino y Jin suspiró aliviada—. ¿Sabes lo que hizo tu hija en tu ausencia?
—¿Qué hizo? —preguntó Banri mirando a su hijita temblar y ser adorable detrás de su espalda.
—Se consiguió un canalla —Sakumo se cruzó de brazos mientras tenía una mirada de desaprobación en su rostro y Banri alzó una de sus cejas mirando intrigado a su pareja.
—Hum, ¿Puede créelo, Banri-san? ¡Se consiguió un novio! —se unió Kakashi en sus quejas como su padre, mirando decepcionado a Jin como si hubiera pecado e ido en contra de la aldea en un ataque genocida o algo por el estilo.
—Oh… ¿Se refieren a Obito-san? —preguntó Banri ladeando ligeramente la cabeza confundido e intrigado mirando a su esposo e hijastro con auras asesinas juguetonas.
Si utilizaran sus auras asesinas, él sin duda caería K.O al instante, lo mismo sucedía con el aura de su hija, por lo que los tres shinobis han acordado tácitamente a utilizar versiones simplificadas y juguetonas de aspectos más violentos de su rubro shinobis a su alrededor para no lastimarlo inconscientemente al no controlar su fuerza.
Eso no quiere decir que cuando Kakashi, en sus escasas veces que trae amigos a su casa, no le lance Kunais y shurikens de manera juguetona a sus camaradas y estos se lo devuelvan, lo mismo sucede con Sakumo o con Jin, la cual traería a sus amigas a menos, lo que llevaría a algunas peleas entre ellas que puede o no destrozar algunas paredes.
O cuando traer a su grupito para hacer sellos, Kushina-san era la que más rápido se frustraba si no salía como quería y destrozaba algunas cosas por accidente con su ira. Lo único bueno es que sabe que jamás lastimarían conscientemente a su hija, por lo que hace oídos y ojos sordos a las atrocidades que se hacen de vez en cuando en una de sus habitaciones que designaron para crear sellos de vez en cuando en una especie de laboratorio extraño.
Su esposo era el más discreto, usualmente solo traería a los tres Sannin y Dan a alguna noche de copas, con los cuales se desarrollarían ciertos juegos de azar y ocio, la única manera en que Tsunade no pierda dinero real jugando fue en el juego “Monopoly” que Jin diseñó, pero también evidenció que la mujer tenía una suerte horrible, porque siempre caería en las penalizaciones como si el juego estuviera arreglado para hacerla caer.
En serio, era ridícula su suerte, ¿Cómo seguía viva? Las probabilidades eran demasiado bajas como para que Tsunade le saliera todo lo malo, pero así sucedía y Banri podía entender su furia asesina, lo que no podía comprender es qué le hicieron sus pobres muebles para recibir tanto odio.
Al menos es menos destrucción porque Dan-san sabía como controlar a su mujer cuando está enojada, de lo contrario, Banri teme que derriben su casa incluso con todos los sellos de protección que puso Jin para asegurar su seguridad.
Y Jiraiya… bueno, era bastante normal y sencillo, con alguna que otra broma acertada por aquí y por allá, podía entender porque era amigo de su esposo… hasta que empezó a soltar alguna que otra obscenidad y decía ser orgullosamente un pervertido. En ese momento, Banri quiso echarlo de la casa, ¡Si este hombre era capaz de espirar baños públicos y aguas termales, Banri no lo quería en su casa! Él tenía a una preciosa hija a la que cuidar, ¿Cómo podría hacer que compartiera techo con un pedazo de mierda como esa?
En el peor de los casos podría terminar en tragedia, su hija era hermosa, joven y voluptuosa como su madre, no era débil, pero el hombre que tenía enfrente era un terror ente las naciones ninjas y se había hecho una fama y reputación que no era menor a su habilidad, por ende, su preciosa hijita estaría frente a un pedazo de mierda que se aprovecha de la vulnerabilidad de las mujeres mientras están desnudas y relajándose en aguas termales, ¿Qué sucede si su hija justamente decide ir a nadar por el calor? ¿Y si se da una ducha y no cierra bien la puerta?
