So Simp [Yandere! Uchiha Obito]

La tarde pasó rápido y Jin fue a dejar a todos a sus respectivos hogares, haciendo su “tiránico” uso de su estado como shinobi nivel Jounin de Konoha y luego regresó a casa tranquilamente, en donde se tiró a su cama mirando el techo, ni siquiera se quitó los zapatos mientras cerraba sus ojos para tener un poco de calma antes de que tocaran su puerta suavemente y alguien entrase en su habitación.

Jin ni siquiera abrió sus ojos mientras la persona que entró en su habitación se sentaba al costado de su cama, antes de acostarse a su lado en la misma posición de descanso que ella, con las manos detrás de la cabeza y las piernas cruzadas, sus pies colgando de la cama.

—¿Cómo fue tu día? —preguntó Kakashi y Jin sonrió.

—Agotadoramente divertido —respondió ligeramente Jin.

—¿Kisho es tan intenso? —preguntó sorprendido y Jin negó con su cabeza.

—No, ¿Te acuerdas que te dije sobre los hermanos que conocí en la feria nocturna a la que fui con Kisho? —Kakashi asintió mientras daba un tarareo de reconocimiento—. Bueno, pues me invitaron a salir para “agradecerme” por salvar a Sora, la chica.

—Mmm… —Kakashi tarareó en señal de comprensión.

—Bueno, pues resulta que esos dos son todo un espectáculo —Jin rio entre dientes—. Se parecen mucho a ti y a Obito de pequeños, casi como si intentaran morderse el cuello del otro, pero aun preocupándose el uno del otro.

—¿Mmm? ¿Pero qué dices? Obito y yo no nos peleábamos tan mal —tarareó Kakashi haciéndose el desconocido, Jin se puso de costado para mirar a su hermano, divertida.

—Claro que sí, campeón, no es como si alguna vez se hayan puesto como salmones en el rio Naka y nadaron en invierno contra corriente solo para demostrar que eran mejor que el otro —se burló Jin y Kakashi se puso a silbar mientras miraba hacia otro lado.

—¿Realmente eso sucedió? No creo recordarlo —Kakashi sabiamente decidió hacerse el tonto, pero aún recuerda el agua fría y violenta del rio Naka calando en lo más profundo de sus huesos.

—Por supuesto que no, no es como si hubiera tenido hipotermia después —Jin rio mirando a su hermano haciéndose el tonto con diversión—. Tuvieron suerte de que no se le hayan congelado las orillas al rio por su fuerte corriente o podrían haber terminado con algo más que hipotermia dentro de sus cuerpos congelados —Jin tocó el pecho de Kakashi el cual suspiró y la miró.

Los afilados trozos de hielo de este mundo no son algo que se pueda ignorar, podrían desgarrar con una aterradora facilidad la piel y musculo, incluso abollar o directamente atravesar huesos.

—No lo entenderías —Jin rio ligeramente recordando el meme del joker con la misma frase.

—Bueno, continuando con la historia, al final nos metimos en un Maid Café súper bonito. La atención era bastante buena, las Maids eran amables, la comida era muy buena, las vistas preciosas y, en general me gustó mucho la estética del lugar, era muy tierna y suave, no sé —Jin se encogió de hombros y luego se acomodó en la cama para colocar su cabeza en el abdomen de Kakashi.

Kakashi, como buen hermano mayor, ni siquiera se movió hasta que ella estuvo cómoda y cuando estuvo bien cómoda, le apretó la nariz para molestarla.

—Bueno, durante todo ese tiempo, Kisho estuvo molesto —Jin no le importó su nariz tapada y siguió hablando haciendo que Kakashi riera por la voz nasal de Jin.

