So Simp [Yandere! Uchiha Obito]

Naruto (Anime & Manga)
F/M
G
So Simp [Yandere! Uchiha Obito]
author
Summary
[Serie So or Mine]Obito, víctima de sus errores y pesadillas, termina retrocediendo en el tiempo debido a que fue presa de un destino que nunca fue suyo en primer lugar.El sabio de Seis caminos sabe que sus hijos torcieron el mundo y lo destruyeron por culpa de sus acciones, decide que es hora de que las víctimas reciban su justa compensación.Jin reencarna en el mundo de Naruto, como Simp dedicada del trágico Obito y su horrible destino de mierda, Jin decididamente decide que va a seducir a Obito a como de lugar, ¡A la mierda Rin! ella será el crush de Obito.Porque en su mente, Jin sabe que Rin es una persona muy amable y no le debía nada Obito por su afecto incondicional, pero igual siente que Rin fue un poco mierdas al ignorar arbitrariamente a Obito y dejarlo de lado ante la primera oportunidad en pos de Kakashi, que ni siquiera le dirigía la mirada.
Note
ACLARACIONESHace años que no me veo Naruto, pueden haber incongruencias y meteré algunos headcanons a mi gustoPuede que no te guste mi contenido, así que, si no quieres leer mi historia, está bien, pero no critiques mi trabajo porque no es de tu gusto Esta historia contiene:ObsesiónDependencia emocionalMuerte de personajesViolencia canónica del universo de narutoAmenazasNormalización de comportamientos no saludablesMachismo y MisoginiaEtc.
All Chapters Forward

xlix. vestidos

Jin miró con resignación a sus tres amigas las cuales se estaban maquillando en su casa y utilizando alguno de sus cosas, honestamente, eso no le importaba mucho, tenía demasiado maquillaje y si les gusta mucho, podría incluso regalárselos fácilmente, tampoco es como si lo utilizara mucho aparte de un ocasional brillo de labios o delineadores -le gustaban los delineadores de colores, pero el clásico era supremo- y de vez en cuando alguna que otra sombra de ojos, pero de todas formas, si iban a ir a una fiesta en donde Anko está emocionada, lo menos que podría hacer era ponerles sellos seguros a todos los vestidos y ropas de ellas.

No quería que ocurrieran desastres desafortunados por no ser lo suficientemente cuidadosas.

—¡Vamos Jin, tienes que ponerte bonita por sobre todas nosotras! ¡Tú eres quien quiere superar a ese bastardo retorcido! —exclamó animadamente Anko.

—Déjame poner algunos sellos más para que estén seguras —suspiró Jin—. De preferencia, también quisiera ponerle sellos a su ropa interior… por cierto, Obito-kun no es un “bastardo retorcido”, no deberías de llamarlo de una manera tan insultante.

—¡Oh vamos, deja de ser tan aguafiestas! —exclamó Anko elevando el lápiz labial por sobre su cabeza— ¡Vas a olvidarte de ese idiota, aprende a dejar de defenderlo, perdedora de amor!

—Me parece una buena idea, es más común de lo que se cree encontrar a víctimas de agresiones en las fiestas —tarareo Shizune mientras se delineaba los ojos—. Sería bastante útil un sello que pudiéramos desbloquear solo si nosotras quisiéramos en nuestra ropa interior para evitar cualquier cosa.

Lo tengo —Jin asintió—. Sáquense las camisas, voy a escribir sellos en los bordecillos de sus brasieres —suspiró Jin y ambas azabaches asintieron obedientemente sin pudor, quedando cubiertas en sus bonitos y sexys brasieres—. No se preocupen, conseguí hacer una tinta especial con Orochi-san para que una vez seca, sea prácticamente invisible, así que sus sostenes no serán arruinados.

—Muy útil —asintió Shizune.

—¿No quisieras aprender sellos…? —Jin empezó a intentar persuadir.

—No. Soy médica, bastante tengo con los dolores de cabeza que son los pacientes que se escapan —descartó directamente.

—Si aprendieras sellos, ellos no podrían escapar de las habitaciones del hospital —continuó intentando persuadir Jin.

