So Simp [Yandere! Uchiha Obito]

Naruto (Anime & Manga)
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So Simp [Yandere! Uchiha Obito]
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Summary
[Serie So or Mine]Obito, víctima de sus errores y pesadillas, termina retrocediendo en el tiempo debido a que fue presa de un destino que nunca fue suyo en primer lugar.El sabio de Seis caminos sabe que sus hijos torcieron el mundo y lo destruyeron por culpa de sus acciones, decide que es hora de que las víctimas reciban su justa compensación.Jin reencarna en el mundo de Naruto, como Simp dedicada del trágico Obito y su horrible destino de mierda, Jin decididamente decide que va a seducir a Obito a como de lugar, ¡A la mierda Rin! ella será el crush de Obito.Porque en su mente, Jin sabe que Rin es una persona muy amable y no le debía nada Obito por su afecto incondicional, pero igual siente que Rin fue un poco mierdas al ignorar arbitrariamente a Obito y dejarlo de lado ante la primera oportunidad en pos de Kakashi, que ni siquiera le dirigía la mirada.
Note
ACLARACIONESHace años que no me veo Naruto, pueden haber incongruencias y meteré algunos headcanons a mi gustoPuede que no te guste mi contenido, así que, si no quieres leer mi historia, está bien, pero no critiques mi trabajo porque no es de tu gusto Esta historia contiene:ObsesiónDependencia emocionalMuerte de personajesViolencia canónica del universo de narutoAmenazasNormalización de comportamientos no saludablesMachismo y MisoginiaEtc.
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xxv. burlas

Jin se rio entre dientes cuando Ayumu le robó discretamente sus pulpitos de salchicha, era impresionante que un perezoso Nara se tomara las molestias como para hacer una “estratagema” solo para robarle comida, también fue muy divertido saber que sus habilidades culinarias estaban en un nivel que incluso podrían motivar a un desmotivado Nara a luchar por su comida.

—También traje bebidas esta vez —Jin sonrió felizmente mientras sacaba un pergamino del pequeño bolsito de pergaminos que tenía en su espalda y sacaba botellas de vidrio, ya que en este tiempo aun no aparecía el plástico como tal—. No sabía si les gustaba el jugo de fresa o el de piña, ¡Así que traje de ambos! —Jin sonrió felizmente agitando ambos jugos de fruta natural.

Ayumu y Yoshito la miraron como si fuera la mejor persona del mundo, una especie de ángel o algo así.

—Eso es muy amable y considerado de tu parte, Jin-chan —alabó suavemente el Yamanaka mientras Jin le servía jugo de fresa—. Si Konoha tuviera más gente como tú, mi trabajo sería más fácil, realmente eres toda una pequeña joyita —Yoshito le guiñó un ojo juguetonamente a Jin y soltó una risita mientras daba un sorbo a su jugo.

Yoshito se relamió ligeramente el labio disfrutando el dulce sabor de las fresas frescas y maduras, no sabía que es lo que hacía Jin, pero todo lo que tocaran sus manos se volvería automáticamente delicioso… ¿Un kekkei genkai tal vez…? Hum… no, definitivamente no, solo estaba exagerando un poco porque su cocina no llegaba a este nivel de habilidad.

—H-hum… gracias por las amables palabras, sensei… —Jin se rasca la nuca ligeramente sonrojada—. Usted también es un buen maestro, ¡Nuestras habilidades han mejorado en estos dos meses de entrenamiento!

Yoshito soltó una pequeña risita.

—Hago lo mejor que puedo, saben bien la presión que me ponen desde el Hokage… —Yoshito soltó un suspiro ligeramente estresado—. Al final, solo quieren resultados…

Ayumu, que originalmente no quería ser instructor Jounin, pero que lo aceptó después de todo por el bien de la aldea, se sintió verdaderamente enojado y frustrado con la gerencia de Konoha… al final, él inevitablemente se había encariñado en estos dos meses de conocer a sus pequeños mocosos.