—¿Y por qué estaba tan molesto? No parece de quienes se molestarían por ir a esos lugares, sino de quienes se avergonzarían y morirían en el primer paso —habló divertido Kakashi apartando su mano una vez que Jin le dio un manotazo y, en vez de apretar sus mejillas, su mano fue presa por las manos de Jin, que empezó a jugar con sus dedos y Kakashi, como buen hermano mayor, empezó a jugar y desordenar el cabello de Jin con su mano libre.

—No lo sé muy bien, pero al principio dijo algo como que el lugar era muy “vulgar” y “esa clase” de lugares, realmente siento que hay algo mal en ello, pero no puedo identificar del todo el qué —Jin hizo un puchero estirando sus labios como patito y Kakashi se detuvo un momento y ya luego dejó que Jin siguiera jugando con sus manos.

—Mmm… tal vez tenga la clase social muy interiorizada —sugirió Kakashi—. Ya sabes, lo que es “correcto” y “apto” para que nobles vayan y los lugares que se consideran “indignos” e “impropios” a los cuales vayan las personas adineradas de alto estatus. Quizás un Maid Café se clasifique como esa clase de lugares impropios de la clase social adinerada y la vean como personas pobres intentando copiar sus estilos de vidas o algo así.

—Mmm… ¿Tú crees? —Jin detuvo sus manos ligeramente—. No lo sé… Kisho-kun ha tenido una infancia bastante dura.

—¿Realmente? —preguntó Kakashi con duda.

—Si, él… —Jin empezó a contarle toda la historia de Kisho, también sobre las condiciones médicas de su cuerpo, el historial y lo que ella ha descubierto sobre heridas viejas en él.

Kakashi escuchó todo obedientemente sin interrumpir hasta que llegó a una conclusión.

—Alguien que arrastra esa clase de pasado tortuoso… ¿realmente puede ser tan amable y bueno como aparenta? —Kakashi miró a Jin con una ceja alzada—. No es por ser desdeñoso o desconfiado, pero dudo mucho que alguien que ha sido tan maltratado no odie o envidie lo que tienen los demás, ¿Sabes? Una parte muy profunda dentro de él debe tener, aunque sea un anhelo de algo. Solo por si acaso, te aconsejaré que te cuides las espaldas.

—Mmm… lo tendré en cuenta —Jin asintió y acomodó su cabeza en el estómago de Kakashi—. Aunque no lo quisiera creer, estos años como shinobi te dicen que incluso esperes lo inesperado —suspiró Jin resignada, incluso si Kisho hubiera sido tan feliz con ella, conociendo cuan ruin y traicionero este mundo, sabría que fácilmente sería traicionada por cualquiera de su círculo cercano, a menos de que fueran el protagonista, Naruto.

Y Naruto solo tiene cuatro añitos actualmente.

—Vamos, no te aflijas y deprimas solo por eso —habló Kakashi y desordenó aún más fuerte su cabello, haciendo que Jin soltara unos cuantos quejidos por lo bajo—. Mira el lado bueno, tienes nuevos amigos que no te corrompen como tus amigas.

—¡Oye! ¿A qué te refieres con eso? —preguntó indignada Jin.

—Bueno, solo digo, ¿No fue Anko quién te emborrachó y luego sucedió todo eso con Obito? —Kakashi entrecerró sus ojos peligrosamente al recordar a Anko.

Él era una persona mezquina y rencorosa, Anko pudo haber puesto en peligro a Jin y eso jamás se lo perdonaría, incluso si Jin tiene sellos hasta para que ni un insecto la toque, eso no deja de hacer menos malo que Anko la hubiera emborrachado y luego dejado a su suerte con un chico.

Claro, ese chico era Obito, amigo de infancia de todos y el enamorado de Jin, pero eso no significa que Obito seguía siendo un hombre y, como si fuera poco, ambos terminaron acostándose y distanciándose luego de ello, siendo doblemente miserable y haciendo que dos personas de la manada de Kakashi sufrieran, ¿Por culpa de quién? Por culpa de Anko al haber emborrachado a Jin.