Cariño, si quisiera sellos, habría cedido antes, pero insisto, suficiente tengo con aprender medicina. Prefiero los venenos en todo caso, así que llámame si hay algún veneno nuevo —habló Shizune mirándola con una ceja arqueada.

Jin suspiró resignada.

—Parece que alguien va a terminar envenenando a su futuro marido si le es infiel —se burló Anko mirando a Shizune divertida.

—Bueno, no tanto como tú, supongo —le devolvió la broma Shizune y Anko rio entre dientes.

—Primero lo castraría por desesperado y luego recién lo envenenaría. Haría que sufriera por todos los métodos de tortura de T&I antes de siquiera dejarlo descansar tan pacíficamente en los brazos de la muerte—rio oscuramente Anko—. Claro, si es que tuviera novio o si no lo engaño yo primero.

—Eres terrible —habló Kuranai mirándola con desaprobación.

—No dirás eso cuando necesites mi ayuda para hacer sufrir a un infiel —rio Anko mirando lascivamente a Kurenai.

—Deberías dejar de juntarte tanto con Ibiki, te estás trastornando —habló Jin con una gota de sudor—. Y con Orochi-san —agregó tardíamente.

—¡Ja! ¡Así me aman, nenas, así me aman! ¡La señora suprema Anko no es superada por nadie! —Anko se pavonea por la habitación casi exagerando en un estilo de “modelaje” y todas, divertidas, empezaron a aplaudirle mientras soltaban risitas y tiraban prendas al azar.

Incluso Kurenai las metió en un pequeño genjutsu en donde le tiraban flores a Anko y, cuando se liberaron, todas soltaron risitas divertidas.

Jin rio ligeramente mientras se paraban, cuando ya tan solo quedaba media hora para ir a la discoteca, antro, bar o llámenlo como quieran, ella fue presa de sus amigas las cuales interrumpieron su pobre excusa de hacer sellos a sus vestidos, ropa interior y zapatos, para agarrarla y empezar a maquillarla, vestirla y peinarla correctamente entre las tres.

Jin hizo un puchero mientras sus amigas prácticamente la trataban como una bonita muñeca a la cual vestir y maquillar, ¡Ella no estaba poniendo pretextos a la hora de ponerles sellos a su ropa y otras cosas! Incluso sus bolsos ahora no podrían ser robados gracias a sus sellos, ni tampoco podrían abrirle las carteras -puedes salir de Latinoamérica, pero Latinoamérica nunca saldrá de ti- y sus zapatos de tacones no se romperían porque les puso un sello de resistencia, otro de durabilidad y uno de dureza por si acaso, para que incluso si tuvieran que combatir con tacones, las mierdas no se rompieran.

¡No solo eso! Cada conjunto de ropa interior solo se podría sacar si la chica decidía sacárselo, por lo que solo ellas podrían sacarse su ropa interior a menos de que dieran un permiso explícito a la otra parte para quitárselos, también está el tema de los vestidos, no solo les puso un sello impermeable para que sus vestidos no se mojaran ni ensuciaran, sino que también le colocó un sello para que la tela no se moviera de su sitio, eso significa que no tendrían que andar acomodándoselos a cada rato para que accidentalmente no se les saliera un pecho o mostraran accidentalmente el culo.

¡Y ni siquiera le dan las gracias! Jin está ofendidísima.

Hum, solo lo apreciarán una vez que se den cuenta de los útiles que son.

Incluso estaba pensando en ponerle un sello de irrompibilidad a la ropa interior, pero ellas la tomaron como prisionera antes de que siquiera pudiera poner sus manos nuevamente en sus pinceles y proyectar su chakra a través de las finas hebras oscuras del pincel.

Mirándose en el espejo, Jin se baja un poco más el vestido y gime de exasperación.

—¡Muy corto! ¡Me veo como un embutido! —exclamó Jin mirándose a sí misma y dándose una vuelta, fijándose en su regordete trasero aprisionado en la tela.

—¡Te vez como para comerte!

—¡Con huevos y queso! —sollozó Jin imaginándose un plato de huevos con queso y una salchicha siendo ella.