Claro, el Hyuga era una pequeña mierda en el costado, pero Jin, a quien al principio creía que iba a ser más indiferente de los tres niños a su cargo por su origen civil, se volvió parte importante de su corazón y Ayumu, aunque era una pequeña mierda astuta que de vez en cuando lo hacía quedar mal para hacerlo tropezar dando la imagen de que él no era tan capaz ni estaba lo suficientemente capacitado como para enseñarles o formar ninjas adecuados, era entrañable a su manera.

—Este jugo está delicioso, gracias de nuevo, Jin-chan —agradeció suavemente el hombre con una pequeña sonrisa.

—Sensei~ —llamó perezosamente Ayumu—, tenga cuidado con sus palabras, casi podría decir que está coqueteando con Jin-chan.

Dicho esto, Ayumu comió perezosamente su almuerzo, tomándose su tiempo para disfrutar cada bocado lleno de un exquisito sabor y una agradable fragancia, de una textura muy agradable… Ayumu se relamió los dientes.

Muy bueno…

—¿Oh? No sabía que ahora no podría apreciar el esfuerzo y dedicación de mi alumno que preparó una deliciosa comida —habló con un tono ligeramente sarcástico el hombre—. Mentiría si dijera que no me gusta el jugo que hiciste, Jin-chan —el hombre sonrió ligeramente a la chica la cual le devolvió la sonrisa tímidamente—. Es muy dulce… ¿Estás ocultando algo, Jin-chan? —Yoshito preguntó con un tono ligeramente burlón.

—Si antes no lo parecía, ahora realmente parece que le estás coqueteando —tarareó Ayumu y el hombre rubio sintió una vena crecer en su frente.

—Realmente eres el genin más molesto de la historia, Ayumu-kun —el rubio sonrió forzosamente—. Puedo decirle lo que quiera el único miembro de mi equipo que sabe cocinar por su cuenta y lo hace de maravilla, por cierto. No veo porque no pueda felicitar la comida de mi estudiante.

—Parece demasiado interesado en las niñas pequeñas, sensei~ ¿Tal vez debería de informarle al Hokage? —preguntó casi cantarinamente el azabache Nara mirando al Jounin-sensei.

Oh, vamos, simplemente agradezco el trabajo y esfuerzo de Jin-chan al cocinar algo tan bueno. Aparte, si supieran lo que es coquetear, no dirían eso —el rubio sonrió irónicamente—. Si estuviera coqueteando, lo sabrían —continuó engreídamente.

—Al sensei le gustan las menores~ —se burló Ayumu.

—Muy interesado en Jin-chan, Ayumu-kun, ¿Tal vez a quien realmente le guste Jin-chan sea a ti? —sonrió mordazmente el rubio.

—No. Me interesa su comida —el azabache descartó directamente y, para probar su punto, se comió el penúltimo pulpito de salchicha que le quedaba—. Además, tal vez, sus sellos, pero me da bastante lata tener que aprenderlos.

—Qué triste, ¿Ves Jin-chan? Ayumu-kun es un mal chico, no te quiere en lo absoluto, ¡Castígalo sin comida! —Jin soltó una risita al ver la actitud de su sensei.

—A usted también deberían castigarlo sin comida, ¿No? Por coquetear con una niña —atacó mordazmente el Nara.

Jin rio entre dientes mirando al rubio y al azabache empezar a pelear juguetonamente y empezar a intentar robarse la comida del otro, su equipo era bastante animado a excepción de Nori, el cual simplemente era, es y será, un completo bastardo… o quizás si reestructuraran toda la mierda de Hyuga sería más tolerable, porque como persona de la rama segundaria, el chico con cabellos verdosos tiene serios traumas que seguramente conforman su personalidad actual.