Ahora, Kakashi sabía que gran parte de la culpa de este distanciamiento era de Obito, el Uchiha no es la persona con el más alta autoestima y Jin es bastante guapa y bonita, quizás podría decirse que incluso fuera del alcance de un “perdedor” como Obito, pero eso no quiere decir que Kakashi no pueda sentirse mal por la forma en que se deprimieron tanto Jin y Obito por la lejanía entre ambos, cuando desde que tienen uso de razón, ambos han estado pegados como uña y mugre.

Es triste decirlo como hermano mayor, pero Kakashi pensaba que estos dos algún día incluso podrían llegarse a casar, puesto que esos dos idiotas actuaban como una vieja pareja casada incluso antes de ser pareja y ahora, ellos que eran tan unidos, estaban distanciados y deprimidos por culpa de una noche de borrachera.

Al menos, intentando tocar una nota positiva de todos estos sucesos, algo bueno que sucedió es que Jin se desconectó un poco del mundo Shinobi y empezara a sonreír y divertirse más con nuevos amigos, algo tenía que hacer bien la bruja que era la madre de Jin, por lo que Kakashi, reaciamente, podría decir que estaba un poco agradecido con esa despreciable mujer.

Por el momento, Kakashi no siente ni cree que esa mujer haya cambiado, pero si beneficia al estado emocional de Jin, entonces cerrará los ojos por el momento.

—Oh… —Jin se deprimió un poco al escuchar el nombre de Obito, no lo ha visto en tanto tiempo…

Ya es casi doloroso.

—¿Te confieso algo, Kakashi? —preguntó Jin un poco desanimada y Kakashi volteó toda su atención a ella—. Creo… creo que quizás esto era lo que necesitaba para dejarlo ir, ¿Sabes? Realmente lo amo, me he acostumbrado a amarlo durante tantos años que no sé cómo aprender a dejar de hacerlo —Jin rio desanimadamente—. Pero… pero es bastante fuerte y choqueante pensar que el chico dulce y amable que parecía siempre correcto, al cual amabas con todo tu corazón y alma, simplemente mojaría la polla y luego correría cobardemente.

—… —Kakashi miró suavemente a Jin y jugó con sus cabellos en silencio.

—¿Sabes? Nunca tolero la mierda de nadie, y realmente odio a los bastardos que solo ven a las mujeres por su placer y solo quieren mojar la polla y luego ignorar a la chica, pero Obito hizo eso y, a pesar de que odio ese comportamiento en los demás, no puedo odiar a Obito —Jin suspiró penosamente—. Sino que duele…

—Obito es un gran imbécil, siempre lo ha sido —habló suavemente Kakashi—. No sabe lo tonto que es al perderse a una mujer como tú.

Jin rio sin ganas.

—Si no fueras mi hermanita linda, te juro que te perseguiría —bromeó ligeramente Kakashi.

—¿Qué? —preguntó sorprendida Jin, su boca bien abierta mirando aturdida a Kakashi.

—Digo, no soy ciego —Kakashi se encoje de hombros—. Tienes una bonita carita de muñeca, eres amable, dulce, comprensiva, muy inteligente… cuando quieres… tienes grandes habilidades como una Kunoichi, eres fuerte e independiente, con un gran carisma que atrae a las personas a tu alrededor, tienes una sonrisa muy bonita, también cocinas muy bien. Si no es ni por tu personalidad ni por tu cuerpo sexy, seguramente me habrías conquistado con tu cocina.

—Kakashi… —Jin le miró conmovida y con los ojos aguados, su voz rebosante de emoción—. ¿A qué te refieres con mi cuerpo sexy? —Jin le miró con un rostro muerto y Kakashi se encogió de hombros.

