![So Simp [Yandere! Uchiha Obito]](https://fanfictionbook.net/img/nofanfic.jpg)
lxxxi. inferiores
Kisho jadeó contra su pecho, pequeños quejidos escaparon de su garganta mientras temblaba más fuerte contra ella, podía sentir como su top turquesa se mojaba lentamente y ella cerró sus ojos haciendo oídos sordos a los sollozos ahogados de Kisho.
Un sonrojo se profundizó en el rostro de Kisho mientras jadeaba, su agarre se apretó en las caderas de Jin mientras baba escapaba de su boca ligeramente entre abierta. El aroma de Jin era demasiado bueno, demasiado tentador. La suavidad de los senos de Jin era impresionante, prácticamente podrían cubrir todo su rostro y ella sentada en su regazo, con cada uno de sus regordetes y tersos muslos a cada lado de sus caderas no ayudaba.
No cuando su kimono se había abierto revelando sus suaves muslos desnudos, Kisho tragó saliva ligeramente.
Ella… ella dijo que no se preocupara por las consecuencias, ¿No? Ella lo dijo, lo dijo, ella le dio su permiso.
Kisho gimió contra los senos de Jin temblando, podía sentir su polla elevarse contra la suave tela de su yukata y presionar contra el centro de Jin, podía sentir como su dura polla exigía por atención que él no podría darle con Jin encima de él…
O sí.
Sus caderas se sacudieron contra el suave contorno del coño de Jin, sus ojos azules mirando sus regazos juntos, la tela purpura azulada del kimono de Jin arrugándose contra la tela de su faja turquesa, arremolinándose sobre su vientre, como poseía unos diminutos shorts que apenas actuaban como unas bragas.
Kisho tragó saliva.
Miró como su polla se frotaba contra el coño de Jin, como su doloroso bulto se frotaba contra el relieve del coño de Jin y se perdía en su hendidura, sacándole un lamentable quejido mientras sus dedos se hundían en sus caderas.
Entonces miró distraídamente la tela de su yukata y se dio cuenta que no era su yukata.
Era del mismo color del kimono corto de Jin, eran la misma tela simple sin dibujos… esto… ¿Un yukata a juego? ¿Un yukata a juego con Jin? ¿Cómo lo utilizarían una pareja?
Kisho se sintió mareado, su mente febril empezó a imaginar a Jin llamándolo suavemente esposo, sus regordetes labios haciendo un puchero se cruza de brazos debajo de sus regordetes senos, sus ojos mirándolo con cariño y amor mientras le da de comer en la boca. Kisho gimió patéticamente mientras sentía como su polla estaba dolorosamente dura, podía sentir la sangre acumulándose a punto de estallar.
Su mente volvió a divagar, imaginó a Jin debajo suyo, gimiendo y rogando por más, imagino sus grandes tetas rebotar contra su cara, su pálida piel contrastando contra el suave rosado que seguramente tendrían sus lindos pezones a los cuales pellizcaría con suavidad y luego chuparía con mimo. Se imaginó a si mismo acariciando el cuerpo de Jin, besando su piel, marcando su carne, follando su bonito coño rosado y llenándolo con su semen.
Kisho gimió más fuerte.
Podía imaginarlo ya, podía imaginar a Jin cubierta de su semen, marcada de una forma posesiva y repulsiva, podía sentir su polla palpitar de deseo al imaginarla redonda y gorda con sus hijos, imaginando amamantando a sus bebés.
Sería una lástima que perdiera su hermosa figura de reloj de arena, pero no pasa nada, seguramente ella recuperaría su cuerpo fácilmente una vez que se pusiera a entrenar un poco.
Entonces ella sería su hermosa ama de casa que lo mimaría y cuidaría de sus hijos, ella sería tan hermosa solo recibiendo su polla y recibiéndolo con una gran sonrisa después de haber hecho todos los deberes del hogar como una esposa amorosa y haberse encargado de los hijos.
Kisho rodó sus ojos inhalando el aroma de Jin y ahogando un gemido estrangulado mientras se corría.
Ella no podía ser la esposa de su hermano.
Ella nunca lo sería.
Jin miró a Kisho colapsar y una mirada de compasión pasó por su rostro mientras lo dejaba descansar.
Pobre chico, gastó todas sus energías llorando desconsoladamente por una familia que nunca lo amaría. Jin sintió lastima por Kisho, pero no estaba en posición de sentir lastima por él cuando ella misma seguía teniendo su lamentable corazón de pollo a pesar de su profesión.