Nori miró en bento que Jin le había preparado y, por primera vez desde que inició su equipo hace ya dos meses, dudó en si simplemente tirar este bento, dejarlo ahí -como lo había hecho después del primer día en que rechazó agresivamente el primer bento por frustración de quedar en ridículo por el lavado mental- o, en un caso extraordinario -y nunca antes sucedido-, tomarlo y comérselo. El Hyuga miró la comida entrecerrando sus ojos ligeramente, casi con sospecha y luego miró a su equipo a la distancia.

Todos parecían muy felices.

Claro, su sensei y Ayumu estaban peleando, pero no era una… pelea… no, definitivamente no era una pelea, era algo más… juguetón, algo como lo harían algunos hermanos pequeños o algo así…

Nori se removió incomodo.

Yoshito-sensei era una persona tranquila en su mayoría, serena, comportada y comprometida durante los entrenamientos, el Yamanaka había hecho un entrenamiento especializado para cada uno y mejorar las debilidades respectivas de cada uno, pero también hizo entrenamientos grupales que los obligó a trabajar en equipo y cooperar para lograr sus objetivos.

Por supuesto, Nori solo trabajaba en equipo cuando era estrictamente necesario, haciendo las cosas mayoritariamente solo, negándose absolutamente a involucrarse con estas molestias que llama compañeros de equipo…

Aunque tenía que admitir que Jin era más que un solo civil que intentaba meterse en los pantalones de alguno de ellos por sus respectivos clanes como creyó al principio. Puede que Jin no sea un tanque de primera fila, pero era la mejor en brindar apoyo a distancia media y larga, muy hábil con los Senbons, buena sensor y, sobre todo, sus sellos.

Jin parecía tener un sello para cada cosa.

Útil, sin duda alguna, pero no muy efectivo cuando se demoraba en hacer sellos durante sus entrenamientos.

Al menos Jin era más útil en combate que un débil ninja médico, sus Tessen eran útiles para ataque y defensa, Jin era bastante hábil en ellos para desviar ataques y redirigirlos siempre que no tuvieran fuerza excesiva detrás y, como ataque sorpresa, de las puntas afiladas de los Tessen lanzaban Senbons envenenados a gran velocidad que tomaría por sorpresa a los enemigos.

Nori miró fijamente a la peliazul y sus ojos brillaron con ligera duda, su interior hormigueando con confusión y extrañeza, tal vez ella no sea tan mala…

Jin sonrió y rio felizmente mientras, tomando por sorpresa a su compañero y sensei, les dio sus últimos dos pulpitos, haciendo que ambos la miraran con sorpresa, pero luego de agradecieran avergonzados.

—Tu futuro esposo será alguien muy afortunado —sonrió suavemente Yoshito mientas miraba a Jin con cariño.

—Mm… ciertamente, tu cocina es muy superior a cualquier cosa que haya probado antes —tarareó Ayumu y devoró, sin piedad, al pobre pulpito de salchicha indefenso que se encontraba entre sus palillos.

—Amable, dulce, comprensiva, bonita y que cocina de maravilla, un excelente material de esposa —rio Yoshito al ver como Jin se sonrojaba y avergonzaba.

—¡Sensei! —gimió exasperada Jin tapándose el rostro.

—Con solo su nivel de cocina, ya es la mejor. Incluso yo me animaría a hacer las tareas del hogar si mi esposa cocinara así de bien —habló Ayumu y miró el dibujo a medio comer que era su bento.

Se relamió el labio ligeramente, muy bueno, ¿Qué sería el siguiente dibujo? Jin solía hacerles los bentos con el mismo contenido, pero como estaban presentados era diferente y personalizado, como, por ejemplo, su bento era un mini ejército de pulpitos luchando contra un ave de lechuga con ojos de tomate Cherry… divertido.

Ayumu suelta una pequeña risita.

Y el de sensei, por lo que pudo apreciar, fueron pulpos montando a perros de zanahoria y tomates Cherry… extraño, pero igualmente divertido, considerando que la semana pasada su sensei estaba de un humor terrible porque se peleó con un Inazuka por alguna cosa insignificante y estaba planeando una venganza lenta y mezquina.