—Bueno, ya sabes, tienes largas piernas sexys, bonitos y regordetes muslos como dos trozos de jamón fino, grandes caderas, un gordo trasero en forma de corazón, una pequeña cintura y esas dos grandes y enormes… —Kakashi hizo un gesto de sostener y apretar senos, sin darse cuenta de que Jin había levantado su cabeza de su abdomen, mientras se paraba de rodillas en su colchón, sus nudillos tronando mientras un aura negra la rodeaba.

Sus nudillos tronaron aún más fuerte, el rostro de Jin goteando espeso negro mientras sus ojos brillaban peligrosamente.

—… como grandes Sandías, como si fueras una Milf caliente que… —los instintos de Kakashi gritaron y miró hacia su costado— ¿J-jin…?

—¡Pervertido! —gritó con furia Jin y golpeó a Kakashi fuertemente, el cual intentó escapar, pero fue en vano.

Los dedos de Kakashi rozaron el marco de la puerta antes de ser arrastrado a la bonita habitación de Jin y recibir una paliza completa y en toda regla.

Kakashi, vendado, con seis chichones en la cabeza, un ojo morado y sangre corriendo por su nariz, estaba sentado en posición seiza y con las manos atadas detrás de su espalda mirando la pared.

—Oh, eso fue sorprendentemente relajante, ahora entiendo porque Rin siempre los golpea —Jin sonrió aliviada despolvándose las manos mientras Kakashi lloraba cascadas, diciendo por lo bajo cuanto lamentaba que su dulce e inocente hermanita se volviera esta clase de monstruo violento.

Por supuesto, Lady Tsunade tiene toda la culpa, no solo corrompió a su dulce y amable compañera de equipo, no, sino que también corrompió a su amable y cariñosa hermanita con sus influencias barbáricas.

—Por cierto… —Jin suspiró ligeramente volviendo a sentarse en su cama, mirando a Kakashi atado en la esquina de su habitación, totalmente maltratado y en su forma chibi llorando dramáticamente, mientras se deprimía de forma cómica—. Cuando estaba con Kisho y los hermanos, me sentí bastante incomoda.

—¿Te hicieron algo? —preguntó Kakashi pasando de su estado cómico a uno serio y sus ojos se afilaron inmediatamente.

—No, no por ellos sino… sentí una mirada persistente sobre nosotros, como… no importaba cuanto nos alejásemos o moviésemos, como si alguien nos estuviera siguiendo y vigilando constantemente. No pude encontrar nada con mi habilidad sensorial y no sabía si es demasiado pobre o quién sea que nos estuviera siguiendo fuera demasiado bueno escondiéndose —Jin miró el suelo ligeramente frustrada y molesta consigo misma.

—Jin, eso es bastante preocupante. Puede que no tengas la mejor de las mejores habilidades sensoriales, pero eres muy buena en ellas —Kakashi se desató fácilmente y se sentó a su lado mirándola fijamente—. Si no pudiste ni siquiera encontrar al sospechoso con tus ratones ni habilidades sensoriales, significa que es una persona muy hábil, lo cual es aterrador, ¿Crees que te estaban siguiendo a ti o a tus compañeros?

—No lo sé —Jin frunció su boca molesta—. Podrían estar siguiendo a Kisho o a mí por nuestros padres, ya sabes, dos hijos de peces gordos, pero no puedo descartar que me estén siguiendo a mí por mi carrera shinobi, ya sabes —Jin apretó la tela de su kimono corto.

—¿Y de los hermanos? —preguntó Kakashi sospechosamente, ¿Aparecen un par de hermanos y de repente Jin es vigilada? Si, definitivamente es sospechoso.

—Son simples artistas ambulantes, solo saben moverse entre telas, son simples civiles —descartó Jin frustrada—. Pero no creo que sea reciente, no sé, su presencia es… rara… no amenazante, pero tampoco es cómoda.