Ema miró con frialdad al hombre frente a ella, sus ojos recorriendo su cuerpo de arriba hacia abajo con detenimiento y calculo en sus ojos. Finalmente, los ojos fucsias de Ema se detuvieron en la diadema del hombre que se alzaba orgullosamente brillando contra la tenue luz de luna que entraba en su estudio improvisado con un brillo platino y frio.
Sus labios regordetes y teñidos de carmesí se fruncieron mientras miraban al hombre frente a ella y ladeó la cabeza ligeramente entrecerrando sus ojos.
—¿Así que tu aldea te envió a ti? —preguntó Ema casi arrastrando su lengua al mirar al hombre frente a ella, sus ojos afilados y su comportamiento casi tiránico de una emperatriz cruel que desdeñaba a los simples insectos plebeyos debajo de sus zapatos.
—Así es —asintió el hombre solemnemente sin caer en una estúpida idea de atacar a su empleador.
—Creo que fui bastante clara con mi petición —Ema arrastró lentamente la punta de su afilada uña contra la tersa madera cincelada de su silla bellamente decorada como si fuese una especie de trono.
El hombre la miró a contra luz, sus ojos vagaron por la exótica mujer frente a él.
Si esta mujer orgullosa no fuese su empleadora y conociera aproximadamente el alcance de la mano negra de esta mujer podrida, bien podría haberse enfadado al punto de utilizar esa bonita boca roja suya para que le chupe la polla hasta ahogarla con su semen y forzarla a abrir esos regordetes y tersos muslos mientras se folla su agujero arrogante hasta desfallecer.
Ema era una mujer sexy y madura, ese ajustado vestido suyo y su porte arrogante y noble solo acentuaban aún más su belleza fría.
—Aunque usted pidió específicamente a Mui-sama para esta misión, al ser el Amo del Hozukijo no puede abandonarlo fácilmente —habló respetuosamente el hombre enmascarando sus pensamientos retorcidos de follar a esta arrogante mujer hasta bajarle los humos—. Pero no se preocupe, aunque no soy tan bueno como Mui-sama, mi habilidad con el Katon: Tenro no es baja.
—Hum… ¿”No tan bueno”? Excusas para tu falta de habilidad —el hombre no se inmuta exteriormente, pero por dentro la ira crece lentamente.
—Mui-sama posee una gran cantidad de chakra y es un prodigio dentro de nuestro pequeño clan, su habilidad es tal como para restringir la habilidad de miles de personas a la vez, también puede contener fácilmente a un Jinchuriki y reducirlo a sus pies. No tengo tal habilidad desorbitada, pero puedo ocuparme de algunos cientos de Jounin —habló entre dientes el hombre y Ema hizo una mueca de desdén—. Por no hablar de una simple Chunin…
—Hum, mientras hagas bien tu trabajo, no me importa —Ema se apoyó en su silla mientras se cruzaba de piernas—. Si tienes un desarrollo satisfactorio, pagaré el doble de lo acordado.
—¿E-el doble…? —el hombre tragó saliva en shock al pensar en ello.
Actualmente estaba en una misión rango S, si esta mujer pagada el doble…
—Retírate, Shinobi de Kusa —ordenó Ema haciendo un ligero movimiento de su mano—. No dejes que mi estúpida hija de vea ni detecte.
—Entendido, Aisawa-sama —el hombre se dirigió a ella respetuosamente inclinando su cabeza mientras desaparecía en un rápido shunshin.
—Patéticos perros que mueven su cola por dinero —se burló Ema cuando el hombre desapareció con una mirada codiciosa en sus rasgos—. Disfruta de tu libertad mientras puedas, pequeña bastarda, tus días de salvajismo han llegado a su fin.
Ema rio encantadoramente mientras sus ojos se volvían medialunas.
Al día siguiente, para su completa sorpresa y sospecha, Jin, por primera vez en su vida, actuó tal y como quería Ema.
Y eso no le gustó.
Había algo… retorcido, mientras más miraba a su hija, sentía que algo iba escalofriantemente mal, como si hubieran despertado a una bestia que estaba esperando el momento de su equivocación para devorarlos en el mismo momento en que cometieran el error.
Su piel se erizó.
Sabía que ese codicioso ninja de Kusa no actuaría a menos de que diera la orden, pero incluso con el jutsu que quiere que emplee ese shinobi de Kusa, no significa que Jin fuese actuar tan mansa y elegante, a lo máximo, podría solo bajar sus aires de arrogancia y hacerla actuar con cautela, por lo que Ema estaba considerablemente atenta y alerta.
Nomi miró a Jin y se sintió… confundida, ¿Dónde estaba la niña salvaje que masticaría ruidosamente, tendría una personalidad salvaje, con un alma ardiente y una mirada feroz? Mirarla tan… tranquila, tan calmada y educada la hacía sentir… satisfecha.