—¡Ese es el espíritu! —exclamó divertida Kurenai.

—¡Vamos! Se nos hará tarde —exclamó Shizune mirando a Jin la cual se veía miserable al ser arrastrada, pero muy sexy.

—¡Noche de fiesta y sexo! —gritó Anko animada antes de arrastrar a las tres hacia el lugar donde se inauguraría el local.

Jin bufó ligeramente cuando por fin las dejaron entrar, pero eso no detuvo los comentarios degradantes y obscenos que recibieron de vez en cuando. Una vez dentro, Jin se sorprendió de lo espacioso y bullicioso que era el lugar, apenas dieron un paso dentro, les dieron un vaso con alcohol como cortesía de la casa y las dejaron vagar por el lugar.

—Hora de divertimos, nenas —sonrió Anko empujando el líquido ardiente en su garganta de un tirón y sonriendo extasiada.

Honestamente, Jin no cree que sea tan malo luego de pasar unos veinte minutos hablando, tomando algunos jugos como mojigata que es y haciendo algunas nuevas amigas civiles, las cuales las miraban con ojos brillantes y un poco de envidia por ser kunoichis.

Claro, no se dio cuenta como Anko sonreía maldadosamente mientras iba cambiando sus vasos lentamente.

Obito miró a Asuma con una cara larga mientras fue arrastrado por el Sarutobi a una fiesta de inauguración o algo así, no es que realmente hubiera querido ir -preferiría estar durmiendo en su cama como buen alma vieja que es, tal vez dándose el lujo de quedarse dormido en mitad de una película o algo-, pero ser secuestrado por el grupo Asuma, Genma, Raido, Aoba y Ebisu, con la promesa de que se iban a unir más tarde los otros chicos, no fue realmente su plan de descanso luego de una tediosa misión rango S.

—Vamos Obito, al paso que vas, voy a pensar que eres un Nara en vez de un Uchiha —bromeó Asuma ligeramente divertido por la cara del Uchiha—. Sal y diviértete de vez en cuando, aprovecha que aun eres joven y soltero.

—Es cierto —exclamó Genma y le dio una suave palmada—. Aunque solo por tu cara amargada y rencorosa se pueden apreciar tus genes Uchiha —se burló Genma mirando divertido al Uchiha con cara de perro viejo y amargado.

—Suéltalo, Asuma —siseó Obito cruzándose de brazos debajo del pecho mirándolo asesinamente, no complacido de que lo hubieran despertado de su agradable siesta luego de una misión de dos semanas—. No eres de las personas que viene a bares o clubes o lo que sea, tus ojos son más de Kurenai que de otra cosa.

—Esto…

—Oye, eso es cierto, ¿Acaso te rendiste con Kurenai? —preguntó sorprendido Genma y luego los demás se unieron a la conversación hasta que Asuma, con las mejillas rojas ya no pudo aguantar más.

—Escuché de Kurenai, que ella junto con Anko, Shizune y Jin vendrían aquí esta noche —suspiró derrotado Asuma dejando caer sus hombros pesadamente.

Sus amigos deberían de agradecérselos, estaba intentando a ayudarlos a confesarse, incluso si el bastardo de Obito no podía ser más ciego.

Claro, Jin era TAN obvia con su demostrativo y claramente visible enamoramiento del Uchiha, que incluso Asuma, que gustaba de Kurenai, sentía ligeros celos y envidia.

¿Por qué Kurenai-chan no era tan linda, amable y considerada como Jin? Preparándole todos los días un desayuno, almuerzo y cena, cocinándole para las semanas que estaría de misión, llegando a saludarlo cuando él llegaba de sus misiones, saludándolo y despidiéndose con un beso en la mejilla cada vez que se ven, notando algo nuevo en él y felicitándolo o simplemente pasando tiempo juntos cada vez que tuvieran libres…

Si, Obito era un bastardo afortunado, si no fuese su amigo, creería incluso que esos dos están casados.

—¡Ajá! ¡Con que era eso! —exclamó triunfalmente Genma y luego frunció el ceño.