—Aunque odie admitirlo, porque te pondría en riesgo, es más probable que vayan a por ti —Kakashi se removió ligeramente incomodo—. Tus sellos de genjutsu son muy aterradores, con solo dormir unas tres horas bajo los efectos de tus sellos, las personas han cambiado de una mentalidad shinobi a una civil y, de cierta manera, perdieron sus habilidades shinobis al no… reconocer ni recordar el chakra —Kakashi se removió incomodo—. Y aunque seas inconsciente de tus propios logros, afuera eres bastante notable luego de todas las clases de sellos que creaste desde niña hasta ahora con ayuda de Tsunade-sama y Orochimaru-sama…

Kakashi hizo una mueca.

—Has revolucionado bastante la aldea con esos sellos que descartas como banales o comunes y tus ideas han tenido, por decirlo de una manera sutil, un impacto considerable en la vida de los shinobis y civiles por igual —Kakashi movió la comisura de sus labios, un pequeño tic que tenía cuando las cosas no le parecían o frustraban y estresaba.

Debajo de su mascara, Kakashi era bastante expresivo con las muecas de su boca a pesar de que su mirada sigue siendo impasible.

—Es solo gracias a tus sellos que menos de un tercio de shinobis esperados que murieran no lo hicieran y, junto con tus ideas de sellos de protección, transporte instantáneo entre dos pergaminos, sellos para mantener las comidas calientes y prolongar sus vidas útiles manipulando el tiempo dentro de los pergaminos, no solo se salvaron, sino que prosperaron. Konoha es la nación que tuvo menos daños entre las cinco grandes naciones, ¿Sabes? Ahora incluso en fuerza militar, Kumo es inferior a nosotros en cuestión numérica a pesar de que dos tercios de Kumo es fuerza laboral shinobi… no solo eso, incluso quienes han sido amputados, en vez de pudrirse en inutilidad por no poder ser independientes han sido salvados por tu colaboración de sellos con el negocio de tu padre, haciendo prótesis que ni siquiera se habían imaginado…

Kakashi hizo otra mueca.

—Si… si por casualidad llegasen a tomarte… si pudieran ver lo que hay dentro de tu cabeza, como funciona tu línea de pensamientos… si es que pudieran lavarte el cerebro para traicionarnos o para que les sirvas… cualquier nación u organización que te tuviera, sin duda ascendería muy rápidamente tecnológica, médica y científicamente —Kakashi apretó las manos de Jin—. Y si no pueden tenerte… entonces te eliminarán.

—… —Jin apretó sus puños mirando hacia abajo.

¿Realmente había hecho tanto…? Ella… ella no creía que…

—Te sigues subestimando por la crianza de tu madre y, aunque odie decirlo, de tu sensei, que fue una mierda contigo —Kakashi la miró triste—. Jin, has hecho cosas que ni siquiera se podrían pensar en un futuro cercano o lejano, has unido a la aldea en un pensamiento no solo centrista militar como antes, sino que has sido una especie de puente entre civiles y shinobis, demostrando que ambas partes pueden cooperar para mejorar, en vez de tener una relación casi parasitaria entra ambas partes o infundiendo miedo en los corazones civiles. Tu clara preocupación hacia el sector civil y tu voluntad para ayudarlos a mejorar sus estilos de vida con tus creaciones ha hecho que varios shinobis se dieran cuenta de que no hay necesidad de que estén tan alejados de los civiles, porque al final del día, ambas partes se necesitan. Y los civiles se han acercado más a los shinobis en vez de mantener su distancia porque se sienten valorados y apreciados por su preocupación de protegerlos y cuidar de ellos.

Jin miró sorprendida a Kakashi.

—Voy a tener que hablar con sensei sobre esto, eres una parte muy importante de la aldea, pero más importante aún, eres importante para nosotros, tus amigos y familia, así que no descartes esto y ve con cuidado, nunca estés sola —Kakashi apretó suavemente sus manos—. Aunque no conozcas tu propio valor, no significa que todos lo hagan —Kakashi besó suavemente el dorso de su mano.