—¡Nara-kun! —exclamó aún más avergonzada Jin.

—Con el tiempo que nos conocemos, siendo compañeros de equipo y considerando el hecho de que me cocinas gratuitamente, deberías empezar a llamarme por mi nombre —habló Ayumu.

Que dulce estaba el tomate Cherry, pero también tenía esa especie de acidez típica del tomate… delicioso.

—Todos me dicen Yoshito-sensei y tú eres la única del equipo que me sigue llamando por mi apellido —suspiró dramáticamente el Yamanaka— ¿Cuándo será el día en que me trates con más cercanía?

—N-Nara-kun… Yamanaka-sensei… —Jin miró a ambos un poco avergonzada y se llevó la mano a la nuca mientras miraba al suelo, casi haciéndose más pequeña.

Ayumu —corrigió el Nara.

—Hum, ¿Quién es Yamanaka-sensei? —se burló ligeramente el rubio.

—A… Ayumu-k-kun… Ya-Yoshito-s-sensei… —suspiró temblorosamente Jin, como si decir sus nombres fuera lo más difícil y complicado del mundo.

Y en parte, lo era, había sido fácil llamar a los personajes canónicos por sus nombres porque a ellos poco o nada les importaba desde el principio y al primer segundo que se atreviera a llamarlos por sus apellidos en vez de sus nombres, empezarían a quejarse, por lo que se vio obligada desde el momento uno a llamarlos por sus nombres.

Aparte, los canónicos siempre habían sido amables con ella, mientras que los civiles o no mencionados… Jin se estremece.

Nori entrecierra sus ojos con disgusto cuando ve a Jin juguetear con su cabello tímidamente tras decir lo nombres de su sensei y compañero de equipo, una burla seca escapa de sus labios silenciosamente.

No, ella definitivamente era una perra que intentaba meterse en los pantalones de alguien de un gran clan para beneficiarse de sus clanes, era patéticamente obvio considerando que Nara Ayumu era nieto de unos de los ancianos del clan Nara y el propio Yoshito era una persona cercana al próximo líder del Clan Yamanaka.

Claro, él no pertenecía a la rama principal de los Hyuga ni tenía esa clase de contactos, pero si esa mujerzuela tuviera hijos con él y, de casualidad, el bastardo tuviera el Byakugan, utilizando a su hijo y esposo como piezas, tendría un alto estatus y sería tratada con la dignidad correspondiente de alguien casada con un miembro del Clan Hyuga.

Junto cuando estaba a punto de volver a tirar el bento, escuchó como su sensei y compañero de equipo empezaban a discutir y bromear con Jin nuevamente.

—Ho~ mira esa linda reacción, ¿Acaso tienes sentimientos por Ayumu-kun? —preguntó picarescamente el rubio pinchando suavemente las costillas de Jin, su bento vacío descartado a un costado.

—Muy interesado, sensei, ¿Acaso está celoso de su propia insinuación? —contraatacó Ayumu mirando con desdén a su sensei, el cual tuvo un tic en la ceja.

—N-no, no me interesa N-na- A-Ayumu-kun —negó Jin avergonzada tapándose el rostro.

—¿Ehhh? ¿No me descartaste a la primera~? —se burló el rubio y sonrió diabólicamente, listo para molestar a su linda alumna hasta la muerte.

—… No me gusta sensei… —habló un poco cohibida Jin.

Eh… claro que le gustan algunos mayores como Minato, Sakumo, Inoichi o Shikaku, pero su sensei no…

Aparte, tampoco es como si fuese a ser pareja de ellos, todos eran hombres demasiado ocupados que Jin siquiera dudaba en que le fuesen a voltear a ver en primer lugar. Claro, su sensei tenía lo suyo, pero no era para ella… porque sí, Yoshito era un hombre guapo, nadie podría negarlo y su personalidad era refrescante, aun así, era su sensei y, al conocerlo durante todos estos meses… definitivamente no es su tipo.