Banri no querría saber ese resultado, un hombre así de asqueroso no podría estar cerca de su hija. Incluso si ella tuviera sellos para impedir cualquier fuerza externa, ¿No es este hombre otro maestro en Fuinjutsu? ¿Qué pasa si desactivaba los sellos de su hija? Su pequeña ya tiene traumas con los hombres, ¿Qué debería hacer? Como padre responsable y cariñoso que es, esa mierda debe permanecer fuera de su casa.
Amigo de Sakumo o no, es un peligro para su hijita.
Al menos, de los tres legendarios Sannin Orochimaru-san es el más civilizado del grupo y sabe preparar un buen té, no solo es alguien tranquilo y calmado, sino que también es muy inteligente, tiene una muy buena cabeza sobre sus hombros y suele hablar con él de varias cosas relacionadas a sus negocios hasta que Sakumo se cansa de no entender nada y actúa como un cachorro mimado.
—¿Qué…tú… lo sabias? —ambos Hatake se congelan y miran en shock al azabache antes de mirar a Jin con incredulidad y traición en sus miradas.
Jin se escondió aún más en la espalda de su padre como si fuera el refugio más seguro del planeta.
—Cariño… —Sakumo se aclaró la garganta estupefacto— ¿Jin te dijo que tenía novio?
—Sí, ¿Por qué no me lo diría? —Banri ladea ligeramente la cabeza y mira confundido a su esposo mientras arquea una ceja interrogante—. No es como si no me tuviera la suficiente confianza para decirme sobre su vida o contarme sobre sus relaciones personales.
Kakashi y Sakumo sienten que una flecha de “Jin no confía en ti” y “eres poco confiable” atravesaba sus pechos y se asentaba en sus corazones como una enorme roca lanzada al océano, haciéndolos emanar un aura azul de sus cuerpos mientras sus rostros decaían.
—Jin es bastante abierta con sus cosas, también muy vocal sobre sus quejas —Banri miró extrañado al dúo padre e hijo—. Me suele contar todo, desde cosas básicas que le gustan a ella o sus amigos hasta quejas ridículas como que Anko es… una perra roba brasieres…
—¡Es cierto! —exclamó Jin desde la espalda de Banri y una expresión de furia apareció en su rostro— ¡Esa zorra ingrata me robó mis brasieres adorables y me los cambió por unos de encaje y trasparentables! ¡Necesito venganza!
—¿La suficiente venganza como para ponerle un sello que la convirtió en serpiente por tres días? —Banri arqueo una de sus cejas—. Tienes suficiente dinero para reemplazar los brasieres que… tomó prestados…
—Papi, es que tú no lo entiendes —Jin habló en un tono de mocosa malcriada— ¡Esto no lo hace porque le falte dinero! ¡Lo hace porque dice que debo remodelar mi armario! ¿Qué tiene de malo que utilice ropa con fresitas y corazones?
Kakashi y Sakumo tosieron, no necesitaban esa información.
—¡Aparte! ¿Sabes la vergüenza pública que habría pasado si uno de mis bikinis se hubiera cambiado por esa mierda trasparentable? ¡Ni siquiera haría falta que desnudara para que vieran a través de mi ropa! —Jin parecía indignadísima y haciendo un puchero.
Las caras de los tres hombres se pusieron tan negras que gotearían tinta.
—¡Enserio! ¡Dice que debo cambiar mi ropa interior o ningún chico me va a follar, como si me interesara! ¡Ella siempre ha sabido de mi enamoramiento hacia Obito-kun! —Jin bufó molesta— ¡Y cuando me concertó una cita…!
—Le escondiste su caja de condones —Banri miró a su hija con una cara inexpresiva, antes, le parecía un poco excesivo que le escondiera la protección a su amiga, lo que podría resultar en enfermedades de transmisión sexual o en un embarazo no deseado.