—Espera, ¿Por qué Jin, de todas las personas, vendría a un lugar así? —preguntó extrañado Genma—. Ella, aunque es mi amiga y casi hermanita y la quiero mucho, es una aguafiestas y mojigata, ni siquiera tiene un grado decente de tolerancia al alcohol.

—Creo que ella se está rindiendo con el chico que le gusta —Asuma miró a Obito inexplicablemente y el Uchiha frunció el ceño.

—Espera, ¿Le gusta alguien? —preguntó extrañado y confundido, para aumentar su confusión, todos sus amigos simplemente suspiraron al conjunto -queriéndose golpear la cara por lo estúpido que era Obito- mientras le enviaban miradas de lastima y/o exasperación—. Soy su mejor amigo, ¿Por qué no me lo habrá contado?

—Sigh… creo que ya la entiendo un poco —Genma miró con cansancio a Obito y el azabache frunció el ceño.

—Oi… ¿A qué te refieres con…? —Obito fue interrumpido por una serie de gritos y festejos mientras miraban a Anko en el escenario bailando con Kurenai, Shizune y Jin, junto con otras dos chicas que él no reconoció.

Obito se sonrojó ligeramente por el baile sensual que estaban haciendo las chicas mientras los otros hombres de la habitación animaban a continuar bailando. En algún momento Jin fue presionada por Anko a bailar junto con la multitud y, tomando un vaso de algo en seco, simplemente empezó a mover sus caderas de un lado a otro con un ritmo seductor.

Los ojos del Uchiha se quedaron pegados en la forma en que meneaba las caderas, como su cintura de movía de arriba hacia abajo, como ella se acercaba a Anko y prácticamente le hacía un baile erótico para el entero disfrute de ella, con los ojos ligeramente entrecerrados, sus labios entreabiertos, su cuerpo moviéndose en movimientos lentos y deliberados mientras una mirada embriagadora se posaba en sus orbes fucsia.

Los corazones solo le agregaban un toque de erotismo a toda la situación.

Los labios de Anko y Jin estaban a punto de besarse, si no fuese porque Jin sonrió salvajemente antes de tomar la cintura de la chica entre sus manos y meter su pierna entre las piernas de Anko, empezando a mover sus caderas y piernas mientras se agachaba ligeramente en un movimiento sexy, el baile de sus caderas casi insinuaba otra cosa entre ambas, casi como si intentaran desesperadamente frotarse la una contra la otra.

La música cambió a otro tono y entonces Jin se separó, le dio una vuelta a Anko y, cuando se puso frente a frente, Jin le dio la espalda y empezó a moverse seductoramente, presionando sus caderas contra las de Anko, la cual no dudó en aprovechar la situación y acariciar las caderas y cintura de su amiga mientras continuaban frotándose y rebotando entre sí.

Obito tragó saliva mirando el descarado baile sensual de ambas chicas, sus ojos pegados en ambas antes de que le dieran un sape por la espalda.

—Cierra la boca que se te cae la saliva —bromeó Genma antes de despertar también a Asuma, el cual parecía total y completamente hipnotizado por Kurenai bailando tan pegada junto con una chica desconocida.

—Gracioso que lo diga quien se está comiendo con la mirada a Shizune —intervino Ebisu ajustándose los lentes.

—¡Y-yo no estoy haciendo eso! —exclamó ligeramente sonrojado Genma.

La fiesta fue normal, tomaron algo de alcohol y bailaron de vez en cuando, pero los ojos de Obito no podían evitar vagar hacia las cuatro chicas que conocía, sus ojos pegados en los movimientos tan… hipnotizantes de Jin.

—¡No aguanto más! ¡Vamos donde las chicas! —exclamó Genma con un ligero sonrojo en sus mejillas— ¿No es acaso para esto para lo que nos trajiste, eh, Asuma?

—¡N-no, yo no…!

—¡Oh, silencio! ¡Todos aquí tienen apuestas de cuando se van a declarar ustedes dos!

Obito miró a sus amigos con una gota de sudor, no sabría si están demasiado borrachos o si el alcohol en su sangre solo los hizo más impacientes de lo que usualmente son.

Forward
Sign in to leave a review.