Eeerrggg si fuera 2D seguramente lo habría sido, pero como ahora esta es su vida, no cree que sea muy saludable enamorarse de alguien con una gran diferencia de edad, principalmente porque mientras mayor sea la diferencia de edad, más misógino y machista es el hombre con expectativas sobre su esposa…

Ugh, Naruto y su época feudalista.

—¡Ay! Me lastimas… entonces, ¿hay alguien que le guste a Jin-chan? —preguntó Yoshito mirando a Jin con interés—… o solo intentas evitar que Ayumu-kun sepa sobre un enamoramiento ultra secreto de tu persona hacia él —Yoshito sonrió diabólicamente.

—¡No! —Jin exclamo en un tono quejumbroso— No me gusta Ayumu-kun, claro, es bonito y todo, pero no me gusta él…

—Acabas de decir que es bonito~ —se rio juguetonamente el rubio mirándola con una sonrisa cruel y ojos juguetones.

—¡A mí me gusta alguien más! —Jin se sonrojó ligeramente mientras se cruzaba de brazos.

—Oh~ ¿entonces podríamos saber quién es ese enamorado tuyo? —preguntó el rubio mirándola con una sonrisa tortuosa.

—¡Nop! —Jin, aun cruzada de brazos, desvió su mirada con la barbilla en alto.

—Entonces solo estás fingiendo que no te gusta Ayumu-kun con otro chico~ —entonces, Yoshito hizo un gesto exageradamente sorprendido—. O no… ¡Y en realidad te gusta Nori-kun!

—¡No me gusta Hyuga-san! —exclamó roja y avergonzada Jin.

—¿Entonces porque le preparabas bentos aun cuando te los rechazaba? —preguntó el rubio con una sonrisa de mierda plasmada en su rostro.

—Porque creí que lo mejor para juntarnos como equipo sería compartir almuerzos juntos y saber de nuestros gustos y disgustos a través de una charla ligera mientras comemos —habló Jin cruzada de brazos.

—Aunque suena razonable, no puedo evitar dudar de tu palabra —habló Ayumu mirando de reojo a la chica y al Hyuga que les daba la espalda apunto de tomar el bento y, lo más probable, tirarlo nuevamente como lo hizo en la primera ocasión.

—¡Realmente no me gustan ninguno de los dos! —gimió Jin con exasperación.

—Oh~ ¿Segura? —Ayumu sonrió mierdosamente y Jin gimió exasperada mientras su sensei empezaba a presionar todos los botones para joder y provocar una explosión intencionada.

—¡A mí me gusta Obito-kun! —exclamó Jin con fuerza y, entonces procesó lo que dijo y se desinfló como un fantasma en los huesos, su alma saliendo por su boca.

—¿Uh? ¿Obito-kun? ¿Quién es este tal “Obito-kun” que conquistó a nuestra pequeña Jin-chan? —preguntó interesado Yoshito, si pudiera -y existieran en este mundo-, sacaría un bote de palomitas de maíz para mirar el espectáculo que estaba a punto de suceder.

—Hum… no… ¡No le digan a nadie que dije eso! —exclamó Jin avergonzada, cubriéndose el rostro mientras se dejaba de caer de espaldas al suelo.

—Nee~ nee~ vamos, Ji-chan cuenta sobre este tal “Obito-kun” que tanto te gusta —instó el rubio y Jin negó con la cabeza sonrojada.

—¿”Obito-kun”? Mmm… ¿Uchiha Obito, como la oveja negra del clan Uchiha? —preguntó en un tarareo Ayumu.

—¿Uh? ¿”Oveja negra”? Un fuerte apodo para un chico tan joven—habló interesado Ayumu mirando con curiosidad a su nueva fuente de información— ¿A Jin-chan le gustan los tipos malos y rudos?