Si, Jin le había contado cuidadosamente como entró en la casa de su amiga, evitó las trampas en esta, buscó entre sus cosas de arriba abajo -también se tomó el tiempo de explicarle algunas cosas que tenía Anko y que a él le gustaría olvidar- y como por fin alcanzó su objetivo y consiguió la caja de condones, solo para esconderla en donde Anko jamás la encontraría; la cesta de verduras con un sello de conservación.
¿Y ahora que le parecía esa mezquina venganza? Ahora le parece que su venganza no fue más que un juego de niños.
—¡Bueno, para que sufra! Si se pusiera el sello anticonceptivo, no tendría que confiar en sus látex —Jin se cruzó de brazos mientras miraba a otro lado hinchando sus mejillas en un puchero— ¡Pueden pincharlos y ella terminaría o embarazada o con varias ITS!
—Puede comprarse otra fácilmente, ¿No? —Banri suspiró por la extrema confianza de Jin en sus sellos.
Pero Jin no tiene falta de razón ya que modificó los sellos anticonceptivos con ayuda de Tsunade y Orochimaru para que los sellos de las Kunoichis y shinobis no fueran solo para evitar tener bebés indeseados por una noche de calentura, sino que también evitaran enfermedades de transmisión sexual y las trataran de forma pasiva.
No es como si las fuera a curar mágicamente una vez que ya las tuviera, pero es posible que, si expones a alguien con alguna ITS tratable, se cure en unos meses por el uso del sello y si no es tratable, al menos se contenga y no empeore, contagiando a demás personas.
—Conociéndola, se enfadaría porque no tiene en su casa —Jin sonrió maldadosamente y Banri suspiró negando con la cabeza— ¡Aparte! ¡De solo imaginar su cara de frustración cuando se dé cuenta de que está caliente y no tiene condones me hace reír!
Jin rio como estereotípica villana en los cuentos de romance.
O como una bruja malvada, tómalo como quieras.
—… —Banri suspiró mirando a su hija en versión chibi riendo como una pequeña brujita con un diente afilado mientras que el mundo a su alrededor se quema.
Tan infantil.
—Tu relación con Anko-san es bastante complicada —suspiró el hombre mirando a su hija.
—No es complicada, somos amigas —Jin respondió felizmente.
—¿Amigas? —arqueó la ceja Banri.
—Mejores amigas —asintió orgullosa Jin.
—Si así es tu relación con tu mejor amiga… —suspiró Banri.
—Bueno, aunque debo de aceptar que también soy bastante cercana a Shizune y Rin, pero supongo que ellas conocen mejor mi cuerpo porque son las que usualmente me atienden cuando cualquier sello sale mal —Jin rio despreocupadamente recordando las veces en que los sellos explotaron y sus sellos de protección se desactivaron por la gran explosión o tuvieron una mala sinergia con el nuevo sello en creación mandándola a la verga.
Hahaha en este punto, Orochi-san ni siquiera tendría la oportunidad de enseñarles su técnica de huesos blandos antes de que sus huesos están rotos por una explosión por una pequeña falta de ortografía en su sello.
Lo bueno, es que tiene a dos súper preciosas y amorosas y poderosas amigas que harían todo por verla bien, así que la curan bastante decentemente al punto en que puede volver a moverse en un día y tiene una maestra toda poderosa que simplemente la vuelve a construir como si fuera un bloque de lego, de lo contrario, Jin cree que sus sellos más locos la harían pasar más de la mitad de su vida en el hospital.
—¡Pero eso no les da excusa para tocar mis pechos! ¡Ni siquiera Anko es tan…! No, olvídalo, Anko si es descarada —Jin miró inexpresivamente la pared— Bueno, no es importante, ¿Verdad? Ni siquiera sé de qué se queja Rin, ella también tiene pechos, ¿Verdad papi?
—¿Por qué les miraría los pechos a las amigas de mi hija? —preguntó inexpresivo Banri y Jin hizo un puchero.