Sin todo el salvajismo que exudaba su aura shinobi, la cual había sido suprimida considerablemente, Jin incluso parecía una candidata impecable para su querido hijo dorado. Todo en Jin era perfecto, su etiqueta, su postura, sus movimientos, la forma en que masticaba, como sus labios brillarían exquisitamente sin una sola gota de suciedad, la forma en que sostenía delicada y firmemente sus cubiertos.
Era… elegante…
Pero extremadamente fría, el aura de frialdad calante que congelaba hasta lo profundo de tus huesos emanaba de Jin a torreones, todo su cuerpo expulsaba esa sensación de distancia e indignidad, como si ella fuese superior a ellos en todos los aspectos y ellos solo fuesen motas de moho acumulándose desagradablemente en el camino.
Jin incluso vestía un elegante tipo de Hanfu modificado en tonalidades negras y grises, sus labios pintados de rojo, su cabello recogido en un sofisticado peinado alto.
—Entonces, Jin, ¿Ahora te encuentras mejor? —preguntó Nomi mirando a la fría y elegante joven de ojos afilados.
—Hmm… —Jin ni siquiera la puso en sus ojos mientras cortaba elegantemente al bistec que había pedido.
—Hoy te noto mucho más hermosa y elegante —comenzó la mujer rubia mirando con satisfacción el aura noble de la futura prometida de su hijo—. Sin duda eres una digna futura esposa para mi querido Yoichi-kun, elegante, refinada y de una familia acomodada, el día anterior solo debió de ser un mal día, te disculpo por ello.
Jin detuvo sus cortes elegantes y precisos.
—No hay necesidad de que te disculpes ahora que vamos a ser familia, ¿Verdad? Todos tienen días malos y… —la irritante mujer siguió parloteando para sí misma sin notar como Jin había detenido sus movimientos y la miraba con frialdad fijamente.
—Hum, para ustedes el dinero y los negocios son lo más importante, equivalen al valor individual de cada individuo al igual que su respectiva línea de sangre —Jin fríamente miró a la mujer rubia.
—¡Correcto! Es muy importante que las personas adineradas no se juntes con los pobretones, ¿Quién sabe qué clase enfermedades y deshonras traigan consigo mismos? —Nomi hizo una meca de desdén.
—Incluso si las personas adineradas hicieran algo mal, no es necesario que se disculpen con la gente con menos recursos y estatus, ¿No es así? —Jin cortó un pequeño tomate Cherry por la mitad, derramando su jugoso interior en el plato blanco puro.
—¿Por qué alguien con dinero tendría que disculparse con plagas de menor nivel socioeconómico? —Ema sintió que algo iba mal y miró a Nomi para luego cambiar a Jin, entonces, sus ojos se abrieron imperceptiblemente más de lo normal y entre abrió sus labios para pronunciar palabras para detener las acciones de su hija— El dinero es poder, el dinero es respeto, el dinero lo es todo, ¿Por qué deberías disculparte con alguien que tiene menos dinero que tú?
—Veo… —Jin soltó una pequeña risita seca.
—Es por eso que no necesitas disculparte, entiendo como…
—No, es precisamente por eso que no me disculpo —Jin se reclinó en la silla y miró con una fría sátira en sus ojos a la mujer rubia la cual se calló al ver el temperamento arrogante y despectivo de Jin—. Tú misma lo dijiste, ¿No? ¿Por qué debería de importarme lo que piensen insectos que están por debajo de mí? —Jin rio mientras tomaba una cara copa de vino y se la servía, agitando elegantemente el contenido como lo haría un catador profesional.
—¡¿A-a qué te refieres?! —exclamo indignada y con ira Nomi.
—Lo que escuchaste, basura de bajo nivel —Jin rio entre dientes tomando un sorbo del delicado vino servido.
Asqueroso, pero quería parecer una buena villana y los villanos no toman juguito de fresa con crema batida arriba, dos fresas y unas galletitas.
Una verdadera lastima.
—¿Por qué debería disculparme con personas de bajo nivel como ustedes, simples pobretones? —Jin rio entre dientes y los miró con risas detrás de sus largas pestañas— No merecen mi respeto ni mi mirada, ya sea en conexiones o dinero, vosotros sois inferiores a mi persona. Dinero, poder o fama, lo tengo todo, ¿Por qué debería de molestarme en convivir con insectos como ustedes?
—¡¿D-de qué hablas?! —la mujer rubia se puso roja de ira.
—Oho~ la gatita sacó sus uñas —rio divertido Yoichi mirando a Jin.