—Es el que está en el equipo de Namikaze-san, ¿Verdad? El hombre rubio que fue discípulo de Jiraiya-sama, Sannin legendario y alumno del tercer Hokage —Ayumu miró a Jin la cual dejó de cubrirse el rostro sonrojado y frunció el ceño ligeramente.

—Sí, Uchiha Obito-kun es quien me gusta, pero él no es la oveja negra del clan Uchiha, ¡Es un buen chico! —exclamó Jin mirando molesta al Nara.

—¿Y cómo es este Uchiha que cautivó el corazón de nuestra pequeña Chefsita? ¿Es atractivo? ¿Frio y guapo que todas las chicas van detrás de él como la mayoría de los Uchiha con cara bonita? ¿Un posible genio en ciernes? —preguntó interesado Yoshito.

Nori se burló internamente escuchando la conversación, por supuesto que la niña querría meterse en los pantalones de alguien de algún clan prestigioso y apuntó a uno de los clanes fundadores, el clan Uchiha… pero seguramente era tan baja que se resignó con lo peor.

—Un chico normal y común, no tiene nada destacable —descartó Ayumu—. Corriente, tirando para malo, he oído que es del tipo molesto y ruidoso, nada destacable y el peor de su curso, ¿No?

¡Obito-kun no es malo! ¡Y puede ser malo actualmente en la parte teorice, pero él realmente se esfuerza! ¡Y Obito-kun también es muy lindo! ¡Tiene grandes ojos oscuros como el gran y basto cielo estrellado en el espacio, una pequeña nariz respingada de botón y pequeños labios regordetes! ¡Y sus mejillas son muy pellizcables! ¡Su cabello es puntiagudo como las estrellas, ingobernable por los vientos y oscuro como antes de la llegada del alba! ¡Obito-kun es muy bonito! —chilló Jin contradiciendo al Nara.

—¿Oho? ¿Acaso lo único bonito es su físico? —Ayumu alimentó aún más a la llama de Jin.

—¡No! ¡No solo es bonito físicamente, ese es solo el comienzo! ¡Obito-kun también es muy amable, siempre ayuda a quien lo necesita! ¡Ayuda a animales quedados atrapados en árboles, a ancianas a llegar a su destino o cargar sus cosas! ¡También es muy justo, nunca tolerará una situación de injusticia que pase frente a él! ¡Y es muy dulce, aunque no sepa que decir, siempre tenderá su brazo para consolarte! ¡Es tan carismático, puede llevarse bien fácilmente con otras personas y tiene una gran energía que nunca se acaba! ¡Es muy comprensivo, sabe cuándo no es tu culpa y te ayuda a su manera! ¡Y…!

Jin empezó a dar un largo y apasionado discurso de adoración hacia Obito y su personalidad, señalando cada incidente en que Obito estuviera mínimamente involucrado y ella lo presenciara como para alabarlo y ponerlo sobre un pedestal… Ayumu se arrepintió de haber abierto esa compuerta después de unas dos horas de adoctrinamiento sobre las virtudes de Uchiha Obito y como es el ser más amable y perfecto de este universo.

Ayumu se había quedado dormido a la tercera hora de interminable palabrería y Nori se había alejado a la hora de cánticos de alabanza hacia el “amable, adorable y de corazón puro” Uchiha…

Con una cara de póker, Nori se llevó su almuerzo, sabiendo que malinterpretó a la chica con querer meterse en los pantalones de chicos de grandes clanes como decían sus padres y su clan, confundiendo su amabilidad con intentos de coquetería como otras chicas civiles, pero para Jin era imposible coquetear porque ella era simplemente estúpida y estaba obsesivamente enamorada de un perdedor… y no intentaba meterse en los pantalones de un gran clan, no, seguramente esa chica loca en algún momento secuestraría al Uchiha y le pondría su nombre o algo…

Con un estremecimiento, Nori dudó si abrir el bento o no.

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