—Deberías estar de acuerdo conmigo, no cuestionarme —Jin hizo un puchero cruzándose de brazos en un tono acusador.
—Rin tiene bonitos pechos, no es necesario que sean exagerados como Lady Tsunade ni grandes como Kurenai o Anko. Yo digo que sus pechos son perfectos —Jin asintió como si fuera una sabia en pechos.
Y en cierta manera, si consideras la cantidad de fan service al fandom masculino de los animes, Jin siente que puede llamarse a sí misma una experta en pechos.
—Si, son bonitos —asintió Kakashi y todas las miradas se centraron en él, haciéndolo encogerse en su lugar— ¿Qué? —preguntó a la defensiva.
—¡Te interesaste en una mujer que no sea ficticia! —exclamó sorprendido Sakumo y miró anonadado a su hijo.
—¡Aceptó que Rin era bonita! —exclamó aún más con la boca abierta Jin.
—Vaya, tienes interés sexual en mujeres y no en tus libros —incluso Banri se unió y Kakashi se sintió extrañamente irritado.
—¡Yo también me intereso en mujeres, vale! —exclamó a la defensiva Kakashi alzando las manos.
—A ver, di una chica que te guste, te interese físicamente, que yo no te la haya presentado, que exista y no sea una actriz que represente a tus mujeres de los libros —desafió Jin y Kakashi la miró impasible mientras su mandíbula se movía ligeramente para hablar—. Y que no sea Rin.
—… —Kakashi miró indefenso a Jin.
Kakashi de pequeño era una pequeña mierda arrogante y distante, demasiado metido en su cabeza con el título de genio, así que incluso Kurenai, Shizune y Anko fueron primero amigas de Jin antes que suyas y ella se las presentó.
—¿Tienes alguna amiga que no sea alguien que te presenté o Rin-chan? —Jin alzó una de sus cejas.
—…
—Ni yo era tan malo socializando… —Sakumo miró con lástima a su hijo.
—No puedo decir nada, tengo dinero y si las mujeres no se acercan por ello, es por mi físico —Banri se encogió de hombros.
—Es molesto que seas un imán —Sakumo hizo un ligero puchero.
—Ven a dos hombres atractivos cenando juntos, no creo que se les pase por la cabeza que somos pareja —Banri se encoje de hombros—. Supongo que es normal que nos den segundas miradas cuando salimos juntos.
—… —Kakashi, que se sintió juzgado…
—Kakashi es bastante guapo, incluso con su cubrebocas tiene todo un club de fans, pero… —Jin mira decepcionada a su hermano—. Huye cobardemente cada vez que alguien hace una insinuación.
—¡Tú también huyes! —recriminó Kakashi buscando la cuerda para salvarse de esta terrible humillación.
—No huyo —Jin miró indiferente a Kakashi—. Los tolero en su mayoría, los hombres no saben coquetear —los tres hombres sintieron que de alguna manera los estaban insultando—. Sus coqueteos son básicos, aburridos y estúpidos, si es que no caen en el ridículo o en lo pervertido, ¡Cielos! ¿Por qué se creen con el derecho de simplemente intentar “imponerse” ante una mujer? Enserio, solo los hace ver como payasos.
—…
—“Soy un macho alfa, bua, bua, bua” —Jin los imitó de forma ridícula— “Hey nena, te vez un poco solita, déjame que este hombre te acompañe hoy” ¿Y cuando te insisten? ¡Aaagggghhh…! ¡Oh cuando los descarados esos te invitan una copa e intentan automáticamente meterse en tus pantalones…!
Jin empezó a despotricar sobre algunos idiotas intentando coquetearle, en realidad eran nefastos, tirando más para el acoso que para el ligue casual, por lo que Jin tuvo que aterrorizarlos un poco.
Los tres hombres se quedaron en silencio escuchando a Jin despotricar y hacer el ridículo mientras imitaba los pésimos coqueteos que le daban.
Les dolían los ojos, pero no apartaron la mirada para observar y aprender a no cometer esos errores…