—Hum, no seas tan arrogante, aunque seas la única heredera de los Aisawa, nuestra familia no es inferior a la de tu madre —habló despectivamente Eshima ya impacientada por la actitud desdeñosa de esta perra—. Si ni siquiera tienes el apellido de tu padre, quién sabe que muerto de hambre habrás tenido de progenitor —se burló Eshima.
Podría soportar que actuara como un mono de circo, pero nunca soportaría que los intentase humillar actuando alta y arrogante como si fuese superior y mejor que todos ellos.
—¿”Muerto de hambre”? ¡Vaya! No sabía que pensabas tan mal de los Habibi —se burló Jin y lentamente se levantó de la mesa, caminó lentamente hacia la perra que insultó a su padre y derramó el carísimo vino que sostenía en sus delicados dedos— Ups, parece que mi mano se resbaló —Jin soltó una risita—. Parece que mi muñeca está cansada luego de entrenar.
—¡Maldita desvergonzada! —gritó una de las hermanas menores de Eshima— ¡¿Quién te crees que eres?!
Tan patética que Jin ni siquiera se tomó la molestia de recordar su insignificante nombre.
—Perra, por favor, ¿Quién crees que creó la mayoría de los sellos que ostentan tus pretenciosas comodidades? ¿Quién les dio las ideas sobre los sellos de efecto curativo a Tsunade-hime y a Orochimaru? ¿Quién crees que tuvo la loca idea de dilatar el tiempo para extender la duración de las raciones de comida en el campo de batalla? ¿Los sellos frigoríficos para volver a unir partes del cuerpo separadas en batalla? ¿Los sellos en todos los trajes Chunin y Jounin que los mantienen en una pieza incluso si pisaran cien papales bombas?
Jin rio con desprecio mientras explotaba la cara copa de vino.
—¿Quién crees que le dio la idea de meterse en el mundo médico a una empresa comerciante como los Habibi? ¡Fui quien sugirió las prótesis! ¡Fui quien creo métodos de entretención para que civiles como ustedes no se aburrieran como diversos juegos de mesa! ¡Participé en las negociaciones de paz y alianza con Suna! ¡Fui quien creó los jodidos sellos para que el rio Naka no se desbordase cada año y esa agua sobrante se fuese a Suna! Je, incluso hice que padre se metiera en la cosmetología y ahora son una de las principales potencias en belleza femenina, ¡No te atrevas a subestimarme, parasito insignificante!
Jin miró venenosamente a esta familia de cabeza rubias oxigenadas.
—Conmigo, los Habibi tienen un dominio completo en casi todas las áreas económicas —siseó Jin—. Ni siquiera me importa el apestoso e insignificante dinero maloliente de esa perra de ahí.
Después de todo, tener a Orochimaru como ayudante de sellos es magnífico en sí mismo, el único problema es que, al crear sellos tan masivos y peligrosos, usualmente los suelen vetar de su laboratorio y los rodean de Anbus para vigilarlos como niños malos, así que al aburrirse suelen experimentar con otras cosas que no requieran chakra -o Minato estaría sobre sus cabezas con esa bonita sonrisa pasivo-agresiva que promete dolor eterno- y terminan creando, por aburrimiento, cosas de cosmetología.
Terminaron creando cremas, sombras, pintalabios y un montón de cosas de primera calidad, incluso crearon perfumes por aburrición… que luego al unírseles Shizune, se volvieron perfumes venenosos… maquillaje asesino y tóxico… cof, cof.
¡Pero Hey! Al menos le dieron los inofensivos a su padre para que los comerciara y Orochimaru recibe mensualmente un 10% de lo ganado, lo cual no es poco.
En realidad, es absurdo lo que gana Orochimaru, ya no solo como ninja, sino que como comerciante de estas cosas, ya que con su ayuda también pudo crear las comidas en polvo, así que Orochimaru también recibe un 10% y no subestimes la comida instantánea, sobre todo la de bebé.
Orochimaru produce al año lo mismo que un pequeño clan con solo su persona, por no hablar de sus propias misiones y como su padre decidió invertir en lo que creara Orochimaru… eh, si, definitivamente Orochi-san gana demasiado para su propio bien, ni siquiera tiene que gastar mucho porque su padre le compraría algunos artículos que cree que le podrían beneficiar.
Jin suspira para sí misma, Orochi-san realmente es rico, lo mismo sucede con ella, ya que deja que simplemente su padre administre las cuentas, incluso le deja sus ganancias shinobi a su padre para que él las manejara y ella no se preocupe del dinero en su bolsillo y no tener suficiente.
Mezclar distintas áreas para que su padre gane mucho dinero es pan comido, sobre todo con las ganancias de parte de la aldea por utilizar sus nuevos sellos.
Básicamente, Jin está forradísima en tanto dinero que ni siquiera sabe cuánto es ni le importa.